~Epilogue~

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América, 1990 


Desde su posición en el sofá estampado puede cómodamente deleitarse de la divina imagen que es Choi Soobin bailando y cantando bajito en lo que se mueve de lado a lado, cocinando un postre "sorpresa" para él; le es gracioso, el inconfundible olor y que la cocina sea más que visible no ayudaban mucho al propósito de su novio, pero lo dejó continuar su papel porque ama su sonrisa de hoyuelos, que cada año se hace más bonita, y cocinar en una de las actividades que más le ponen feliz.

Con todo y su linda y rubia distracción, escucha la voz de su padre a través del teléfono fijo en el departamento que alquilaron por la temporada vacacional. Por suerte es una zona turista tranquila y el clima es fresco, la decoración bonita con sus toques modernos y los locales de comida en el área eran buenos; aunque prefiere los platillos de su bailarín personal.

–¿Estarán una larga temporada por Seattle o se quedarán sólo un par de días?

–Iremos a Chicago en una semana para la exposición de Soobin, nos quedaremos un mes allá, aproximadamente – se acomoda en su posición y una gran sonrisa orgullosa extiende sus comisuras, su pecho se infla en lo que adula: –. Debes de ver las obras majestuosas que hizo, te enviaré fotos y hasta los recortes periódicos. Todos lo adoran.

"No más que yo, claro, pero ¿Quién no cae en sus encantos?"

Soobin se asoma con un saltito y con un mohín apenado, a Yeonjun le produce tanta ternura que no explica cómo se controló de no apretarle sus mejillas y morderlas suavemente entre besos.

–No seas exagerado, hyung. Tu padre creerá que soy ultra famoso.

–Lo eres, cariño.

–Para ti, compras todas las portadas de periódico en donde salgo, Junnie.

Bin no es que se queje, lo dice con una sonrisa cariñosa y mirada de bobo enamorado; lo está, nada que ocultar, no es nada que todos no sepan ya.

–Creo que estoy interrumpiéndolos – Chan bromea con una tosecita que rompe la melosa atmosfera detrás de la línea.

–Lo siento, papá – ríe cómplice. Soo regresa a la cocina justo con una risita que trata de ocultar después de que le manda un guiño.

–Descuida, es el amor – da un último chiste al respecto. La charla se desvía un poco acerca de los puntos a los que iríamos, hasta que mi padre cuestiona con un tono sugerente: –¿Cuándo vendrán de visita a Japón? Hace dos años no nos reunimos, hijo.

Yeonjun y Soobin concordaron en ir despacio después a su reconciliación en la cabaña durante aquella ocasión en Takayama, pasaron la noche refugiados ahí, conversando y leyendo las cartas que les fueron privadas de su alcance por tanto. Y si de algo sirvió eso, fue para al día siguiente, sin darle más vueltas al tema, terminar huyendo juntos del pueblo. Sí, fueron lento, a su modo.

Escaparon a Tokio al inicio para buscar lo necesario en el departamento del mayor, y posteriormente emprendieron rumbo hacia Kioto para iniciar. No tenían ningún plan establecido ni contaban con tanto dinero, eran un par de locos enamorados y siendo irresponsables por primera vez, sin rendirle cuentas a nadie, era su etapa de revelación. Las esperanzas, sueños y el aprecio mutuo era lo que más llenaba sus bolsillos en esa aventura romántica. A pesar de ello, no les faltaba absolutamente nada.

Trabajaron de mil cosas distintas para subsistir, se desconectaron del mundo totalmente, sin excepciones, porque eran conscientes de que los demás a la final sabían que estaban bien. Fue un periodo no tan largo, al volver a la capital tras esos tres meses de ausencia, todos estaban furiosos, angustiados y con mil hipótesis. ¿Y ellos? Se rieron y calmaron el fuego, al menos de los que aún les hablaban; la pareja Kim-Min, Chanyeol, Jisoo, Tae, Kai, Beomgyu, Jay y Arin.

De hecho, dada situación se dio porque al apenas llegar, Yeonjun sorprendió hasta al mismo Soobin cuando plantó la cara y confesó que eran pareja abiertamente a cada uno de los que le preguntó sobre su ausencia. Rose casi entró en crisis y le reclamó a su hijo por su arrebato -aunque era primera vez en meses que lo veía después de que le admitió su enamoramiento por Soobin-, toda la familia y las personas de su círculo se enteraron de igual forma y no tuvieron una buena reacción. Sus tías se decepcionaron profundamente de ellos dos, sobre todo de Soobin, a quien llamaban inclusive como "Judas". Sumando que el jefe de Jun estaba histérico por la renuncia telefónica que el chico hizo desde Kioto aquellos meses afuera, por lo que también lo buscó en la ciudad para intentar convencerlo de volver, sin éxito.

