"Se necesitan dos, dos lados de cada historia
no solo tú, no puedo seguir ignorándolo.
Soy culpable de la mitad, no soy tan inocente"
—It Takes Two

Junmyeon salía de su última clase para dirigirse como siempre a la salida y así encontrarse con sus amigos. Cruzó los pasillos ignorando los susurros y las miradas indiscretas mientras trataba de distraerse con un vídeo en su celular o cualquier cosa que lograra despejar su mente de los alrededores. Lamentablemente ese día en especial no tenía a nadie que lo acompañara en los pasillos, por lo que debía enfrentar los ojos afilados y los murmullos por su cuenta.

En realidad no se sentía intimidado, pero era molesto tener que lidiar con los rumores infundados. En un principio creyó que la relación falsa que mantenía con Sehun podría hacer que esa situación comenzara a desaparecer, ya que perdería el sentido para todos aquellos que se dedicaban a hablar sobre él; sin embargo ahora parecía que todas esas personas tenían una nueva razón para hablar a sus espaldas. Era consiente de lo que se decía y sabía que si intentaba desmentirlo solo lograría generar más escándalo, la mejor opción parecía ser que se mantuviera en silencio y dejara que todo fluyera.

En cuanto salió del área de finanzas y humanidades, para encontrarse con el camino que lo llevaría a la salida, se sintió un poco menos presionado. Era en ese mismo edificio en donde sentía las miradas mas penetrantes y donde no habría manera de que pasara desapercibido, pues prácticamente cualquier alumno de ese lugar sabía su nombre y el vínculo que compartía con el popular Kim Jongin.

Con un suspiro guardó el celular en su bolsillo y no pasó mucho para que viera a sus amigos esperarlo debajo de la sombra de un árbol. Se acercó contento y dando pequeños saltos con una sonrisa enorme en el rostro.

— ¡Hola! —los saludó con entusiasmo cuando estuvo lo suficientemente cerca, todos le sonrieron como respuesta—. ¿Nos vamos?

El plan de ese día era ir a un pequeño restaurante temático que acababa de ser inaugurado y que se encontraba cerca de la zona. Chanyeol era el que había descubierto su existencia debido a algunos alumnos que hablaban maravillas del lugar; tras comentarles a todos lo que había oído, y rogarles durante algunos segundos, logró que todos estuvieran de acuerdo en ir esa misma semana.

Lo que hacía especial al pequeño establecimiento era la temática de películas clásicas que lo decoraba. Jaehyun, quien estudiaba comunicación y le apasionaba la cinematografía, posiblemente era el mas entusiasmado junto con Chanyeol que amaba el cine de igual manera. Los demás no estaban especialmente emocionados, sin embargo no les molestaba acompañarlos si eso significaba ver a sus dos amigos felices con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Y Sehun?, ¿no vendrá con nosotros? —preguntó curioso Jongdae causando que todos voltearan a ver a Junmyeon, el chico parpadeó un par de veces antes de contestar.

—Dijo que iría a casa después de la escuela—les contestó recordando lo que le había dicho el menor cuando se encontraron a la hora del almuerzo.

—Sehun siempre dice eso y siempre termina yendo con nosotros—comentó el alto sacando su celular y tecleando—. Le preguntaré si sigue en el campus.

Junmyeon asintió con una sonrisa. No le molestaba la idea de que invitaran al menor, al contrario, lo hacía feliz. Después de todo él estaba intentando que sus amigos hicieran sentir cómodo a Sehun y lo aceptaran como parte del pequeño grupo que eran.

Sehun se encontraba en casa revisando por quinta vez su lista de Netflix en busca de cualquier cosa que llamara su atención, cuando sintió su celular vibrar insistentemente a un lado de él. Lo tomó un poco extrañado, observando la pantalla y notando que se trataba de una llamada de Chanyeol.

