Dia 2: I'll make it fit





La iglesia queda rápidamente despejada.

Así que Dazai mira sus dedos delgados, que apenas se pueden distinguir sobre el marfil desgastado de aspecto andrajoso y amarillento del piano viejo del templo. Le provoca una sensación desagradable. Otra cosa de la que es culpable. Se ve tan pálido porque puede o no que no haya saboreado una comida decente desde hace algunos días.

No es que pueda ir por ahí mendigando a las nobles señoras del pueblo que le den comida por enésima vez abusando de su amabilidad. Ellas no parecen verlo de esa forma, aunque sea Dazai Osamu un muchacho encantador, seguirá siendo un solitario niño abandonado, como si fuera un cartel que dice ayuda andante.

Aunque normalmente desvergonzado seria una excelente palabra para describirlo en ciertos ámbitos de desarrollo de personalidad, incluso a el le repugna ser visto con lastima.

Tararea las notas de la canción sacra como si aprenderse las canciones balbuceando "Mi, mi, sol" le ayudara a olvidar que esta haciendo realmente al fingir ser un chico recatado que toca los domingos (y ocasionalmente los jueves, en ceremonias especiales) estas composiciones llenas de adoraciones que no es capaz de comprender. Dulces y vacías notas que resuenan en el templo de azulejos pintados en las paredes y mosaicos sagrados en los techos.

Después de todo, nadie se ha preocupado lo suficiente por el como para explicarle que hace aquí, realmente. ¿Que carajo esta haciendo? Y las gastadas y romantizadas melodías salen cada vez que presiona un acorde, cada vez que se desliza con ánimos despropósitos para avanzar rápidamente en la canción. Aunque esta en realidad nunca termine.

Dazai las escucha en sus sueños, en su cabeza, mientras lee, mientras vaga y divaga entre un mar de gente que siempre lo abruma pero nunca lo mira. Parece que todos accedieron a ignorarlo y decidieron no decirle. Por ello, el toca.

En realidad sus notas, sus desalmadas sinfonías tienen objetivos.

"Eso suena hermoso", y aunque quiera voltear, sabe que no debería. Aunque se vea rápidamente encantado por una fuerza ambiciosa con arrebato, el se queda quieto.

Dazai vive para escuchar eso. Es lo único en lo que es bueno. El mejor. Y le gusta escuchar esa voz recompensándolo como si fuera una caricia amorosa después de un día agotador. Después de toda una vida.

Como si hubiese recibido un despiadado choque eléctrico repentino, Dazai se detiene, y voltea hacia las bancas largas y elegantes detrás de el, que normalmente servirían como asiento para los oyentes de la misa cada domingo. Pero no hay nadie ahí. No está sorprendido por eso, la situación es familiar, la respiración sobre su cuello repentina es profundamente conocida.

"Esto de aquí" Un dedo, que Dazai puede sentir que lo baña en descuidada calidez, delinea su pómulo. "También es precioso"

Dazai se marea, y puede olvidar su estomago vacío. Las largas noches sin dormir por las preocupaciones que lo atacan de como es que sigue vivo, sobreviviendo, y si en realidad eso vale la pena.

Contiene la respiración, como si el mas mínimo movimiento fuera a asustar al que lo interrumpió, y no podría sentir su preciada cercanía nunca mas, alargado la mano para olvidar el piano y tomar la muñeca del ser detrás suyo.

Suave, fuerte, Dazai podría encerrarse en una carta de amor describiendo cada sensación que le produce alcanzar la piel sofocantemente delicada de este ángel y luego despedazarse para ser llevado con las cenizas de esta hacia donde fuere conveniente que sea arrastrado.

"Chuuya" Al fin apareció el contrario, llenando su vació de forma tan rápida y consoladora, la facilidad de eso suele asustarle muchísimo. Sonrie maliciosamente. "No deberías hablar de mi como si valiera la pena ser rebuscado."

Y a pesar de su lamentable opinión de su mismo (o lo austera que es por si misma), se cree digno como cualquier adicto a probar de una dosis de la calidez que recibe al ser acariciado por esta piel. Afirma su nulo valor con una sonrisa. Como si Chuuya fuera ridículo tomándose la molestia.

Pero, lo que en realidad quiere decir, es que el no vale la pena. El lo sabe, en realidad, sus ojos vagan hasta el suelo en algo parecido a la melancolía. El pecho cubierto por un traje blanco de tres piezas de Chuuya burbujea, y una pluma de un color blanco santo desfallece de sus alas hasta caer en el cabello castaño. El la toma, y hay un grisáceo triste en la punta de la suave parte de Chuuya.

"Por supuesto que si, cosa bonita" Ríe Chuuya, y es hermoso. Dazai creería poder sentir algo si alguna vez tocara para esa voz. Atesora la pluma con cuidado entre sus dedos, aunque con fuerza.

