Capítulo 3: Cumpliendo con las peticiones del jefe.
LA FOTO DE LA MULTIMEDIA BYE <3 <3
Capítulo editado y corregido.
OLIVIA
— ¿Estás hablando enserio? ¿Te ha pedido todo eso? —Tori pregunta asombrada después de que le relaté mi primer día.
—Exacto. Es un idiota.
—Imbécil total. ¿Dónde vas a lavar el traje?
—Por mí lo lavaría con agua del alcantarillado pero probablemente me despidan así que iré a la tintorería que mencionaste. Esa es mi opción y no me desgastaré en eso. Además soy pobre, no tengo mucho dinero.
—Sí, a la mierda. ¿Quieres más vino?
—Sí, gracias.
Tori tiene la costumbre de beber al menos una vez a cada dos días una copa de vino. Lo hace por los antioxidantes pero también porque le gusta. No soy una fanática del vino, mi experiencia se remonta a los vinos baratos del supermercado y a las cervezas pero el que me ha dado para probar está muy bueno.
— ¿Y las flores para quién son?
—Para su hermana...Están lindas ¿no?
He recogido el ramo de flores luego de salir del trabajo. Tuve que ir a Soho, a la florería más cara que he visto en mi vida. Jamás pensé que las flores podrían ser tan caras pero cuando hacía mi camino hacia el metro me di cuenta que todas las tiendas del lugar eran extremadamente cara. Debí suponer que el guapo jefe ricachón obtiene todos sus productos de las tiendas más ostentosas.
El ramo está compuesto de rosas de un color rojo ardiente, tiene un olor empalagoso y natural. Debe tener al menos unas 40 flores por lo que es enorme y pesado. Fue todo un desafío traerlo hasta acá pero ha llegado intacto.
El viaje de vuelta a casa fue largo, estoy cansada y con un fuerte dolor en los omoplatos.
— ¿Qué harías si te llegara un ramo como este?
—Probablemente moriría, no soy una chica cursi pero no podría resistirme. Darle un ramo de flores es un detalle lindo pero sigue siendo un idiota tu jefe—dice Tori antes de darle un sorbo a su copa de vino.
—Sí.
—Pero es sexy tu jefe supremo—comenta Tori con una sonrisa observando su celular.
— ¿Lo has googleado?
—Por supuesto. Un Adonis.
—Eso mismo pensé. Quiero ver las fotos.
Me sitúo a su lado y observamos dos fotos suyas publicadas en un artículo. Parece un modelo. Según yo ni siquiera necesita retoques con Photoshop.
—Parece que hicieron a Harry Styles con mucho amor—concluyo con un largo suspiro.
Carcajadas explotan luego de mi declaración. Creo que estoy en lo cierto, yo no soy encantadora y estoy segura que es porque fui un bebé no deseado y los malos genes de mi padre, en cambio, el señor Styles debe haber recibido los mejores genes de su descendencia.
Tori me cuenta sobre su día y luego nos vamos a acostar. Me he comprado un despertador, no quiero que se repita lo que pasó hoy.
***
Esta vez me despierto temprano así que tengo tiempo para tener una mañana normal. Tomo taxi otra vez porque no puedo arriesgar la integridad del ramo de rosas. Estoy sudando cuando ingreso a la pulcra primera planta del Styles Connection. Para mi buena suerte me encuentro con Niall y él carga el ramo por mí.
—Esto está pesado, ¿desde dónde lo has traído?
—Desde Brooklyn pero he tomado taxi, tenía miedo que algo pudiera pasarle en el metro.
—Sí mejor. ¿Para quiénes son? ¿Segundo día y ya tienes pretendientes? — Inquiere arqueando las cejas.
—No, claro que no. Es para Gemma Styles.
— ¿Gemma? ¿Se conocen?
—No.
— ¿Por qué estás haciendo este encargo entonces? —Pregunta el rubio confundido.
Entramos en el ascensor y marco nuestro piso. Nos quedamos en la parte de atrás porque más gente ingresa.
Espero a que salgamos a nuestro piso para poder responderle a Niall. No quiero que la gente me escuche, detestaría que la información aterrice en chismosos. Además ¿no podría arruinar de cierta manera la imagen del señor Styles? Lo último que quiero es que sus empleados lo odien y él tenga a quien culpar.