Miró la llamada entrante durante bastantes segundos sin atreverse a contestar. Decidió esperar a que Chanyeol fuera mandado al buzón de voz para poder mandarle un mensaje y preguntarle si sucedía algo. Sentía una extraña incomodidad cuando se trataba de llamadas, no le gustaba contestarlas, le causaba un poco de ansiedad el solo pensarlo, por lo que normalmente las dejaba pasar.

En cuanto la llamada finalizó, desbloqueó su celular y se dirigió a la aplicación de mensajería. Se encontraba buscando el contacto de Chanyeol cuando su pantalla mostró una llamada entrante con el nombre de Junmyeon. La miró unos cuantos segundos con inseguridad antes de atreverse a contestar.

— ¿Sí? —murmuró la suficientemente fuerte para hacerse escuchar.

— ¡Contestó! —se escuchó la voz de Junmyeon del otro lado de la línea, supuso que se encontraba con sus amigos y sonrió de manera inconsciente.

— ¡Por su puesto que solo le contestaría a su novio! —logró escuchar la que parecía la voz ofendida de Chanyeol—. Me da asco su cursilería.

Sehun soltó una risa al escucharlo y de inmediato lo acompañó un bufido por parte de Junmyeon. Pudo imaginarse su sonrisa divertida a la perfección.

—Sehun, ¿sigues en la escuela? —le preguntó después.

— ¿Eh?... salí hace un par de horas—contestó confundido—, y vine a casa de inmediato.

—Está en su casa—escuchó que les informó a los demás, seguido de algunos murmullos y otros ruidos extraños.

Sehun frunció el ceño, pues no sabía lo que estaba sucediendo. Pensó en colgar, pues Junmyeon ya no se encontraba hablando con él, pero por alguna razón continuó escuchando con la esperanza de poder entender algo de la conversación.

— Pasamos por ti en diez—anunció una voz que no le pertenecía a su novio y pudo reconocer como la de Chanyeol de inmediato—. ¡Te avisamos cuando estemos cerca de tu casa!, adiós.

Sin previo aviso la llamada fue colgada dejando al menor muy confundido. Definitivamente en sus planes no estaba salir ese día, en realidad solo quería quedarse en casa y se lo había expresado a Junmyeon durante las dos horas que estuvieron juntos en el almuerzo. Desde hace unas semanas había estado saliendo con los amigos del mayor con regularidad, al parecer a su pequeño grupo le gustaba reunirse después de la escuela cuando sus horarios se lo permitían, a veces solo querían pasar el rato en una plaza cercana y otras ir comer a algún restaurante.

Debía admitir que su cartera estaba resintiendo un poco todas esas salidas, sobre todo porque Junmyeon y él habían tomado la pequeña costumbre de alternar los pagos. El mayor fue el primero en ofrecerse a pagar por lo suyo y Sehun, al sentirse un poco en deuda, había decidido que él invitaría la próxima ocasión, causando que ambos se vieran envueltos en un círculo vicioso en el que siempre había alguien que no pagaba en cada una de sus salidas.

Contó el dinero en efectivo que tenía en ese momento, notando que era suficiente para poder invitarle a Junmyeon un café y una de esas crepas que tanto le gustaban. No tenía idea de a dónde irían, pero esperaba que se tratara del mismo café al que iban la mayoría de las ocasiones. En caso de que se dirigieran a un lugar nuevo tendría que recurrir a usar su cuenta de ahorros, pues aun faltaba una semana para que sus padres le dieran su dinero del mes. Suspiró pensando que tal vez debería rechazar esa salida por el bien de su economía.

Una notificación lo sacó de sus pensamientos. Revisó su celular, encontrándose con varios mensajes de Junmyeon.

Perdón... intenté detenerlos después de que no respondiste la llamada de Chanyeol, pero insistieron demasiado
Iremos a un restaurante que apenas abrió, pero si quieres quedarte en casa puedo decirles.