Pero se detiene en la forma en la que Chuuya lo dice, tan fácil, como si fuera axiomático. Algo constituido por y para esas palabras. Talladas y cepilladas cuidadosamente en su cabello, en sus pomulos bajos y siendo purificadas con el viento, una vez que su creador termina de firmar el enunciado en su carne.

Cosa bonita.

Chuuya debería cerrar la boca.

Pero el se acerca, susurrando en su cuello.

"Se que estas tocando para mi, y créeme, deberías ver lo irresistible que te ves sabiendo que puedes seducirme"

Dazai siente su piel ardiendo. Especialmente donde Chuuya esta cerca, aunque sabe que no ha llegado a su rostro. Así que sonríe, tímida y juguetonamente.

"¿Así que Chuuya lo supo?" murmura de forma reflexiva, como si realmente se preguntara si fue tan descuidado en su táctica.

"Mmh" declara Chuuya, demasiado ocupado para hablar cuando sus labios, incluso esa pequeña parte de el, son perfectos, rosados y suaves salpicando besos casi reverenciados en su cuello.

Dazai lo piensa, por un segundo. Chuuya realmente tiene una mente sucia para ser un ángel.

"No deberías decir esas cosas" dicta.

Chuuya sonríe contra su cuello, y Dazai rápidamente puede sentirse empalagado, pero intenta ser serio.

Recuerda alguna vez haber leído que el camino hacia el cielo es duro, y esta lleno de los colores verdaderos del mundo, los colores sangrientos y podridos que hay que atravesar, manteniéndote puro para por fin llegar al firmamento lleno de paz.

Y el camino hacia el infierno...

"¿Por que?"

"Porque eres un ángel" insiste Dazai, repentinamente atacado por la sensación de estar demasiado sucio para ser digno de Chuuya.

Otra vez, el cielo debe ser muy aburrido si Chuuya ríe por las cosas que no encajan cada vez que el castaño las dice, pero su risa es melodiosa.

"A veces lo olvido cuando te veo, cariño." blasfema. Y Dazai voltea súbitamente para verlo, verlo a las ventanas al cielo que siempre carga con el, a donde sea, Dazai supone que es eso lo que lo hace tan pristiño.

Su cabello pelirrojo parece una llama justa que baja para dictar su sentencia divina. Y la piel pálida pintada de pequeñas e indistinguibles pecas que lo cubren como un retoque indiferente le hacen creer a Dazai que es perfecto sin esfuerzo ni propósito, manchitas como estrellas que un ser humano podría alcanzar si es lo suficiente bueno, lo suficiente devoto en una vida terrenal. A veces ver a su amante le hace querer rezar aunque no sepa como hacerlo, le hace querer ser digno de un hogar en el cielo. Aun así, no es suficiente, Chuuya...

...No parece la entrada al cielo de Osamu, sino su recinto divino personal, nada infernal pero tampoco sagrado. Algo entre el mar distante y el cielo. Su beso del sol al límite del horizonte escondiéndose por el oeste. Su nada perfecta solo para el. Y probablemente lo ama. Pero esta seguro de que no sabe como hacer tal cosa.

"Me asegurare de hacerte olvidarlo a ti también, ovejita." ronronea el, y su voz es una cadena que podría enganchar voluntariamente a sus muñecas.

Dazai lo recuerda, el camino hacia el infierno, es el que es fácil y dulce, del tipo que se parece a los besos de Chuuya.

***

"Me encanta cuando te quedas quieto para mi, amor" , susurra Chuuya, empujando su espalda baja mas profundo sobre el altar. "Ahora háblame."

El cuerpo de Dazai tiembla, no sabe si es por miedo, estasis puro, o si es la forma en la que su cuerpo procesa el licuado de emociones que siente, moliéndolas y batiéndolas como si preparara glaseado para pastel.

Se odia a si mismo, joder, realmente debería morir y sabe que ese sera su destino ya sea voluntaria o involuntariamente. Pero la epifanía de que en realidad, no solo podría sino que le gustaría morir sintiéndose de esta forma empieza a tomar lugar en su cabeza.

De esa forma que Chuuya le hace sentir. No esta seguro de si siente en cualquier otro momento. Pero todo lo que sucede al rededor de Chuuya se siente correcto porque es por parte de el pero es para Dazai. Tiene sentimientos encontrados con respecto a si se merece algo como esto.

El castaño menor, beso a Chuuya, le permitió cargar sus muslos hasta la caja del piano y frotar su dureza atrapada en el traje blanco que llevaba contra su propia erección. Gimiendo porque se siente obsceno, ser acorralado y sentir a Chuuya por todas partes.

De todas formas, el castigo divino de Chuuya es divino por una razón, lo recompensa con el placer pero es el mismo que lo marea hasta sentir terror de que sea demasiado.

