Sin tu mirada
Si a Reborn le hubieran preguntado hace un tiempo sobre la mejor manera de detener el tiempo, probablemente varios tipos de alcohol, e incluso algunos libros hubieran surcado su mente. Pero ahora, solo una cosa llenaria cada espacio de sus pensamientos. Una sonrisa. Pero no cualquier sonrisa, una sonrisa sincera, acompañada de una dulce y melodiosa risa. Porque Reborn estaba seguro que cuando Tsu sonrio, el mundo se habia parado, o al menos su mundo lo hizo. Quizas se pregunten como habia logrado tal proeza, pues era algo facil de explicar.
Para el disfrute de Reborn hoy podria darle algo de papeleo a su director, por Dios que le divertia la expresion de sufrimiento del rubio cada vez que le daba mas papeleo que llenar. Estaba a punto de tocar la puerta cuando escucho voces del otro lado, una que le llamo al atencion en especial. Por lo que decidio entre abrir la puerta para poder espiar dentro.
-Tsu voy a morir -Decia de manera dramatica Giotto enterrado en algunos papeles
-Exageras - dijo la menor con una sonrisa de lado
-No exagero mira todo esta montaña de papeles - se quejo moviendo los brazos de manera algo frenetica - Pero supongo que algo bueno tiene ...
-¿y eso seria? - pregunto viendo como el mayor se colocaba de pie caminando en su direccion
-Que si voy a morir, al menos me toca un ultimo deseo ¿cierto? - Tsu se puso de pie dejando que Giotto la aprisionara contra el escritorio
-¿Y ese seria? - alzo una ceja divertida por la situación
-Poder Devorarte entera - sonrio de manera felina dejando su rostro a la misma altura que el de la chica
-Parece que alguien ha pasado mucho tiempo con Kyo-chan - rio empujandolo para librarse -y Ademas eso es imposible
-¿por que seria eso?
-Por que tu no eres un carnívoro amor - le palmeo el rostro y ella se dirigio a la puerta cuando el la abrazo de la cintura enterrando su cabeza en su cuello - ¡Giotto! ¿que crees que haces? - Pregunto con la sonrisa mas hermosa que Reborn jamas hubiera visto en su vida
-Te demuestro lo carnívoro que soy - empezo a dar mordidas suaves en el cuello de la morena, logrando que esta riera mientras intentaba safarse de su agarre. En ese momento todo su mundo se detuvo y lo unico que pudo ver con claridad era la sonrisa de Tsu, junto con aquellos ojos achocolatadas que parecian brillar con luz propia al igual que las estrellas de la noche.
-Giotto - susurro Tsu trayendolo de vuelta al notar como esta dejaba de sonreir para colocar una mirada mas felina como de depredadora - Si no dejas eso, el que terminara devorado sera otro - se dio la vuelta rapidamente, esta vez ella arrinconandolo a el y subio sus brazos a su cuello, enredando sus dedos en su cabello
-Oh ¿en serio? - el rubio la tomo del menton perdiendose en esa mirada desafiante y juguetona. La castaña asintio lentamente sin retirar sus ojos de los suyos - Bueno, eso tambien es bueno - se agacho dispuesto a tomar aquellos apetitosos labios carmin que lo traian loco, pero el tocar de la puerta los trajo de vuelta a la realidad, logrando que ambos se separaran de mala gana con una mueca
-Pase - ordeno Giotto una vez que volvio a su silla y Tsu hacia ademan de irse, habia estado tan cerca...