Junmyeon siempre era muy considerado con él, debía admitirlo. Igual sus amigos lo habían tratado de la manera más amistosa posible, siempre lo incluían en sus planes sin que hubiera necesidad de que él se los pidiera. Poco a poco todos comenzaban a tratarlo con confianza y lo que él interpretaba como cariño, pues a veces Sehun sentía que había mucha atención hacia él. Junmyeon le dijo que era normal pues ahora él era el menor del grupo y era inevitable que todos lo trataran como tal.

Sin notarlo se perdió en sus pensamientos y dejó el chat abierto sin responder. Un minuto después volvió a recibir una notificación que lo regresó a la realidad.

¿Sehun?

Sonrió ante el mensaje tan simple y decidió responder que iría con ellos. La principal razón por la que había querido quedarse en casa era porque se sentía un poco abrumado por todas las salidas de las últimas semanas, pero al pensarlo un poco se dio cuenta que en realidad disfrutaba estar con sus nuevos amigos, además de que no tenía nada que hacer en casa.

Se levantó de su cama para poder buscar una sudadera que lo cubriera del aire fresco de la tarde y decidió arreglarse un poco el cabello, pues se había desordenado tras haber estado acostado durante la última hora y media. Tras corroborar que no se veía tan desarreglado decidió tomar su cartera, llaves y celular para dirigirse hacia la puerta de su casa.

Justo en ese momento recibió un mensaje de Junmyeon anunciándole que se encontraban frente a su edificio. Sehun y su familia vivían en el primer piso, por lo que solo bastó abrir la puerta para poder observar la calle en la que se encontraban sus amigos esperándolo.

Se acercó contento, notando que todos ellos tenían la respiración agitada mientras miraban con diversión y burla a Jongdae, quien estaba agachado mientras respiraba con algo de dificultad.

— ¡Saben que no soy bueno en los deportes! —se quejó como pudo entre respiraciones, causando que todos ellos comenzaran a reír aún más. La llegada del menor había pasado desapercibida, por lo que Junmyeon se sorprendió cuando sintió la presencia de su novio a un lado de él.

Sehun lo saludó con una sonrisa, mirando con felicidad las mejillas sonrojadas del mayor y sus ojos brillantes por la sesión de risas que había tenido segundos antes. Junmyeon le sonrió con total alegría y se colocó de puntitas para depositar un beso tierno en su mejilla.

— ¿Qué sucedió? —preguntó señalando a Jongdae que se encontraba recuperando el aliento.

—Hicimos una pequeña carrera desde el inicio de la calle hasta tu casa y no está acostumbrado a hacer ejercicio—le explicó con una enorme sonrisa, Sehun sintió algo sacudirse en su interior al notar la diversión y emoción en sus ojos que lo hacían ver tan adorable.

— ¿E-estará bien? —tartamudeó un poco mientras desviaba la mirada para observar de nuevo a Jongdae. Junmyeon solo asintió sin percatarse del cambio en su actitud.

Los demás no tardaron en notar la llegada de Sehun, acercándose de inmediato para poder saludarlo con alegría. Permanecieron fuera de la casa unos minutos más hasta que Jongdae se recuperó por completo, regresando a su ruidosa e hiperactiva naturaleza, y comenzaron su camino hacia el establecimiento que Junmyeon le había comentado antes.

El lugar no se encontraba lejos, de hecho fueron menos de quince minutos de caminata, pero eso fue suficiente para que Sehun decidiera que no se arrepentía de haber aceptado salir con ellos esa tarde. Se estaba divirtiendo, y sus risas constantes eran prueba de ello aunque permaneciera en silencio la mayoría del tiempo mientras tomaba la mano del mayor. Al llegar al lugar Jaehyun fue quien pidió la mesa para todos, dándoles a los demás la oportunidad de mirar alrededor con curiosidad.

De manera instintiva Sehun se colocó detrás de Junmyeon, abrazándolo por la espalda tal como había sido su costumbre en esos días. Sehun se sentía cómodo cuando se encontraban de esa manera, tal vez era la calidez de su cuerpo o la manera tan delicada con la que el mayor acariciaba sus brazos y manos en un compás suave y constante.