Y el se siente al borde cada vez que su amante siquiera lo roza, aunque este parece estar seguro de que puede utilizarlo a su antojo, así que decidió que no le gustaba empujar su longitud contra el piano, así que lo llevo esta vez al altar, instigándolo hacia abajo para poder tener un mejor acceso.

Y después de los enloquecedores juegos previos de Chuuya, alrededor de cuatro dedos y algo de trabajo con su boca, esta enterrado deliciosamente en el, y se siente abrumador.

Quiere decir, el puede sentirse bien, ¿no es así? El podría ser mejor si tan solo deseara la oportunidad. Aunque es mas tentador morir para olvidar todo. Tal vez tenga el derecho de morir sintiéndose así de bien.

Aun así, rápidamente insistió con su tema anterior, porque, Dazai podría estar perdido en algún lugar entre la cordura y la conmoción ebria y excitada de tener a Chuuya, demasiado grande, demasiado perfecto, profundamente en su interior. Pero su mente nunca se apaga.

"Eres un ángel" dice Dazai, jadeando. "¿Q-que podría tener yo de especial? Hiciste demasiado por llegar a donde estas, y ahora lo tiraras todo porque estas encaprichado conmigo"

Lo extraño es que a Dazai realmente le gustaría llorar, ser dramático (aunque resulte siendo mas erótico por la actual situación), reclamarle a Chuuya el porque de su desconsideración para consigo mismo, el porque ser egoísta. Sus dedos arrugan el mantel del altar con impotencia, ante su propio argumento y ante el hecho de que Chuuya es demasiado fuerte y el esta increíblemente vulnerable cuando lo toma de forma tan inefablemente maravillosa de las caderas.

Pero Chuuya, honestamente, tuvo que haber asistido a la iglesia todos los santos domingos de su vida aunque fuera con una resaca y chupetones en el cuello, el obviamente no era virgen.

La voz de Chuuya, baja, suave pero escabrosa como podrían serlo las desprolijas arrugas y dobleces de un pedazo de seda, se enrollan a lo largo de su espina dorsal, poseyéndolo.

"Porque" Una embestida, dura. Ruidosa. "Eres" -Lo mismo... "Mio". -

Dazai no se equivoca, Chuuya era muy religioso. También algo promiscuo. De igual forma esta encaprichado y nada de eso parece molestarle a Dios, porque, oh, solo El podría saber lo bien que se siente.

"¡Por supuesto que si!" solloza Dazai, apretando las telas entre sus dedos. Los mismos que siempre son alabados por tocar melodías angelicales. "¡Pero nada asegura que sigas siendo santo si te descubren, y eres enojón todo el tiempo y tu polla ni siquiera cabe fácilmente dentro de mi!"

"Siempre la hago caber" señala Chuuya.

"¿P-por que...?" Por primera vez, Dazai toma la iniciativa, empujando a Chuuya, y dandose la vuelta para encararlo, pero claramente no pretende que el pelirrojo detenga sus estocadas. El entra obedientemente otra vez. "...¿Por que yo?"

Existen otras personas mas interesantes. Mas fáciles de entender, menos quejosas y mocosas que el, mas ilustradas del lugar donde viene Chuuya, poco escépticas a diferencia de Dazai, que harían menos preguntas y serian perfectas muñecas, mas hermosas y puras para que Chuuya haga con ellas lo que quiera.

Aunque Dazai no quiera eso, esta vez encuentra apoyo a lo que sobrevenga y a sus pensamientos intrusivos en el borde del altar, apretándolo.

Porque, si Chuuya continua dando, eventualmente Dazai demostrara lo que mas odia de si mismo, anhelar mas. Oh, y esta sucediendo, porque Dazai quiere mas de los lindos elogios de Chuuya, aunque no tenga idea como tomárselos cuando los recibe. Quiere saber que le gusta, que esta tan obsesionado como Dazai. Luego quiere sentir la prueba en su carne viva cuando Chuuya empiece a follarlo hasta la muerte.

Y el Ángel podría encontrar a otra persona que no sea Dazai para eso, para hacerla sentir buena para el y bonito como una flor en la superficie del centro de un profundo pantano.

"¿Por que podría ser?" delibera Chuuya, aunque no suena genuinamente pensativo. Suena como si todas las respuestas estuvieran luchando por brotar de sus labios y el hiciera un esfuerzo por reternerlas para no asustarlo. Y eso acelera muchisimo el corazon de Osamu.

Chuuya presiona un beso, un mensaje de lo ansioso que esta por hacerle saber lo mucho que lo anhela, sin tener que decirlo, y el beso es casto y timido, el menor puede sentir algo desconocido incluso para el mismo suplicandole a Chuuya con ese pequeño intercambio.

