[Day 4]

"First time bottoming"
Soukoku
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Un embarazo en un omega masculino era odioso, y eso lo sabía muy bien Dazai.

No quería decir que odiara esa etapa, era hermosa. Pero algunas veces cansaba mucho.

Chuuya y él ya tenían un hijo, y ahora Chuuya había vuelto a quedar embarazado tras un celo.

Ya estaba en el quinto mes, y el pelirrojo estaba repleto un inmenso deseo sexual, y cada vez que podía se le insinuaba y le coqueteaba. A lo que él se negó, no quería hacer nada que pudiera lastimar a la bebé.

-Osamu... - Dijo entrando a su oficina, luego se dirigió hasta él y se sentó sobre sus piernas.

Lo miró con cara de cachorrito y soltando de sus dulces feromonas, Dazai pareció molestarse un poco, pero fue comprensivo.

-Chibi, ya hemos hablado de esto, no podemos tener relaciones en este momento - Dijo abrazando suavemente su cintura, sintiendo el pequeño bulto en su vientre.

-Es porque estoy gordo ¿verdad? - Dijo con los ojos llorosos - Ya no me amas porque estoy gordo y feo - Lágrimas cayeron por sus mejillas.

-No cariño, sabes que eso no es verdad - Dirigió las manos a los costados de su cara, y las secó con sus pulgares - Yo siempre te amaré, pase lo que pase - Dio un beso en su frente.

El pelirrojo apoyó su cabeza sobre el hombro del castaño y dirigió su nariz a la glándula de olor. Aspiró el aroma suave a bosque mojado, para tranquilizarse un poco.

-¿Entonces? - Murmuró.

-No quiero que nada les pase ni a ti, ni a mini chibi - Respondió.

-Te prometo que nada nos va a pasar - Lo miró suplicando.

-No mi amor, podemos hacer otra cosa para que esa lujuria tuya desaparezca - Sugirió - Algo que no tenga que ver con que te penetre - Chuuya se sonrojó.

-Esa palabra suena rara - Dijo avergonzado y el castaño rio.

-Lo sé.

Se quedaron abrazados por un rato y cayeron dormidos segundos después.

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Un llanto se escuchó por toda la casa, despertando a Chuuya de la pequeña siesta.

Bajó con cuidado del regazo de su esposo y fue a la habitación de su otro hijo.

-¿Qué pasó mi amor? - Dijo mientras mecia al bebé de año y medio - Shh..., ya pasó, ya pasó - Susurró, calmándolo poco a poco.

Momentos después, el niño pareció estar más calmado, por lo que volvió a quedarse dormido.

Se quedó mirándolo fijamente por un rato, apreciando la ternura que transmitían esas mejillas redondas y rosadas, dándole ganas de apretujarlas. Pero aún así no lo hizo, no quería volver a pasar un rato durmiéndolo, aunque eso no significaba que no disfrutara mecerlo entre sus brazos.

S

intió unos delgados brazos apoyándose sobre sus hombros.

-Hola - Saludó somnoliento el castaño, mientras daba un pequeño beso en su cabeza. Que se había dado cuenta de que la presencia del pelirrojo había desaparecido mientras dormía.

-Hola - Respondió al saludo. Y se dio la vuelta sin quitar los brazos sobre él.

-Siento mucho lo de antes - Dijo abrazando su cintura.

-No te preocupes cariño, está bien, solo son las hormonas del embarazo que te están afectando más de lo normal - Susurró.

-Sabes, se me ocurrió algo con respecto a lo que digiste antes - Mencionó - Y-ya sabes, hacer algo sin llegar a la pe-penetración - Dijo avergonzado.

-¿Sí? ¿Qué es? - Preguntó abrazándolo.

-Es que quizás no te guste mucho la idea - Dijo dudoso.

-Tú dime, ya luego decidimos si lo hacemos o no - Dijo incitándolo a que continuara hablando.

-Es que tú seas el... pasivo - Dijo.

Dazai se separó de él en estado de shock.

-¿Q-qué? - Preguntó aturdido, seguramente había escuchado mal, sí, seguro que había sido eso.

-Que tú seas el pasivo - Repitió una vez más.

-Y-yo... Déjame pensarlo - Dijo.

-Está bien.

En ese momento el castaño salió de la habitación, y posteriormente salió de su casa.

Le escribió a Odasaku para encontrarse, y fue dirección al bar Lupin.

Chuuya, por otro lado, había quedado devastado por el indirecto rechazo de su esposo. Aunque en parte sabía que tendría una reacción parecida a esa.