Sehun se concentró en mirar todos los objetos curiosos que se encontraban alrededor mientras esperaban a que su mesa estuviera lista, reconoció algunas cosas de películas que había visto hace tiempo y otras que le eran por completo ajenas e intentaba identificar. Se encontraba tan absorto que no pudo saber a tiempo que algo malo sucedía, fue hasta que sintió el cuerpo entre sus brazos tensarse que observó a Junmyeon y notó su rostro serio.

Algo confundido siguió la dirección de su mirada, la cual se encontraba fija entre las mesas. Miró todos los grupos de personas, notando que la mayoría eran estudiantes de la universidad en donde ambos asistían, podía asegurarlo pues había visto sus rostros en los pasillos o cafetería. Fue hasta unos segundos después que encontró en una mesa de cuatro personas lo que estaba afectando a Junmyeon.

Ahí, riendo junto a sus amigos, se encontraba Kim Jongin y afortunadamente el moreno parecía por completo ajeno a su presencia.

—Jun, ¿quieres que nos vayamos? —preguntó Kyungsoo junto a Jongdae, ambos parecían preocupados—. Podemos regresar otro día.

—Pero Chanyeol y Jae... —contestó de inmediato Junmyeon, mirando a ambos chicos que se encontraban tomándose fotos con unos pósters colgados en la pared. Lucían demasiado felices y no quería ser la razón por la que su tarde se arruinara.

—Yo hablo con Chan y sé que Jaehyun entenderá—intentó razonar Kyungsoo.

Vio la duda en los ojos de Junmyeon y supo que la presencia del moreno realmente le afectaba, pero también entendió que el chico no quería ser una molestia para sus amigos. Pensó solo unos cuantos segundos antes de atreverse a hablar.

—Está bien, Kyungsoo—habló mientras abrazaba más fuerte al mayor. El mencionado lo vio con una mueca a punto de hablar, sin embargo Sehun fue más rápido—. Sé que Jongin no se acercará si estoy aquí.

Permanecieron en silencio unos segundos, sin embargo puso percibir el cuerpo de Junmyeon relajarse poco a poco.

—Tiene razón, no hay de qué preocuparse—lo apoyó el mayor con seguridad, tal vez sus palabras le habían servido de consuelo.

— ¡Chicos, ya está nuestra mesa! —anunció sonriente Jaehyun sin percatarse de la tensión en el ambiente.

Kyungsoo miró a Junmyeon unos cuantos segundos, recibiendo una sonrisa de su parte que pretendía asegurarle que se encontraría bien. Con un suspiro aceptó y se alejó para acercarse a Chanyeol. Jongdae también le sonrió con preocupación en su rostro, acariciándole el hombro cuando pasó junto a él y finalmente dejándolo solo junto al menor.

—Tranquilo, estoy aquí—le aseguró una vez más sin soltarlo.

Junmyeon volteó un poco para poder observarlo con detenimiento, centrándose en sus ojos y recibiendo la seguridad que necesitaba de ellos. Sehun tenía razón, su exnovio no se acercaría a él si se encontraban juntos. Soltó un suspiró antes de asentir un par de veces y sonreír de manera ladeada.

—Gracias—murmuró levantando una de sus manos para acariciar su rostro brevemente. Sehun se quedó estático en su lugar, sin poder reaccionar y con la mirada fijada en el chico frente a él.

No pasó mucho para que Junmyeon se alejara por completo y tomara su mano para arrastrarlo hacia la mesa en la que sus amigos ya se encontraban sentados. Llegaron y para su sorpresa los demás habían dejado dos asientos, uno a lado del otro, para ellos. Sehun miró alrededor, agradeciendo que se encontraran a bastantes metros de distancia de la mesa en donde estaba el moreno con sus amigos, sin embargo justo antes de que desviara la mirada para tomar asiento, los ojos de Jongin chocaron con los suyos.

Se miraron unos instantes que no fueron suficientes para poder interpretar el significado de su mirada, pues sintió la mano de Junmyeon tomar su muñeca para llamar su atención. Sehun desvío la mirada hacia al chico que lo observaba con una sonrisa en los labios.

