Yuzuru

††El Último Espíritu††

Arco 2: Un pasado caótico.

Saga: Holocausto.
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Capítulo 0: Viento apacible.
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Es un día cualquier dentro del Flaxinus, todas las apuestas corren en contra de la hermana más seria de las Yamai... Pero, ¿Que tipo de apuesta?

Darle clases a un niño de 6 años, el cuál siempre se queda dormido, debido al aburrimiento; derivado de la falta de experiencia de las demás chicas.

¿Podrá la Yamai más seria y analítica, lograr que Álex no se quede dormido?...

Una multitud de espíritus, rodean una sala con una pizarra, varias filas de escritos y uno para el líder; surgiendo Yuzuru de una de las puertas, quien lleva un par de gafas y un libro.

Kaguya: Ya ríndete hermana, no hay posibilidad de que Álex no se duerma con tu sermón... Incluso Mana, que es tan dinámica, hizo que se desmayada del aburrimiento a los 5 minutos, que puedes esperar tú -expresó, con gran confianza.

Miku: Tiene razón, incluso conmigo el pequeño Darling, termino en brazos de morfeo -intervino, sonrojándose un poco.

Artemisa: Morfeo o tú lujuriosa, de no ser porque llegamos a tiempo, quien sabe que le habrías hecho -expresó, viéndola con repulsión.

Miku: ¡Eso no es cierto!, yo jamás le habría hecho nada malo -respondió, con una pequeña hemorragia nasal.

Shiori: ¡Lo tenías abrazado y apunto de besarlo en la boca! -exclamó, muy celosa.

Mana: ... -enmudeció, con una gota de sudor escurriendo de su frente, por solo recordar ese suceso.

Kotori: ¡¿Que hiciste qué?!... Bueno ya, vinimos aquí, a una cosa... Yo apuesto dos cajas de paletas, de lujo -dijo, colocándolas sobre una de las mesas.

Yoshino: Yo apuesto, una caja de mis bombones con chocolate, junto a los dulces de crema de cacao y avellana de Yoshinon -respondió, colocando ambas bolsas también.

Mukuro: Bien, Muku apostará toda su dotación de galletas con chispas de jalea de fresa -dijo, poniendo toda la caja en medio de la mesa.

Natsumi: ¡A sí!, yo apuesto mis palitos de fresa, exclusivos -replicó, dando un manotazo.

Todas las demás, incluidas Kozue y la misma Ellen, empezaron las apuestas, las cuales iban en su totalidad, contra Yuzuru, la cuál lo haría dormir antes de que acabará la clases; sin embargo, solo dos apuestas apoyaban a la sería pelinaranja, una de Reine, quien puso 4 cajas de los mejores dulce de leche y la misma involucrada, que apostó por ella misma, con nada menos que cinco de sus últimos dulces rellenos de fresa natural... Algo, que ya era demasiado difícil de conseguir en esos días, dado el apocalipsis que enfrentaron años atrás.

Caminando algo aletargado, venía un niño frotándose los ojos, junto a una marioneta de conejo flotando encima de su cabeza; ninguno, parecía darse cuenta del alboroto que se encontraba más adelante de su posición.

Álex: A quien se le ocurre, una clase a las 5 de la mañana -dijo, bostezando.

Junior: Alégrate Álex-kun, está será tu única clase, después tendrás el resto del día para jugar -respondió feliz y gira a su alrededor.

Álex: Solo espero no dormirme, como en la clase de tía Manatí y su extraña forma de explicar, o tía Kaguya, o tía Nushi-sama, o tía Artemisia, inclusive en la de mamá... Trato de no hacerlo, pero me enredan mucho y acabo todo frustrándome, dando como resultado que me duerma -dijo, triste y muy desanimado.

Junior: No deberías pensar eso, ella se esfuerzan mucho... -respondió, serio tratando de defenderlas.

Álex: Ya lo se, pero no quiero herir sus sentimiento, está maldita guerra, les quita la mayor parte de su tiempo y si le agregamos, estar lidiando conmigo, no les queda tiempo para ellas; es solo que su forma de enseñar me confunde mucho... No, no puedo ser egoísta, por eso les digo que soy perezoso, para así evitar lastimarlas, prefiero que todas ellas piensen que soy perezoso, a que sepan que son quienes me causan el suelo en su clase -argumentó, viendo al techo.

Al otro lado de muro, todas escuchan sus palabras, haciendo que suelten un par de lágrimas, no de tristeza, sino de culpa, por darse cuenta de lo injustas que han sido con Álex; no obstante, se les dibuja también una sonrisa, al ver el buen corazón de ese niño, pues al tener como quejarse de ellas, prefirió asumir la culpa del asunto.

Saliendo todas de la sala, se topan de frente con el niño, para permanecer viéndolo unos segundos; el cuál, sin darse cuenta choca con Kotori, quien lo ve sería y con clásica paleta.

