Día 23
Sábado, 10 de junio de 2017
Día 23.
He despertado con una pequeña ilusión punzando en mi interior. Punza fuertemente, ¿será buena señal? Me pregunto.
Ya en la universidad meditando las cosas. ¿Debería de hablarle yo? ¿Buscar más explicación? ¿Él se acercará a mí? ¿Rectificaremos algo? ¿Pasará algo?
Creo que estoy siendo muy esperanzada como en los cuentos de hadas. No debo esperanzarme en algo que no pasará.
En el momento que salgo al baño me lo encuentro. Aldair solo me mira, yo le sonrío y él no me corresponde, se me queda mirando fijamente, sin expresión alguna en su rostro. Eso significa que no debo sonreírle más.
Nos quedamos mirando por un tiempo muy largo, creo, pero no lo podemos evitar. Es como si cada quien se preguntara: ¿por qué estamos así? yo se la respuesta.
***
El día transcurre como siempre. Es el último sábado en la universidad, el último día que lo veré, la última oportunidad de arreglar la situación y que quedemos bien.
Ya olvídalo. Es lo mejor. Apunta mi lado lógico. Dándome un abrazo interno de motivación.
Mi lado positivo ha permanecido en silencio, no se atreve a mencionar nada, ni siquiera un 'pero' o dejar escapar un resoplido de dolor. Callado en la oscuridad, ahí permanecerá por mucho.
***
Es hora de almuerzo y ha empezado a llover, tenemos que arreglar la fiesta del baby shower de Yaneth.
Voy con Bertha a la tienda cerca de la universidad para comprar la bebida, e ir a traer luego de la evaluación final.
Cuando vamos para nuestro salón, Aldair está fuera de su aula sin compañía.
Evito mirarlo cuando quedo justo enfrente de él, porque Bertha me detiene.
-¿Gaby aún hay dinero?- cuestiona Bertha, quien viene detrás de mí. Por eso me detengo... justo enfrente de Aldair.
-Si aún hay, pero falta pagarle a Idalia lo del papel.- menciono haciéndome como que Aldair no está a un metro de distancia y que tiene sus ojos en mí.
Bertha llega a mi lado y avanzo rápidamente, fingiendo mi mal estado emocional al chico guapo de barba que lo ha ocasionado.
-Gaby ¿Por qué no saludaste al muchacho?- pregunta Bertha cuando llegamos a la puerta del salón y nos quedamos ahí. -Se te quedo viendo y no te despegó la mirada.- hace la observación.
Sé que me miro, lo pude sentir. Pero no quería verlo, no quería toparme con esos ojos negros. Podía caer en un retorno sin fin.
-Es que ya no llegaremos a nada.- digo.
-¿Por qué?-
-Él no quiere nada serio y pues yo sí. No llegaremos a nada.- indico y ella se sorprende.
Iba a decirme algo pero Idalia nos interrumpe con el tema del baby shower.
***
He terminado mis exámenes finales, es hora de la fiesta.
Cada vez que paso por el salón de Aldair no evito mirarlo. Está muy concentrado en su papeleta del examen. Difíciles evaluaciones de jurisprudencia. Pienso graciosamente, al saber que Aldair se está quebrando la cabeza con ello.
Antes de entrar a la fiesta, lo veo por última vez. Suspiro y niego con mi cabeza. Esto es doloroso.
***
Estoy acostada en mi cama, mirando el perfil de Facebook de Aldair. He tomado una decisión que me ayudará a hacer el proceso menos doloroso: Entre menos recuerdos de él, más fácil sanaré.
Presiono en la opción de eliminarlo como amigo, y aparece la opción de 'si estoy segura', claramente lo estoy. Presiono 'si' y automáticamente Aldair y yo ya no somos amigos en Facebook. Ni en persona.
También elimino la conversación y elimino sus fotos que andaban en mi galería.
Ahora sí, todo recuerdo físico de él ha desaparecido, solo me falta mental y emocionalmente. ¡Lo más fácil!
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