Capítulo 6: Chisme & el proyecto fallido


OLIVIA



Me desplomo en la cama y enciendo la laptop para adelantar el proyecto que nos asignaron. He trabajado todos los días después de regresar del trabajo. Creo algunas diapositivas y anoto los puntos importantes. Me meto a la parte del diseño de la presentación y empiezo a cambiarle los colores. 

— ¡No vas a creer esto! —Exclama Tori irrumpiendo en mi cuarto.

— ¿Qué sucede?

—Primero que todo estaba aburrida, no soy psicópata pero estaba revisando unas fotos de tu jefe y luego busqué información sobre Harry Styles y ¿adivina qué?

— ¿Qué?

Me muevo en la cama y palmeo el espacio que he dejado libre para que ella se siente. Tori obedece, despega la vista de su móvil para enseñármelo.

—Estuvo casado y tiene una hija.

Me quedo boquiabierta. No me imagino al señor Styles como una figura paternal, por lo poco que sé siempre está enfrascado en el trabajo pero esa es una suposición muy burda de mi parte. ¿Y ya estuvo casado? No me la creo. Yo pienso sentar cabeza mínimo a los 30 años. 

Tori me muestra las pocas imágenes que hay de él con su hija, han sido todas tomadas por paparazzis con un tremendo zoom. Claramente invadiendo su privacidad. Después me enseña la imagen de su ex esposa con su hija, de ambas aumenta la cantidad de fotos. Por lo que veo él debe tratar lo máximo posible de mantener su vida privada pero a su ex esposa parece no molestarle.

Su hija debe tener 3 años. De tez blanca, cabello largo y negro y de ojos azules. Su rostro es adorable e inocente. Es linda, no se parece tanto a él.

Pasando a la ex esposa de Harry...me deja perpleja. Sin palabras. Es despampanante. Una mujer alta, con una figura envidiable, de tez morena, cabello oscuro, ojos claros y gatunos y labios carnosos. Tiene un rostro divino aunque su expresión es de cabrona...esa expresión que te advierte que no querrás meterte en líos con ella.

— ¿Cómo pueden existir mujeres tan hermosas? —murmuro.

—Debería ser un pecado ¿no? Es divina...Su nombre es Irina.

— ¿Por qué me cuentas todo esto?

—Me gusta el chisme...Escucha...se casaron a los 24 años y el matrimonio duró un año y medio. Semanas antes de la separación oficial unos fotógrafos la captaron con otro hombre. ¡Es un cornudo el señor Styles! El venado— dice Tori llevando los dedos índices sobre la cabeza para simular los cuernos.

—Pobre hombre— murmuro apenada y lo digo de verdad.

— ¿O no? ¡Y tiene una hija! Qué complicado. Ella tiene la custodia de la niña y se quedó con todos los bienes del matrimonio, él se lo cedió dicen los rumores— comenta Tori leyendo la noticia desde su celular—. Imagínate cuánto dinero, aunque ella también viene de una familia adinerada así que no debe significar nada. Quería compartir eso contigo, además estaba aburrida en mi habitación... ¿qué estás haciendo?

—Adelantando la presentación.

— ¿Y cómo vas?

 — Por ahora bien, me quedan algunos detalles. 

—A pesar de ser un cabrón debes admitir que fue amable de parte del señor Styles salvarte de la lluvia, no cualquier jefe multimillonario haría eso por un empleado y menos por una interna.

Me muerdo el labio inferior. Punto para Tori.

— ¿Cómo puedes soportarlo? Es muy guapo, los hombres muuuy guapos me ponen un poco nerviosa debo admitirlo.

Suelto una risita ante su declaración.

—Sí, es un adonis. El señor Styles es...prudente, serio y puedes notar su presencia cuando llega a un lugar. Cuando va a hablar con Niall casi todas las mujeres del piso se voltearon a verlo en algún momento, tiene una presencia...potente aunque su aspecto físico también tiene una gran influencia.

—Me imagino.

Tori desvía su atención a su móvil que acaba de sonar.

— Voy a salir con mi novio, vamos a ver una película. Te veo después ¿sí?

—Claro.

Nos despedimos y Tori se marcha del apartamento. Dejo la laptop a un lado y me acurruco en mi cama.

