[020.2] 🔞

AVISO: El siguiente contenido posee contenido sexual, por lo que en caso de que no te guste este tipo de escrito, te recomiendo que lo abandones.

En fin, a las que lo pidieron. Degustenlo ya que hice mi mejor intento.


Continuación capítulo 20.

...

Susurros.
Besos.
Cayendo en la lujuria.

Dazai Osamu había conseguido aquello que tanto había anhelado y que le había causado un gran delirio.

Era el tipo de hombre que cubría sus necesidades sexuales con mujeres de una sola noche, claro era que se protegia.

Acariciandocada pulgada de tu ser, trataba de memorizar los trazos de tu piel cuan buen analizador del arte. Quería que aquella sensacion y toques quedaran grabados en su memoria.

Te besaba ferozmente mientras que con sus calidas manos iba quitandote cada prenda con prisa, estaba ansioso al igual que tú. Tus manos estaban envueltas en su cuello mientras con vulgaridad movias tu cadera en un coqueto vaiven que disfrutaban ambos.

- Oh, cariño.- Gruñe levemente el suicida mientras tus manos se dirigian a su pantalón.

Cariño, aquello había llegado como una vil broma en un bar, cuando Dazai actuo como tu novio para ahuyentar a un chico que te quería ligar.

Y por un instante, aquella vil palabra que les causaba risas cuando estaban ebrios, en aquellos instantes sentía una tenue calidez mientras estaban ebrios en pecado y gozo.

Sus labios se despegaron por la urgente necesidad de oxigeno, aunque volvieron a unirse a prisa como una dependencia a una droga.

Las prendas estaban por toda la habitación de Dazai, a excepción de su ropa interior y aquello comenzaba a desesperarles.

Se alejaron un poco, Dazai aprovecho aquellos segundos para observar tu cuerpo a lujo de detalle; Podía reconocer que tu cuerpo no era como el de una súper modelo, algunas curvaturas decoraban tu cuerpo y eso era hermoso por el vil hecho de que eras tú.

- Eres tan jodidamente sexy.- Susurro en tu oído mientras llevaba sus manos hábiles para desabrochar tu sostén.

Tus mejillas tornaron rojizas, no por el hecho de estar desnuda ante él sino por verlo de aquella forma.

Al igual que tú, su ropa interior inferior era lo único que traía. Observaste sus vendajes cubrir su cuerpo y aunque no tenías una vista clara de su piel, podías imaginarte lo que había debajo.

- Te haré conocer el cielo, cariño.- Su voz había sonado ronca y tan potente que jurarias haberte mojado.

- Ya estoy ahí, querido.

Dazai con una sonrisa ladina, tomo el elastico de tus brajas para bruscamente romperlas y siguiendo sus sucios deseos comenzó a repartir besos primero en tus labios, tu cuello, tus senos, tu abdomen hasta llegar a aquel punto.

Lo observaste nerviosa, no era tu primera vez pero sí lo que lo era el recibir sexo oral.

- Tranquila, te gustará. Soy muy hábil.- Coquetamente te guiña un ojo.- Te apuesto lo que quieras que soy mejor en el sexo que tu patético novio.

Reiste levemente ante aquel comentario.

- Sólo déjame ser tuya.

...

Un excitación sublime que se convierte en deseo una y otra vez.

La calidez que invadía aquella habitación era mucho más que mil soles e iba más allá de la realidad.

Tu mente estaba en blanco mientras disfrutabas cada segundo, las sabanas y las almohadas eran testigos de aquellos ruidos indecentes que reprimias.

- D...Dazai.- Hablaste entre gemidos mientras gozabas de la gran habilidad que escondia el castaño.

La realidad vuelve en sí cuando Dazai se detiene y alza la mirada para mirarte con una sonrisa divertida.

- ¿Por qué te detuviste?.

- Porque lo mejor ya viene.- De la repisa que estaba al lado se su cama, toma una envoltura metalica.

Casi se te va el aire cuando observas el miembro de Dazai, estaba erecto y comparando otros, era grande.

