Capítulo 11: Give Up on Me
"¿Fui idiota por amarte? (...)
¿Fue obvio para los demás que
me enamoré de una mentira?"
— No Time to Die
Después de que Sehun dejó a Junmyeon en casa, Kyungsoo los convenció a su novio y a él de quedarse en el departamento debido a la hora. Chanyeol aceptó sin mucho problema, ingresando de inmediato a la habitación del más bajito mientras Sehun miraba inseguro hacia la puerta que conducía al lugar en donde dormía Junmyeon pacíficamente.
—Puedes quedarte con él, no creo que le moleste—comentó Kyungsoo, sacándolo de sus pensamientos y esperando una reacción ante lo que acababa de decir. Sehun lo miró sonrojado y con sorpresa en los ojos.
—E-eh... quizá deba quedarme en el sillón—respondió apuntando hacia la sala de estar. Kyungsoo suspiró, sintiéndose un poco más convencido de lo que había escuchado en el bar.
Estuvo a punto de rendirse y dejar que Sehun hiciera lo que quisiera, sin embargo Chanyeol, quien había escuchado parte de la conversación y ahora se encontraba vestido con la pijama que guardaba en la habitación de Kyungsoo, se acercó a ellos con una mueca confundida y abrazando por los hombros al menor.
—Tonterías, ese sillón es demasiado incómodo y lo mejor sería que durmieras con Jun, así puedes cuidarlo durante la noche—comenzó a decir mientras los dirigía a ambos hacia dicha habitación. Sin permitir que Sehun pudiera hablar, abrió la puerta y lo lanzó dentro—. Iré por ropa cómoda para que puedas cambiarte, y creo que tengo un cepillo de dientes de sobra también... ya regreso.
Sehun asintió y vio a Chanyeol cerrar la puerta detrás de él. Encontrándose de inmediato sumido en la oscuridad de la habitación, con la suave respiración de Junmyeon en el fondo, decidió comenzar a mirar alrededor.
A pesar de la falta de iluminación, Sehun vio con una sonrisa las fotos colgadas en las paredes, algunas de paisajes hermosos y otras de Junmyeon acompañado de los que parecían ser su familia y algunos amigos. También había algunos estantes en donde pequeñas figuras de acción habían sido colocadas cuidadosamente; pero de ahí en fuera, la habitación estaba decorada de manera simple, el blanco siendo el color predominante.
Mientras veía con una sonrisa una foto de Junmyeon de niño que estaba colocada sobre una repisa, Chanyeol regresó y le entregó lo que había prometido. Rápidamente le explicó en donde estaba el baño y finalmente le deseó buenas noches.
En cuanto vio la puerta del cuarto de Kyungsoo ser cerrada, Sehun siguió las instrucciones de Chanyeol y se cambió dentro del baño, haciendo uso del cepillo de dientes también. Al regresar a la habitación, sintió una ola de nervios que aparecieron ante la realización de que se encontraría con Junmyeon a solas en ese lugar durante toda la noche.
Caminó con sigilo, viendo al mayor profundamente dormido en su cama. Justo cuando se detuvo a un lado de él, Junmyeon comenzó a girar y realizar sonidos que delataban su incomodidad, posiblemente causada por el alcohol. Sehun no supo qué hacer al respecto, pero con el pasar de los segundos empezó a preocuparse por la notoria tristeza y disgusto que estaba delatando la expresión en su rostro.
Sin dar tiempo a que Sehun entendiera la situación, Junmyeon comenzó a llorar entre sueños, siendo visibles algunas lágrimas en las comisuras de sus ojos. El menor entró en pánico, pensó en despertarlo, pero no estaba seguro de que fuera la mejor decisión. Tomó asiento en la orilla de la cama y se inclinó ligeramente para poder acariciar su cabello en un intento de reconfortarlo.
—Está bien, todo está bien—susurró con su rostro sumido en preocupación, Junmyeon volvió a girar en la cama—. Estoy aquí, tranquilo.
Sehun se acercó aún más al mayor, acercando ambas manos y acariciando su rostro y cabello con delicadeza. A los pocos segundos, Junmyeon dejó de gimotear y su rostro regresó a la expresión llena de calma y paz que tenía antes.
El menor se mantuvo en esa posición, observando con adoración el sueño de Junmyeon y sin parar las suaves caricias que parecían haberlo tranquilizado.
El cansancio comenzó a tomarlo a los pocos minutos, haciendo que su conciencia no fuera totalmente capaz de entender sus acciones del momento. Sin atreverse a abandonar a Junmyeon, Sehun se recostó junto a él y lo envolvió en un abrazo que, entre sueños, pensó que lograría reconfortarlo durante la noche.
