Fumando
-Ustedes los sayayin tienen un raro apetito - comento piccolo antes de sentarse enfrente de ella.
- algo - dijo veguita tirando el hueso junco con el resto.
- Pensé que tenias que descansar - exclamó piccolo al mirar la
- me aburrí - dijo algo fastidiada
- ¿y por eso saliste a matar a un jabalí?
- tenia hambre, necesito carne - dijo con el ceño algo fruncido
- ¿y un cerdo salvaje es la mejor formar de acabar con tu apetito?
- ¿quien rayos te dio el derecho de decirme que debo y no comer? Señor yo solo tomo agua - respondió con enojo
- estas bien - pregunto algo extrañado, ella normalmente no es grosero
- POR SUPUESTO QUE SI tu... - veguita se detuvo, noto que se estaba saliendo un poco de control. Apretó un poco la parte de arriba de su nariz - no, no estoy bien... otra vez mi preciono se está elevando
- ¿trajiste tu estuche de cigarrillos? - pregunto mientras la miraba algo inquieta
- si aquí está - dijo sacaba su estuche
Piccolo entendió su mano pidiendo uno de los cigarrillos.
Ella le dio uno, despues concentro energía en la punta de su dedo y se disponía a acercarlo a su cigarrillo cuando piccolo alejo su mano y la acercó a él para prender él el suyo.
- ¿ya te gustó fumar? - pregunto mientras prendió su cigarrillo
Hinalo y exalo - digamos que es agradable - hinalo
Los dos consumieron lentamente sus cigarros.
- ¿puedo preguntarte algo? - pregunto piccolo mientras hinalaba y exhalaba.
- te escucho - respondió mientras hinalaba
- ¿que te pasó ayer?
- me dolía el estómago por falta de alimentos solidos - hinalo y exalo - no he comido carne durante un buen tiempo, ya extrañaba el sabor
-Un cerdo salvaje - respondió con gracia.
- cualquier carne es buena, incluso la de insecto aunque no sea carne pero tiene todos los nutrientes - hinalo y exalo.
- ¿sabes mucho de carne? - pregunto un poco sorprendido
- también se que la sangre de namekusei puede rehidratarte si has pasado una semana en el desierto - hinalo y exalo
- si alguna vez encuentro a una persona muriéndose de sed en el desierto, me cortaré los brazos y dejare que chupe mi sangre - dijo en broma
Veguita río entre dientes, realmente avía dado risa.
- ¿crees que podríamos entrenar? - pregunto veguita
- preferiría que mejor fueran a descansar - respondió mientras hinalaba.
- sólo vamos a meditar
- aún así, sería mejor que descansaras - hinalo y exalo.
- bien, sólo permite que me termine mi cigarrillo - dijo por último.
Paso el tiempo y veguita se terminó de fumar...
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