9.

Piccolo reía burlonamente por la inocente idea que tenía la tonta mocosa de poder derrotarlo.

Su pie estaba incrustado en el estómago de la espíritu que con todas sus fuerzas lanzó un tajo de su gran espada que fue fácilmente esquivada por el nameku pero que destruyó gran parte del lugar por la liberación de energía violeta.

Princess respiraba pesadamente, pero su molestia y frustración la llenaba de energía que usaba para arremeter contra el demonio.

Por fin llegó conectar una patada a Piccolo justo al rostro logrando que este retroceda con sus pies clavados a la tierra.

El rey demonio lanzó un puñetazo que fue detenido por el dorso de Sandalphone pero que estremeció su cuerpo al punto que sus dientes rechinaban por la fuerza con la que apretaba.

Este sujeto era un monstruo, no se detuvo pues una y otra vez golpeaba la espada hundiendola más y más en un cráter hecho por la magnitud de su fuerza.

-¡Aaaaarhg! -ella grito liberando más poder que hizo retroceder a Piccolo, pero este no se veía realmente preocupado.

-Vaya, vaya mocosa, sigues liberando esa cantidad de poder, pero de nada te sirve si no sabes como usarlo -sonreia el demonio extendiendo su mano hacia la mujer de cabello color morado- Pero si quieres te puedo mostrar como hacerlo -bufó divertido a la vez que una esfera amarilla aprecia.

-¡No necesito aprender nada de alguien como tú! -exclamó la muchacha dispuesta a detener lo que se venga.

"Heh"

Fue lo único que Piccolo mencionó antes de lanzar la bola de ki hacia Princess.

Una gran explosión se formo cuando la espada de la espíritu chocó contra la energía de Piccolo.

La espíritu cargó mucha de su energía violeta en su espada para retener el ataque.

Energía violeta mezclada con amarilla destilaba hasta los cielos que parecían nublarse poco a poco por tal pelea.

Entre el polvo Piccolo vio a la mujer con tranquilidad, estaba mucho más lastimada, pero su expresión denotaba determinación. Incrustó su espada y sus manos las posó sobre el mango.

Trozos de su armadura caían al suelo antes con una imagen solemne ahora había gritas y faltas de trozos grandes en ella dejando ver parte de su piel y una tela casi transparente.

Por su bello rostro caía una linea de sangre que cruzaba por el costado de su ojo que seguía brillando.

Jadeaba con pesadez pero eso no pareció importarle a Piccolo quien repentinamente apareció en su frente.

-¿Qué ocurre, espíritu? ¿eso fue todo para ti? -preguntó mientras agarraba su cabeza- Tengo que admitir que eres fuerte sin dudas pero te falta mucho camino para desafiarme -mencionó.

"¡Caugh!"

Princess gimió de dolor por la fuerza con la que era sostenida.

Intentó lanzar su espada hacia él, pero fue detenido por la otra mano del nameku.

-Estás perdida -mencionó Piccolo sonriente.

-Y...yo no vo...voy a perder... -intentó decir pero simplemente ya no podía seguir.

"¡Clap!"

"¡Piccolo!"

Una voz exclamó llamando la atención del espíritu y el verdoso hombre que se giró para ver nada sorprendido por la llegada de este sujeto, es más, una expresión de satisfacción se apoderó de su rostro.

Un dogi naranja, unos cabellos negros como la noche que se mecían por el viento, dos bellas damas detras suyo. Una expresión seria y hasta cierto punto molesta en su rostro.

El guerrero más fuerte había llegado.

-¿Quie... quién? -Princess no conocía a ese chico, pero por alguna razón sintió alivio al verlo.

-¡Son Goku! Te habías tardado mucho, este calentamiento ya me estaba aburriendo -como si fuera una bolsa de papas el espíritu fue arrojada varios metros de allí soltando quijidos de dolor tras el impacto.

Sus ojos violetas miraban fijamente al llamado Son Goku respirando pesadamente.

-Ese es un espíritu, sí que le han dado una fuerte paliza -Kahana miró con cierta lastima a la chica- "Ese tipo es un monstruo, con que así es el temible Piccolo" -se dijo a sí misma.

-¿Por qué le has atacado, Piccolo? -preguntó Goku serio caminando hacia el nameku.

-Jajaja, fue ella quien ingresó en mis zona de entrenamiento, creí que buscaba algún tipo de pelea y eso le di -respondió mirando de reojo a la chica- Pero supongo que no aguantó -se burló mirando al saiyan con emoción.

-Chicas, vayan a ver el estado de esa chica -pidió el azabache sin apartar su mirada seria de Piccolo.

-Ten cuidado -pidió preocupada Kazehana.

-No te lastimes -casi fue una suplica por parte de Akitsu denotando preocupación en su normalmente calmada expresión.

-Yo también he estado algo aburrido, Piccolo -Goku esbozó una pequeña sonrisa.