Mi mente se distrae con la nueva información sobre el señor Styles. El chisme está que arde pero es una noticia triste. La infidelidad es muy dolorosa, principalmente si estás con alguien qué llevaste al altar haciendo los votos de que compartirían toda una vida juntos y más si tienen una hija. ¿Acaso no se destruyó el ambiente familiar? Supongo que él tendrá sus visitas y debe estar presente en las épocas festivas e importantes pero el ambiente nunca vuelve a ser el mismo. Yo crecí sin un padre, sé lo doloroso que es y me imagino lo que debe sentir su hija al no tener a su padre constantemente a su lado pero al menos tiene una figura paterna.

Aún no me la creo que sea un hombre casado... ¡Y le fueron infiel! ¿Quién podría serle infiel al señor Styles? Eso tampoco me cabe en la cabeza. Tiene todas las cualidades para ser un buen amante. ¡Uy, ahora bésale los pies!

Escondo mi rostro con una almohada en un intento de ahogar mis pensamientos. ¡Ya basta de pensar en él! ¿Cuál es mi problema? Yo no soy así. 


****


El día de la presentación soy una mezcla de nervios y ansiedad. He trabajado cada segundo de la semana en esto y hay mucha presión. Me siento en cierta ventaja al haberle enseñado mitad de mi presentación al señor Styles, a él le gustó... ¡¿O quizás era mentira y está todo malo?! Fulmino a mi subconsciente con la mirada por su exclamación. Esta vez tendré que confiar que lo he hecho bien. 

Bebo un café cuando llego al trabajo y me concentro en disminuir mis nervios porque no quiero que me jueguen en contra. Reviso mi presentación otra vez repasando mentalmente mis palabras. Voy anotando o tachando algunas ideas sobre mi borrador a medida que reviso mi trabajo.

A las diez de la mañana Niall nos avisa que tenemos que asistir a una reunión con el equipo de marketing. Dejo mis papeles sobre mi ordenador antes de seguirlo junto a mis compañeros.

— ¿Estás nerviosa por hoy? —Pregunta Mathew. Está usando lentes que resaltan sus ojos azules.

—Sí, ¿y tú?

—También... ¡El señor Styles estará ahí! Hay que darle una buena impresión—susurra MJ. Yo asiento con la cabeza.

Una vez que hemos llegado a la sala de reunión tomamos asiento en el rincón de la mesa. Ya conozco la mayoría, bordean un espectro de amplio de edades. Algunos han sido acogedores, otros amable y una parte se ha mantenido a la raya con nosotros los internos. Sin importar dónde siempre habrá todo tipo de gente. No a todos les gustan los internos. Nosotros representamos gente joven, al principio de despegar su carrera en el mundo laboral y que posiblemente "les arrebate su puesto". Yo no lo veo de esa manera. Quiero contribuir, quiero merecer mi lugar y no ocupar el de alguien más.

La reunión comienza y estoy emocionada de ser parte de esto. Tomo nota sobre lo importante en una pequeña libreta que me he traído. A la media hora Will, el otro interno que está conmigo, se retira del salón haciéndole señas a Niall que le da permiso con un movimiento ligero de cabeza. Parece que no se siente bien. Hoy en la mañana lo vi pálido, con grandes ojeras y expresión afligida. Debe estar tan nervioso como yo y MJ.

Veinticinco minutos después se acaba la reunión. MJ y yo regresamos a nuestros puestos para terminar las tareas pendientes. Mis papeles para la presentación están sobre mi asiento aunque estoy segura que los dejé sobre la laptop. Debió haber sido culpa del viento.

A Will no se le ve por ninguna parte, MJ y yo trabajamos y nos enfrascamos en una conversación. Durante esta semana hemos estado hablando más y tenemos varias cosas en común. Ambos nacimos en Phoenix, a ambos nos encanta la pizzería local llamada Chili, nos gusta mezclar la mayonesa con el kétchup y nos gustaría visitar Las Vegas pero jamás hemos ido.

A pesar de estar conversando con él estoy concentrada en el trabajo pero se desvanece cuando el señor Styles aparece en nuestro piso y se dirige a hablar con Niall. Conversan afuera de la oficina de Horan. Lo observo disimuladamente escondida por la pantalla de mi ordenador. Va vestido con un traje negro a la medida, la camisa y los zapatos van a juego. Me quedo sin aliento admirando su perfecto y trabajado cuerpo. ¡Maldición! ¡Se ha hecho un corte de cabello! Le queda muy bien. Mi subconsciente me regaña por andar babeando.

Casi salto del asiento cuando sus penetrantes ojos verdes se cruzan con los míos. Desvío la mirada a mi laptop fingiendo teclear porque he perdido el hilo de lo que estaba haciendo.

