En Corea del Norte, el sarcasmo es considerado una forma de expresión política incorrecta y peligrosa. El régimen de Kim Jong-un ha prohibido abiertamente el uso de comentarios sarcásticos en conversaciones cotidianas sobre él mismo y su gobierno. Esta prohibición se ha implementado en un contexto de creciente descontento y desilusión entre la población norcoreana, especialmente entre los jóvenes. Su uso puede llevar a castigos severos entre los que se incluye la muerte.

La prohibición del sarcasmo se debe, en parte, a la creciente influencia de la cultura popular surcoreana y la difusión de información extranjera a través de la internet y los dispositivos móviles. Esto ha llevado a una mayor conciencia y comprensión de la realidad política y económica en Corea del Norte, lo que puede generar críticas y burlas hacia el régimen.

Además, el gobierno norcoreano ha identificado el sarcasmo como una forma de "pensamiento reaccionario" y "antisocialista", que puede erosionar la lealtad y la obediencia hacia el régimen. La prohibición del sarcasmo es, en última instancia, un intento de controlar la narrativa y la forma en que los ciudadanos expresan sus opiniones y sentimientos. Algunos ejemplos de expresiones sarcásticas prohibidas en Corea del Norte incluyen:

"Todo esto es culpa de Estados Unidos" (una forma de burlarse del régimen por culpar a los EE. UU. de todos los problemas del país)

"Un tonto que no puede ver el mundo exterior" (una frase que se refiere a la falta de visión y comprensión del líder Kim Jong-un sobre la realidad exterior)

La prohibición del sarcasmo puede tener consecuencias severas para aquellos que la violen. Los ciudadanos que son sorprendidos usando expresiones sarcásticas pueden enfrentar multas, arrestos o incluso encarcelamientos en campos de trabajo. Los jefes de familia o los empleadores también pueden ser castigados si se descubre que han permitido o fomentado el uso del sarcasmo en sus hogares o lugares de trabajo.

La prohibición del sarcasmo tiene un impacto significativo en la sociedad norcoreana. La falta de libertad de expresión y la censura verbal pueden generar una cultura de miedo y autocensura, en la que los ciudadanos se sienten obligados a mantener sus opiniones y sentimientos en secreto. Esto puede erosionar la confianza y la comunicación entre los ciudadanos y el régimen, lo que puede tener consecuencias negativas para la estabilidad y la cohesión social en Corea del Norte.

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Ahí me meten preso al segundo de pisar tierra.