A la mañana siguiente Junmyeon fue el primero en despertar. Sintió el malestar común de una resaca, su cabeza martillando en dolor, sus ojos ardiendo y la completa confusión de en dónde se encontraba o qué hora era. En cuanto logró abrir los ojos propiamente, su mente logró entender que su rostro se encontraba frente a un gran cuerpo que lo envolvía con delicadeza.
Levantó la mirada, encontrándose con Sehun profundamente dormido.
Su primer instinto fue saltar e intentar alejarse de él, pero aquello se quedó en un ligero movimiento de sorpresa que no logró perturbar el sueño del contrario. Sintió su corazón acelerarse ante la vista tan etérea y, sin darse cuenta, permaneció por completo atento a cada respiración, suspiro y movimiento de párpados que reflejara su cuerpo.
Algunos minutos después y evitando alejarse demasiado, Junmyeon levantó uno de sus brazos hasta lograr tocar los mechones que caían sobre la frente de Sehun, los movió ligeramente, acomodando su cabello con delicadeza y mirando con atención sus fuertes facciones. De pronto, los párpados del menor comenzaron a revolotear, Junmyeon entró en pánico y alejó su mano de inmediato en un intento de ocultar el hecho de que lo había estado acariciando segundos antes.
Pudo haber cerrado los ojos y fingir que aún se encontraba dormido, pero antes de que pudiera darse cuenta, Sehun ya se encontraba despierto y observándolo directamente.
—Buenos días—murmuró Sehun con su voz ronca, Junmyeon sintió una descarga eléctrica atravesarlo—. ¿Cómo te sientes?, ayer caíste rendido en cuanto logramos subir a un taxi después de salir del bar.
—Me duele un poco la cabeza—respondió tras carraspear—. No esperaba verte aquí al despertar.
En ese momento Sehun pareció ser consciente de la situación en la que se encontraban, ya que se alejó un poco de Junmyeon en un movimiento repentino, abriéndolo los ojos de par en par.
—Y-yo... Chanyeol y Kyungsoo me dijeron que me quedara contigo, p-perdón por...
—Está bien—lo tranquilizó Junmyeon con una sonrisa ligera—. ¿Dormiste bien?, espero no haberte pateado o golpeado.
— ¿Por qué harías eso?
—Soy agresivo en la cama—respondió Junmyeon sin pensar demasiado en sus palabras. Miró a Sehun, quien tenía una sonrisa divertida apareciendo entre sus labios.
—No era necesario que supiera esa información, pero...
— ¡No! —exclamó escandalizado Junmyeon al entender la connotación que le había otorgado Sehun a su respuesta—. No me refería a eso, Kyungsoo me ha dicho que a veces lanzo golpes cuando estoy dormido.
Sehun comenzó a reír al ver el sonrojo en las mejillas de Junmyeon, además del nerviosismo que delataba su tono de voz. El mayor comenzó a revolverse en la cama, lanzando ligeros golpes a Sehun y haciendo que su risa incrementara.
La puerta de la habitación fue abierta en ese momento, haciendo que ambos chicos detuvieran sus acciones y miraran hacia la entrada, encontrándose con Chanyeol que los veía con una sonrisa en los labios.
—Veo que ya están despiertos—mencionó burlón.
Ambos chicos comenzaron a ser consientes de la posición en la que se encontraban: Junmyeon y Sehun recostados, frente a frente, con sus piernas entrelazadas debido a la pequeña riña que habían tenido segundos antes, además de las dos manos de Sehun colocadas en la cintura del mayor.
Se alejaron de inmediato.
—Soo preparó el desayuno—les comentó con un tono burlón—. No tarden, tórtolos.
Y cerró la puerta sin darles oportunidad de poder responder o al menos reaccionar a sus palabras.
Después de unos minutos ambos salieron de la habitación y tomaron asiento en la pequeña mesa que tenían dentro de la cocina.
El desayuno fue tranquilo, lleno de pequeñas risas y bromas por parte de Chanyeol y Sehun. Junmyeon vio sus interacciones con una sonrisa y miradas llenas de cariño hacia el menor, por completo ajeno a la atención de Kyungsoo que estaba puesta sobre él, además de la mueca en sus labios que con cada segundo se profundizaba aún más.
Después de desayunar, Chanyeol y Sehun se despidieron de ellos para poder regresar a casa, dejando a los otros dos chicos solos por completo.