Kazehana, Akitsu y Princess se estremecieron repentinamente cuando el poder de aquellos guerreros comenzó a aumentar.

La espíritu abrió sus ojos de par en par pues aunque no conocía la percepción del ki podia entener la presión que ambos emanaban ahora.

Las muñequeras de Goku cayeron al suelo, sus botas se las quitó. La camiseta azul fue lo último que se quitó dejando todo en el suelo que se hundió levemente por aquello.

Las dos sekirei no pudieron evitar echar un ojo sobre su ashikabi y su torso desnudo, incluso la atención de Princess fue atraida por aquel trabajado físico.

-Esto es lo que quería, una revancha -habló el demonio mientras sus músculos se hinchaban y su sonrisa malvada aumentaba.

Sus antebrazos chocaron fuertemente, ninguna de las mujeres pudo ver el momento cuando se movieron de sus lugares.

En sus esfuerzos sus piernas desquebrajaba el suelo bajo sus pies.

Aparecían y desaparecían en frente de sus ojos ante lo cual las mujeres decidieron ni intentar seguirlos y centrarse en la lastimada espiritu.

Princess en un principio miró con desconfianza a las sekirei, intento apartarse pero su estado no se lo permitió realmente.

-Tranquila, no tenemos malas intenciones -Kazehana habló con seriedad ante la muchacha que seguía analizandola con precaución.

-Tus heridas no te dan muchas opciones más -sin tanto interés Akitsu agregó mirando a su amo, ni que la espíritu fuera su prioridad.

Una fuerte explosión se causó en el suelo, un fuerte gruñido fue expresado, pero no fue de dolor sino molestia.

El puño extendido de Goku fue lo que se vio desde los cielos con una expresión confiada.

-Al parecer sigues entrenando al igual que yo -Piccolo habló poniendose de pie mientras se limpiaba la sangre violeta de sus labios con una sonrisa molesta.

-Tú tampoco te has descuidado, me hubiera decepcionado si fuera así -respondió el saiyan alegre.

Una vez más se arrojaron el uno contra el otro comenzando un nuevo intercambio de golpes, Goku se estremeció cuando un puñetazo del nameku se incrustó en su estómago, pero él no se detuvo pues lanzó un codazo a su pecho causando que ambos retrocedan.

Piccolo lanzó una patada que fue cubierta por el antebrazo del saiyan que rápidamente realizó un barrido de pie que dejó sin equilibrio a su rival que aprovechó para girar sobre su eje e incrustar su talón en el cuello del demonio.

-E...es increíble -murmuró Kazehana apenas pudiendo ver la lucha, pero sí los rastros hechos por la pelea.

Akitsu simplemente se llenaba más de orgullo por lo que aquel pequeño que admiraba cuando niña. Creció y no solo en lo físico sino también sus artes marciales, aquellos que la hipnotizaron la primera vez.

Princess miraba incrédula de las capacidades de aquellos seres, sobre todo del guerrero que le hacía frente al demonio. También se sintió aliviada de su llegada pues no tenía idea de lo que pudo haber ocurrido si no se hubiera dado de esta forma.

Se estuvo conteniendo con ella todo este tiempo.

Ambos ahora tenían heridas por todo su cuerpo, cortes y moretones pero curiosamente sonreían con emoción. Estaban disfrutando de la pelea.

-Je...jeje -esto es divertido -murmuró Goku divertido.

-¡Hmpf! Diviértete cuanto quieras mientras aún puedas hacerlo -el nameku amenazó aunque Goku no sentía malas intenciones en realidad.

Aunque repentinamente sus expresiones cambiaron, sus rostros se giraron hacia una misma dirección.

Habían percibido algo.

Una luz blanca se acercaba a ellos a gran velocidad partiendo los vielos, destellos azules eléctricos eran dejado en su paso por aquel cielo ceste.

-¿Quién es? -se preguntó Piccolo algo molesto pues supo que aquello era una interrupción a su pelea con el bastado de Son Goku.

Un haz de luz se hizo en el campo de pelea, un nuevo contrincante hizo presencia imponentemente.

Algo similar a plumas cayeron al suelo suavemente como si del descenso de un angel divino se tratara.

Dos orbes zafiro analizaban el lugar fríamente buscando algo.

Goku abrió sus ojos de par en par cuando notó de quien se trataba, pero había diferencia con aquel encuentro que tuvieron, ahora emanaba algo más poderoso y... familiar.

Un poderoso ataque azulado fue arrojado hacia el duo de guerreros ante lo cual rápidamente se pusieron en guardia.

¿Quién demonios era?

--Fin del capítulo--

Espero que hayan disfrutado del capítulo, intentaré subir otra cosa pronto. Agradecido que esta historia no se haya borrado, gracias Wattpad uwu.

Dejen sus comentarios, críticas, opiniones y demás si gustan, siempre es interesante leerlos.

Para el próximo capítulo 160 votos.

Creo que tengo debilidad por las pelo plateadas.

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