— Chica Arizona ¿te gustaría que fuéramos a comer algo uno de estos días? —Pregunta MJ con voz amable y con una gran sonrisa en el rostro.

—Sí, seguro—respondo devolviendo la sonrisa.

Mis ojos vuelan una vez más al señor Styles... ¡Me está mirando otra vez! ¡Y parece molesto! ¿Por qué? ¿Por MJ? Sería ridículo además ¿qué estoy imaginando? No soy su tipo, él no está pendiente de mí.

Bajo la vista a los papeles que están a un lado del ordenador y finjo leer. Un rubor intenso se asoma por mis mejillas delatando mi vergüenza.

Mi subconsciente se esconde tras un mueble cuando el señor Styles y Niall se acercan a nuestro puesto. Will reaparece de la nada justo a tiempo. Observo a MJ y luego devuelvo mi vista a Niall y al señor Styles.

— ¿Cómo están? Sólo pasaba para desearles éxito hoy en la presentación, tenemos gran expectativa junto a Niall y esperamos que den lo mejor de sí— comenta el señor Styles enviándome una mirada fugaz. Trago saliva.

—Sí, lo que él dijo— concuerda Niall asintiendo con la cabeza—. Buena suerte.

—Nos vemos después, continúen el trabajo— declara Styles haciendo un movimiento de cabeza antes de retirarse.

Se va con paso decidido. Camina de manera elegante y no soy la única mujer que le dedica una mirada de admiración.

Después de su interrupción volvemos al trabajo y paramos para la hora del almuerzo. Will desaparece enseguida y yo bajo a la cafetería junto a Niall y MJ. Compramos nuestro almuerzo, tomamos asiento y se nos unen las mismas personas de siempre.

Meredith se sienta a mi lado con una revista en la mano como siempre. Empiezo a creer que tiene una adicción pero también opino que es muy culta porque se pasa leyendo todo tipo de revistas. Charlamos sobre nuestro fin de semana y luego leemos algunos artículos de la revista que ha traído. Está bastante interesante y dejo una nota mental de comprarme una luego de salir del trabajo.

Me retiro de la mesa veinte minutos antes del término del almuerzo. Quiero repasar la presentación. Hago mi camino hacia el piso 16. Will está leyendo sus apuntes y se sobresalta cuando aparezco. El muchacho apoya los papeles sobre su regazo escondiéndolos de mi vista. ¿Qué le pasa? No es como si yo fuese a copiarle sus ideas. Está muy tenso.

— ¿Estás nervioso?— Pregunto tratando de ser agradable. Estamos en la misma situación.

—No, confío en mis habilidades—responde muy seguro de sí mismo—. Estoy ocupado así que adiós— dice levantándose de su asiento y cogiendo su ordenador. El muchacho se marcha y supongo que quiere practicar solo.

Los minutos vuelan y de pronto ya nos estamos trasladando los tres internos a la sala de reuniones donde esperaremos que nos llamen para realizar la presentación. No somos los únicos, los otros internos que están en otras secciones también están acá. Somos 12 en total del área de negocios.

La sala de espera es una sala de reuniones que cuenta con una vasta mesa ovalada de vidrio. Todos toman asiento y encienden sus ordenadores. Dejo mi laptop sobre la mesa antes de acercarme a la ventana para observar la agitada ciudad.

— ¿En qué área estás? — Escucho una voz masculina al lado mío.

Mi vista se encuentra con un chico de estatura promedio, usa lentes de un marco color azul, está vestido con una camisa formal a cuadros y su pantalón tiene suspensores. Me gusta su estilo. Su rostro es amable y lo noto nervioso.

—Marketing ¿y tú?

—Estoy en contabilidad. Hola me llamo Calvin.

—Olivia.

  — Perdona que me aparezca así y te empieza a hablar no soy un acosador.

— No pienso eso.  

—Están todos ahí metidos en sus ordenadores, yo ya no puedo más ahora es momento de relajarse y pasará lo que tenga que pasar.

—Sí, exacto. Me gusta tu estilo Calvin.

— ¿De verdad? — Dice dándose una vuelta. Sonrío—. Trato de venir lo más a la moda posible, quién sabe si alguien de la revista Styles nota este look que está de muerte.

—Puede ser... ¿Te confieso algo "vergonzoso"?—  Hago las comillas con los dedos— No conocía la revista hasta ahora.