Soobin no sólo tuvo a las tías de su novio y a la madre de éste viéndolo como un sodomita traicionero, sino que a varios de sus profesores, el anciano de la panadería, los pueblerinos, clientes y personas a las que conoció en Takayama les llegó el chisme, pues corrió como pólvora de alguna manera, y todos se voltearon en su contra como si tuviesen derecho a opinar sobre su vida y sus decisiones por el simple hecho de haberlo conocido alguna vez. Se enteró por Arin y Beomgyu, a quienes incluso hilarantemente se atrevían a molestar para exigir explicaciones, ellos les ignoraban y los ponían en su sitio.

En resumen, todo fue un drama eterno donde los chicos descartaron a todos los que les dieron la espalda.

Nada de la madre de Yeonjun, o el padre de Soobin, nada de los cientos de amigos que tenía el pelinegro, ni de su familia... Sí, las listas de contactos se reducen cuando gritas al mundo que vas en contra de su corriente. Y no está mal, es mejor estar con quienes les acepten, lo agradecen, y saben que son afortunados por tener a varias personas que los quieren tal y como son. Están más que satisfechos con ello.

Tomaron sus cosas al sentar todo, planificaron un mejor plan y terminaron por marcharse a la capital de Corea del Sur por una temporada, eran sus raíces al fin y al cabo, y Chanyeol y Taehyun los ayudaron con amigos de allá. Fue duro al principio, sus profesiones sirvieron casi al año cuando consiguieron trabajo y validaron sus papeles, pero no conseguían adaptarse; era difícil conseguir tolerancia en Asia. En lo que los rumores de que eran una pareja homosexual surgían, perdían sus empleos, recibían malos tratos y de más, fue una constante mudanza, y tuvieron que ser muy discretos, como les recomendaron Jin y Yoongi, quienes eran más que expertos en esa vida. 

Nadie quería a un profesor gay enseñando cosas "malas" a sus hijos, o a un comunicador social que vive con un hombre en "pecado", todos esos prejuicios erróneos de la sociedad eran muy jodidos de sobrellevar, pero no imposibles. Por lo que, a tres años de ardua batalla, terminaron por reunir el dinero suficiente y cumplir una de sus mayores metas: Irse a américa. 

Por suerte Yeon conservó a unos poquitos contactos leales, ambos tenían conocimiento de inglés -él sólo le dio unas cuantas clases a Soobin para ayudarle a reforzar más el idioma y enseñarle cosas que no sabía-, y así se establecieron en uno de los únicos países donde la homosexualidad no era tachada con penas de muerte, no se tenía una persecución constante y no se consideraban un fenómeno, sádico o enfermo mental desde 1973. Era un dato curioso, porque fue justo desde la misma década donde los dos se conocieron de niños.

Por supuesto hay intolerancia, malas miradas, murmullos, insultos e intentos de agresión, aún el mundo no estaba tan preparado para afrontar que dos personas de un mismo género se amen con locura, puesto que ellos consideran que realmente es una cosa de locos, pero Yeonjun y Soobin estaban juntos, felices y se tenían el uno al otro cada día.

Viajaban por los diferentes estados, Soobin tenía cierta fama local que adquirió al mostrar sus obras al público, Yeonjun también hacía interpretaciones escénicas de baile y canto después de haber tomado sus soñadas clases, y aparte de ello, por temporada conseguían trabajos de sus profesiones con contratos de corta duración. No eran considerados una pareja de clase media, no siempre beben vino de marca o comen carne, pero a cambio, hacen el amor en un cómodo tapete -o donde se diera la situación-, bebían un delicioso jugo de arándanos, se bañaban juntos para ahorrar la factura de agua, comían las delicateces del rubiecito, leían acurrucados, cantaban con el tocadiscos, bailaban juntos con la radio, se cuidan al enfermarse, compartían veladas románticas y, lo más importante: Eran libres de expresarse, todo a su ritmo, sin prisas ni dolor. Estaban cada temporada juntos, ya no sólo durante el verano, y eso era lo mejor.

Obviamente el precio es caro, no es fácil tener que alejarse de quienes aman para alcanzar esa paz...

–Pronto, lo prometemos – no mentía, lo estaban considerando recientemente como una probabilidad, y espera que los cinco años que estuvieron lejos fueran suficientes para que comprendieran que no era ningún capricho ni una etapa, sino una relación sólida de dos personas que se aman. Se cerciora de bajar un poco el volumen de su voz al echar un vistazo discreto a su pareja, Soo estaba distraído en su labor –. ¿Cómo está mamá? ¿No has sabido nada de Namjoon?