"Debe ser porque eres lo mas puro que he visto en mi existencia, niño bonito" besa Chuuya, justo en su subconsiente. Un beso a fuego vivo. Dazai no cree una silaba de esa mentira, Chuuya rie.  "Nunca he visto algo mas hermoso que tu" susurra, "Debes provenir del mismo lugar que yo. Eres perfecto para mi". 

Y Dazai podria enloquecer con esa afirmacion, pero no hay reconforte, no cree que Chuuya se refiera al cielo. 

...Tampoco al infierno. Esta en ese vacío entre el cielo y las estrellas. Por lo menos, Dazai lo esta.

"C-chuuya" gime el castaño, sintiendo las manos del mencionado vagar por su cuerpo, reclamándolo como suyo. Aunque Dazai tiene el vago presentimiento de que lo hace porque sabe que no lo conservara para siempre. "..Tu"

El atronador, como un latigo sobre sus voluntades y deseos, pero tangiblemente suave toque de Chuuya tomando su barbilla lo interrumpe.

..."Mi buen chico... ¿no te gustaría escapar de todo esto conmigo? Creo que hay un lugar entre las cenizas para las cosas perfectas como tu".

"Tu no eres un ángel".

Pero Chuuya ríe, finalmente decidiéndose por parar las manos en su caderas y manipulando el cuerpo debajo de el para que se balancee arriba y abajo en su longitud. Y Dazai gime, sus piernas tiemblan.

"Considero que he sido uno contigo todo este tiempo, amor. No creo que sepas como tengo que contenerme de hacer contigo todo lo que imagino" responde Chuuya, su camino hacia el infierno. Aunque parece guiarlo a un destino al que no podría pertenecer nunca. Un destino equivocado. "¿Algo malo con eso?"

Y Dazai puede sentir como Chuuya se clava mas profundo, con mas dureza en el, solo puede cerrar sus ojos y disfrutar ese placer atrapante, demasiado fugaz, pero dispuesto a que pueda tomarlo.

Enreda sus piernas en la cintura de Chuuya, consolando su falta de liberación con el electrizante contacto intimo de la piel de Chuuya contra la suya.

Así que no se sorprende cuando sonríe, y le concede a Chuuya.

"...No" Prefiere sentarse para mostrar menos sumisión y tomar dominio de si mismo, hacerse la ilusión a el y a Chuuya de que es indómito, sabe que el pelirrojo podría obsesionarse con la idea de subyugarlo. "Aunque deberías concentrarte en follarme, representante del infierno. Algo me dice que no eres completamente malo si puedes hacerme sentir bien..."

Y aunque se equivoque, porque Chuuya, como príncipe del infierno, es algún tipo de reencarnación del mal, el simplemente se deja llevar por la forma enloquecedora en la que lo lleva al limite.

"Mio..." sentencia Chuuya en su cuello, tomándolo fuerte para clavarse como si quisiera hacerlo hasta dejar su forma en el interior del castaño. Que estúpida y maravillosa idea.

"A-ah, mh- Chuuya" Sonríe suavemente, mientras reposa la cabeza en el hombro pecoso y fuerte de Chuuya arañando su pecho. "...eso es, si"

El pelirrojo tira de sus muslos, obligándolo a inclinar la espalda aun mas sobre el altar para cambiar de angulo, y de esa forma el esta arriba, pero Dazai no suelta su agarre.

"Deberías escucharte" arrulla el mayor, constante y duro en cada una de sus embestidas. "Eres tan perfecto, tan bueno para mi, y quiero oírte decirlo"

Debería sentirse avergonzado de saber tan rápido lo que Chuuya quiere, debe ser porque asi tenia que ser.

"Soy tuyo, Chuuya. Por favor, tómame." Aunque sea una mentira, una carta de adiós con margaritas y listones adorables adornándolo.

Probablemente Dazai no pertenezca a ningún lado. Y al morir no sentirá nada en absoluto.

Eso esta bien.

Aunque sea por un momento, antes de guiarse a si mismo a donde realmente pertenece, le gustaría ser completamente de Chuuya.


***

No estoy muy satisfecha con este oneshot, pero aqui esta el Day 2 con 3000 palabras, gracias por leer tilines bellos. 💕












Probablemente no deberia explicar esto, pero estoy obsesionada con Lana del rey, y me siento pendeja por decir que su musica era aburrida antes. La amo. Esta prompt esta basada en su cancion "Did you know that there's a tunnel under ocean blvd" y si encuentras la letra, si, Dazai seria la "chica que canta 'Hotel California' No porque le gusten las notas o los sonidos que suenan a Florida. Es porque está en un mundo preservado, solo unos pocos han encontrado la puerta."

Y el oportuno "no me olvides" 🤭, de Dazai, seria una referencia a la cancion. No se de que manera podrian deducir que todo es en escencia a esta obra de arte de mi diosa asi que necesitaba explicarlo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top