Mientras él se ponía el preservativo te dedico una mirada para soltar una risilla ante tu mirada asombrada.

- ¿Te gusta lo que vez? Tienes un poco de baba en la barbilla.

Lo fulminaste con la mirada y con una sonrisa divertida te acercas a él para mirarle fijamente.

- No negare que tienes buenos atributos, Osamu.

El ego de Osamu estaba por los cielos y lo sabías.

- Pero quizá todo lo que dices es palabreria, sería una decepcion que no fueses bueno en la cama con tal maravilla.

Dazai sonrio ampliamente, estaba tan caliente y excitado que ya quería y te necesitaba. Coloca sus manos en tus muñecas y las coloca por arriba.

Tenía total control.

Dazai no dudo ni un segundo en entrar en ti, una sublime excitación inundo su cuerpo y ante ello, un gemido ronco salio de su boca.

Había aguantado demasiado, todo para hacerte sentir bien primero.

Sus embestidas eran constantes y un tanto bruscas, arqueabas tu espalda del placer mientras mordias tus labios con dureza para evitar gemir.

Unas gotas de sudor resbalaban por la piel de Dazai mientras entraba y salía de ti, a comparación de ti, él no reprimia sus gemidos. Sus mejillas estaban decoradas por un tenue rojizo.

- No te reprimas, necesito oirte.- Pronuncia mientras relamia sus labios coquetamente.

Toma tu cadera y con una embestida profunda hace sonar un melodioso ruido de tu boca que quedo grabado en su mente.

- Maldita sea, Osamu.- Gemiste mientras colocabas tus manos en su espalda, arañandolo.

No era lo suficiente brusco para lastimarte ni lo suficiente suave para hacerte implorar por más.

Las embestidas iban subiendo cada vez de intensidad, hasta el punto en que sus mentes estaban en un lugar donde el placer dominaba todo su cuerpo y la sensualidad descarada disfrutaba a detalle.

El éxtasis ya estaba cerca y ambos lo sentían de esa manera.

- Joder.- Maldice chasqueando su lengua mientras te observa de aquella forma, agitada y llena de placer.- Me gustas tanto, maldita sea.- Susurra.

- Ahm....¡Ah!.- Ambos sueltan un sonoro gemido al llegar al clímax.

Dazai cae recostado en la cama a tu lado totalmente agotado y satisfecho, esperaba que después de haber saciado sus sueños tan sucios que te incluían, sus sentimientos cesarian.

Pero no.

Tratando de recobrar su respiración, te observa exhausta con tu pecho subiendo y bajando tratando de recobrar la respiración.

Quería más.
No sólo sexo.
Te quería a ti y tu maldita forma de ser.
Y odiaba pensar tu cuerpo con alguien más.

- ¿Qué tanto me miras?.- Pronunciaste entre risas mientras te sentabas en la cama, dejando caer la blanca sabana y mostrando todo tu cuerpo sin pena alguna.

- Quiero ser tuyo, t/n.- Acaricia tu mejilla y tu colocas tu mano sobre la de él.- Me vale si soy tu segunda opción pero....Joder... Te necesito tanto.

Sonreiste tiernamente para luego acercarte a él, intercambiando sus respiraciones optaste por sin vergüenza alguna colocarte aobre su regazo.

Lamiste tus labios cuando sentiste al castaño nuevamente duro y al parecer, listo para otro round.

- Eso es muy patético, Osamu.- Enredaste tus manos detrás de su cuello.- ¿Tan poca confianza te tienes?

Una enorme sonrisa se mostro en los labios del suicida.

- Te prefiero a ti.- Le diste un beso corto en los labios.

- Yo siempre te preferire a ti.

.....

Ay, no.

Me senti re incomoda escribiendo esto jajaja. Disculpen si no estuvo tan exquisito pero esa trama no va mucho conmigo.

¿Qué les parecio? Espero que les haya gustado al menos un poco.

Abrazos ciberneticos y nos leemos luego.

Pdt: Sorry por el guión corto en los diálogos, los puse largos pero Wattpad los cambia. Sé que lucen chafas pero bueno.















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