— ¿Planeas quedarte de pie todo el rato? —le preguntó divertido, Sehun negó un poco avergonzado por llamar la atención de esa manera.

Tomó asiento no sin antes mirar una última vez a Jongin, quien ahora parecía tener toda su atención para Junmyeon. Notó un poco de tristeza en sus ojos y por un instante recordó lo que le había dicho Baekhyun hace algunos días, era un hecho que no conocía la historia de ellos dos.

Sabía que Junmyeon no se sentía cómodo en la presencia de su exnovio, que Kyungsoo y Jongdae lucían preocupados y molestos cuando se hablaba de Jongin y también había notado que los murmullos de la gente en los pasillos se intensificaban cuando estaba con el mayor. Pero lo mas extraño era el evidente interés del moreno por poder acercarse o por lo menos poder ver a Junmyeon siempre que tenía la oportunidad.

— ¿Ya sabes qué ordenarás? —preguntó Junmyeon sacándolo de sus pensamientos.

Sehun negó tratando de enfocarse en las palabras del menú que tenía entre sus manos, observó los precios y notó que ese día tendría que usar su cuenta de ahorros. Soltó un suspiró ante el hecho.

—Hoy invito yo, así que pide lo que quieras—anunció el mayor como si supiera lo que estaba pasando por su mente, Sehun lo observó dispuesto a negarse pues en esa ocasión le tocaba a él cubrir la cuenta por ambos—. Nosotros te arrastramos aquí, déjame invitarte.

Insistió causando que Sehun comenzara a considerarlo un poco más.

—Podemos ir por un helado después y va por tu cuenta, ¿qué dices? —le propuso sabiendo que con ello podría convencerlo. Sehun lo miró un segundo a los ojos y tras asegurarse de que Junmyeon hablaba en serio decidió aceptar con una sonrisa creciendo en sus labios.

Pasaron la siguiente hora y media entre risas, chistes y platos enormes llenos de comida. Sehun, quien estaba un poco tenso al inicio, logró relajarse lo suficiente para poder participar activamente en la conversación.

En algún punto de la tarde tomó la mano de Junmyeon que se encontraba sobre la mesa y comenzó a jugar con sus dedos mientras escuchaba a los demás soltar comentarios que le arrancaban una carcajada. A pesar de encontrarse cómodo, no pudo evitar mirar hacia la mesa de Jongin unas cuantas veces, solo para asegurarse de que el moreno no pareciera estar tramando algo y siguiera en su mesa.

A pesar de que el pequeño grupo de amigos había llegado antes que ellos, parecía que aún no tenían intenciones de irse.

Unos cuantos minutos después sintió su celular vibrar en el bolsillo de su pantalón, miró la pantalla notando que se trataba de una llamada de su madre. Recordó en ese momento que no le había avisado que saldría con sus amigos ese día también, por lo que estaría preocupada al no verlo en casa cuando llegó del trabajo.

—Tengo que salir rápido—le susurró a Junmyeon en el oído mientras se colocaba de pie.

— ¿Todo bien? —preguntó un poco preocupado. Sehun asintió.

—Mi mamá está llamando, solo iré a decirle que estoy con ustedes—le explicó rápidamente mientras se inclinaba para besar su mejilla antes de dirigirse a la salida del lugar, pasando por alto el rubor que crecía en el rostro del mayor y su mirada sorprendida.

Caminó entre las mesas mientras desbloqueaba su celular y comenzando a buscar el contacto de su mamá para poder regresarle la llamada. No miró a las personas de las mesas por las que pasaba, incluso pareció olvidar por completo que muchas de ellas asistían a la misma escuela que él, sin embargo una voz particularmente intensa dijo algo que no pudo pasar por alto.

—Mira quién viene por ahí, el nuevo juguete de Kim Junmyeon—gritó causando una ronda de risas—. Solo será cuestión de tiempo para abra las piernas para alguien más y lo deje...

