[Day 3]
"A/B/O (omegaverse)"
Odazai
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Oda y Ango estaban en el bar Lupin, en aquel lugar donde compartían tantos recuerdos. Estos dos estaban algo ansiosos, habían quedado con Dazai allí, y se suponía que debía estar allí hace una hora.
Sabían que normalmente solía llegar tarde, y por eso mismo esperaron, pero cuando pasó media hora y no había señal de él, se preocuparon. Habían intentado de todo, pero no cogía el teléfono ni respondía a los mensajes.
Incluso llamaron a Chuuya, pero él tampoco sabía de su paradero.
En ese entonces sus nervios estaban a mil, y feromonas agrias, provenientes de Oda, llenaron el bar. Porque si Ango fuera un alfa u omega también estaría igual.
Al final terminaron saliendo del bar, sobre todo por respeto a los demás clientes y a los que allí trabajaban.
-Seguro que está bien - Intentó tranquilizar Ango al alfa pelirrojo. Aunque también lo hacía para calmarse a sí mismo.
-Iré a mirar a su apartamento - Informó Oda.
-Si tienes alguna noticia de él avísame - Dijo el de gafas, Oda asintió y ambos se fueron por distintos caminos.
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Cuando Oda llegó, encontró la puerta cerrada, en otros casos, le habría dado golpe hasta abrirla. Pero por suerte, Dazai le había dado una copia, para cuando se quedara medio dormido en el bar y, en parte, para que Odasaku, como él le llamaba, estuviera más tranquilo. Porque por ese entonces, sus intentos de suicidio habían aumentado considerablemente, llegando a hacerlo hasta 4 veces diarias.
No tardó mucho más en abrirla, pero cuando lo hizo, una fuerte oleada de feromonas dulces y empalagosas llegaron a su desarrollado olfato de alfa. Ese impacto lo dejó medio aturdido, y perdió un poco de equilibrio, casi callendo.
Estás olían a omega, pero a un omega en celo.
El olor de Dazai era de chocolate amargo muy oscuro, que se podia percibir perfectamente, pero este olor..., este olor era como chocolate con leche en abundancia.
No podía ser él ¿verdad?
Aunque luego recordó que la casta del castaño aún no había sido revelada. Porque a penas hace unos días había cumplido años, 17, era la edad con la que se solía revelar.
Tapó su nariz, las feromonas estaban empezando a afectarle gravemente, y sentía a su lobo gritar y perder los estribos, diciéndole que buscara a ese omega y que lo follara hasta que quedara embarazado.
Negó ante eso.
No podía hacerlo, Dazai era su amigo, además de menor de edad, y aunque admitía que le atraía fuertemente, no lo haría, y menos sabiendo que estaba en un momento de debilidad y que no podía dar su consentimiento.
Con la nariz tapada intentó buscar a Dazai, para luego llevarlo con Mori-san y que le ayudara.
Cuando llegó a su habitación, las feromonas se volvieron más fuertes, llegando a traspasar sus dedos y colándose en sus fosas nasales.
Su lobo volvió a gritar por el omega, pero intentó seguir resistiéndose. Abrió la puerta y lo primero que vio fue al castaño, acostado sobre la cama desnudo y empapado en sudor. Al acercarse más, también pudo ver su cara toda roja, y el como sus manos masturbaban tanto su parte trasera, como delantera.
Un gemido salió de los labios de Dazai, que aún no se había dado cuenta de su presencia. El último hilo del que se colgaba su autocontrol se rompió, haciéndole caer sobre sus rodillas y dejando salir una gran cantidad de feromonas. Así alertando al omega.
El castaño dejó de hacer lo que estuviera haciendo, y se acercó a él de una forma tierna pero atrevida. Gateó sobre la cama hasta llegar al borde y luego de bajó de esta acercándose cada vez más. Oda solo se deslizaba hacia atrás, intentando que se alejara, pero este parecía tener otra idea. Finalmente lo arrinconó contra una pared y se sentó en su regazo, dejando que su piel desnuda entrara en contacto con su ropa.
Después dirigió su nariz hasta su glándula de olor, aspirando la feromonas que salían y cubriendo al alfa con las suyas propias.
Oda empezó a entrar en calor, aunque seguía intentando mantenerse consciente. Pero su propio cuerpo lo traicionaba entrando en un estado de exitación, y haciendo que su miembro comenzara a ponerse erecto. Intentó incluso arañándose a sí mismo, tratando de mantener el control.
-Alfa... - Ronroneo el castaño, restregándose más desesperadamente contra él.
-N-no - Se negó, no quería ceder ante un llamamiento como ese, pero su lobo le gritaba con fuerza y rabia, tratando de tomar el control y así poder follar con el omega.
-Alfa, p-por favor - Jadeó, y se separó de él, dándole una vista más completa de su cuerpo - Te necesito, a-aquí - Señaló su estómago con algo de timidez, aunque en el fondo estaba ansioso por que el alfa lo tomara con fuerza.
-Omega - Finalmente su lobo tomó el control, causando que sus ojos se volvieran de un color azul más ácido y brillante, y que su colmillos se pronunciaran aún más.
Se abalanzó sobre él, haciendo que su espalda chocara contra el suelo, luego comenzó un suave pero feroz beso.
Aquel beso demostraba todo el deseo acumulado, porque sí, ambos experimentaban sentimientos por el contrario, pero nunca tuvieron el valor para decirlo de frente, más que nada porque muy en el fondo lo sabían.
Los sonidos húmedos de sus lenguas y labios abarcaron la habitación, ya no les importaba nada, solo disfrutar de la sensación que transmitía. Ni siquiera se preocuparon por si los vecinos podrían escuchar, porque no les importaba. No les importaba que vieran o escucharan todo lo que se habían reprimido por tanto tiempo.