–Ella está excelente, el fin de semana pasé por el servicio social en donde es voluntaria y charlamos un poco. Luce contenta, sólo que te echa mucho de menos... Recientemente ha estado teniendo un buen tiempo de reflexión – se percibe alegría y serenidad en su entonar, y es que le complace que su ex esposa finalmente esté asimilando todo y luche por mejorar como madre. En un principio ellos no terminaron bien, la etapa del divorcio fue dura, una decisión que le costó plantearle a la mujer, pero que al menos terminó esta por aceptar, no podían seguir en un matrimonio que se rompió tras la ida de Yeonjun y la confesión de muchas verdades. Porque, sí, a la final también tomó coraje como Yeon y le contó sobre su pasado, desde luego que ella no lo tomó nada bien, lo culpó por el destino de su único hijo y le echó de la casa, igualmente era algo que él planeaba hacer por su cuenta, no esperaba otro desenlace; posteriormente, por cuatro años no se vieron a la cara, hasta ese reencuentro que le narró al azabache. Para Yeonjun fue difícil también, pero lo peor ya había pasado –. La distancia fue muy necesaria, ya no tiene sentimientos negativos después de ir a terapia, yo tampoco.

» Rose también cortó comunicación con la familia, por lo menos un tiempo. El viaje que hizo a Shanghai creo que de igual forma fue necesario y terapéutico. Ahora está más radiante y sana, hijo... Quiere verlos, a los dos.

–Es un alivio, no sabes lo contento que estoy de escuchar eso – suspira con una sonrisa honesta, sentía que las cicatrices iban sanando por fin, y le enorgullece que su madre esté dando todo de sí, es participe que su decisión la afectó mucho, hasta con su vida social y familiar, la misma iglesia a la que asistía le dio la espalda, y lamentó enormemente no haber podido estar para apoyarla, por más que eso último fue por misma elección de su madre. Lo del divorcio tampoco fue tarea fácil, pero agradeció que sus progenitores consiguieran llegar a un mutuo acuerdo y que todo acabase de la mejor forma, como las terapias que estos tuvieron por su propia recomendación; en ello tuvo la ayuda de Kai, puesto que su hermana mayor era psicóloga, y personalmente se encargó de instruirlos de la manera indicada. Es bueno contar con buenas personas en su vida –. Merece lo mejor, ambos lo merecen. Los echamos mucho de menos también.

Y no es para menos, Yeon tuvo que estrujar sus ojos para apartar las lágrimas de emotividad desde que escuchó que su madre quería verlo después de varios años, porque significa que ya lo aceptaba, a él y a Soobin, y es que no fue nada agradable con el rubio cuando lo tuvo en frente la última vez, pero el que esté arrepentida y quiera saber de ellos, aquello valía oro para él. Le curaba una parte de su corazón.

–Todos merecemos lo mejor, Yeonye... Y en cuanto a Choi, los padres de Beomgyu me dijeron que visitó el pueblo hace unos dos meses, lo visitaron un rato. Está sano, la niña igual, pero dicen que él sigue teniendo una mirada muy exhausta. Ya sabes...

Sí, Arin solía decirles que en sus ojos carga el peso del remordimiento desde que lo vieron en el bosque aquella vez. Mantenían contacto con ella, pero quería saber de otra fuente el estado de quién fue su profesor de piano cuando niño, el padre de su pareja.

–Papá, dilo ya – suelta un suspiro prolongado, volviendo a chequear que su novio esté distraído. Frunce el entrecejo porque parece quejarse de alguna herida en el dedo, rebusca una cajita de curitas y agita entre siseos su mano, tiene ese puchero que se le antoja besar entre mimos; lo haría después de la llamada –. Sé que te contienes, suéltalo. 

En efecto, Chan también escapa el aire de misma forma.

–No pueden evadir a todo el mundo durante toda su vida, Yeon. Ya pasó un periodo prudente, ¿No?

–Queríamos ahorrarnos malos momentos, pero te entiendo y concuerdo contigo.

–¿Significa que...?

–Te he estado dando pistas directas toda la llamada, viejo – concede con una burla afectuosa que provoca y a risa jovial en su padre.

Conversan brevemente sobre otros asuntos y acerca de su plan de regreso, todavía no irán a Japón, pero pronto. Es en el momento que Yeonjun le intriga con la alusión de cierto "regalito", que Chanyeol se confunde.

–¿A qué te refieres con que me tienes una sorpresa de cumpleaños? ¡Cumplo dentro de tres semanas!

–Es algo adelantado que valdrá la pena recibir antes, confía en mí – explica con voz amena –. Quiero que tomes tus propios consejos paternales, no puedes esconderte de la plenitud toda la eternidad, papá.

–¿A qué va eso? – eleva una ceja, sin embargo, no consigue contestación al un sonido resonar por todo su modesto departamento. Le extraña tener visita -más por la hora-, ya que no esperaba a nadie y no solía tener muchos amigos – Espera, alguien toca la puerta.

–Nah, debo irme, te llamaré luego – dice cantarín, comenzando a despegarse el aparato para que el otro no refute. Antes de colgar, exclama felizmente: –. ¡Te quiero, pá!

