— Di lo que estás pensando y acabaremos antes — le dije enfadada.

— No es eso...

— ¿A no? Porque parece que Bruce solo me dejó venir para que me callara un tiempo, sabía que me tendrías vigilada. Tengo la misma edad que tú, pero al parecer los dos pensáis que sigo siendo una cría, "cómo vamos a dejar a ___________ sola si no es lo suficientemente fuerte para valerse por si misma"

— Tu padre solo se preocupa por ti.

— Una mierda. Siempre le has importado más tú que yo, eres como el hijo que nunca tuvo y yo simplemente un accidente de una noche con el que tiene que cargar.

— Tú vales más que eso.

— Ahórratelo, me voy.

— ¿A Gotham?

— A cualquier sitio menos ese.

Cerré la puerta con un portazo.

— Lo siento, tenía miedo de que te pasara algo, pero ahora entiendo que no fue justo para ti. Me importas.

No respondí y tras un minuto escuché cómo sus pasos se alejaban.

Cuando salí de mi habitación llevaba una mochila con ropa a la espalda y las llaves de mi moto.

Dick se paró delante de mi en el pasillo.

— Tranquila, no voy a intentar detenerte, sé que necesitas un tiempo para ti. Solo venía a darte esto — me dio un teléfono — Tiene mi número guardado, llámame cuando quieras. Sabes que puedes contar conmigo siempre, ¿no?

Asentí.

— Gracias.

Mientras la puerta del ascensor se cerraba vi que me sonreía y le sonreí de vuelta.

"A partir de aquí es cosa mía" fue lo primero que pensé al pisar la calle.