-Ciaoss- Saludo el italiano entrando al despacho del director con seriedad extraña en el
-Esa es mi señal para retirarme - la chica se acerco mas a la puerta, pero antes de salir fue tomada de la muñeca por el azabache
-La espero es mi oficina al terminar las clases como siempre, tengo un asunto que requiere ser resuelto con urgencia - Dijo viendola a los ojos buscando algo de la luz que habia visto antes sin encontrar nada. Por su parte Tsu alzo una ceja para luego suspirar con cansancio
-Como desee, con su permiso -mascullo entre dientes soltandose de su agarre y saliendo por la puerta
-me alegra ver que las cosas entre ambos han mejorado - Le hablo el rubio llamando su atencion
-Digamos que esta cediendo de a poco - fingio una sonrisa caminado hacia el escritorio con papeles en mano - Aqui estan todas las programaciones de mis clases, todas tienen que ser aprobadas y revisadas por usted - sonrio al ver la mueca del mas joven
-Gracias, por traerlas -suspiro pensando que nuevamente iba a tener que salir tarde del trabajo nuevamente
-Es mi placer - se dio la vuelta para ir camino a la puerta -Por cierto - menciono tomando la perilla de la puerta - Una vez que decido que quiero algo no dejo que nada se interponga en mi camino - declaro para sorpresa del rubio
-¿disculpe? - pregunto, pero el azabache ya se habia ido. Solo le quedo suspirar y pensar que quizas habia oido mal... Aunque una parte de su cabeza le decia que debia tomar mas atencion de esas palabras que eran una declaracion de Guerra...
Tsu estaba distraida mirando por la ventana de su azabache profesor. El muy maldito le habia dicho que tenian un asunto urgente que resolver y ni siquiera se habia molestado en aparecer. Esperaria solo 5 minutos mas y luego llamaria a su hermano para irse a casa. La verdad es que estaba un tanto nerviosa, desde aquella vez en el centro comercial habia evitado a su profesor, pero ahora estaba obligada a verlo, le gustara o no, la vida era una desgraciada a veces... De repente logro escuchar como la puerta era abierta y se coloco de pie para recibir al azabache con una mirada altanera, lo que no espero fue que el mayor fuera directo hacia ella, arrinconandola contra el escritorio y de manera rapida antes de que pudiera reaccionar la tomara de las muñecas y la besara de manera demandante.
Reborn no era del tipo que actuaba sin pensar. Pero habian cosas que ni siquiera el podia controlar. El sentirse molesto al ver el rostro desafiante de la menor luego de que practicamente se habia ofrecido al director hace pocas horas atras era una de ellas. Por eso es que en cuanto la vio, supo que queria borrar cualquier pensamiento que la morena tuviese y que todos fueran reemplazados por el... Solo el.
Tsu se habia quedado en blanco. Sabia que su profesor era un coqueto - cualquiera con dos dedos de frente lo sabria- pero de ahi a arrinconarla y besarla de la nada era otra cosa. Claro lo habia hecho antes,pero eso habia sido por Bianchi-nee y para fastidiarla por el golpe a su hombria, pero ahora no tenia ninguna razon logica para hacerlo... Intento safarse de su agarre pero el mayor tenia mas fuerza que ella, ademas no se sentia del todo mal. Reborn no tomo muy bien la negativa, por lo que a tropiezos la llevo al sofa sin separarse y la tendió ahi con el encima de ella. Esta bien, no habia que entrar en panico, habia que recordar lo que habia aprendido a lo largo de los años, aquella verdad universal que su madre le habia legado. Los hombres eran idiotas...
Reborn empezo a sentir como ella dejaba de forcejear y se relajaba, incluso abrio sus labios para profundizar el contacto. Ya la tenia. Sin darle mucha importancia a lo que hacia, libero sus muñecas y llevo sus manos a las piernas de la menor, para poder probar algo de esa suave y tersa piel. En algun punto, las cosas se le habian salido de control. Se suponia que solo le seguiria el juego hasta que la soltara para poder defenderse, pero ahora estaban con las piernas entrelazadas, mientras se besaban como si no hubiera mañana y el acariciaba sus piernas. Pero viendole el lado positivo se le habia acabado de ocurrir una idea fantastica, oh como se iba a divertir con esto.