—El señor Styles me lo ha pedido.
— ¿A ti? ¿Pero por qué?
Le cuento lo sucedido cuando arribamos a mi puesto de trabajo.
—Qué ridículo—rueda los ojos—. Te está molestando. Pensé que había madurado pero parece que no.
—Lo sé.
—Nunca hace ese tipo de cosas—dice Niall desviando la mirada. Parece confundido.
—Pero cumpliré con lo que ha pedido, soy una chica dedicada y determinada y soy anti-idiotas.
—Después de esto te dejará en paz, te lo aseguro. Soy su amigo, lo conozco.
¿Cómo es posible que Niall un chico tan amable sea amigo del cretino señor Styles? No me cabe en la cabeza.
—Si te vuelve a molestar avísame, a veces necesita que alguien lo ponga en su lugar. Hey ¿te parece si vamos a entregar juntos el ramo de flores? Tú no sabes dónde está el departamento de la revista y yo sí, además está muy pesado.
—Está bien. Gracias señor Horan.
—Llámame Niall, insisto. Hey ¿puedes traerme un café?
—Está bien.
—Deberías traer una taza si quieres prepararte.
—Sí, he traído la mía.
—Tengo que enviar correos, podrías ayudarme redactando algunos mientras yo hago otros.
—Sí, seguro.
Luego de tomarnos un café Niall me explica sobre que se tratan los correos y me entrega algunos documentos que debo fotocopiar. Yo redacto los correos y luego se lo envío para que lo revise. Algunos son en agradecimiento por los acuerdos establecidos, un par son de problemas puntuales y otros son para cancelar ciertos pedidos.
Otros dos internos forman parte del grupo, uno se llama Will y el otro Mathew aunque se hace apodar MJ y tienen 23 y 24 años respectivamente. Según yo MJ es más amable y divertido, Will es de pocas palabras pero hoy anda de mala cara. Yo no me atrevo a preguntarle qué le sucede porque apenas nos conocemos.
A la hora del almuerzo nos vamos todos a la cafetería a excepción de Will. Niall y MJ se quedan en la fila para comprar el almuerzo y yo busco una mesa. Yo no compraré nada porque he traído un sándwich de pollo y lechuga. Prefiero traer algo de casa a que gastar dinero, debo ahorrar.
—Hola, tú eres Olivia ¿cierto?
Levanto la cabeza, me encuentro con una chica de piel oliva y ojos oscuros. Está sonriendo, parece agradable.
—Sí.
—Soy amiga de Niall, me dijo que me sentara acá. Mi nombre es Meredith.
—Un gusto. Soy una interna, he empezado ayer.
—Lo sé. Te he visto con un enorme ramo de flores... ¿Quién te lo ha entregado? — Sonríe con picardía—. Segundo día ¿y tienes un admirador secreto?
—No, es para Gemma Styles.
— ¿De verdad? ¿Son amigas?
—No, es un encargo.
—Oh ya veo—dice confundida. Me alegro cuando no indaga más en el tema.
—Iré a dejarlas con Niall luego del almuerzo.
— El departamento de la revista Styles es súper lindo, te va a gustar. Tienen los mejores atuendos de las mejores marcas, es el paraíso para las que aman la moda.
—Me imagino... ¿es una revista importante?
—Pues claro que sí, ¿nunca la has leído?
—Creo que no.
—Chica te prestaré mis ediciones antiguas si quieres leer la biblia de la moda. Tengo un par en mi escritorio.
Meredith parece muy entusiasta con esa área. Me siento un poco ignorante por jamás haber leído la revista Styles.
—Está bien... ¿Y en qué sección trabajas?
—Trabajo en logística.
— ¿Hace cuánto trabajas acá? ¿Te gusta?
—Hace 3 años y sí, estoy contenta aquí, no tengo quejas.
— ¿Qué piensas del señor Styles? —Pregunto curiosa. Me gustaría saber la opinión del público femenino.
—Es un Adonis— responde liberando un suspiro.