Yeol queda con las palabras en la boca y resopla en medio de una negación divertida, su hijo no tenía remedio, pero le satisface plenamente que suene más vivo y feliz desde que decidió ser quien era, sin necesidad de prestar atención al resto. Definitivamente era su ejemplo a seguir, admiraba a su hijo tanto como lo amaba.

Se levanta del sillón después de colgar y camina hasta la puerta, sólo que, al abrirla, se queda tan perplejo que se le atora el aire con un jadeo de asombro, por poco y se cae en su sitio, hasta debe parpadear repetidas veces para corroborar que no se trata de un sueño, uno de esos cientos que le acompañaron por toda una vida adulta. Y es que escanea de pies a cabeza al hombre frente a él, aún incrédulo.

–Chanyeol... Hola.

Pero aquella sonrisa que arruga la piel debajo de sus ojos marrones, la voz melodiosa con toque infantil, su aroma a perfume masculino, mismo que siempre usó desde que le conoció, y su aura misma, ese porte y complexión más pequeña que la suya, no pueden ser una fantasía, porque sólo le pertenecen al único ser del cual se ha enamorado, el único que le produce mariposas y un corazón desbocado, todo con un simple saludo.

–B-Baek... Baekhyun – es imposible de esconder su impacto por más que lo intente, se sostiene fuerte de la perilla, no le viene a la cabeza la última vez que se sintió como un adolescente nervioso frente a la persona que le flechó, todo se siente como si el tiempo jamás hubiese transcurrido; el mayor es tan hermoso como su mente lo guardó, sin importar los años que tenga encima o sus cambios físicos por ello. Al contrario, luce como el vino, y le apena tener aquellos pensamientos en su cabeza que logran hacerlo balbucear: –. ¿Qué e-estás...? ¿C-cómo...?

–Tu hijo me ha contactado, es bueno indagando y siendo convincente. Tiene tu mismo carisma y chispa – halaga con sutileza, mostrando el cariño en su tono, sus ojos brillando y experimentando todo lo que el otro hombre siente. Para él tampoco las cosas habían cambiado, al menos no sus sentimientos por el sujeto al que se muere por abrazar. Por más que se muestre sereno, pues se preparó mucho mentalmente para visitarlo, está igual o peor de nervioso que el atractivo y mucho más maduro Choi que tiene al frente –. Has educado a un gran hombre, se parece mucho a ti.

Chan corresponde a la sonrisa lentamente, armando el rompecabezas con la pieza más esencial: Yeonjun buscó y encontró a Baekhyun para traerlo hasta él. El nudo de emociones que le provoca el suceso le humedece los ojos con su amor paternal desbordando junto al amor romántico, todo dirigido para las dos personas que más ha amado en su vida, su hijo y su alma gemela.

Pronto su respiración se regula con una risita.

–Lo es, es mucho mejor que yo... 

Baek lo replica y no tarda más en abrir sus brazos con un temblor de anticipación, ambos con ojos empañados, con sonrisas agotadas de una vida lejos, pero plenas de un nuevo reencuentro, con miedos que se rompen cuando recibe al más alto que se abalanzó en busca de un abrazo donde no dudó en estrecharlo. El menor le pedía imparables disculpas mientras lo acaricia y llora con él.

Ambos comparten el mismo dolor, pero también se reparan ante la idea de ya tener a su disposición mucho tiempo para hablar, aquel que antes no tuvieron siquiera para amarse con libertad. Pero ya no más, ahora estaban en el momento correcto, en los brazos correctos.

–E-está bien, lindo, él me lo explicó todo...

–P-perdóname, amor...

–Ya lo hice... Ya estoy en casa...

Baek sonríe entre sollozos de goce pleno cuando Chanyeol besa los lunares de su cara, sus manos y cada lágrima entre risas, como si volvieran a ser los jovencitos enamorados de antes.

–Dios, tengo tanto que contarte.

–Y yo a ti, tenemos tiempo, así que espero me hagas un café mucho mejor que los que solías preparar.

Chan sonríe con mejillas sonrojadas, un brillo juguetón en sus ojos.

–Estás aquí para enseñarme, ¿No?

Y Baekhyun lo adoró, juntó sus narices y frentes, asintiendo con todo el alivio que podía sentir una persona que estuvo lejos del amor de su vida por tantísimos años.

–Gracias a tu hijo, toda la vida.

Precisamente el causante del emotivo reencuentro entre los hombres es quien ahora abraza por la espalda a su propia alma gemela, dándole besos en el cuello y su mejilla para ocasionarle esas risas que tanto le llenan por dentro.

–¿Te duele mucho el dedo? ¿Te quemaste o te cortaste, bebé?

–Fue sólo una quemadita con la cafetera, estoy bien, Junnie.

–Deja que lo juzgue, soy tu hyung doctor – propone con una chistosa melosería, tomando la mano más grande con delicadeza y examinando la curita con cinnamon roll en el estampado. Besa el dedo y lo acaricia, aún sin soltar al menor –. Ya sanará más rápido, soy un buen healing.

