Capítulo 7:Pasado
Se que esta noche nos amaremos con desesperación porque no habrá otra noche para pasarla juntos. Nunca más volveremos a vernos. Nunca. Es algo imposible e inconcebible.
Nos acariciamos y besamos intensamente, saboreandonos de manera veloz como solo lo hacen dos personas con poco tiempo que intentan impregnarse el sabor y el olor del otro.
El ruído de los truenos es lo único que apaga nuestras respiraciones agitadas y los relámpagos son nuestra única luz en esta fría noche, en donde una cama se ha convertido en nuestro nido de amor.
En una esquina de la habitación se encuentra una bolsa ya vieja, desgastada por el uso y llena de todo lo que creo que me hará falta. El único armario de la habitación está vacío, tal y como lo dejan ver sus puertas entreabiertas. Esto es el final. Esto es todo después de cinco años.
Podría quedarme en sus brazos toda la eternidad. Podría quedarme en esta tierra que me vio crecer; pero eso significaría mi muerte. La caza de brujas había empezado, y sobre mi habían demasiadas acusaciones. Ese era mi castigo por tratar de ayudar a aquellos que lo necesitaban. Si decidiera quedarme no habría tenido que escaparme bajo la tormenta. Una tormenta que no hacía más que pronunciar la tristeza en mi corazón.
Hemos disfrutado durante estos cinco años de muchas noches de amor pasionales y tiernas. Pudimos amarnos a simple luz sin miedo, sin prejuicios; pero ahora...Me voy; pero te quedas con mi corazón porque solo te pertenece a ti. Nuestro tiempo ha finalizado. Nuestros días felices se desvanecen con las incesantes gotas de lluvia que no dejan de caer. Prometí no llorar, pero me es imposible; pues estoy dejándote atrás. Estoy dejando atrás al amor de mi vida, al padre del hijo que llevo dentro sin saberlo todavía como fruto de esta noche. Dejo atrás mi hermosa Salem.
1 año después
Siento un leve escalofrío recorriendo mi cuerpo, como si alguien me observase. Desde hace un año no hago más que huir, y desde hace tres meses lo hago con mi hija recién nacida. Sacudo la cabeza para alejar los absurdos pensamientos y me centro en mi hija, mi preciosa hija. De pronto, siento que llaman a la puerta y el miedo invade todo mi ser. Doy un respingo y me giró rápidamente para agarrar a mi hija. A estas horas de la noche nadie debería andar despierto, solo las brujas lo hacen y mi instinto me dice que en este pequeño pueblo en el que me instalé no hay ninguna. No dejan de llamar a la puerta de manera repetida, lo que provoca que mi pequeña empiece a llorar.
-Sal bruja o quemaremos tu casa con tu hija dentro-escucho desde fuera. Se que son capaces de hacerlo; pues eso fue justamente lo que hicieron en Salem. Quemaron a mis amigas, hermanas, a mi familia en las hogueras que iluminaron el cielo gris de Salem hace ahora un año.
Solo me queda la opción de salir, de huir, de salvar a mi hija. Abro una pequeña trampilla oculta en el suelo que termina en una cueva a unos pocos kilómetros del pueblo tan pronto empiezo a oler el humo. Camino lentamente con mi hija sostenida en un brazo, mientras que con la otra ilumino el camino con la ayuda de una antorcha. La Inquisición nunca se cansará de perseguirnos, al considerarnos hijas de Satanás; pero lo cierto es que ellos al cometer esos actos están más cerca de el que nadie.
Después de aproximadamente una hora llego a la cueva, exhausta. Después del parto, mi cuerpo se resintió, se volvió débil por lo que cualquier uso de magia poderosa significaría mi muerte. Creyéndome a salvo me tumbo en el suelo con mi pequeña a mi lado; a la cual le canto una nana para que se duerma. Poco después cierro yo los ojos y el sueño se apodera de mi una vez más.
Siento los pájaros cantar, el agua del arrollo que queda tras la cueva fluir y el viento soplando enérgicamente. Este mismo viento me trae las voces de las personas. Las personas que me han encontrado de nuevo. En esta ocasión no tengo escapatoria y maldigo el hecho de que no pueda ver crecer a mi hija. La agarro entre mis brazos con fuerza, y aspiro su aroma. Huele a una mezcla de flores silvestres y lluvia. A continuación la sitúo sobre una mesa de piedra en la cual gravé la estrella de seis puntas. Observo sus ojos azules como el mar, tan llenos de vida y energía por última vez y deposito un beso en su frente al mismo tiempo que las lágrimas se escapan de mis ojos.
-Adiós mi pequeña. Allá donde vayas siempre te querré y estaré contigo-luego pronuncio un conjuro que hace que mi niña desaparezca de esta época desafortunada para las brujas. Luego todo se vuelve negro y se que mi hora ha llegado.
En el presente
Me despierto sobresaltada tras el extraño sueño que acabo de tener. Se sintió tan real que parecía que estuviera allí. Pero lo más extraño era que en mi sueño aparecía una cueva similar a la que había encontrado Alec. No comprendía el porqué de aquel sueño,y si de alguna manera estaba relacionada con mi pasado.
Me levanto de la cama y me dirijo al cuarto de baño en donde contemplo que el tatuaje sigue allí. Bajo el agua de la ducha me debato en decirle a Miriam toda la verdad, aunque eso suponga mi expulsión. Al terminarsalgo de la habitación seguida por Luna.
-Espero que al menos pueda seguir teniéndote si deciden expulsarme-le digo de camino al despacho de Miriam.
A medida que me aproximo escucho voces provenientes de su interior. Oigo la voz de Miriam; pero también la de un hombre. Parecen discutir por lo que me oculto tras la puerta.
