Capítulo 4: El borrador & la entrega
OLIVIA
Mi tarde se vuelve una locura cuando la misión de encontrar el borrador del último libro de las crónicas de Narnia se eleva a categoría peligro.
He llamado a dos de los cuartos números que tengo en la hoja que me entregó Harry. He tenido que viajar a través de la ciudad. Pasé por 2 editoriales conocidas, las pesquisé por mi celular, y no contaban con el borrador.
Tuve que fingir ser alguien con algún cargo relevante sobre la empresa Styles Connection para hablar con la jefa de una editorial pero se negó. Ya estoy cayendo en la angustia pero mantengo la determinación. Me gustan los desafíos y no me dejaré sucumbir ante el capricho de un capullo. No me rindo fácilmente.
Al llamar al tercer número la suerte toca mi puerta. Me ponen en contacto con la encargada de la publicación de los libros. Le cuento que soy la asistente personal del Señor Styles y que él requiere del borrador con urgencia para su lectura personal. Le miento diciendo que es un ñoño por esas cosas, que lo colecciona todo y que no aceptará una negativa como respuesta. Además le digo que estamos dispuestos a negociar una suma de dinero importante por el borrador. Sé que el Señor Styles no habló de dinero cuando me encargó esta tarea pero estoy segura que sabe que el dinero estará sobre la mesa cuando se trata de un libro que aún no está a la venta. La señora accede a recibirme en su oficina en una hora.
Voy volando hacia la editorial. Sé que es ilegal pero me he diseñado e impreso una tarjeta de identificación que me reconoce como asistente de Harry Styles. La he hecho con el formato de la credencial que me entregaron el primer día. Incluso tiene el símbolo de la empresa. De esta manera adopto más seriedad y profesionalismo. Estoy impresionada, parece que estoy buena para el fraude.
La señora Clara es la encargada y me recibe en su oficina. Agradezco su amabilidad cuando le pido disculpas por mi apariencia, luzco fatal, sudada, con el cabello amarrado en un tomate y casi cojeando por los pies adoloridos de tanto caminar.
La negociación no se discute mucho, no voy a buscar una rebaja. Aceptaré lo que ellos deseen, no me importa cuánto dinero el señor Styles desembolse ese no es mi problema. Para mi buena suerte la señora Eleanor dice conocer un poco al señor Styles y sabe que tiene poder así que la negociación esta sellada. Le enseño la tarjeta y le afirmo que en un par de horas el señor Styles depositará el monto que hemos acordado.
No puedo borrar la enorme sonrisa en mi rostro cuando salgo de la editorial con el borrador exclusivo en mis manos. Me siento imparable.
De camino hacia el metro atisbo a un hombre que es casi igual a Jason, mi ex novio. Por un momento me pongo extremadamente paranoica imaginando que es él en verdad, el miedo se expande por mis entrañas, por mis extremidades, un sudor helado cae por mi frente y hasta me entra la sensación de asfixia. Temiendo por un pleno ataque de pánico en medio de la poblada calle de la gran manzana hago lo que mi psicólogo me enseñó. Me muevo hacia un costado apoyándome en una pared, cierro los ojos y cuento hasta diez. Cuento muy lento mientras regulo mi respiración y me imagino todo lo positivo que me ha pasado y me repito a mí misma que él no está aquí.
Agradezco que aún conservo el auto-control. 20 minutos después me siento mejor pero al mirarme en un ventanal me noto pálida. Decido apresurarme a casa y mantenerme ocupada.
Llamo a Niall para pedirle con urgencia el correo del señor Styles. Podría buscar el correo en la página web de la empresa pero probablemente su secretaria personal está encargada de eso y yo necesito llegar a él lo más rápido posible. Le cuento a Horan que he conseguido el libro y que necesito que él realice una transacción importante. El rubio no indaga en el tema y me da el correo personal del presidente. Horan me felicita por haberlo logrado pero también maldice a su amigo por cómo ha sido conmigo.
Sabía que me encontraría con gente como el señor Styles al venir a Nueva York. Le dejaré claro que esto ha sido el final y que mi trabajo no es un juego para mí.
Llego a casa cansada y aún tengo que llevar a la tintorería el traje del millonario. Decido colocarme unas pantuflas porque los pies me están matando.
Enciendo mi laptop e ingreso a mi email para enviarle un correo al señor Styles. Me desplomo sobre mi cama observando la pantalla. Estoy agotada, estresada y enfada. Me como la barra de chocolate que me compré en la esquina. Cojo el papel donde he anotado el correo de Styles, su email personal le queda.