Junmyeon, quien aún tenía un ligero dolor de cabeza, decidió tomar una ducha que le permitiría relajar sus músculos y sentirse fresco tras una noche de haber tomado alcohol hasta la inconsciencia. Al salir del baño se sintió lo suficientemente relajado para unirse a Kyungsoo en el sillón de su pequeña sala, quien veía la televisión en silencio. Junmyeon tomó asiento junto a él, intentando reconocer el programa que estaba viendo.
— ¿Recuerdas algo de anoche? —le preguntó su mejor amigo de pronto. Junmyeon desvió la vista de la pantalla, encontrándose con la expresión seria y algo severa de Kyungsoo.
—No mucho... lo último que recuerdo es que estábamos sentados en la mesa platicando mientras los demás jugaban—explicó—. ¿Por qué?, ¿hice o dije algo?
Kyungsoo suspiró, no sabía si debía hacerle saber a Junmyeon los pequeños secretos que había compartido con él la noche anterior. Quizá el alcohol había hecho de las suyas y todo aquello que dijo se trataban de palabras sin fundamento, simples mentiras.
Pero por más que Kyungsoo quiso convencerse durante la noche de que no podía ser verdad, de que su amigo y Sehun lucía realmente felices en su relación, no pudo encontrar una razón lógica por la cual Junmyeon, aun ebrio, mentiría sobre ello. No tenía sentido que inventara que su noviazgo era una completa farsa y que sus sentimientos no eran correspondidos.
Todo apuntaba a que era verdad, y Kyungsoo no sabía cómo preguntarle a Junmyeon. En realidad, ni siquiera estaba seguro de querer saber la respuesta.
— ¿Hice algo, verdad? —preguntó escandalizado Junmyeon al ver que su amigo estaba sumido en sus pensamientos y no parecía tener intención de contestarle—. ¿Qué hice?
—No hiciste nada fuera de lo normal—murmuró Kyungsoo, levantando la mirada—. Pero me contaste algo.
Tenía que decirlo, tenía que preguntar y dejar de mortificarse por saber si se trataba de un invento del alcohol o la dolorosa verdad.
—Me contaste sobre ti y Sehun—Kyungsoo vio los nervios en la expresión de Junmyeon subir y eso bastó para confirmarle todo—. Confesaste que tú y Sehun no son novios.
Junmyeon permaneció callado, sin reaccionar de algún modo en particular. Su corazón se aceleró y sintió dentro de su pecho unos nervios inexplicables. Dejó que ese peso sobre sus hombros lo embriagara durante un segundo, y luego comenzó a reír, intentando lucir tan burlón y divertido como fuera posible.
Quizá era infantil de su parte, pero debía intentar que Kyungsoo pensara que aquello no era verdad.
—No me mientas, Junmyeon... no me mientas de nuevo, por favor—le pidió Kyungsoo luciendo tan herido como sus palabras lo reflejaban.
Junmyeon calló de inmediato, dejando salir un suspiro pesado y tembloroso. Colocó ambas piernas sobre el sofá y escondió el rostro entre sus rodillas, esperando que de esa manera pudiera esconder la vergüenza y dolor.
— ¿Por qué lo hiciste, Jun?, ¿por qué accediste a algo como aquello? —le preguntó Kyungsoo, Junmyeon no pudo responderle—. ¿Fue por Jongin, por nosotros?
—Parecía ser un buen plan—murmuró—. Podría alejar a Jongin y ya no sería una carga para ustedes...
—Nunca has sido una carga—Kyungsoo se acercó a él, abrazándolo por la espalda.
—Siempre tuvieron que estar a mí al rededor, atentos a que Jongin no fuera acercarse y yo a perdonarlo—Kyungsoo suspiró al escucharlo y recordar esos meses—. Pero también pensé que así podrían dejar de preocuparse por mí. No sabes la cantidad de ocasiones en las que noté tristeza o lástima en sus ojos cuando les decía que no quería salir con nadie, que no quería conocer a alguien nuevo... les juro que he superado todo lo que ocurrió, pero parecía que no había manera de convencerlos.
—Y salir con Sehun parecía una buena solución—complementó Kyungsoo, a lo que Junmyeon asintió.
—Al principio no pensé en ello y solo acepté por Jongin, pero después de que conocieron a Sehun noté el cambio en ustedes, y cómo poco a poco dejaban de mirarme con tristeza o angustia—siguió Junmyeon levantando la mirada con una mueca en los labios—. Sé que no fue lo más inteligente, pero funcionó.
