- ¡Felicidades! - gritamos todos a la vez cuando Dick entró en el salón.

Después de recibir abrazos y palmaditas nos miró a todos, no se esperaba una fiesta sorpresa en absoluto.

- Oh vamos Dick, ¿no esperarías pasar tu cumpleaños solo? - le preguntó Rachel.

- Esa era la idea. Pero veo que todos os habéis enterado de que era hoy. Me pregunto quién lo habrá dicho - se giró hacia mí.

- Es un misterio - le respondí con una sonrisa.

Tras soplar las velas, Dawn empezó a partir la tarta y todos se pusieron a proponer películas para ver. Entonces, me di cuenta de que Dick se había escapado sin decir nada.

Al darme la vuelta le vi, nos miraba sonriente desde el otro lado de la sala. Cogí dos platos y me senté a su lado en el sofá.

- Espero que no me odies por esto - dije pasándole un trozo de tarta.

Negó con la cabeza.

- Si te soy sincero, no ha estado tan mal.

- Te lo dije.

- Que no se te suba a la cabeza.

Le aparté el pelo de los ojos y le acaricié el rostro con cariño.

- Feliz cumpleaños Dick - posé un beso dulce sobre sus labios.

- ¡Iros a un hotel! - gritó Hank desde la cocina.

No pudimos evitar reírnos. Nos pusimos de pie para volver con ellos pero Dick me detuvo un segundo cogiéndome del brazo.

- Esto no se queda aquí - susurró en mi oído - Vuelve a felicitarme esta noche.