Álex: Ma... Mamá, ¿qué estás haciendo aquí? -preguntó nervioso.

Kotori: Gracias, por ser tan buen niño mi amor -respondió, abrazándolo y besando en la mejilla.

Álex: ¿Ah? -balbuceó confundido.

Kotori: Vamos chicas, espero tengas una clase agradable amor -dijo, con una sonrisa genuina.

Pasando a abrazarlo cada una de las espíritus, pasan a retirarse, ante el asombro de Álex, el cuál sólo pasa al salón para ocupar su asiento; una vez con la puerta cerrada, todas las chicas regresan y se esconden a lo largo del pasillo para ver sentir de la sala.

Nia: Entonces quiero pensar, que aún sigue la apuesta, ¿verdad? -preguntó de forma burlona.

Todas : Claro -susurrando, a la vez.

Ya dentro, una Yuzuru nerviosa, pero muy confiada de sus habilidades, le da la bienvenida a su clase denominada: El árbol de habilidades espirituales.

A medida que pasa el tiempo, Álex se mueve de un lado a otro, Junior solo ve en silencio a la pizarra, cosa que le da gusto a las chicas, pues presienten que está por sucumbir al suelo; pero, luego de un rato, toma su libreta para comenzar a anotar lo que Yuzuru le plasma en esta, cosa que preocupa a las espíritus y humanas.

Kozue: No dijeron que se iba a dormir en seguida... -murmuró inquieta.

Yoshino: Kotori, aposté los dulces de Yoshinon... No podemos perder, o si no el se enojara -dijo, preocupada.

Yoshinon: Momento... ¡Apostaste mis dulces!, aquí va a correr sangre, esos son sagrados -respondió enojado.

Kotori: Vamos, apenas va una hora, yo lo conozco y se cuando se aburre, casi siempre se duerme -dijo insegura de sus palabras.

Natsumi: Pues yo lo veo bastante feliz y muy animado, no pierde detalle de la explicación de Yuzuru -expresó, con la cara ensombrecida debido al hecho de pensar en perder sus dulces.

Luego de una hora, Álex seguirá como si nada, sin perder detalle de todo lo que más colocaba, al menos hasta que empezó a explicar oralmente la forma en la cuál usar los angeles y poderes astrales; en este punto todas las chicas fuera en el pasillo empezaron a tener miedo y odio hacia la pelirroja que las invito a hacer la apuesta, al igual que la pelinaranja.

Ellen: Dijeron que era apuesta segura chicas -dijo desplegando su cuchilla de plasma espiritual.

Mukuro: Muku está enojada, hicieron que ella perdiera sus galletas, ¡esas no son fáciles de hacer! -exclamó muy molesta y con su alabarda en mano.

Kaguya: ¡No puede ser, a este niño se le tuvo que ocurrir no dormirse el día de hoy¡... ¡¡¡Por qué lo dejaste dormir temprano ayer Kotori!!! -gritó con lágrimas cómicas.

Volteando a causa del gritó, Álex y la pelinaranja de gafas solo observan a través de la ventana vacía, para luego volver a la clase; al otro lado, están las chicas agarrándola en el suelo, con las manos sobre su boca, haciéndo que se calle justo a tiempo.

Mana: ¿Quieres que nos descubran a todas? -preguntó, viendo su reloj en su celular.

Kotori: Pero que dices... ¡Este niño se quedó jugando su videojuego favorito, hasta lo acabo! -susurró, frustrada.

Pasada hora y media, los ronquidos se hacen presentes, lo cual provocan que Yuzuru derrame una lágrima de dolor y decepción en si misma; sin embargo, antes que pueda darse la vuelta, viene volando la marioneta de conejo hacia donde está ella, para verla a los ojos.

Yuzuru: Pregunta: ¿Que pasa Junior, tienes alguna duda? -preguntó algo triste.

Junior: Yo no, es Álex-kun, me pidió que volada hasta ti, para preguntarte, porque dejaste de escribir... El estaba anotando y se preocupo por ti, es que solo pensó sería de mala educación el levantarse... Quiso llamar tu atención, pero esos horribles ronquidos opacan su voz -manifestó, señalando a Álex.

Al girarse, lo que ve es algo que llena de dicha su corazón, ver a un pequeño despierto y anotando todo lo que ella ha explicado a lo largo de la clase, le regresa la fe en si misma; viéndolo a los ojos, se coloca delante de Álex, con la intención de evaluar su estado de ánimo y energía, la cual está en lo más alto, en relación a su atención.

Yuzuru: Pregunta: ¿No te sientes un poco aburrido o con sueño? -expresó viéndolo fijamente.

Álex: Tengo sueño, pero no es tu culpa tía, me quedé jugando hasta tarde, es raro... Mamá jamás me dejó hacer eso, pero ayer ella misma insistió... Cómo sea, tu clase es pesada pero por demás interesante, entendí todo -respondió, muy feliz.