De: Olivia Grace ([email protected])
Para: Harry Styles ([email protected])
Asunto: Borrador ya en mis manos ;)
Buenas noches Señor Styles. Niall me ha dado su correo personal porque necesitaba comunicarme con usted a la brevedad. Le escribo porque he conseguido el borrador a través de una negociación con la editorial Afex. A cambio del libro prometí que usted hoy mismo haría la transacción de una suma de 9000 dólares. Ha sido una tarea difícil, he tenido que falsificar mi identidad para poder hablar con las cabecillas importantes ya que una muchacha, interna para ser exactos, jamás llegaría tan lejos. Sé que ha estado mal pero también lo es su estúpido capricho conmigo utilizando su abuso de poder. Podría demandarlo ¿sabe? Pero no tengo ni los recursos ni las pruebas y no soy de las personas que pierde su tiempo con tonterías. Su traje estará listo para mañana a la hora del almuerzo junto con una clara nota de parte mía que dirá: déjeme en paz.
Saludos.
Olivia Grace.
Lo escribo todo de un solo tirón liberando casi todo lo que he acumulado durante la tarde. Me he ahorrado las groserías. Hay que tener actitud para enviar esto pero la vida ha moldeado mi personalidad hasta llegar a este punto. Ha sido difícil y duro el camino pero lo agradezco porque de no ser así no estaría acá. Hay que ser atrevida y creo que mi correo está bastante bueno.
Cojo la funda negra Dior, mi bolso de segunda mano y voy a la tintorería. El episodio del casi ataque ya casi se ha esfumado de mi mente. Salgo con pantuflas a la calle porque tengo los pies derrotados. Para mí buena suerte la tintorería está a solo tres cuadras de distancia.
—Buenas noches— saludo a la señora de ojos achinados que está tras el mostrador—. Quiero lavado y planchado de esto, lo mejor que tengan.
La señora me señala el cartel que está a la derecha. Observo los precios y le señalo el servicio que deseo.
—Lo necesito para mañana, como a las 2 de la tarde ¿sería posible?
—Sí.
— ¿Tienen algún servicio de entrega? Es que este traje es muy importante para mí— le digo dejando la funda sobre el mostrador.
—Precio adicional— responde con un acento hosco.
—Está bien. Le anotaré la dirección y le pagaré todo ahora mismo.
Escribo la dirección de la empresa con mi número de teléfono para que se contacten conmigo cuando lleguen. Le pago por el servicio y me despido de la señora. Un alivio recorre mi cuerpo al salir del local aunque tengo pena por lo acabo de desembolsar por el estúpido traje. Si pudiese escribiría con labial sobre la camisa blanca algo como: IDIOTA. Bien grande y por toda la camisa pero eso sería caer bajo y yo tengo una misión mucho más importante conmigo misma: Trabajar y triunfar.
Hago mi camino de regreso al apartamento. Me sumerjo en una ducha de casi diez minutos y luego me pongo el pijama. Tengo hambre pero el cansancio es más grande.
Reviso mi laptop para ver si tengo una respuesta del señor Styles...y ¡Bingo! Ha respondido.
De: Harry Styles ([email protected])
Para: Olivia Grace ([email protected])
Asunto: ¿Por qué me envía un ";)"? ¿Me está coqueteando?
Buenas noches Olivia. Me impresiona la actitud de su correo ¿con esa boquita habla y besa a sus padres?
¿Un capricho para mí? ¿Yo, encapricharme? ¡¡JA!! ¡Ya le gustaría!
Ya he hecho la transacción. La cifra no me molesta aunque quizás pudo haberla negociado pero una intuición me dice que lo ha hecho a propósito. De todas maneras sabía que existiría dinero en el asunto... ¿Acaso no es el dinero lo que mueve a la gente, al mundo?
Estoy bastante satisfecho de saber que ha conseguido el manuscrito. Mi secretaria Karla no lo logró y yo le tenía menos fe a usted pero me ha impresionado Olivia. La idea de su identificación falsa me parece graciosa. ¿Se las ha dado de actriz? Seguro merece el Oscar.
¿Cuál es su libro favorito de Sam Handcliff? ¿Ha ido a alguna de sus charlas? Realmente es una fuente de inspiración para mí. Creo que es la primera mujer que conozco que ha leído sus libros.
A la hora del almuerzo estaré en mi oficina.
Saludos.
Harry Styles.
Pensé que sería una respuesta acotada con un mínimo agradecimiento pero en ningún momento lo ha hecho. Es un ingrato y más encima ¿insinúa que yo coqueteo con él? Debe tener el ego fuera de la órbita terrestre. Cretino. Vuelvo a leer el mensaje y escribo una rápida respuesta.
De: Olivia Grace ([email protected])
Para: Harry Styles ([email protected])
Asunto: Antes en la tumba a que coquetear con usted.
Señor Styles es tarde y su correo me resulta tedioso y aburrido de leer. Lo que le he enviado ha sido estrictamente profesional y con todo respeto quiero mantenerlo así.