Kyungsoo volvió a suspirar. Lo que decía Junmyeon tenía sentido, todos ellos, en especial Jongdae y él, siempre estuvieron preocupados por la estabilidad emocional de Junmyeon, y solo fue después de Sehun que lograron tranquilizarse lo suficiente.
—Perdón por mentirles—murmuró Junmyeon—. No iba a ser durante mucho tiempo, solo unos meses.
—Hablaste sobre ello... sobre Sehun y su exnovio—Junmyeon se tensó al escuchar aquello, lo cual no pasó desapercibido por Kyungsoo—, y confesaste que te gusta Sehun.
El silencio que siguió a aquello fue suficiente para que ambos soltaran un fuerte suspiro. Junmyeon no sabía qué hacer o decir, no podía negar nada. No tenía sentido que lo hiciera.
Se sentía entre la espada y la pared, aunque no sabía cuál era la postura de su mejor amigo ante toda la situación. Podría ser que le pidiera terminar toda relación que tuviera con Sehun, que se opusiera por completo a que ellos siguieran siendo amigos debido a la tonta atracción que sentía hacia el menor; y en realidad no podría culparlo.
Tenía completo sentido que reaccionara de esa manera, porque al final del día Junmyeon parecía ser incapaz de protegerse a sí mismo. A pesar de que sus sentimientos hacia Sehun ya comenzaban a lastimarlo, él seguía aferrado, dispuesto a disfrutar el tiempo que les quedaba juntos. No había esperanza de que sus sentimientos pudieran ser correspondidos, sabía que se trataba de una causa perdida.
— ¿Cómo puedo hacer que entre un poco de razón en tu cabeza, Junmyeon? —preguntó desesperado, el otro se encogió de hombros—. ¿Necesitamos hacer otra intervención?
— ¡No!, por favor no le digas a Jongdae—pidió Junmyeon de inmediato, esperando que Kyungsoo accediera y evitara que su otro mejor amigo se sintiera decepcionado—. Confía en mí, pronto todo acabará.
— ¿Qué hay de ti, de tus sentimientos?
—No son tan fuertes como crees—aseguró Junmyeon—. Un par de semanas lejos de todo este desastre y estaré bien, lo juro.
Kyungsoo volvió a suspirar, restregando su rostro con ambas manos en un gesto desesperado. No sabía qué hacer o decirle a Junmyeon. Deseaba intervenir y protegerlo, pero sabía que debía dejar que su mejor amigo se hiciera responsable de sus sentimientos y sus decisiones; no era correcto que tomara las riendas de su vida, no cuando aún parecía haber un rayo de luz al final del túnel.
Lo que podía hacer era observar a la distancia e intervenir cuando lo sintiera necesario, cuando sintiera que Junmyeon no podría manejarlo por sí mismo; y esperaba de todo corazón que ese momento nunca ocurriera.
—Piensa bien en tus acciones, Jun—murmuró capturando la atención del contrario—. No quiero verte como la última vez.
Junmyeon negó de inmediato, asegurándole que no dejaría que eso ocurriera de nuevo. Lo último que quería era volver a aquella etapa de su vida en la que su personalidad y sentimientos se encontraban por completo adormecidos, convirtiéndolo en una simple sombra de lo que en realidad era.
Kyungsoo decidió dejar el tema por completo y pasar el resto del fin de semana junto a Junmyeon. El otro lo agradeció, pues no se sentía lo suficientemente fuerte para poder seguir hablando y convenciendo a su mejor amigo de que tenía todo bajo control. Ni él mismo estaba seguro de ello.
El lunes durante el almuerzo, Junmyeon se encontró a sí mismo sentado en la mesa entre los edificios. Miraba un vídeo en su celular cuando recibió el siempre esperado mensaje de Sehun comentándole que Luhan se encontraba con él. Dejó salir un suspiro profundo.
— ¿Estás bien? —la voz de Jongin lo desconcertó, haciendo que saltara en su lugar debido a la impresión—. Lo siento, no fue mi intención asustarte.
—No, está bien—le aseguró—. No te escuché llegar.
Junmyeon vio una ligera sonrisa en los labios de Jongin, una que le recordó a días en los que apenas se conocían y todo parecía ser más sencillo. En ese tiempo no había preocupaciones en su mente, siendo la dulzura de aquel moreno lo único que la recorría a lo largo del día. Junmyeon sonrió de regreso, sintiéndose mucho más cómodo al rededor de su exnovio tras haber estado intercambiando saludos, sonrisas y frases cortas durante la última semana.
— ¿Sucede algo?, te noto inquieto.