Yuzuru: Gratitud: Me hace muy feliz saber que te gustó mi clase -dijo muy animada y dándole un abrazo.

Álex: Tú te esforzaste, no como mi tía Manatí, que fotocopió la página de un diccionario y la hizo rendir por dos horas... ¡Dos horas! -expresó, con un poco de molestia derivada de ese feo recuerdo.

Viendo hacia afuera, ambos observan a las espíritus dormidas, abrazadas y en caso de Miku y Shiori en una pose muy explícita; por lo cual, las dejan de lado para seguir con la explicación de Yuzuru, la cuál Álex escucha con toda su atención, ya finalizada la puerta se abre de para en par, despertándolas a todas abruptamente.

Álex: Gracias tía Yuzuru, esa fue de las mejores clases que haya recibido, aún más que las de María o Reine -dijo, con voz alegre, mientras corre por el pasillo.

Yuzuru: Afirmación: Te veo el martes, disfruta tu día -respondió, agitándo su mano.

Yuzuru: Regodeo: Creo que les gane la apuesta, así que reclamó mi botín, nos vemos -dijo viéndolas orgullosa.

Kotori: Momento, como sabemos que el... -replicó, desesperada.

María: Sabía que esto pasaría, así que monitoree toda la clase, Álex no solo se quedó despierto, anotó y le gustó mucho la clase... Pues, no fue como Mana, que fotocopió la página de un diccionario y la hizo rendir, para dos horas, ni hablar de las demás... Por lo que no hay duda de eso -argumentó, de forma tajante.

Kotori: ¡¿Como que fotocopia!?... Creo que tú y yo hablaremos más tarde, en cuando a ti... Ganaste, puedes llevarte nuestros du... dulces -dijo, con la voz de imoto y ojos llorosos.

Sin decirse más, Yuzuru se lleva todos sus premios en un carrito creado por "Haniel" de Álex, lo que desconcierta a todas; aunque en este momento, su atención está enfocada en la pelirroja, la cuál no se ha percatado del peligro en el que está.

Mirando desde una esquina, se puede ver a Álex, chupando feliz una paleta de lujo de su madre, mientas a su lado una Reine con una inusual sonrisa, se come una de las galletas de Muku; por su parte, Yuzuru degusta un palito de fresa, con una sonrisa de satisfacción dibujada en el rostro.

<Yuzuru: Pensamiento: Que esto les sirva de lección, por subestimar a la hija de huracán más brillante y bella de todas -meditó, tarareando en su mente una canción de Miku>.

De nuevo en aquel rincón, Reine solo mira a Kotori corriendo por su vida de los ataques de todas las chicas, que ya tienen sus ángeles y vestidos listos para el combate; así como a todas las Wizards, quienes disparan sus laser buscando lastimar a la pelirroja, con una mirada que irradia furia y mucha frustración, por lo que perdieron.

Todas: ¡Vuelve, Kotori! -gritaron, sin dejar de atacarla.

Kotori: No porque tenga a Camael, soy inmune al dolor... Aunque no muera, si me lastimaran mucho -respondió, repeliendo los ataques con su ángel.

Todas: ¡Ya sabemos!, pero al menos, nos conformamos con eso... ¡Ya deja de escapar! -replicaron, sin bajar el ritmo de la persecución.

Una vez que sale de la nave, ambos se aventuran al pasillo, para llevarse los dulces a sus cuartos; aunque Reine, se da la vuelta, para colocar de frente a Álex, quien solo se sonroja.

Reine: Todo salio de acuerdo al plan, ¿no es así Shin? -preguntó, viéndolo sería

Álex: ... -quedó en silencio y continuó, sin voltearla a ver.

Reine: Álex... -repitió, con un tono de enojo.

Álex: Así es Reine, no se porque esa insistencia de llamarme, Shin... Cómo sea, ellas se lo buscaron por abusivas y malas -expresó, sonriéndole.

Reine: Extraño a Shin -respondió, para luego darle un abrazo.

Álex: Yo también -dijo, regalándole un abrazo propio.

Con Yuzuru, solo deja el carrito a un lado, mientras se acomoda junto a la ventana, para admirar a las espíritus que no dejan de perseguir a Kotori, la cuál está exhausta; luego de eso, solo medita en silencio, para luego tomar uno de los dulces, revisando uno de los cajones, saca un collar sencillo y un poco maltratado, con forma de un corazón alado.

Yuzuru: Tristeza: Te extraño Shido, el me recuerda mucho a ti, sobre todo su bella forma de ser... Espero que donde estés, seas feliz y descuida, tu hijo está a salvo con nosotras -se dijo, dejando caer una lágrima antes de abrazar con fuerza el collar...

Fin del Capítulo.
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