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-Te lo juro Odasaku, no me esperaba que me propusiera algo como eso - Dijo y después le dio un pequeño trago a su vaso con whisky.

-¿Y qué tiene de malo? - Preguntó el alfa pelirrojo.

-No lo entiendes, soy un alfa, no puedo ser pasivo - Se quejó.

-Sabes que salgo con Ango, ¿no?, otro alfa - Dijo.

-Ya, pero es distinto - Dijo.

-No tienes de qué temer Dazai, no es tan malo como parece - Explicó - Es más, seguramente terminarás disfrutándolo.

-P-pero.

-Pero nada, Dazai, ¿quieres que hagamos una apuesta? - Preguntó - Si es tan malo como dices, pagaré todas las bebidas que tomes en este bar durante dos meses - Hizo una breve pausa - Si te termina gustando, tendrás que darme la razón, y pagarme a mí y a Ango lo que tomemos aquí por dos meses - Finalizó.

-No sé Odasaku - Dijo dudoso.

-Si quieres, no lo hagas por mí, hazlo por él - Dijo - ¿Entonces? ¿Tenemos un trato?

-Vale - Suspiró derrotado.

-Ahora ve a por él, seguramente estará muy mal por cómo lo dejaste plantado - Le dio un pequeño golpe en la espalda - Y también ve preparando la cartera - Se burló.

Dazai lo miró con el ceño fruncido y se levantó de la silla dirigiéndose a la salida. En ese mismo momento entró Ango por la puerta, ambos se saludaron y despidieron.

Luego este se dirigió a donde estaba Odasaku.

-¿Ahora qué pasó? - Preguntó el alfa de gafas, mientras que el pelirrojo lo abrazó fuertemente.

-Chuuya está sensible por el embarazo, y como no pueden tener relaciones, propuso que Dazai fuera el pasivo - Se rio. Y la risa contagió a su novio.

-Ambos sabemos que no tiene nada que perder - Dijo aún riendo.

-Lo sé, lo mejor es que apostamos, prepárate para dos meses de alcohol y refrescos gratis - Dijo y le dio un corto beso.

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Dazai regresó a casa, un poco agitado de tanto correr.

Al entrar por la puerta vio a Chuuya sentado sobre el sofá mientras lloraba, estaba viendo la película de UP, justo es ese momento donde la señora se muere. En su mano un bote de helado y una cuchara.

Dazai corrió hasta él, quitándoselo de la mano.

-¡Ey! - Se quejó el pelirrojo.

-Sabes que no puedes comer nada con exceso de azúcar durante el embarazo - Lo regañó.

Un tenso silencio se formó entre los dos.

-He pensado en tu propuesta, p-podemos intentarlo, ya sabes - Dijo con las mejillas sonrojadas.

-¿En serio? - Chuuya saltó de la emoción a abrazarlo.

-Sí.

Chuuya lo comenzó a besar ferozmente y Dazai no se resistió, dejó el bote de helado sobre una estantería y correspondió el beso de la misma forma. Y ambos se separaron tras un largo rato, jadeando.

-Pero ahora no, Yu está durmiendo en su habitación - Dijo Dazai nervioso cuando el pelirrojo empezó a sacar su camisa.

-Kouyo vino antes a llevarse a Yu, dijo que iría con Kyoka al parque de atracciones y que quería llevarlo a él también - Dijo continuando con su labor, y siguió desnudando a su esposo.

-Vayamos a la cama - Sugirió, aún nervioso.

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Una vez en su habitación, Dazai se acostó nervioso sobre la cama, por su mente pasaban decenas de escenarios.

Estaba atemorizado.

Chuuya entró con una caja en sus brazos. Cuando sacó su contenido, tragó duro.

Un dildo rosa de unos 20 centímetros aproximadamente.

-Este es el más pequeño de los seis que tengo, normalmente lo utilizo cuando estás de viaje, o no nos vemos en un largo periodo de tiempo - Explicó - Tengo otro, pero es más grande, ese lo utilizo a veces en mis celos - Añadió.

El cuerpo del castaño tembló con fuerza.

-¿E-el más p-pequeño? - Dios, si antes no estaba lo suficientemente asustado, ahora sentía que se iba a desmayar - E-eso no va a entrar.

-Tranquilo, no te voy a hacer daño, iremos poco a poco, y si en algún momento te sientes muy, pero que muy incómodo pararemos, ¿ok? - Lo intentó tranquilizar.