Escuchar aquella frase volvió a traerle recuerdos durante su relación. Junmyeon siempre se consideró afortunado de tener a alguien como Jongin, tan atento, amable, cariñoso y que sabía leerlo a la perfección.
—No es nada, solo hay muchas cosas en mi cabeza—respondió bajando la mirada y jugando con sus dedos. Lo escuchó dando algunos pasos para acercarse a él, deteniéndose a poco más de un metro de distancia.
No le incomodó.
— ¿Está todo bien con tu novio? —preguntó cuidadosamente el moreno, Junmyeon hizo una mueca sin poder fingir que todo en su vida se encontrara de maravilla. Frente a Jongin no tenía caso fingir, no había razón para que se mostrara fuerte ante el tema—. He pensado en decirte algo estos días... pero no estaba completamente seguro de hacerlo.
— ¿Qué es? —Junmyeon pudo notar la duda en los ojos y gestos de Jongin, logró ver que el chico realmente se encontraba debatiendo en su interior.
—Estos días que has estado aquí—inició—... he visto a tu novio junto a otra persona en la cafetería.
Junmyeon supo que se refería a Luhan, no había otra persona con la que pudiera estar el menor.
—No me quiero entrometer entre ustedes, pero... mis amigos dicen que es su exnovio y pensé que deberías saberlo.
El otro asintió ante sus palabras.
—Lo es, es su exnovio—confirmó, Jongin desvió la mirada hacia los alrededores, evitando conectar con los ojos de Junmyeon—. Sehun y él han comenzado a llevarse bien últimamente... después de todo no terminaron en malos términos. Es como volver a ser amigos.
Ambos se atrevieron a conectar miradas después de unos segundos, Jongin con palabras atascadas en la garganta que no sabía si liberar. Junmyeon, por su parte, encontrándose a sí mismo por completo relajado al compartir una conversación normal con el moreno después de tantos meses.
—Si...—Junmyeon esperó a que Jongin siguiera con su oración, el moreno se vio alentado a continuar ante la atención que recibía y la falta de los gestos hostiles que le había dedicado Junmyeon en el pasado—. Si necesitas hablar... o solo una compañía silenciosa cuando estes aquí... dime y me quedaré contigo.
Junmyeon intentó encontrar dobles intenciones en su tono de voz, en las palabras que había dicho el moreno, en su lenguaje corporal, e incluso en sus castaños ojos; pero lo único que descubrió fue verdadera preocupación y un rastro de afecto.
Dejó salir un suspiro, pues muy en el fondo sabía que toda esa conversación estaba mal, la comodidad y falta de reacción negativa en su cuerpo ante Jongin era un error. No debería estar ocurriendo.
—Lo tomaré en cuenta—respondió con una media sonrisa incómoda que el moreno imitó.
Tras ello, su exnovio se despidió y alejó, dejando a Junmyeon solo una vez más, acompañado de sus pensamientos y aquella vulnerabilidad emocional que comenzaba a originarse debido a la confusión que sentía.
En la tarde, como cada día, Sehun decidió quedarse en el campus unos cuantos minutos para esperar a la salida de Junmyeon y así recogerlo en la puerta de su salón. Caminaba por los pasillos con rumbo a la biblioteca, su lugar predilecto para pasar el tiempo a solas, cuando a lo lejos vio una figura que le fue demasiado familiar.
Una sonrisa se formó en sus labios e inconscientemente aceleró el paso hacia su dirección, dudó un poco en alzar la voz y llamar su atención, pues sabía perfectamente que el chico tenía esa hora libre al igual que él. Tras pensarlo unos segundos se decidió a acercarse y llamarlo cuando estuviera a un par de metros de distancia.
—Chanyeol—dijo en un tono lo suficientemente alto que hizo al contrario detener su caminata y voltear a verlo. La media sonrisa que le dedicó le pareció extraña a Sehun, sin embargo decidió ignorarlo.
—Hey, Sehun—lo saludó bloqueando su celular y guardándolo en el bolsillo de su pantalón—. ¿Qué hay?
—Pensaba que podríamos pasar el rato juntos, aún falta una hora para que Junmyeon salga de clase—Chanyeol asintió, rascándose la parte trasera de su cabeza.
Apenas dieron un par de pasos cuando una nueva persona hizo su aparición frente a ellos, deteniéndose justo delante del menor, quien sonrió al reconocerlo.
— ¡Hunnie, no esperaba verte por aquí! —exclamó Luhan con una enorme sonrisa en el rostro que Sehun pudo imitar con facilidad.