— ¿Estás de broma? Está alcanzando la popularidad de Vogue.

—No tenía idea que fuese tan grande.

—Así es chica. Sé que estudié negocios pero creo que la moda siempre fue mi pasión—comenta Calvin encogiéndose de hombros. De pronto se ve apenado pero es momentáneo porque se recompone y la expresión alegre vuelve a su rostro.

— ¿Eres de Nueva York?

—No, de Seattle pero vine acá a estudiar y luego conseguí esta pasantía. ¿Qué hay de ti?

—Phoenix. Vine acá por la pasantía, bueno siempre he querido vivir acá.

—Lo sé, es mágico ¿no?

—No conozco tanto la ciudad pero por lo que he visto está genial.

—Es increíble créeme. Podríamos salir a recorrer la ciudad si quieres. Espero que no te parezca como apresurado. Honestamente no he entablado una buena conversación desde que llegué acá, mi equipo de trabajo son todos antipáticos y muy competitivos y el señor Webber es un viejo canoso amargado—comenta él con una mueca.

Qué lástima su situación, he tenido suerte con mi equipo.

—Oh, lo lamento. Mi equipo no está tan mal. Niall Horan es nuestro encargado.

—Se ve agradable, aparte es un bomboncito aunque lamentablemente no juega de mi lado— dice Calvin sacudiendo la cabeza con desaprobación.

Todos nos quedamos en silencio cuando se abre la puerta de la sala de espera. Una mujer alta, esbelta y de cabello rojizo natural está sosteniendo un papel sobre sus manos.

—Buenas tardes, mi nombre es Stella. Los estaré llamando para trasladarlos a la sala donde serán evaluados. La primera persona es Calvin Stewart.

Calvin al lado mío ahoga un grito.

—Ya es el momento— murmura respirando hondo.

—Éxito— sonrío apoyando mi mano sobre su hombro.

—Gracias. Fue un gusto conocerte. Mira ten mi tarjeta así estamos en contacto— dice entregándome una tarjeta de presentación. El muchacho coge sus pertenencias y se marcha junto a Stella.

Sonrío observando la tarjeta blanca, contiene su nombre, su teléfono, su cuenta de Facebook, Twitter y su correo. Tiene aspecto más de tarjeta personal que para los negocios. Resulta muy práctica si estas apresurado y quieres entregarle tus datos básicos a alguien que acabas de conocer.

El tiempo se hace eterno y a cada 35 minutos Stella aparece para llamar a alguien más. Como se ha extendido más de lo debido y no nos podemos quedar acá hasta las diez de la noche Stella nos informa que los que no alcancen hoy serán evaluados mañana.

Cuando llaman a Will este se marcha con rostro inescrutable pero aún con aspecto pálido. MJ y yo intercambiamos miradas y él comenta sobre lo raro que es Will. Mathew saca su teléfono y me enseña un juego, acepto jugar con él y pone en modo multijugador y así matamos el tiempo. 30 minutos después aparece Stella.

—Olivia Grace— anuncia mi nombre la mujer. Soy la quinta en ser llamada.

Palidezco y se me corta la respiración. Este es el momento.

—Buena suerte— murmura Mathew guiñando un ojo.

—Gracias—murmuro de vuelta.

Cojo mis papeles, el ordenador y me dirijo a la puerta.

—Olivia es la última, los demás serán evaluados mañana. Gracias por su comprensión— declara Stella y me hace señas para que la siga.

Hacemos el camino hacia la segunda sala que está a unos metros de dónde estaba yo. Stella me desea buena suerte y le agradezco con un movimiento de cabeza. Mis piernas se sienten como gelatina y mi corazón está palpitando a toda velocidad. ¡¡Es el momento!! Mi primera presentación para Styles Connection.

Ingreso a la sala, mis ojos encuentran a los evaluadores sentados en dirección al proyector. Niall, el señor Styles y el señor Webber están allí muy formales como hombres de negocios. Saludo de manera educada e instalo rápidamente mi ordenador. El rostro del señor Styles es inescrutable y el dedo índice descansa sobre su barbilla. Mis ojos se mueven de su dedo a su boca. Trago saliva. ¡Respira Olivia! ¡Corta la mierda y ponte profesional!

La postura es importante, estar encorvado es como lucir inseguro y pequeño y yo no quiero demostrar eso. Adopto una postura más formal y erguida.