Me abrazo emocionada por mi respuesta. Él ha sido grosero, yo también puedo serlo pero ya he alcanzado el límite. No debo olvidar que es presidente de la compañía, hay una gran brecha de jerarquía entre nosotros.
***
Termino de almorzar justo cuando mi teléfono empieza a sonar en mi bolsillo. ¡Es el servicio de entrega de la tintorería!
Voy a la entrada del edificio para recogerlo y luego me dirijo al último piso. Las dos secretarias no están en sus puestos habituales, supongo que deben estar almorzando. Me acerco a la puerta y mis nudillos golpean fuerte pero no de manera brusca.
—Adelante.
Respiro profundamente e ingreso al despacho con determinación. El señor Styles no despega los ojos de mí, es tan descarado que sus ojos me inspeccionan de pies a cabeza. Eso genera que una oleada de calor sacuda todo mi cuerpo. Estoy sumamente acalorada y no me gusta sentirme así. ¡Deje de mirarme!
El presidente se reclina sobre su asiento deslizando un dedo por la barbilla. Está usando un traje oscuro que lo hace lucir como el agente 007. Mi subconsciente le echa una ojeada y le coloca la nota máxima por guapo. La maldigo por andar halagándolo.
—Aquí está señor Styles.
Dejo el borrador sobre su escritorio y apoyo la funda del traje Dior sobre la silla que tiene frente a su mesa.
Estoy satisfecha con mi trabajo, en algún momento dudé de mí pero lo logré. Debería marcharme pero tomo asiento observándolo con valentía. Por la expresión de su rostro seguro quiere decirme algo. Silenciosamente le desafío a que lo haga.
—Bien. Estoy complacido. ¿Es usted siempre tan osada?
—Estaba siendo honesta en mi correo.
—Tiene actitud.
—Soy tímida en verdad— murmuro con sarcasmo.
—Y es sarcástica. Me parece bien. No me agradan las chicas tímidas.
— ¿Eso es todo? ¿Puedo retirarme?
— ¿Soy tedioso y aburrido? Me ha lastimado gravemente—declara con cara de póker.
Mi subconsciente rueda los ojos.
— ¿No responderás a mis preguntas Olivia? — Inquiere. Suena asombrado pero con un toque de irritación.
Mi negativa e indiferencia le ha dañado al parecer. De seguro no está acostumbrado. ¿Qué esperaba? ¿Qué entabláramos una conversación y todos felices?
—Señor Styles creo que he sido clara. Esto ha sido profesional y no quiero compartir información sobre mí con usted— declaro entre dientes.
Inconscientemente me he inclinado un poco hacia él. Se mantiene tenso en su asiento mientras su mirada escanea mi rostro.
—Bien. Tampoco es como si fueras la gran cosa Olivia— replica con desdén.
Touché. Aprieto los labios en una fina línea.
—Eso sí insisto pagarle por la tintorería.
—No será necesario.
—Yo insisto... ¿Cuánto salió todo?
—No quiero el dinero, me contento con un agradecimiento.
—Gracias—dice él sin sentimiento—. ¿Dónde estudiaste?
—En la universidad estatal de Arizona. Inicialmente quería estudiar medicina veterinaria pero no me gustaban todos los animales, no me podía imaginarme tocando una serpiente o una rata. Me gustaban los cachorros pero ya hay muchos en esa especialidad. Mi otra opción era economía, no sabía por qué pero siempre me llamó mi atención así que...eso—me encojo de hombros.
— ¿Cómo te enteraste del programa de internos? —Inquiere ladeando la cabeza. ¿Está...interesado? Acaba de decirme que no soy la gran cosa.
—Una amiga me lo dijo. Tenía una beca, tenía una de las mejores notas, cumplía con todos los requerimientos, era acá en Nueva York y era para esta empresa. Había escuchado que era exitosa, hasta la habían mencionado en clases y averigüé en internet y me pareció muy prometedor. Me inscribí, envié el proyecto que me pedían y...aquí estoy señor Styles.
—Señor Styles suena muy formal ¿no? Suena como si fuese más viejo, así me hace sentir—comenta con voz ronca. ¡Hasta su voz me resulta atractiva! QUIERO QUE ME TRAGUE LA TIERRA.
—Todos lo llaman así.
—Por respeto porque soy el jefe. ¿Qué edad cree que tengo Olivia?
Styles apoya los codos sobre el escritorio y se inclina un poco hacia mí como yo lo he hecho. No me retracto, no quiero que piense que me intimida. Aunque sí lo hace. Un poco.
Sus ojos son intensos y no veo rastro de imperfecciones en su rostro. De cerca su belleza me abruma aún más. Otro calor agresivo recorre todo mi cuerpo. ¡Ay, mala señal!