Sehun detuvo su andar con su rostro por completo distorsionado debido a la ira que sintió al escuchar cómo hablaban del mayor, miró al dueño de la voz mientras reunía las fuerzas para acercarse y cerrarle la boca para que no volviera a hablar así sobre Junmyeon. Notó su rostro ligeramente rosado, sus ojos desenfocados y las botellas vacías sobre la mesa, y supo que no valdría la pena intentar razonar con alguien alcoholizado.

Bufó impotente antes de decidir ignorarlo y reanudar su camino hacia la puerta del restaurante. Con los puños cerrados y los nudillos emblanquecidos se dirigió a un pequeño callejón que había justo a lado del establecimiento y respiró profundamente un par de ocasiones para calmar su enojo.

Era la primera vez que escuchaba con claridad los rumores, siempre se trataban de murmullos irreconocibles que lo hacían preguntarse qué palabras surgían de sus bocas. Había deducido que hablaban sobre Junmyeon pero nunca imaginó que se trataba de comentarios tan irrespetuosos como aquellos.

¿Junmyeon sabría?, ¿por qué no hacía nada al respecto?

Logró tranquilizarse unos instantes después, desbloqueando su celular una vez más y llamando de inmediato a su mamá quien le contestó en un segundo. Le explicó que se encontraba bien y la señora se tranquilizó al saber que su hijo estaba con sus amigos en algún restaurante de la zona. Tras disculparse un par de veces y asegurarle que llegaría a casa temprano colgó y dejó salir un suspiro pesado. Recargó su espalda en la pared, cerrando los ojos para mentalizarse que debía entrar una vez más y ver a todas esas personas que se burlaban de Junmyeon.

Escuchó el sonido de la puerta del restaurante abrir y cerrar, seguido de un golpe seco que lo hizo abrir los ojos sorprendido. Escuchó algunos quejidos y la respiración agitada de otra persona. La curiosidad lo llenó, causando que se acercara con lentitud a la esquina del callejón en donde estaba escondido para poder ver lo que sucedía.

Se encontró con el cuerpo del chico que había gritado aquel comentario aprisionado contra la pared, dos manos sujetando fuertemente el cuello de su playera y el rostro furioso de Jongin frente a él.

—Vuelve a repetir esa mierda y estas acabado—amenazó Jongin con la mandíbula tensa—. Deja de hablar sobre Junmyeon o te las verás conmigo.

El chico bufó altanero sin parecer afectado por la situación en la que se encontraba, incluso Sehun que estaba a un par de metros de distancia, sentía un poco de miedo por lo que Jongin podría llegar a hacer.

—La única mierda aquí es Kim Junmyeon—le respondió observándolo directamente a los ojos—. Todos sabemos que te engañó, ¿cómo puedes defenderlo después de algo así?

—No sabes lo que realmente sucedió—contestó entre dientes Jongin volviendo a golpear su espalda con la pared, el chico soltó un quejido de dolor—. Así que deja de esparcir rumores sobre Junmyeon.

Tras unos segundos el moreno dejó ir al chico, haciendo que este cayera al piso. Jongin lo observó unos segundos antes de soltar una última amenaza e ingresar de nuevo al restaurante. Sehun salió de su escondite cuando sintió que era seguro, mirando al chico que aún lucía afectado por el alcohol y parecía incapaz de ponerse de pie.

Lo pasó de largo con coraje y confusión para después cruzar la puerta una vez más. Miró la mesa de Jongin, en donde se encontraba el moreno por completo recuperado de su arranque de ira y reía con sus amigos. Se dirigió a su mesa, encontrando a todos comenzando a levantarse de sus asientos para poder irse, Junmyeon le sonrió en cuanto lo vio llegar.

—Pedimos la cuenta para irnos ya—le explicó, Sehun quiso preguntar a qué se debía la decisión tan precipitada pero Junmyeon tomó su mano y habló primero—. ¿Hablaste con tu mamá?