-Es-esta bien - Murmuró.

-Vale, necesito que te quites la ropa - Dijo, y este obedeció. Chuuya mientras también se quitó la suya.

Luego el pelirrojo subió a la cama junto a él y lo empezó a besar. Un beso tierno que le transmitía seguridad y tranquilidad.

El beso se cortó un rato después, y Chuuya dirigió su mano a la mesa de noche, en busca del bote de lubricante. Finalmente lo encontró.

-Date la vuelta y levanta las caderas - El castaño no se quejó e hizo lo que se le pidió.

Luego el omega echó una cantidad considerable del líquido sobre su mano, y esparció ese lubricantes sobre el agujero de Dazai, quien se estremeció por lo frío que estaba.

Acarició esa zona para que los músculos se relajaran y así poder empezar a prepararlo.

-Voy a meter un dedo - Avisó.

Lo metió poco a poco para que Dazai se habituara, porque aunque un dedo fuera poco, para un alfa como él, que nunca había tenido ese tipo de toque, sería complicado.

Un gemido de incomodidad salió del castaño. Y sintió las paredes estrechas de Dazai succionar su dedo con fuerza. Tras un rato, pudo ver que ya podía meter un segundo. Esta vez no avisó, no hacía falta. Con sus dos dedos ya dentro hizo movimientos de tijera, para dilatarlo más.

Esta vez, soltó un ligero gemido de placer.

Chuuya, con su otra mano libre echó un poco más de lubricante sobre su entrada, siguió con un tercer dedo, simulando embestidas, y tocando muy profundo dentro de él.

Los gemidos salían del castaño con cada embestida. Estaba disfrutándolo, pero no pensó en otra cosa, solo en esos dedos entrando y saliendo de él.

El pelirrojo sacó sus dedos, viendo que ya estaba lo suficientemente dilatado.

Dazai se quejó por el repentino vacío, pero sus quejas no duraron mucho cuando sintió algo mucho más grande y grueso llenarlo.

Chuuya movió el dildo provocando una corriente de placer que sacudió su columna que fue acompañada por un fuerte jadeo. ¿Qué había sido eso?

Chuuya por otro lado supo que había encontrado ese punto que le haría perder la cordura. Así que arremetió contra él una y otra vez. Escuchando los bellos gemidos de placer que salían del castaño y que inundaban la habitación.

-Ch-chu... Mgh - Gimió. Su nombre saliendo de esos dulces labios se sintió como música para sus oídos.

El pelirrojo sintió su propia entrada lubricar por todo el placer del momento. Por lo que cogió un pequeño vibrador de la caja y lo metió poco a poco dentro de sí y puso la potencia al máximo.

Dazai llevó su propia mano a su miembro para masturbarlo. Mientras que las embestidas con el juguete no paraban. Sintió una fuerte presión en su parte baja y terminó viniéndose. Espasmos atravesaron su cuerpo y Chuuya seguía embistiéndolo pero más lento.

Chuuya tocó su propio miembro, tratando de terminar también.

Y un rato después así fue. Sus manos se detuvieron y cayó cansado al lado de Dazai. Retiró el juguete dentro de él y de dentro del castaño.

Finalmente respiró.

-¿Qu-qué tal? - Preguntó el pelirrojo entre jadeos.

-Fue extraño, pe-pero placentero - Respondió avergonzado.

-Entonces, ¿lo repetirías? - Preguntó avergonzándolo más.

-Ya veremos.

Chuuya rio y le dio un pequeño beso. 

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Extra:

Odasaku, Ango y Dazai estaban en el bar Lupin, a punto de pagar. Odasaku extendió el dinero para pagar su parte y la de Ango, pero fue detenido por el castaño.

-Pa-pago yo - Dijo confundiéndolo, pero al ver un ligero tono carmín en sus mejillas lo entendió todo.

-Entonces, ¿fue bueno? - Preguntó burlándose el pelirrojo.

Dazai lo miró con el ceño fruncido pero respondió.

-S-sí.

Ango y Odasaku rieron.

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Holaaaa, este One-shot me encantó escribirlo.

Al principio iba a ser del día 3 en el de omegaverse, pero no quedaba muy bien con el tema y quedaba mejor con este, así que lo cambié.

Y sí, y en este universo Odasaku está vivo 🥲.

Por cierto, es posible que me tarde con los próximos días, pero intentaré tenerlos lo más pronto posible.

TQM

22/06/2023

1962 palabras.

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