Suelto una risita. Es la tercera persona que lo describe con esa palabra.
—Lo he visto en el edificio y a veces baja a hablar con Niall o simplemente a dar alguna charla de motivación al equipo en épocas especiales como Navidad, año nuevo, entre otros.
Eso es bueno, no todos los jefes se toman la libertad de acercarse de esa manera con sus empleados. Las buenas relaciones y la formación de equipos de trabajo son esenciales para el correcto funcionamiento de una compañía de negocios.
—Su empresa y la empresa Shayk Index se reúnen todos los años para recaudar fondos para el programa África que tiene por fin mejorar la calidad de vida en ese país.
— ¿Son socios?
—Sí, en la parte de hotelería por lo que sé.
—Lo de recaudar fondos me parece muy amable. Me alegro porque deben tener mucho dinero, mínimo que lo aporten a causas justas.
—Exacto. Mucha gente lo necesita.
Estoy impresionada por ese desconocido lado generoso, aunque con esta información no puedo sacar conclusiones. Espero eso sí que sus intenciones sean auténticas.
Niall, MJ y otros dos chicos que trabajan como columnistas de la revista Styles se unen a nosotras. El almuerzo se transforma en una instancia agradable.
Cuando volvemos a nuestro piso recogemos el ramo de flores y vamos a la sección de la revista que se encuentra en el piso 10 y 11.
***
HARRY
El almuerzo para mí es el único momento para descansar del día pero es aburrido almorzar solo.
Me quedo observando la pantalla apagada de mi laptop. Los días están más monótonos que de costumbre. Entre mis aficiones está trabajar, el trekking, jugar con Rue y ver a mis amigos.
Ha pasado tiempo ya, necesito compañía pero no una acompañante dispuesta a elegir el dulce sino que esté dispuesta para la travesura. Reviso los contactos de mi teléfono. ¿La última chica con la cual salí? Sara George. Es una modelo de bajo perfil que conocí en un evento de la revista GQ. Claramente luego de que fuéramos avistados saliendo dos veces su carrera despegó. No sé cómo la prensa nos encontró, trato de mantener mi vida lo más privada posible.
Ella es sexy pero tediosa. Aun así me sirve porque no estoy de humor para conocer y coquetear a alguien en este momento. Lo quiero de la manera más accesible.
Sé que dejé de responder los mensajes de la modelo hace más de 2 semanas y eso la debe tener más que furiosa pero me arriesgo enviándole un mensaje. No tengo nada que perder. Si no funciona puedo revisar los contactos de chicas anteriores a ella.
De: Harry.
Para: Sara George.
Hola Sara, ¿cómo estás? He estado muy ocupado en el trabajo pero me haría un espacio sólo por ti. Me preguntaba si te gustaría cenar el viernes. Házmelo saber.
Harry Styles.
De pronto recuerdo que hoy he mandado a la chica del café a entregarle las flores a mi hermana. Decido gastar un par de minutos para fiscalizar eso... ¿Cómo estoy seguro de que ha cumplido? Más le vale porque estaba hablando enserio.
Salgo de la oficina hacia el ascensor. Karla y la otra chica, la cual no me sé su nombre, aún no han regresado del almuerzo.
Uno de mis dos celulares vibra. Reviso el que corresponde a negocios y no hay nada nuevo así que es el de uso personal. Sara ya ha respondido, qué interesante. No reviso el mensaje guardando el celular de vuelta en mi bolsillo.
Salgo al piso 10 que corresponde a la revista. Entrego un saludo silencio a algunas personas que se me quedan mirando con asombro, creo que nadie esperaba una visita mía por acá. Para ser honesto no suelo venir mucho al departamento de la editorial, este es el negocio de Gemma no el mío.
Me pierdo por unos segundos porque se me ha olvidado donde queda su oficina. Le pregunto a una muchacha que acaba de aparecer de la nada. Al principio la muchacha balbucea pero logra formar una frase coherente. Le sonrío antes de marcharme. Es bueno saber que causo efecto en el sexo opuesto.
En la oficina de Gemma las paredes han sido reemplazadas por vidrios. No sé cómo le gusta de esa manera, para mí la privacidad es sumamente importante. Luego de caminar un par de metros encuentro su oficina percatándome que no está sola, sino que está acompañada de Niall y la chica del café.