—Pensé que tenías clase—comentó el menor, a lo que su exnovio soltó una pequeña risa. El menor comenzaba a recordar sus horarios de nuevo.
—El profesor nos dejó salir temprano hoy—respondió contento—. ¿Qué tal si vamos a tomar algo?
—Ah, pensaba ir con Chanyeol a la cafetería—contestó el menor señalando a su amigo, dándole una mirada rápida a su rostro. Pudo ver una ligera mueca en sus labios mientras veía a Luhan con ojos críticos.
—Está bien, ve con él—comentó Chanyeol sacando su celular de nuevo y desbloqueando mientras comenzaba a alejarse de ellos.
— ¿Eh? —Sehun estaba visiblemente confundido por el cambio de actitud y la forma tan fría y repentina en la que se había ido.
A pesar de querer alzar la voz o caminar hacia su dirección para preguntar qué sucedía, algo lo detuvo de ello. Comenzaba a sentirse inseguro de nuevo, quizá Chanyeol en realidad no quería estar con él en ese momento o tenía otras cosas que hacer.
— ¡Vamos, Hunnie! —interrumpió sus pensamientos Luhan, tomándolo del brazo y comenzando a liderar el camino hacia la cafetería.
Ambos tomaron asiento en una de las mesas vacías, Sehun paseando la vista por los alrededores y encontrando la mirada afilada de Jongin sobre su persona. El moreno no se inmutó al verse descubierto, de hecho el menor pudo ver cómo el chico alzaba una ceja mientras miraba brevemente a su acompañante.
Regresó la vista a Sehun, dejando salir un bufido y finalmente regresando su atención a lo que sus amigos comentaban frente a él.
— ¿Qué piensas comprar? —preguntó Luhan para captar su atención, por completo consciente del pequeño intercambio de miradas que había ocurrido.
Sehun volteó a verlo, sonriendo de inmediato. No pasó mucho para que Luhan comenzara la conversación entre ellos, Sehun escuchando atentamente cada una de las palabras que el mayor pronunciaba. Pasaron la hora de esa manera, siguiendo la misma dinámica que habían mantenido desde que se conocían. Era un sentimiento familiar para Sehun, uno que no le causaba incertidumbre o inseguridad. Luhan nunca fallaba en hacerlo sentir cómodo.
Cuando miró su celular, Sehun notó que tenía diez minutos para poder ir hacia el edificio en donde se encontraba el salón de Junmyeon. Se levantó de la mesa liberando un suspiro pesado, acción que llamó la atención de Luhan, quien aún estaba platicándole sobre algo que había ocurrido en una de sus clases.
— ¿A dónde vas? —preguntó confundido.
—Ya casi es hora de que Junmyeon salga de clase—respondió Sehun tomando el vaso con lo que restaba de su malteada, comenzando a caminar hacia la caja registradora de la cafetería. Luhan lo siguió pisándole los talones.
—Pero aún faltan diez minutos—intentó razonar.
Sehun no contestó en absoluto, dirigiéndose a la persona detrás del mostrador para pedirle una bebida similar a la suya. Luhan frunció aún más el ceño, no estaba entendiendo lo que sucedía, sin embargo no se atrevió a cuestionarlo de nuevo, pues tenía la sensación de que no le gustaría la respuesta que obtendría.
Un par de minutos después le entregaron su pedido a Sehun y este se despidió de él con una sonrisa y la promesa de volverse a ver al día siguiente. El menor caminó por la universidad sin prisa, pues según la experiencia ganada en las últimas semanas, aún contaba con algunos minutos para llegar a tiempo.
Junmyeon se encontraba guardando sus cuadernos y pertenencias dentro de su mochila. El profesor había terminado la clase poco más temprano de lo habitual y no podía sentirse más aliviado, pues aunque apenas era lunes, el cansancio emocional comenzaba a ser demasiado. Mientras se alistaba para salir del salón, revisó su celular que tenía algunos mensajes pendientes.
Leyó con curiosidad los que venían por parte de su mejor amigo, en donde el chico le explicaba que Chanyeol había visto a Sehun y Luhan juntos apenas una hora antes. Suspiró al darse cuenta de que, muy posiblemente, Kyungsoo le había contado a su novio lo que en realidad estaba ocurriendo en su relación con el menor.
Al leer aquello algo dolió en su interior. No debería ser así, pues Sehun junto a su exnovio era una situación que se volvía más cotidiana con forme pasaban los días. Al cruzar la puerta miró al rededor en busca de la figura alta que normalmente se encontraba esperándolo. Pero tal como se temía, Sehun no estaba ahí.