Soobin entornó los ojos con mejillas ruborizadas, ese bobo todavía le ocasiona esas reacciones, sin importar los años que tengan. Rebusca los guantes con esfuerzo debido al impedimento del cariñoso gesto de su mayor.

–Ujum, me siento mucho mejor... ¿Qué tal tu padre? Fue una buena jugada lo de la sorpresa, pero el pobre debe estar hiperventilando ahora mismo.

–Está muy bien, y seguramente está mejor ahora. Se lo debía por todo lo que me ayudó y vivió.

Bin sonrió por inercia, con aprecio y orgullo. Siempre estaría agradecido con todos los que les ayudaron durante su conflicto, sobre todo con su suegro.

–Estoy plenamente convencido de que, incluso sin su intervención, hubieses terminado buscándome hasta debajo de las piedras para que te diera una oportunidad.

–Me conoces perfectamente, mocoso – musita en su oído antes de besar su lóbulo, extrayendo otra armoniosa risita y un escalofrío del rubio que le hace sonreír embobado –. Hasta el fin del mundo.

 –¿Sabes que creo? Que nunca terminamos lo nuestro realmente – susurra con dulzura, acariciando las manos en su abdomen, entrelazándolas un rato. Eran esos momentos de paz, sin trabajo ni responsabilidad, encerrados y atrapados en su refugio, los que le llenan el alma; bueno, todos los momentos juntos, desde que abre sus ojos y ve a su hyung, le hacen pleno –. Me refiero a que jamás me fui, ni tú lo hiciste, siempre estarás en mí y yo en ti.

Y lo dice en la manera menos dependiente que existe. Una de los aprendizajes que han tenido desde que regresaron como pareja, es que pueden ser el todo del otro, sin ser un todo. Su amor no es dependiente o tóxico, no es asfixiante, sino un: Escojo ir de la mano contigo en este camino llamado vida, no eres mi motor, pero sí mi más grande impulso y apoyo.

Han tenido tropiezos de los que se levantan, ningún conflicto es demasiado grande como para separarlos, menos al haber atravesado por tanto. Ya eran un equipo, juntos.

–Es curioso que coincido con tu teoría, profesor Choi – suspira con ojos cerrados, dando un beso casto en la tersa piel de los hombros anchos, se pierde unos segundos en esa piel al aspirar el aroma a jabón y colonia, pero no era un tacto con dobles intenciones, sino de adoración. Sólo se queja con un berrinche porque su novio se zafa de su agarre y va al horno cuando este suena en aviso, extrayendo una humeante bandeja con un olor inconfundible que le hace rugir las tripas –. ¿Qué es eso?

Soobin muestra con una sonrisa al depositar la bandeja en el mesón. Es gracioso que Yeonjun finja que no sabe lo que es, siempre lo complace.

–¡Tachán!

Yeonjun sonríe emocionado y aplaude infantilmente para hacer carcajear al otro.

–¿Vas a devorarte este también en lo que voy a cambiarme de ropa o sí puedo confiar en ti?

–Hmm, tal vez – continúa la broma y besa cortamente los labios ajenos con coquetería –. Pero te lamentes si me la como, tienes la ventaja de tenerme como un esposo dispuesto a prepararte todas las tartas que desees.

Como aman usar la palabra "esposo" cada que pueden.

–Bien, acepto la oferta, señor Choi de Choi.

Mientras el alto se separaba gustoso con su objetivo de adularlo, él sonríe como idiota pensando que Soobin era un hombre más hermoso cada día que crecía a su lado, era muy afortunado de tener a semejante mocosito encantador como su pareja de aventuras y vida.

Igualmente, en lo que el ojos miel termina de ordenar y servir la tarta para degustarla antes de su salida, al cruzarse con el pelinegro que buscaba sus zapatos con su característico puchero de pato, pensaba que Yeonjun era más perfecto -en medio de sus imperfecciones- cada día que vivían juntos.

Ambos Choi salieron más tarde de lo planeado de su actual domicilio, todo con el plan de pasear en su día especial, ya que era su nueva fecha de aniversario desde que se convirtieron formalmente en pareja, de nuevo. Van detallando el paisaje por las calles urbanas de Seattle, el ambiente otoñal destaca por los tonos naranjas, amarillos y marrones, el clima acoge cálidamente, y los dos comparten la misma idea con una sonrisa cómplice, sin soltarse del brazo: Era increíble ser libres de disfrutar cada estación juntos, ya no exclusivamente en verano o temporadas cortas. 

Durante los recientes cinco años habían aprendido muchas cosas del otro, adquirieron pequeñas costumbres del contrario por la constante convivencia, sin embargo, se daban su espacio, respetan y confían en el otro mutuamente, es un punto que han fortalecido con el tiempo. Ya no habían secretos y era claro para ellos al mantener la comunicación viva, sin importar cuán difícil fuese el asunto o situación que atravesaban. Ni siquiera habían celos o temores muy grandes, todo se mantenía en un margen saludable.