El alfa sin romper el beso agarró por la cintura al omega y se levantó, levantándolo consigo y quedándose de pie. El castaño, sin querer perder el contacto rodeó su piernas en su cadera, pudiendo sentir el gran bulto en los pantalones del pelirrojo. Una corriente pasó por su columna, era enorme.
Sin perder el tiempo comenzó a frotarse más, quería sentirlo ya dentro de el, destrozando sus entrañas y haciéndole rogar por más.
El alfa al darse cuenta de las intenciones del omega, lo llevó hasta la cama y dejándolo acostado boca arriba. Luego, se separó del beso, y el castaño soltó un gruñido de insatisfacción, pero ese sentimiento duro muy poco, cuando sintió los largos dedos del pelirrojo dentro de él.
-Ngh... - Gimió fuertemente. Odasaku sólo se deleitó más con ese sonido, y empezó a embestirlo con sus dedos, mientras que con un poco de maña quitaba sus pantalones y ropa interior.
Notó que con cada estocada salía más y más lubricante del omega, llegando a chorrear y salpicar por todos lados. Ahora ya, con su parte inferior desnuda, sacó sus dedos y dirigió su mano a su miembro, después lo llevó a la entrada mojada, viendo como se contraía por ser llenada.
La rozó levemente con la punta y un suspiro salió de los labios del omega.
-P-por favor... a-alfa lléname de tus cachorros - Dijo entre jadeos el castaño, con ambas manos separó más sus glúteos dejando su agujero más expuesto.
Odasaku lo miró a la cara, sus mejillas completamente rojas, con lágrimas en las esquinas de sus ojos, brillante por el sudor, y por culpa de este también tenía algunos mechones empapados y pegados enmarcando su rostro. Además, con los labios rojizos por el anterior beso, y entreabiertos dejando que se escaparan suspiros, jadeos y gemidos, llenando el lugar.
En conclusión:
La mejor vista de todo el maldito universo.
Sin resistirse más, empezó a entrar en él lentamente para no dañarlo, pero con un buen ritmo para poder disfrutar la sensación.
Una vez dentro comenzó a embestirlo con rudeza, y con embestidas seguras, asegurándose de que daba en el punto correcto dentro del omega.
Más gemidos y gritos llenaron la habitación, sonando como una dulce melodía a los oídos del alfa. El cual soltaba gruñidos de placer por la deliciosa y húmeda estrechez que cargaba el omega entre sus piernas.
-Omega, te llenaré tanto que quedarás embarazado de semen - Gruño lo agarró fuertemente por la cintura embistiéndolo con más fiereza.
El choque y chapoteo de sus pieles creaba un ambiente sucio, lo más probable es que a la mañana siguiente, grandes moratones aparecieran por los golpes con su pelvis.
-Oh siiii... Por favor alfa llena tanto mi útero que parezca embarazado. Ngh - Deliró por el placer.
El vaivén parecía no querer parar, y con la velocidad que había alcanzado era casi imposible distinguir las figuras.
-Tan lindo - Susurró, para ese momento las embestidas estaban volviéndose más lentas, sobre todo por el nudo que poco a poco se iba hinchando.
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Despertó con la cabeza dándole vueltas.
¿Qué había pasa-...
En ese momento todos los recuerdos llegaron de golpe.
Mierda y más mierda.
Miró a su lado, donde se encontraba un castaño durmiendo plácidamente, siendo cubierto por una fina sábana, pero dejando ver parte de su piel desnuda que estaba llena de marcas.
¿Qué había hecho? ¿Qué estaba pensando para hacerlo?
Había mantenido relaciones con un omega recién presentado, el cual era menor de edad y no estaba completamente consciente cuando lo hicieron.
Esos pensamientos lo estaban torturando, prácticamente había violado a su mejor amigo.
Se levantó de la cama con cuidado y agarró sus ropas para cubrir su desnudez.
Fue a la cocina a prepararse un café, necesitaba despejar la mente un rato.
Empezó a beberlo, perdido en su mente que lo estaba torturando junto con el sentimiento de culpa.
Cogió su teléfono y vio su bandeja de notificaciones repleta de mensajes de Ango y de algunos de Chuuya.
Estos preguntaban sobre el estado de Dazai.
Se avergonzó.
¿Cómo iba a mirarlos ahora a la cara? ¿Cómo iba a decirles que se había aprovechado de él?
De pronto, una mano tocó su hombro, sobresaltándole.
-Hey, buenos días - Susurró una voz, esta era del castaño.
-Da-dazai - Giró su cabeza y lo vio con vergüenza y arrepentimiento.
-Hey, ¿qué te pasa? - Murmuró preocupado, poniendo una mano en su mejilla.
-Lo siento - Susurró, ahora con los ojos humedeciéndose.
Ahí, el omega entendió todo.
-Oye... No es tu culpa, yo también lo quería - Besó su frente - No es tu culpa... - Susurró una vez más.
Oda lo abrazó fuertemente, escondiendo su cabeza en el hueco entre el hombro y el cuello del castaño.
-Por si no lo sabes, yo estuve consciente de cuándo llegaste, yo lo quería hacer contigo - Acarició sus cabellos con ternura - Quería hacerlo con el alfa que amo.
Oda solo lo abrazó con más fuerza.
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Holaaaaa, aquí el tercer One-shot.
Quería hacerlo sobre el ship Odazai, porque sí, aunque parecen padre e hijo, también me encanta el ship, y el como se cuidan el uno al otro.
Son súper lindos.
Espero que les haya gustado.
Nos vemos en el próximo.
21/06/2023
1759 palabras.
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