Tres rostros se vuelven hacia mí cuando llamo a la puerta que también es de vidrio.
— ¡Entra Harry! ¿Son para mí? ¿Fuiste tú? —Inquiere mi hermana con una gran sonrisa.
—Sí, de felicitaciones por alcanzar los tres millones de seguidores en la cuenta de Facebook de la revista.
— ¡Ay, qué lindo! —Exclama lanzándose hacia mí en un abrazo—. Sabes que me encantan las rosas.
—Espero que sigas de esta manera y que tengas éxito en lo que te propongas. Estoy orgulloso de ti— digo con una sonrisa.
Ella se separa de mí y me da un golpe en el hombro. Siempre ha hecho eso, desde que éramos unos pendejos.
—Gracias hermano. Estaba hablando con los chicos, podríamos ir a cenar durante el fin de semana ¿qué te parece?
—Buenas tardes—digo más formal y con voz más autoritaria—. Sí podría ser, tengo que revisar mi agenda.
—Él no tiene una agenda en verdad— dice mi hermana hablando con los demás—. Esa es su tonta excusa cuando se pone lobo solitario.
—Sí tengo una agenda, no seas mentirosa.
Mi hermana retoma la conversación que yo interrumpí al llegar. Finjo escucharla pero mi mirada vuela a la chica del café. Ha venido más producida hoy aunque luce sencilla. Honestamente su ropa luce barata pero ha hecho el esfuerzo de venir lo más apropiada y formal posible. Por su aspecto yo diría que no proviene de una familia adinerada. Hoy está usando otra falda tubo pero esta es gris ceniza y un poco más corta. Mis ojos suben por sus piernas...Nada mal. Mi subconsciente silba en cumplido.
La contextura de su cuerpo es promedio lo que me gusta bastante. No son mi tipo las chicas que están casi en los huesos, dan un aspecto poco saludable y me resulta exasperante. Sé que es irónico porque he salido con modelos pero siempre estoy pendiente de su estado físico.
Varias preguntas asaltan mi mente, estoy curioso por saber qué le gusta hacer en su tiempo libre, si tiene novio o si le gustan los cachorros, entre otras preguntas. Me siento sumamente curioso por ella. Sacudo mi cabeza para despejarme de esos pensamientos. ¡Qué estúpido! ¿Qué me pasa?
Saco mi celular cuando Olivia me dispara una mirada. No quiero que piense que la ando devorando con la mirada. Ya es suficiente con el hecho de que he utilizado el abuso de poder para molestarla, eso va en contra de las reglas. Me he pasado de la raya pero no me retractaré. Le pedí algo mínimo, no creo que me denunciaría y si lo hiciera yo le ganaría en los tribunales.
—Eres una súper nerd Olivia.
— ¿Qué? Me gusta Sam Handcliff.
— ¿Qué? —Exclamo sorprendido. Mi voz saliendo más alta de lo esperado. Todos se vuelven hacia mí.
— A mí me gusta porque es guapo y se ha mantenido para tener 40 años. A Harry también le gusta por la misma razón nerd que tú Olivia.
— ¿Cuál es el problema? El tipo es un genio en el mundo de los negocios, sus charlas me inspiraron y desde ahí supe lo que quería hacer.
—Yo también— Olivia, la chica del café, admite impresionada. Yo también lo estoy. Supongo que no esperaba tener nada en común con ella.
Sam Handcliff es un famoso empresario que ha publicado un par de libros sobre economía. Nunca he conocido a una mujer que también lo admirara. Esto es...interesante.
—Hey Olivia, ¿cuál era la idea que querías comentarme recién? —Inquiere mi hermana captando su atención una vez más.
Ahora decido prestar atención. Quiero saber lo que va a decir.
—Bueno has comentado que estás buscando alcanzar un público más joven y de clase media con ideas prácticas no necesariamente relacionadas directamente con la moda ¿cierto?— habla Olivia fluidamente y con determinación. La observo fijamente.
—Sí... ¿Qué tienes por ofrecer? —Inquiere mi hermana usando su puño como micrófono situándolo frente a Olivia.