Por esto es que abren una discusión pendiente:

–Estoy considerando volver a Japón para visitarlos a todos – Soo informa dándole un sorbo al cappuccino en su mano, habían hecho una parada en una cafetería debido a una momentánea llovizna que era apreciada por las ventanas del cómodo local –. Me ha rondado hace unos días por la cabeza.

–Igual yo, lo pensé desde hace algunas semanas y justo papá lo mencionó hoy por teléfono – concede luego de asentir quedamente, encogiéndose con despreocupación –. Supongo que ya se han calmado un poco las aguas, podemos ir después de visitar Chicago.

Y es que es implícito que Soobin extraña mucho a su padre, ya no le guarda rencores ni mucho menos le odia, comprende sus razones para cómo actuó, por más que no las comparta ni apruebe. No sabía de él nada más que lo que Arin y su hermanita le informaban por teléfono o en cartas. Yewon se separó de Namjoon por una temporada debido a lo que hizo -una vez se enteró por el mismo hombre-, fue el último mes de embarazo que volvieron a estar juntos, y era un suceso que le calmaba enormemente, ya que no quería que su progenitor permaneciera abandonado y solo por errores de los cuales al menos se retractó, más cuando ahora tenía una hija pequeña que necesita a sus dos padres unidos; él sabe lo duro que es tener a uno solo durante aquellas primeras edades de la niñez.

Mejor arrepentirse tarde que nunca, un hombre que admite sus fallos y pide perdón, a pesar de sus ideales y costumbres, era digno de admirar y perdonar.

Namjoon les pidió espacio también, no intervino en lo suyo, entre los tres respetaron esa necesaria y prudente distancia, pero, por los mensajes que le enviaba con su esposa e hija cada que éste llamaba, era notorio que el más moreno echaba excesivamente de menos a su hijo

Ya todo sanó, ¿Por qué no darse la paz mutua, siendo la única familia del otro? No olvidan que siempre fueron el sustento del contrario, una familia pequeña, pero que se quería muchísimo.

–Me pregunto cómo seguirá nuestro bosque – Bin inquiere con una sonrisa melancólica, sólo que a diferencia de antes, ya no le lastimaba haber tenido que irse sin mirar atrás –. Siento como si una parte de mí nunca se hubiese ido de ahí.

–Bueno, yo puedo llevar mi hogar a donde yo quiera en este planeta, así que no necesito más – sonríe con honestidad, posando su mano sobre la contraria, las dos reposadas en la mesa de madera –. Volveré todos los Nunca jamás en nuestros Siempre y para siempre.

Bin ríe bobamente, aceptando la caricia sin cohibición, sus mejillas calientes.

–Eres tan cursi, Choi Romeo.

Jun chasquea sin borrar la sonrisa, levantándose junto al dongsaeng para irse del local, ya el cielo detuvo su rocío y tenían todavía más sitios a los que visitar. 

–Lo dice el mocoso que arruinó mi propuesta de matrimonio porque no pudo esperar a ser quien mostrara los anillos primero.

–En mi defensa, no tenía idea de que me lo pedirías esa misma noche – debate con astucia, abriendo la puerta para darles paso a ambos y recibir al viento que mueve sus cabellos mientras ríen –. Además, recuerda que eres quien hace esta clase de cosas para regalarme cuando soy un mocoso mimado y enfurruñado.

En lo que el chico exponía su punto, éste había sacado de su bolsillo un click metálico ya oxidado y en forma de corazón, ese que guardó por años, causando en su hyung un sonrojo similar al suyo; Yeonjun no era el único que atesoró objetos de valor en su pasado.

–¿Estamos compitiendo de nuevo, Choi? –  bufa con parpados entrecerrados, sólo que no se ve amenazante al reprimir esa sonrisa que tira de sus labios tras arrebatarle la pequeña prenda al menor – Porque considero que gané al haber logrado que lo conservaras todo este tiempo.

–Tienes razón, ganaste mi corazón.

Más y más carcajadas suenan en medio de los peatones que se cruzan en su trayecto, observando al par en su propia nube, miradas de diversos tipos presentes ante su unión y cercanía, pero ellos ajenos a estas. 

–Dios, somos tan idiotas como Tae y Gyu.

–No me quejo, pero esos dos son peores.

–Cierto, nosotros somos la mayoría de las veces cursis en broma.

–Ellos lo son de naturaleza.

La mención de la parejita es muy hilarante, puesto que se suponía que Taehyun no fue jamás alguien demostrativo, hasta que comenzó su relación con Beomgyu, y ahora ellos se volvieron objeto de burla para su círculo de amistades cercanas, entre estos resaltan Soobin y Yeonjun.