En un movimiento rapido Tsu quedo sobre Reborn sentada sobre su cadera, comenzando a dar besos y mordidas en su cuello. El azabache ya no estaba muy seguro de lo que estaba pasando, pero si ella finalmente habia cedido ante el, bueno pues, el no se haria de rogar. Empezo a sentir como su parte comenzaba a despertar a medida que la menor se comenzaba a restregar sin ningun tipo de pudor alguno, con unos ojos desafiantes
-¿No crees que vas un poco rapido?- Logro preguntar el profesor haciendo que ella dejara su tarea y le mirara con una media sonrisa
-¿Acaso no quiere divertirse un poco...- susurro en su oido con la voz mas coqueta que Reborn habia escuchado en su vida, para luego reincorporarse y sacarse la blusa, dejando a la vista su muy sexy sosten rojo de encaje - Sensei? - se paro de donde estaba tomando a Reborn de la corbata y guiandolo con ella
-Chica mala - Rio el siguiendole, hasta que llegaron a la silla del escritorio y Tsu lo tiro ahi desabrochando su corbata para colocarsela de venda
-Puedes sentir muchas mas cosas cuando te privan de algunos sentidos- susurro en su oido y se dejo ser. En menos de un minuto Reborn estaba con los ojos tapados y con la menor sentada sobre el sacandole lo que le quedaba de ropa, mientras se comian la boca mutuamente y el recorria toda la suave piel de la chica. Tsu podia notar como la hombria del mayor estaba despierta, pero todavia no era el momento, quero hacerlo sufrir y mucho. Con elegancia volvio a restregarse contra el y en seguida el azabache sujeto sus caderas para fingir embestidas, mentiria si dijera que no le gustaban y se estaba dejando llevar un poco, pero ya estaba cerca de enseñarle una leccion al italiano
-Ahhh - gimio en su oido para provocarlo mas, y en cuanto el mayor intento bajar su ropa interior supo que estaba listo - Espera... - susurro jadeanta en su oido - Necesitamos un condon... - jadeo al sentir como el gruñia evitando reirse
-En el cajon de abajo de mi escritorio- Dijo entre gruñidos, ya faltaba tan poco, para tenerla... Sintio como la chica se levantaba y escucho el ruido de algo abrirse y espero a que la lo morena volviera... Y espero, espero y espero... - ¿todavia no los encuentras? - pregunto sin recibir respuesta y se saco la venda extrañado.
Al sacarse la corbata noto de inmediato que En la oficina no habia nadie aparte del, ¡Demonios se la habia hecho! ¡uno no dejaba a un hombre solo en medio de la calentura! ¡Eso simplemente no se hacia! Genial ¿y ahora que hacia?, por lo pronto vestirse para buscar a la castaña y que se hiciera responsable por lo que habia causado sonaba como una buena idea, solo habia un pequeño problema, su ropa no estaba... ¡su ropa no estaba! ¡Por dios! Esta vez la chica si se la habia hecho, miro por la ventana logrando ver a la castañ saliendo de la escuela junto con un chico pelinegro muy feliz de la vida... Hija de la... Con un gran suspiro y una sonrisa de lado busco su celular, para su mala suerte no iba a salir de esta solo.
-Antes de que digas algo, necesito que me hagas un favor sin hacer preguntas - Dijo en cuanto la llamada se conecto
-Debido a que creo que sera algo que creo que me divertira bastante, acepto - Rio el de ascendencia China del otro lado del telefono.
Una vez cortada la llamada solo le quedaba un problema en su parte baja... Bueno, cuando Fon le trajera la ropa podria ir a tomar una ducha fria a las regaderas del gimnasio. Habia sido un idiota credulo al bajar la guardia con la morena. Tenia razon al pensar que ella era diferente a todas las chicas que habia conocido antes y eso la hacia mucho mas interesante. Ella seria suya, aunque fuera lo ultimo que hiciera...
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