—Podrías hablar de elementos básicos de belleza, dónde comprar y comparándolos con las marcas prestigiosas...estarías alcanzando un público de una situación económica no tan acomodada pero que también es apasionada en el tema ¿no lo crees?
—Eso es...interesante. Así que propones que compare un labial Dior de la misma tonalidad que un labial de otra marca más accesible...—murmura mi hermana para sí misma analizando la idea.
—Exacto.
—A mí también me pasa chicas, ya me gustaría tener un labial Dior o Chanel...pero son tan caros— agrega Niall fingiendo con exageración estar escandalizado. Las chicas se ríen. Que idiota.
—Simplemente creo que sería bueno para el público joven—declara Olivia encogiéndose de hombros—. No soy adinerada pero me gusta el maquillaje así que yo leería el artículo.
Mi hermana se lo debate por unos segundos. La veo sonreír y sé que le parece una muy buena idea. Yo no sé mucho del tema pero sí me parece una idea brillante y versátil.
— ¡Sí me gusta la idea! ¿Puedo utilizarla? Pondré tu nombre en el agradecimiento del artículo.
— ¿Qué? ¿Estás de broma? —Exclama la chica del café sorprendida—. Sería genial, no puedo creerlo ¿en serio?
—Sí, me encantaría usarla Olivia.
Los chicos felicitan a la morena excepto yo. Los tres charlan sobre un tema que desconozco porque no los escucho. Pillo a Olivia dos veces mirándome de reojo y a la segunda desvía la mirada mordiéndose el labio. Parpadeo admirándola. Siento una presión sobre mi bóxer en reacción a su coqueta expresión. ¡Mierda! ¿En qué estará pensando?
Después de un par de palabras todos se dirigen al trabajo al revisar la hora y al estar en presencia del jefe.
Miro de reojo a Olivia cuando se marcha. La muchacha me parece...interesante. Aparte parece ser inteligente... ¿Pero qué digo? Tiene que ser inteligente para estudiar negocios y para haber ganado un puesto en el programa de internos. Y por ahora ha demostrado ser competente porque ha cumplido con la entrega pero me pregunto cómo le irá con el manuscrito y el traje. No le tengo tanta fe pero espero éxito en su misión. Si fracasara no la eliminaría del programa de internos, puedo ser un idiota pero no soy tan malvado y se trata de negocios y trabajo.
Normalmente no intercambio segundas miradas con una mujer que no me interesa. No sé qué es pero algo sobre ella me genera...curiosidad y eso no es típico de mí. No sé qué será pero sé que no vale la pena malgastar tiempo eso. ¿En qué rayos estoy pensando? Es una empleada y tengo hormonas que derrochar en mujeres más experimentadas y más de mi interés.
Me despido de mi hermana para regresar a mi oficina. En una hora tengo una reunión.
Al salir a mi piso diviso a mi secretaria Karla y la otra secretaria pelirroja diminuta que siempre tiene sus ojos sobre mí. Le guiñaría el ojo para molestarla pero eso sería muy inapropiado y elevaría sus ilusiones. Aparte cuando Karla empezó a trabajar para mí era claro que yo le gustaba, trató de ser coqueta y acercarse a mí pero fui lo más frío posible y eso esfumó todas sus intenciones. ¿Qué creía que podría pasar? ¿Qué yo le correspondería? Regla número 1: NO SALIR CON EL PERSONAL.
—Señor Styles en su ausencia recibió un par de llamadas.
— ¿Quién?
—Ha llamado su madre, Louis, el señor Wou y Paige Reifler...
El último nombre capta mi atención. Una sonrisa malvada cruza mis labios. ¿Paige?
Nos divertimos tanto que de tan sólo pensarlo las fantasías más electrizantes cruzan por mi mente. La presión de mi bóxer se acrecienta. ¡Mierda! Necesito hacer algo al respecto y lo necesito hacer a la brevedad.
La modelo, ex amante, ninfómana y un poco psicópata ha regresado...Ahora sí que la tarde se ha vuelto más interesante... aunque sé que esa combinación puede ser fatal a mí me gusta jugar con fuego.
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