Superman me cortó el paso cuando iba a irme.

- ¿Qué estás haciendo? - le pregunté.

- Estoy harto de verte marchar, de tener que renunciar a tí - confesó.

- Ya sabes que mi hermano...

- No me importa lo que piense Bruce, sólo quiero saber qué quieres tú.

"Estás a tiempo de darte la vuelta e irte" me dijo una parte de mí. Sin embargo la otra sabía perfectamente que no podría vivir mucho más con este sentimiento dentro.

- A tí - admití mirándole a los ojos - Te quiero a tí.

Un segundo más tarde, sentí los labios del hombre de acero sobre los míos. Eran dulces, tal como había imaginado. Podía sentir que él también había estado reteniendo ese sentimiento desde hacía tiempo.

- Soy tuyo - susurró contra mi boca.