Tus labios saben a café.
Amargos, embriagantes y esponjosos;
nublan mis sueños con promesas,
promesas que rasgan mis entrañas con la cautela y cariño con la que una madre cobija a sus hijos.

Me atrapan, me seducen y danzan conmigo para después botarme y volver a tirar de mí en busca de otra pieza, pieza que les otorgo con el anhelo de encontrar en ellos algo más que un repetitivo juego.

Nos amamos.
Nos matamos.

Tus labios disfrutan sorber de mi alma e ilusionarme con palabras que se disuelven junto la espuma que adorna a tu belfo, pero yo siempre vuelvo a ti, vuelvo tal como tú vuelves a colocar aquella fingida sonrisa para mí.

Dulce elixir disfrazado de veneno,
veneno disfrazado con la dulzura de un elixir;
amargos, embriagantes y esponjosos,
así es como saben tus labios: a café.

Más de medio año sin tejer nuevas palabras que se convierten en un intento de poesía. Extrañaba estar aquí.
Si es que aún hay alguien que tiene en cuenta a este libro, con esto supongo que anuncio mi regreso. Nos leemos ✌
-Cake