Mantienen contacto con el par, de hecho, hasta se encontraron en invierno para celebrar juntos las fiestas, y satisfactoriamente eran tan felices como ellos al ser libres con su amor y haberse mudado a Europa, portando un anillo de pareja como una promesa que ni la misma sociedad podía negar o quebrar. Tal como a ellos.

Yeon de reojo goza del brillo que irradia Soo, observa sus brazos enlazados y suelta el aire bajito al recordar la noche en la que los dos se propusieron matrimonio durante el verano de dos años atrás. Si bien es verdad que actualmente la ley no permite a personas de un mismo género una unión marital, para ninguno de ellos fue impedimento de simbolizarlo con dos anillos a juego. Celebraron un matrimonio entre la intimidad de las personas que les apoyaban, sin haber planeado una fiesta por todo lo alto, sencillamente dando el paso con trajes bonitos, un par de anillos, flores, champaña y dos sonrisas igual de grandes tras un beso que plasmaron en una fotografía que retrataron para llevarla consigo a donde fueran.

–Ni yo tampoco... ¿Sabes? Ya que lo mencionaste hace unos minutos, confieso que sí tengo ganas de saber cómo está el bosque, espero no talaran nada o vandalizaran el área.

El rubio se detiene para esperar que el semáforo les conceda el paso, aprovechando para encarar al más bajo y acomodarle los mechones sueltos con su mano libre. Le guiña y repite las mismas palabras de éste:

–No importa si llevo a mi hogar conmigo, Peter.

El azabache se abstiene de abalanzarse para jalar aquellos cachetes de pan, abrazar el cuerpo más grande y comer a besos sus rosados labios, sólo porque están en plena avenida y sigue siendo arriesgado el mostrarse al cien por ciento. A pesar de esto, le regala una cariñosa sonrisa y un empujoncito amistoso por el brazo.

–No me imites, mocoso llorón. 

Su cita prosiguió con cada sorpresa planificada, deliciosa comida y lugares maravillosos, pues les fascina su nuevo hobbie y meta: Viajar, conocer y aprender juntos de cada país y sitio al que van. Actualmente su destino era Seattle, habían recorrido catorce estados de América y en cada uno disfrutaron al máximo, sobre todo por compartir la experiencia de la mano del otro.

Soobin no creyó posible en su niñez ni adolescencia aventurarse tanto por el mundo, no imaginó tener los recursos, sólo se limitaba a fantasear y añorar junto a las estrellas fugaces y las velas del pastel, pero con su arduo trabajo- y el de su hyung favorito- lo ha alcanzado. Además, Yeonjun cumple cada promesa que le hizo de niños, hace nuevas cada día y se encarga de hacer todo en su alcance para cumplirle todo. Es mutuo, claro.

Recuerda todo lo que vivieron en el pasado, e inevitablemente le da nostalgia al hallar a un chico caminando en la acera contraria con un aspecto similar al de Huening Kai, su amigo y ex compañero universitario de Yeonjun. Las circunstancias les alejaron una buena temporada, pero le alegraba inmensamente haber retomado contacto cuando visitaron Hawaii y coincidieron con el muchacho dos años atrás. Estaba feliz y de paseo con su actual pareja, un chico tailandés, viviendo libremente como lo hacen ellos ahora; sostuvieron una conversación amena y bonita, se abrazaron sin rencores y desearon lo mejor, intercambiaron datos, y por suerte hablan de vez en cuando. Increíblemente, Yeonjun también entabló una gran amistad con el menor, ya dejando de lado rivalidades e inmadureces del pasado.

Son varias las personas que han conocido y atravesaron por lo que ellos, obviamente una historia distinta, pero con un mismo factor en común, un romance "prohibido" y polémico para el resto al ser entre personas de mismo género. Con algunos fue bastante impactante, un ejemplo eran Jisoo y su ahora novia Lalissa Manoban, una modelo y cantante reconocida en toda Asia. Fue una bomba que estalló por todos los medios, las chicas se fueron de Corea, pero ellos las apoyaron en todo, inclusive Soobin y Jisoo se volvieron cercanos a pesar de la historia con Yeonjun, algo que éste último agradecía, ya que la chica era una de las pocas amistades reales que alguna vez tuvo. Ella igualmente les apoyó, mantienen contacto esporádicamente, como fue con Seokjin y Yoongi, o con Jay y Jungwon, quienes igualmente eran pareja; estos últimos eran de sospechar, no fue tan impresionante para nadie.

Todos ellos eran considerados un fenómeno para el resto del mundo, un grupo de inadaptados, sodomitas, pecadores y demonios, el caso es que no les interesaba la opinión de los demás, se conforman con ser plenos amándose y dándose toda consideración. Son como una familia que sí se escogió a pesar de todo.

Son muy conscientes de la suerte que han tenido con todo y altibajos, igual tienen amistades heterosexuales que no les juzgaban, es una bendición que no todos sean iguales de intolerantes, porque a pesar de todo, es cansado pelear con todo el mundo por amar sin prejuicios.