-Alguien de tu escuela ha quebrantado las reglas por lo que exijo que encuentres quién fue y apliques con ella la ley con la que con tanta fuerza te amarras.
-Oh ¡Por dios! ¿Estás acusando a una de mis brujas Leandro? ¿Tienes pruebas que afirmen lo que acabas de decir? Mis alumnas saben perfectamente las reglas. Saben que no pueden acercarse a vuestro lado y mucho menos traspasarlo. ¿Sabes como una bruja averigua que es apta para entrar en esta escuela? Tienen una pesadilla en la que se ven quemadas en una hoguera como lo fueron sus antepadadas. Antepasadas que murieron mientras, vosotros los magos, os quedasteis rezagados de todo. Así que...¿De verdad crees que después de eso se acercarían allí?
-Quizás no todas sigan las reglas como tu te crees. Quizás haya alguna bruja curiosa a la que no le importe quebrantar esta estúpida ley.
-No me hagas reír Leandro; pues eso es algo totalmente imposible. Todas saben lo que conllevaría eso y a ninguna le convendría dejar la academia antes de tiempo. Así que sino tienes pruebas te acompaño a la salida, a ti y a tu chuchu inmundo
- Se llama Valiant y te exigo un respecto dado que es mi compañero y en relación a las pruebas si que las tengo-escucho el sonido de una cremallera y de unos papeles-Observa bien las fotografías y juzgalas por ti misma directora.
Puedo escuchar a Miriam sentarse en su sillón, y el repicar de su dedo índice sobre el escritorio. Con cuidado abro algo más la puerta tratando de vislumbrar lo que sucede. Observo al mago de pelo negro y contextura fuerte con los brazos cruzados, como esperando una respuesta que ya sabe; mientras que Miriam observa lo que ahora diferencio como fotografías. La veo pasarlas nerviosa, una tras otra.
-Esto es imposible ¿Qué hace un lugar así en vuestro lado?
-¿Me lo preguntas a mi? Eso es un lugar de brujas, así que esperaba que la respuesta me la dieras tú.
-Nunca he visto un lugar así. Debe tener varios años. El uso de la estrella de seis puntas dejó de usarse durante la Inquisición, por lo que esto debe ser de entonces. Por lo tanto ninguna de mis alumnas pudo hacer algo así,además eso exige una magia muy poderosa. Solo una bruja Salem podría hacer uso de la estrella, así que...Lo lamento pero tus conjeturas y acusaciones son más que equivocas.
-Y... ¿Qué me dices de esta Miriam?-le pregunta Leandro tendiéndole una foto nueva-Fue sacada ayer por la tarde. Como bien has dicho, es una zona de brujas por lo que solo una podría activar el lugar y la foto demuestra que fue así. Esa luz blanca y pura que emana del bosque es la prueba-observo como Miriam se saca las gafas.
-No lo entiendo. Hacer algo así exige mucho poder y ninguna de mis brujas lo tiene, además solo una bruja Salem podría hacerlo y todas han muerto años atrás. Esto no tiene sentido.
-Creo que nada lo tiene desde hace tiempo. Pero lo que está claro es que sino ha sido una bruja de Salem es que ha tenido que ser otra. Quizás no conozcas bien a tus alumnas Miriam. Te aconsejo que las vigiles detalladamente y que averigües cual de ellas hizo esto. De no hacerlo, quizás una de ellas sufra un desgraciado destino al jugar con magia que no comprende.
-Yo decidiré que hacer y como llevar mi centro Leandro. Si descubro quién fue ten por seguro que jamás volverá a usar la magia-dice Miriam levantándose del sofá-Aunque me duela hacerle eso, me dolería más verla muerta. Te agradezco lo que has hecho y lo tendré en cuenta en un futuro; pero ahora es hora de que te vayas. Esto que acabas de hacer no cambia el hecho de que magos y brujas vuelvan a estar juntos, a pesar de que no hayas delatado lo sucedido ante el consejo de brujas.
-Lo se perfectamente Miriam. Se cual es tu postura. Valiant, nos vamos-dice Leandro poniéndose una america de color azul oscuro sobre su camisa blanca inmaculada-Espero que no nos volvamos a ver por algo así.
-No ocurrirá de nuevo.Tenlo asegurado-luego Leandro desaparece junto con su compañero en una densa niebla. Al irse veo como Miriam se dirige a su librería personal y escoge un libro con la estrella de seis puntas gravada en ella. Lo abre y empieza a hojear las páginas deteniéndose en una-No puede ser. No puede estar viva. Es imposible. Todas las brujas de Salem murieron y sin embargo de ella no hay testigos de su muerte. Es inconcebible. Nadie puede viajar en el tiempo, lo que me deja con el hecho de que una de mis alumnas fue la causante; pero ¿Quién?
Me alejo con sigilo al haber cambiado de idea. De haberle contado la verdad a Miriam, lo perdería todo y eso nunca me lo perdonaría. Ahora tendría que actuar con mayor sigilo, pues sabía que una época de vigilancia se cernería sobre la academia. Por lo menos había sacado algo de aquella charla y era que aquello debió pertenecer a una bruja de Salem. Quizás a la de mis sueños o a otra. La pregunta ahora era ¿Cómo había conseguido reactivar el poder de aquella cueva? ¿Y a que bruja se refería Miriam al hojear el libro? La respuesta a la segunda era conseguir el libro y para ello debía elaborar un plan muy elaborado. Las preguntas no dejaban de aumentar en mi cabeza y temía que ahora que Alec y Miriam habían descubierto que alguien había roto la ley principal me fuera imposible contar con la ayuda de Alec.
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