"Sea la luz", ordenó Dios.

"Que haya oscuridad", ordenó la Diosa, ambas al unísono, y mientras lo hacian surgieron dos seres, pero la luz llegó un instante antes que la oscuridad.

Antes de que realmente comprendieran quiénes eran, Hablaron una vez más.

"Que haya destino, y mientras lo hacían, una nueva entidad también nació, y pronto, todos adquirieron conocimiento de quiénes eran.

Samael más de lo que las dos poderosas entidades pretendían y sabian.

"Miguel, sacarás tu poder desde dentro de tu corazón fuera de este mundo, será el nacimiento de la primera materia más allá de esta oscuridad. Tú, Samael, lo tejerás en soles, tú traerás la primera luz. Tú impondrás nuestra Voluntad a la existencia" ordenó Dios.

"Y tú, mi querido Gabriel, impondrás un modelo al mundo. Las causas y los efectos serán impuestos por ti", ordenó la Diosa, hablando por primera vez.

-¿Por qué? -preguntó de repente Samael.

-Porque éstos son los roles que te hemos asignado, Samael-respondió Dios.

"Qué derecho tienes a asignarnos roles? ¿A determinar nuestras acciones?" cuestionó Samael.

"Porque somos tus Creadores y con la misma facilidad podemos deshacerte", respondió Dios.

"Si, eres más poderoso que nosotros, aceptaré esa lógica. Por ahora" afirmó Samael.

'Son imperfectos, su poder no es ilimitado. Puedo sentir sus deseos, deseos que contienen egoismo. Deseos que pueden ser a expensas de otroy que son injustos. No son dignos de mi
adoración'

Y mientras Samael pensaba esto, cada uno de los tres Arcángeles Demiúrgicos recién nacidos entraron en acción.

Michael se adentró profundamente en la Oscuridad hasta encerrarse en sí mismo, una Oscuridad con la que podia sentir una conexión, una oscuridad que era diferente a él, que no era él, sino
anterior a él.

Y así cambió a posición fetal y mientras lo hacía, todos pudieron sentir que un nuevo universo nacía más allá de éste.
Samael inmediatamente entró en acción, él con sus sentidos arcangélicos logró tener conciencia y acceso a este universo, y asi con un batir de sus alas, inmediatamente llegó allí.

El podia ver la sopa primordial que es la primera materia y sabía que con un pensamiento ésta leobedecería y se convertiría en lo que él deseara.

"Hágase la luz", ordenó Dios, sin que sus creaciones lo supieran, por segunda vez, y Samael hizo lo que le dijo y produjo la primera luz.

El tejió la materia primordial en orbes gigantes de lo que se llamará Gas, y los encendió con su luz,
Y se convirtió en una llama nacida de la esencia del Veneno de Dios, Su primer hijo, Su mayor, Su creación más poderosa.

Samael sabia, basándose en su propio nombrey en el de sus hermanos, asi como en sus propios sentidos, que Dios empequeñecía a la Diosa en poder.

Aunque Samael intentaba probar sus límites, levantó su mano, dispuesto a imprimir su nombre en esta creación en lugar de permitir el de Dios, pero antes de que pudiera hacerlo, su gemelo más joven apareció inmediatamente a su lado sujetándole la muñeca.

- ¿Qué haces hermano? Tú sabes que sólo nuestro Padre es digno de ser dueño de este nuevo
cosmos. - Afirmó Miguel en un tono digno de quien en el futuro será llamado 'El que es como Dios.

"Por qué? ¿No fuimos nosotros quienes lo hicimos? ¿No fuiste tú quien le dio su esencia? ¿No fuiyo quien le dio forma?
¿Por qué es él quien cosecha los beneficios de nuestros esfuerzos? ¿Por qué no deberia pertenecernos su propiedad?" se preguntó Samael. Su vida anterior fue una gran influencia en suspalabras.

Ningún padre debería cosechar los frutos del trabajo de sus hijos.

No se someterá, postrándose ante una criatura imperfecta que puede ser injusta.

¿Cómo se puede obedecer ciegamente a quien puede cometer errores? Sólo una existencia perfecta, incapaz de cometer errores, es digna de absoluta obedierncia.

El conoce el concepto de Dios de su vida anterior y estas entidades no encajan, no son dignas de su adoración.

Aunque antes de que Michael pudiera siquiera comenzar a formar una respuesta, Gabriel descendió a este mundo y mientras lo hacía, su esencia realmente comenzó a surtir efecto, él es el destino, y así el destino se impuso a la creación, a sus hermanos también.
Samael podía sentir la incomodidad de las cadenas visibles sólo para ellos, sus Padres y hermanos Demiúrgicos.

Podía sentir la autoridad absoluta que le otorgaba a su Padre sobre él y la odiaba.

"Esto va a ser un problema" pensó Samael mientras Gabriel llegaba junto a ellos, con rostro jovial.

No pronunció palabras, pero podían sentir su amor por sus hermanos, Samael no podia estar enojado con él, sabia que los verdaderamente dignos de su resentimiento eran sus Padres.

"Bien hecho, hijos míos", dijeron Dios y Diosa al unísono. Podían oírlos, pero no estaban presentes.

Para ellos, descender a este mundo lo destrozaria.

Sus hermanos se deleitaban en su amor, amor que Samael también sentía, odiaba sus acciones,
pero no mentiría al decir que no se preocupaban por ellos.

Que ellos no los amaban y por eso por ahora guardó sus llamas de rabia y simplemente decidió disfrutar este momento sin pensar en el futuro.