—No sé... ¿40 años? — Suelto en broma y él sonríe a medias—. 26 años supongo.
—28 años, estuviste cerca... ¿Y tú?
—23 años... Nací en noviembre...varios asesinos seriales han nacido en noviembre así que...no se meta conmigo— digo tratando de mantenerme impasible pero una sonrisa se me escapa al final.
—Eso es aterrador—él comenta devolviendo la sonrisa. Tiene los dientes perfectos y sus labios lucen muy...tentadores. Otro calor amenaza con sofocarme. ¡Aborta misión Olivia! ¡Vete ahora!
— ¿Puedo retirarme?
Mi pregunta borra la sonrisa de su preciosa boca. Mi petición lo ha defraudado. Mi subconsciente también está decepcionada conmigo. No puedo quedarme.
—Bueno. Vete— contesta descartando mi presencia con un gesto vago con la mano.
— Por su expresión creo que no está muy acostumbrado a qué le corten la conversación de esa manera ¿no?— Cuestiono enarcando una ceja.
Hace una mueca. ¡Está disgustado! ¡Bingo!
—No.
— Siempre hay una primera vez señor Styles — murmuro sonriendo a medias.
Salgo de la oficina caminando victoriosa.
***
Me enteré de algo interesante pero no me agradó cómo reaccioné. Fue en un almuerzo junto a Meredith, ella me mostró un artículo escrito por Perez Hilton donde comentaba sobre el último romance del señor Styles. Hay muy pocas fotos, el señor Styles aparece de gorra negra y gafas oscuras claramente tratando de lucir desapercibido. Me quedo mirando a la chica de la fotografía...Es preciosa y tiene un cuerpo para morirse. Su nombre es Paige Reifler.
Revisamos otros artículos de la página de Perez dónde indicaban los otros romances que ha tenido el señor Styles. No hay muchas fotos y algunas relacione son sólo rumores. Una nube oscura se instala sobre mí. Siento una punzada de envidia tan fuerte y repulsiva que en ese momento me odié a mí misma.
*
Las primeras dos semanas pasan volando. Le cuento a mamá como me ha ido, omitiendo la parte de Styles, y ella está realmente feliz por mí. También omito que aún tengo pesadillas con Jason. No quiero que se preocupe. Su voz se escucha diferente vía telefónica. Realmente desearía que estuviese conmigo. También telefoneo a mi amiga Ariana para contarle la versión sin censura sobre todo lo que me ha pasado. La conocí en la universidad en una fiesta y desde ahí no nos hemos separado. Escuchar su voz y saber sobre ella me genera más nostalgia aún.
El domingo salimos con Tori, arrendamos bicicletas y andamos por áreas accesibles. Comemos pizza de almuerzo y nos relajamos. Tori es divertida y es muy fácil hablar con ella. Estoy feliz que sea mi compañera de piso.
La mañana del lunes me encuentro observando cómo la fotocopiadora trabaja. Will ingresa a la sala y todas las otras fotocopiadoras están ocupadas así que se acerca a mí.
—Niall me ha pedido algo urgente y necesito fotocopiar esto, ¿podrías hacerlo por mí?
Ni siquiera espera mi respuesta y simplemente deja el papeleo sobre la máquina.
—Bueno— acepto porque tengo modales.
El muchacho se va. Yo reviso su papeleo y lo ordeno. Cuando termino con lo mío coloco lo suyo. 20 minutos después regreso a mi puesto de trabajo. Una mueca de disgusto aparece en mi rostro. Will está sentado en su escritorio revisando Facebook y comiendo una manzana. Si ya se había desocupado debió haber vuelto a la sala de fotocopiadoras a ver cómo iba lo suyo y encargarse.
—Aquí está— aviso situando el papeleo al lado de su laptop. Lo dejo caer con fuerza.
—Gracias— responde sin despegar su mirada de su notebook.
Lo fulmino con la mirada. Tendré un ojo sobre él.
Archivo los documentos que he fotocopiado dejándolos en el despacho vacío de Horan.
El rubio aparece diez minutos después y tiene un aviso para nosotros. Tendremos una tarea de estrategias de marketing con uno de los productos de Styles Connection. Lo bueno sobre esto es que esta es mi oportunidad de mostrar mi potencial, el gran premio de esta pasantía es que está la oportunidad de que te contraten y eso es lo que deseo. Tenemos que prepararlo para la próxima semana y los evaluadores serán Niall, el señor Webber y el señor Styles. Ruedo los ojos. Mi primera expresión es de disgusto...pero una parte de mí está ansiosa por verlo. Decido culpar mis hormonas, me niego a sentir una atracción sexual por alguien que está fuera de mi liga y que es un cretino con poder.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top