Mi presentación no es mala, me explayo con fluidez y con el vocabulario adecuado. Observando las caras de los superiores puedo notar que fruncen el ceño y susurran entre sí lo que me parece extraño pero no me detengo ni me dejo intimidar. La presentación dura unos 20 minutos.

—Gracias—digo al finalizar.

Ellos susurran entre sí y eso me irrita porque quiero saber que está sucediendo. El señor Styles ahora tiene un semblante serio y luce desconforme. Palidezco... ¿Lo he hecho mal? ¿No le ha gustado?

—Tenemos algo que decirte señorita Grace que nos tiene muy descontentos—comenta el señor Webber con voz nasal—. Su trabajo se parece mucho al de Will Beck su compañero.

La voz del señor Webber se siente amortiguada como si estuviese utilizando protector en las orejas. Palidezco ante el mensaje.

— ¿Qué?

—Sí, hay varias similitudes en ambas presentaciones—dice Niall con una mueca de desagrado. Palidezco aún más si es posible.

—No sé si es u-una coincidencia pero con todo respeto yo no he plagiado a nadie si es eso lo que tratan de decir.

—Nadie está diciendo que es plagio—exclama Harry con una voz fría. Me empiezan a temblar las manos—. Sólo nos sorprende el parecido... ¿Ustedes compartieron ideas o trabajaron juntos?

—No, no tengo demasiado contacto con él pero no hay problema entre nosotros.

El señor Webber niega con la cabeza y anota algo en sus apuntes. Frunzo el ceño. ¿Acaso no me cree? ¿Piensa de verdad que he plagiado a mí compañero?

—Jamás haría algo así—respondo sin vacilar.

—Descartando las partes similares lo que has planteado está bueno, me gusta—sonríe Niall con rostro comprensivo.

—No está mal pero yo no puedo aceptar que se presenten casi dos proyectos parecidos...para mí no es válido— dice el señor Webber con un dedo sobre su bigote—. Esto me impresiona y me disgusta bastante. Ustedes no son niños, ustedes son adultos y están aquí para demostrar que pueden aportar su originalidad en esta empresa. Esta no es cualquier pasantía.

—Lo sé, le aseguro que todo lo que he dicho es original, es de mi propiedad. He trabajado muy duro señor Webber, me he esforzado bastante. Quiero ganarme el lugar aquí y quiero hacerlo de manera justa— comento con seguridad aunque internamente estoy desanimada por lo acontecido.

Le entrego una mirada al señor Styles que permanece con el mismo semblante. ¡Él conoce parte de mi trabajo y sabe que lo he hecho yo! ¿Acaso no dirá nada? ¿O no quiere que los otros hombres se enteren que ha revisado previamente parte de mi trabajo? Quizás desaprueben eso porque me ha dado cierta ventaja y por eso él no ha dicho nada... ¡Aunque ni debería importarle! Es el maldito jefe de esta puta empresa puede hacer lo que se le dé la gana ¿o no?

—Yo tampoco puedo aceptar el plagio—declara Styles con ojos intensos—, pero parte de su trabajo es válido y me agrada, eso sí no podemos tomarlo en cuenta con lo que ha pasado...

—Exacto señor Styles—dice Webber frunciendo el ceño.

—...Pero podemos extrapolar una parte a la verdadera zona de trabajo y utilizarlo— sentencia Harry suavizando un poco el semblante pero aún en la actitud de presidente. Webber niega con la cabeza.

—Les aseguro que debe haber un error o ha sido una coincidencia absurda. No he llegado hasta acá por arte de magia, he estudiado y me he esforzado mucho—digo con determinación y tratando de controlar mi rabia e impotencia.

—Estoy segura que sí Olivia y yo confío en ti, hasta ahora has hecho un buen trabajo— asegura Niall, lo dice con honestidad y eso lo aprecio.

—Eso es todo—declara el señor Styles—. Puedes retirarte.

Quiero lanzarme hacia el mesón y estrangularlo. Me sorprende su frialdad pero está en el modo presidente de la empresa y tiene que actuar como tal. Su presencia es muy potente.

Recojo mis pertenencias. Les agradezco por educación antes de retirarme de la sala. Vuelvo a mi escritorio y me desplomo en el asiento. Se me caen algunas lágrimas pero reprimo este momento de debilidad. El rostro de mamá y Alberto pasa por mi cabeza, no puedo decepcionarlos. Estoy avergonzada y apenada... ¿Cómo pudo pasar esto?