Asintió levemente y no tuvo otra opción más que seguir al pequeño grupo a la caja registradora. Durante esos minutos en los que todos pagaban pudo notar la mandíbula tensa de Kyungsoo y la expresión decaída de Chanyeol, además del inusual silencio de Jongdae y Jaehyun. Tal vez había sucedido algo mientras él se encontraba fuera.

Quiso preguntar pero algo le dijo que no obtendría respuestas sinceras, por lo que decidió ignorarlo por esa ocasión.

Salieron del lugar y afortunadamente el chico de antes ya no se encontraba a la vista.

—Jun me dijo que quería un helado, ¿vamos? —les preguntó en un intento de relajar el ambiente.

—No sé si... —murmuró Kyungsoo mirando a Junmyeon y dejando su oración a medias. Observó a su novio quien también lucía un poco diferente a minutos antes, sin embargo de inmediato el chico sonrió en su dirección aumentando la fuerza en el agarre de sus manos.

— ¡Vamos! —le pidió—. Quiero uno doble de fresa.

Tras decir aquello comenzó a caminar hacia cualquier dirección, arrastrando al menor y haciendo que los demás los siguieran. Solo bastaron unos minutos en ese silencio incómodo para que alguien soltara cualquier comentario que relajara el ambiente y lograra regresar las risas que parecían perdidas.

Durante el resto de la tarde la voz de Baekhyun se coló en la mente de Sehun una vez más. Sus palabras ¿Estas seguro de que su exnovio es el malo de la historia? lo confundían por lo que había visto y escuchado.

Había creído que Jongin era el responsable de los rumores sobre Junmyeon, pero tal parecía que no era así. Y por alguna razón todo el mundo parecía estar en contra de su novio, cuando en realidad él era quien parecía más afectado debido a su última relación.

Sehun notó en ese momento que Junmyeon, siendo el chico alegre y agradable que conoció desde el primer día, tenía muchos más problemas de lo que podía imaginar, y ahora él estaba involucrado en ellos.

🍂

¡Hola!
Ha pasado MUUUUUUCHO TIEMPO, casi tres semanas :(
Lamento demasiado la tardanza, no sabía que ya estaría en parciales y pensé que me daría tiempo de actualizar.

Espero que les haya gustado esta actualización y en general cómo se está moviendo la historia.
Siendo que puede sentirse un poco lenta, pero en serio quiero desarrollar la idea súper bien.
¿Qué piensan de Jongin?, ¿es bueno o malo?
¿Junmyeon?, ¿qué habrá pasado?
¿Creen que tenga algo de verdad lo que se dice de él?
Saben que me encanta leer sus comentario, ¡leo todos!

Por otro lado:

WTF????
¿Cómo es que llegó a segundo lugar y a 1K de leídas? Lo vi por pura casualidad y en serio creí que me estaban timando JAJAJAJA
¡Muchas gracias por leer esta historia tan extraña!
Me hace muuuuuy feliz ver sus votos, sus comentarios y ver toda gente nueva que llega en estos días y le da una oportunidad a mis historias.
¡Los quiero a todos! ㅠㅠ

Finalmente me haré promoción brevemente.
Síganme en Wattpad para saber si publico algo de improviso (a veces son one shots) y también en Twitter, me gustaría tener mutuals por ahí :( el link está en mi perfil o si no búsquenme como @_Fann_R

Y hablando sobre One Shots... he estado trabajando en uno desde hace un mes más o menos y quería darles un spoiler (me encanta dar spoilers) y saber si están interesados.
(sean sinceros uwu)

"Un día Junmyeon tosió un pétalo de jazmín y supo que estaba arruinado.Su amor por Oh Sehun lo estaba matando por dentro."

¡Eso sería todo!
Espero regresar pronto... siento algo feo no regresar cuando lo prometo, así que en esta ocasión diré que en máximo 3 semanas me verán por aquí.

¡Muchas gracias por leer esta nota tan larga!
¡Nos leemos pronto! 👋