La nieve caía finamente sobre las calles en la víspera de noche buena, este año habría una blanca navidad en la ciudad.
Kaeun miraba a las personas pasar por el ventanal de la vieja tienda de libros de la que era dueña. Sopló su taza caliente de café y después de darle dos sorbos, la dejo sobre el mostrador donde estaba la caja registradora y se dirigió a la sección de novelas románticas a acomodar los libros que algunos clientes habían dejado fuera de su lugar en los estantes.

Soltó un suspiro mientras pasaba sus dedos sobre la portada de un libro llamado "Amor no correspondido", una novela juvenil muy popular que había sido publicada ese año y que narraba la historia de Haneul, vocalista de una banda de rock que está enamorado de una chica que hace chocolates caseros, pero que por su ropa negra, cabello largo y piercings, él cree que ella le tiene miedo y eso lo lleva a una serie de situaciones para demostrarle que no es nadie tenebroso, de las cuales no sale victorioso y lo deja con un amor no correspondido.

—La segunda parte sale en la próxima primavera, ¿verdad?—unos brazos se envolvieron en su cintura haciéndola sobresaltarse—Espero que se dé cuenta de que la chica no le tiene miedo y que en realidad siente aprecio por él.

—¡Ah! Jongin—sus hombros se relajaron y dejo el libro en el estante.

—Lo siento, te sorprendí—sus labios se fueron a la sonrojada mejilla de la chica, dejando una serie de besos pequeños.

Kaeun se volteo y su corazón se derritió al ver la brillante sonrisa de aquel hombre. Las manos de él bajaron a su cintura y ella no dudo en pasar sus brazos por su cuello, acurrucandose en la calidez de su pecho.
Realmente podía pasar horas así y jamás se aburriría.

Todo iba bien hasta que el sonido de una campanilla llegó a sus oídos y salió de su fantasía, una cliente había entrado a la tienda.

Kaeun siempre había sido una persona con la mente en las nubes y a menudo tenían que chasquear los dedos frente a ella para hacerla regresar a la realidad. Todos decían que era porque vivía entre las historias de los libros que leía.

Sus abuelos tenían una extensa biblioteca y desde pequeña había devorado con afán los libros conforme a su edad y así, sus fantasías se fueron moldeando; desde imaginarse ser una princesa, pelear contra extraterrestres y hasta cruzar miradas con un guapo desconocido que resultaba ser el amor de su vida.

—Lo siento, Kim Jongin—acosto su cabeza en el mostrador.

Kim Jongin era su vecino, al cuál jamás le había puesto atención hasta que lo conoció hace un año como voluntario en la patrulla vecindal que acompañaba a las mujeres y estudiantes que llegaban tarde a sus casas.
Siendo la soñadora que era, Kaeun no tardó nada en fantasear diversos escenarios con Jongin como su personaje principal.

Primero eran empleados que trabajaban en la misma oficina y regresaban juntos a casa, cuando se enteró que él era profesor de danza en una academia para niños, se convirtió en el profesor de su hermanito imaginario y obviamente las festividades tampoco quedaban fuera de su imaginación; el halloween pasado, él fue un misterio y seductor vampiro.

Su conciencia a veces le recordaba que estaba mal fantasear de esa forma con una persona real, pero no podía evitarlo porque sin imaginarlo o idealizarlo como el protagonista de alguna historia que se encontraba en su tienda de libros, Jongin era realmente alguien genial que poco a poco se hizo un camino a su corazón.

Después de cerrar su tienda, Kaeun espero su autobús e hizo el recorrido de media hora hasta la parada de su vecindario. El clima era frío y la nieve había comenzado a caer de nuevo así que la jefa de la patrulla había avisado que ese día no podrían acompañar a nadie.

Subió la capucha de su abrigo para evitar llenarse de nieve la cabeza y se bajó del bus en una parada solitaria, sus pies se detuvieron y su corazón salto al darse cuenta de que realmente no estaba sola.
Con un paraguas colgando de su brazo, Jongin estaba soplando sus manos mientras estaba recargado en la pared y cuando la vio, mostró aquella sonrisa y se acercó a ella.

Kaeun parpadeo algunas veces, estaba segura de que hoy no habría nadie que la acompañará de regreso a casa, ¿entonces esto era una de sus fantasías?

—¿Jongin?—pregunto temiendo que su cabeza se hubiera salido de control.

—Uh...—bajo su mirada y rasco su cabeza—La nieve comenzó a caer y entonces pensé que tal vez no tenías un paraguas y podrías enfermarte y hoy no hay nadie quien te acompañe y...—las mejillas de Kaeun se encendieron, su mente salto de un lado a otro y no sabía que decir—Lo siento si te estoy molestando.

—¡No!—se apresuró a hablar—No me molestas, solo estaba un poco distraída—le dio una sonrisa.

Jongin abrió el paraguas y los dos entraron en el para refugiarse de los pequeños copos de nieve, el edificio en donde ella vivía se asomo frente a ellos y ella soltó un suspiro, ¿no podía ser el camino más largo?
Sintió que los pasos de él se acortaron un poco y fueron más lento de lo normal.

—Jongin—lo llamo, él se detuvo y la miro—Yo...—este era un momento de avanzar un paso hacia adelante y dejar las fantasías para tener algo real. Kaeun reunió el valor de las y los protagonistas de sus libros y después de una bocanada de aire, prosiguió—Mañana cerraré temprano, así que me preguntaba que si tú estabas libre tal vez te gustaría ir a algún lugar.

Apretó sus puños a la expectativa de su respuesta, probablemente él era alguien popular y ya tenía planes para el día de navidad.

—¡Wow! Justamente iba a preguntarte lo mismo—Kaeun se quedó en blanco al escucharlo—. Tengo dos entradas para el café temático de extraterrestres que acaba de abrir, pero está bien si no te gustan esas cosas, podemos hacer algo diferente—dijo con una sonrisa apenada.
En sus fantasías jamás había imaginado a un Jongin fan de la vida fuera del planeta.

—El café y los extraterrestres están bien, de verdad me gustaría mucho ir contigo—se alegraba de comenzar a conocer mejor al verdadero Jongin.

---------------------------
Historia con mucho cariño para mi KarlyHeeG  ❤️❤️❤️❤️❤️