Dejó salir una pequeña risa que le supo agria, pues lo único gracioso era la manera en la que había esperado ser escogido sobre Luhan aunque sea una vez. Comenzó a caminar hacia la salida de la universidad, siguiendo el mismo camino que Sehun y él acostumbraban a tomar, siendo su celular su única compañía en aquella ocasión.
Había terminado de bajar las escaleras del edificio cuando alguien se detuvo frente a él, tomándolo del brazo delicadamente para llamar su atención. Junmyeon levantó la mirada, encontrándose con la expresión sorprendida de Sehun frente a él.
—Hoy saliste temprano—lo saludó con una sonrisa—. Apenas iba en camino para recogerte, fue una suerte que te viera.
Junmyeon fue incapaz de hablar, pues a pesar de que el menor se había encontrado con su exnovio, la persona a la que amaba y se seguía aferrando, aún se había tomado un tiempo para él. Tras todos esos almuerzos en los que Luhan había tomado el lugar a lado de Sehun, desplazándolo a él y obligándolo a irse a otro sitio para evitar verlos juntos, pues no podía negar que se trataba de una vista desgarradora, los únicos momentos a solas que Junmyeon y el menor tenían eran aquellos en los que caminaban por los pasillos tras haber recogido al otro de su última clase del día. Era todo lo que Junmyeon tenía de Sehun, lo único que podía dar por hecho cuando se trataba del menor.
Pensó que Luhan había logrado arrebatarle eso también. Junmyeon sabía que tarde o temprano ocurriría, estaba consciente de ello y no pensaba resistirse, pero lo hacia sentir aliviado que ese no fuera el día en el que ocurriría.
—Oh, y te traje esto—comentó Sehun entregándole lo que parecía ser una malteada. Junmyeon lo tomó sin apartar la vista del objeto, observándolo con adoración, sorpresa y confusión por igual.
— ¿Por qué? —preguntó alzando la mirada y encontrándose con una sonrisa y ojos suaves dedicados a él, solo a él.
—Estaba en la cafetería con Luhan y compré una malteada—comenzó a explicar. El nombre que pronunció el menor le causo una punzada en el pecho—... mientras me encontraba tomándola te recordé y lo mucho que te gustan, así que decidí traerte una.
Junmyeon no pudo evitar sentir mariposas en el estómago al saber que, incluso cuando se encontraba con Luhan, Sehun seguía pensando en él. ¿Acaso era normal la oleada de ternura y felicidad que le había causado aquella implicación?
Miró la malteada entre sus manos y luego regresó la vista a Sehun, quien esperaba a que Junmyeon dijera algo al respecto. Por completo contrario a lo que esperaba, el mayor, en un acto impulsivo al que no le dio un segundo pensamiento que pudo hacerlo cambiar de parecer, dio unos pequeños pasos hacia al frente, alzando el rostro lo suficiente para que sus labios chocaran con los del contrario.
Sehun, sin entender lo que estaba sucediendo o la razón detrás de aquel beso, no se atrevió a alejarse y simplemente correspondió el gesto al mismo ritmo lento y sutil que marcaba Junmyeon. A pesar de encontrarse con los ojos abiertos al inicio, solo bastaron pocos segundos para que sus párpados cayeran pausadamente, comenzando a disfrutar el gesto y aquello que sentía crecer en su interior.
El primero en comenzar a alejarse fue Junmyeon, quien lo hizo con la misma lentitud que el beso en sí. Sus labios, aún unidos, se separaron gradualmente con forme los centímetros entre sus rostros aumentaban. El último milímetro de piel rosada y ligeramente húmeda que aún se encontraba adherida al otro, cedió a la distancia al mismo tiempo que ambos chocaron miradas.
El mayor adoptó una expresión de alarma en cuanto entendió lo que había hecho, su mente comenzando a trabajar desesperadamente en una excusa que le permitiera salir de aquella situación sin levantar sospechas o sembrar incomodidad entre ellos, pero el aliento cálido del contrario que chocaba en su rostro era una distracción suficiente para que todo pensamiento se nublara y esfumara.
Tras varios segundos en silencio, Sehun, con su rostro aún demasiado cerca, fue el primero en hablar.
— ¿Jongin está cerca? —preguntó al creer que esa podría ser la única razón detrás de lo que acababa de suceder.
Junmyeon asintió ligeramente, agradeciendo internamente que Sehun le otorgara la excusa perfecta. Dejó que su mirada paseara por el pasillo casi vacío, en donde las pocas personas que se encontraban alrededor eran completos desconocidos, ninguno de ellos siendo su exnovio. Sehun observó aquello, pensando que el moreno se encontraba aún cerca y detrás de él.