Mi vista cae sobre el puesto de Will, su laptop está cerrado y tiene unos papeles desparramado por la mesa. Él no está a la vista. Una idea loca cruza mi cabeza y decido acercarme a su puesto. Tratando de lucir desinteresada reviso los papeles en busca de algo, lo que sea que me indique que todo lo que me acaba de pasar ha sido un grave error. No hay nada interesante. Estoy tan frustrada, espera encontrar alguna pista o indicio para poder acusarlo.

Recuerdo que dejé mis papeles de la presentación sobre mi escritorio cuando fuimos en la mañana a la reunión con el equipo de marketing y Will se retiró antes que finalizara... ¿Pudo haber vuelto acá y revisado mis apuntes? ¿O sueno muy paranoica? Cuando me aparecí después del almuerzo él ocultó los papeles de mi vista como si no quisiera que viera el contenido de su presentación...

No quiero sacar conclusiones apresuradas pero él siempre se ha mostrado indiferente hacia MJ y yo. Hoy estaba muy nervioso, quizás no estaba del todo preparado y eso lo llevó a cometer algún error...¡Cabrón! ¡Tiene que estar involucrado! No hay otra explicación.

Tengo rabia y pena. Desolada regreso a mi puesto. Tengo una intuición que niega que esto haya sido una coincidencia.

Me sobresalto cuando escucho el teléfono que está sobre el puesto de internos. No estoy de humor pero tengo que contestar.

—Hola Niall, ¿necesitas algo?

—Buenas tardes señorita Grace, habla Karla la secretaria personal del señor Harry Styles.

Una expresión de confusión cruza mi rostro. ¡¿Qué es lo que quiere?! Este día ha sido una montaña rusa de emociones y todavía ni termina. Es la última persona con la cual deseo hablar, que se joda Styles. se merece ser un cornudo.

—Sí ¿qué pasa? —exclamo agobiada. Lamento no disimularlo.

—El señor Styles le gustaría saber cuál es su disponibilidad luego del trabajo, él quiere invitarla a tomar un café.

Mi subconsciente se le cae el libro de las manos. Mi cerebro deja de funcionar por un momento... ¿Escuché bien?

— ¿Estás de broma? —Inquiero sorprendida.

—No...Créame también estoy impresionada—dice ella, no parece contenta.

—Que poco profesional tu comentario—mascullo molesta. ¡Qué zorra! ¿Cuál es su problema?

— ¿Entonces acepta? El señor Styles insiste— presiona ignorando mis palabras.

Estoy por decir que no y colgar el teléfono pero el comentario de Karla ha encendido aún más mi irritación... ¿Qué hay de malo conmigo?

Una parte de mí se niega rotundamente, me debería aborrecer el señor Styles y quiero convencerme de eso pero resulta difícil. Mi parte hormonal me mira con cara de perrito tierno rogando que acepte sólo para poder verlo una vez más... ¡Patética! Aunque él me causa mucha curiosidad y más ahora que sé que es cornudo y tiene una hija. Aún no me creo eso, no parece de los que se comprometen y menos después de lo que me enseñó Meredith sobre las múltiples chicas con la cual ha salido. ¿Qué pensará su ex esposa sobre eso?

¡Olivia céntrate en el tema! ¿Qué mierda te importa la ex esposa o que él sea un Don Juan?

¿Qué respondo? No me parece muy profesional de su parte, si quiere conversar conmigo simplemente puede citarme a su oficina y ya está. Tal vez debería acudir, supongo que quiere discutir sobre el percance de hoy...

Si está bien bueno y una invitación no mata a nadie... ¡Di que sí! ¡No pierdes nada! Aparte es el jefe ¿crees que aceptará un "no" como respuesta?

En eso esta cierto mi subconsciente. Me interesa saber que tiene que decirme, definitivamente quiere hablar sobre lo que pasó hoy y yo también me descargaré por su falta de honestidad. ¡Pudo defenderme y no lo hizo! Quiero respuestas.

—Está bien, acepto.

—Perfecto. El señor Styles quiere que se encuentren en el aparcamiento, piso -2 número 240. ¿Entendido?

—Bueno. Gracias.

Cuelgo el teléfono y me quedo observando el aparato. Mi vista escanea mi alrededor, todo sigue igual pero yo me siento como una Olivia diferente. Me pellizco y no estoy soñando. La irritación se esfuma temporalmente por unos nervios que se deslizan por mi estómago. Maldición...¿Acabo de aceptar salir con el señor Styles el jefe cabrón? 

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