34. Gar

- Ya estás despierta. ¿Has dormido bien?

- Mucho. Puede que me vaya a tu cama más a menudo.

- Cuando quieras.

Le rodeé con mis brazos y posé un leve beso en sus labios.

- No puedo aguantar esto - saltó Rose - Cuando dejéis vuestras ñoñerías me avisáis.

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