Tras concluir aquello volvió a cerrar la distancia entre sus labios, besando a Junmyeon a un ritmo mucho más ágil a comparación con el anterior. Sus labios se volvieron a entrelazar y sin notarlo ambos intentaron acercar sus rostros y cuerpos aún más, profundizando el contacto.
Sehun no lo sintió suficiente, y sin ser consciente levantó una de sus manos hasta colocarla en la nuca del contrario. Ejerció un poco de fuerza, presionando sus labios aún más, incrementando las sensaciones que comenzaban a revolotear en cada uno de ellos.
El menor se olvidó de la existencia de Jongin, mientras que Junmyeon desvaneció todo recuerdo de la excusa que se habían inventado, ambos entregándose por completo en ese momento, ignorando sus circunstancias y desconociendo por completo la presencia de Luhan a unos cuantos metros de ellos.
El chico se encontraba escondido detrás de una pared tras haber intentado seguir a Sehun después de que se despidieron. Había tenido la esperanza de que el menor y su novio no estarían mucho tiempo juntos, otorgándole otra oportunidad para poder acercarse a su exnovio.
No estaba en sus planes verlos besarse con tanta intensidad, recordándole que no importaba cuánto intentara ignorarlo, Sehun ya no estaba con él.
Algo en aquel beso le pareció tan ajeno y entregado, diferente a los recuerdos que tenía de su noviazgo con el menor. Sintió una ola de desesperación recorrerlo y se obligó a sí mismo a aparta la mirada para poder alejarse de ahí.
Caminó por la universidad con la respiración ligeramente errática, alterada, y se dirigió a la cafetería de nuevo. En cuanto entró paseó la mirada al rededor, encontrándose de inmediato con su objetivo y la única persona que quizá podría ayudarlo a dejar de sentirse así. Sabía que todo lo que estaba planeando en su cabeza no tenía sentido, que era un producto de la desesperación que sintió al ver a Sehun besar de aquella manera a Kim Junmyeon.
Pero no importaba qué tan incoherente fuera, era lo único que llegaba a su mente que podría ayudarle a recuperar a Sehun. Ya no podía seguir actuando de forma tan cauta y lenta, de esa manera solo lo haría más difícil, pues les daría más tiempo a ellos para estar juntos y crear un vínculo que no podría romper.
Se detuvo junto a la mesa, su presencia causó que todos los que se encontraban ahí se callaran y voltearan a verlo con curiosidad. La mirada de Luhan se concentró en una sola persona, asegurándose de que todos supieran que se dirigiría a él.
— ¿Puedo hablar contigo? —preguntó directamente, causando que el otro, escéptico, levantara una ceja—. Es sobre Junmyeon.
Al escucharlo decir aquello, Jongin accedió y se colocó de pie para seguir al contrario a la salida de la cafetería, en donde podrían tener una conversación más privada.
Justo cuando cruzaron la entrada decidieron dar unos pasos más antes de detenerse. Luhan miró alrededor, asegurándose de que no hubiera nadie cerca que pudiera escuchar lo que estaba por decir. Al corroborar que eran los únicos, miró a Jongin, quien ya parecía impaciente.
—Ayúdame a separarlos.
No fue necesario que dijera los nombres para que Jongin entendiera a quién se refería.
🍂
¡Holaaaaa!
Ha sido MUUUUUCHO tiempo desde que publiqué el capítulo anterior.
Perdónenme por haber tardado tanto ;; hubo algunas complicaciones con la inspiración y un ligero bloqueo, pero acá estamos de regreso.
¡¡¡Espero que les haya gustado el capítulo!!!
¿Qué creen que dirá Jongin?
¿Qué creen que suceda con todo esto?
¿Y Minseok? hsajdnas
Saben que amo los comentarios~
Una vez más los quiero invitar a leer mi One Shot uwu
Se llama "Flower Cough" y lo pueden encontrar en mi perfil~ me encantaría saber sus opiniones al respecto ya que es algo diferente a lo que he escrito antes.
¡Espero de todo corazón porder regresar super pronto!
De todos modos estaré avisando en mi tablero de anuncios (aquí en Wattpad) en caso de que algo ocurra o vaya a tardarme un poco más de lo normal.
¡Muchas gracias por seguir leyendo esta historia y por esperar a mis actualizaciones!
Me hace muy feliz siempre verlos en mis notificaciones ♥️
¡Nos leemos pronto! 👋
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