33. Roy Harper

- Puedo hacerlo mejor que tú - me dijo Roy cargando una flecha.

- Habría que verlo.

Soltó la cuerda del arco e hizo un tiro limpio.

- No está mal Caperucita Roja. A ver si puedes cogerme.

Salí corriendo saltando entre tejados, unos segundos más tarde le vi apareciendo detrás de mí con una sonrisa en los labios.

Cuando llegó a mi altura me cogió de la cintura y los dos caímos sobre la azotea, rodamos un par de veces y acabé debajo de él.

Nuestras respiraciones eran agitadas debido a la carrera.

- Te cogí.

- O puede que yo me dejara coger.

Roy dejó de mirarme a los ojos y bajó a mis labios. Instintivamente me los mojé y sin previo aviso me besó.


- Cuando quieras volvemos a entrenar juntos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top