Al final, todos somos humanos enamorándose de humanos, como en los libros que Soobin solía leer desde niño, como las parejas que Yeonjun solía apreciar en la ciudad. Lamentablemente, no todos lo ven así, y siempre existirán historias peores, parejas que no pudieron ser, casos terribles de injusticia, amores unilaterales, asesinatos, discriminación, traiciones, y pare de contar cuántas barbaries más.

Toda aquella mezcla de memorias le hacen suspirar mientras observa a su novio alimentando a unos perritos en el refugio animal al que solían visitar los viernes por la noche, justo como ahora. Le saca una fotografía y sonríe cuando el más bajo le sujeta de la mano tras despedirse de la chica que atiende el espacio y dirigirse con él hasta el puente del parque.

–A veces siento que estoy soñando estando contigo – suelta de pronto, deteniendo el andar de ambos al acercar levemente por el brazo de su hyung para captar su atención. Claro que lo consigue, sus comisuras se levantan al mirar con adoración al mayor –. Me haces soñar incluso de día, cariño.

–No, Binnie – hace una pausa para acortar la distancia con el confundido y tierno chico de orbes miel, dándole un beso suave en el dorso de su mano y luego uno en su nariz después de ponerse de puntas, no hay muchos transeúntes tan de cerca de donde están, aun así mantiene el límite por prudencia. Le basta con acariciar la piel sonrojada de su menor y decirle con deleite y confianza: –. No es un sueño, es tan real como nosotros, y es esa justo la mejor parte de todo, mi amor.

Con las emociones rebosando, no se aguanta de jalar entre risas al pelinegro y guiarlo hasta los jardines con cientos de flores que les rodeaban, la primavera era preciosa, por más alergias que les trajera. Se carcajean correteando entre estornudos o chistes, eran ellos en su universo, ignorando a los que les ven mal o extraño, hasta que sus estómagos duelen y se doblan en el pasto, por un minuto deteniendo el tiempo y siendo esos niños en su lugar secreto, con la diferencia de que ya no lo era, podían gritar sus sentimientos sin esconderse.

Ya Yeonjun puede gritar que ama a Choi Soobin con cada fibra de su alma, puede entregarle una corona de flores improvisada que fabrica ahí en su puesto, una pequeña niña que jugaba alrededor sonriéndoles con inocencia y sin malicia. 

Ya Soobin puede lanzarse sin pena encima de Choi Yeonjun para unir sus labios con añoranza y entrega, colocándole una corona de flores que también fabricó para él, nombrándolo dueño de su corazón, por más cursi que suene. Al separarse del sonrojado ojos verdes, ambos tienen una sonrisa boba y lágrimas que brillan en sus orbes, ya no por el pesar, sino porque derrochan su euforia conmovedoramente.

Cualquier sitio es un paraíso si están juntos.

Soo acaricia las mejillas contrarias con dulzura y junta sus narices sin borrar su enorme sonrisa, sintiendo el tacto de las masculinas manos, afectuosas y firmes en su cintura.

–¿Recuerdas que los mejores besos se roban, hyung?

Yeon asiente, tan complacido como perdido en todo lo que su esposo es, imitando su sonrisa al abrazarlo.

–Yo a ti mucho, Soobinnie.

–También te amo mucho, Yeonjunnie hyung.

Así, cada día es como un sueño hecho realidad para los dos Chois, afrontando la dura realidad a cada instante, pero siendo ellos mismos, juntos.


Me conmueve llegar a esta parte del fanfic porque le puse mucho empeño y cariño desde que lo inicié, desde el segundo en el que tuve la idea (benditas fotos conceptuales de Temptation). Además que le tomé mucho aprecio al ser inspirado en mi primer comeback oficial como MOA (Era fan desde predebut, pero mil situaciones me impidieron seguirlos de cerca hasta el año pasado, aunque en todo momento los amé ❤️), y de paso al ser de mis ships favoritos, y una dedicatoria a mi Mey, se volvió más que especial TuT

Como ya dije, todavía no es el final final (? Habrán 3 extras primero (Dos de ellos son del pasado, y el último es sobre el verdadero final del fic). Dejaré también una nota aclaratoria en un apartado especial después de subir todo, por si quedan detalles no especificados, para cerrar dudas y todo. Si tienen preguntas, aprovechen de hacerlas uwu

Les dejo otra canción para el soundtrack, está completo en Youtube (Pídanme el link si lo desean 💖):

https://youtu.be/GTdf4iG8wVQ

¿Qué opinan de este epílogo? ¿Les gustó cómo va la vida de todos los personajes?

Y sí, Yeonbin y Taegyu esposos AJKMXKC

Dato: Este mismo año (17 de mayo 1990) La Asamblea General de la OMS elimina la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas. Esto lo descubrí después de escribirlo✨

Los tqm, gracias por leer ❤️

¡Voten y comenten! 🌻

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