††El Último Espíritu††

Arco 3: Un presente de pesadilla.

Saga: Holocausto.
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Capítulo 0: 2 Caras, de una misma monedas.
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Dejando el cuerpo sin vida de Ai, Tonobachi se levante, pero no antes de tocar las manos de su amada, con un dolor inmensurable en su corazón, aprieta el puño; corriendo fuera del salón, hasta llegar una vez más a la calle, se encuentra con una escena, que solo en las peores pesadillas, podría llegar a verse.

Miles de sombras, atravesando unas grietas en el cielo, para después bajar y matar a los humanos que se toparan en el camino; pese al miedo, Tonobachi se mueve, entre el mar de cadáveres, buscando a Tamae.

Tonobachi: ¡Maldita sea!... En donde estará, tengo que encontrarla cuando antes... Pero, mi familia, necesito... -sé dijo, callándose de repente, debido al sonido de unas rasgando un par de barrotes.

???: Humano... Morirás... -interrumpió, una voz escalofriante a sus espaldas.

Apenas girarse, descubrir a un espectro, se trata de una mujer, con la piel envuelta en sombras, ojos blancos y vacíos; además, de usar una camiseta blanca, al cual combina, con su color de cabello.

(Imagen simbólica).

Tonobachi: ¿Qué eres tú? -preguntó, con un poco de miedo en su voz.

???: Muere -respondió, lanzándose sobre él, enterrándole sus filosas uñas en el pecho.

Sin poder hacer nada, comienza a toser algo de sangre, mientras que la fémina, vuela por encima de las calles; incapaz de hacer nada, se agarra del espectro, para luego golpearlo en el pecho, estómago y brazos.

Sin preocuparse de sus débiles ataques, está sigue volando, dejando muy atrás la ciudad de Tengu; a punto de desfallecer, a causa de la hemorragia, Tonobachi logra quitarle, un cristal negro, que lleva en el costado.

Tonobachi: ¡Suéltame! -gritó, clavándole la espada en el pecho.

HIIIIIIIAAAAAAAGGGGGHHH

Luego de esta acción, el espectro se retuerce a causa del dolor, para después desaparecer en una nube de partículas blancas; aunque, esto trae como consecuencia, que tonobachi se desplome, hacia el suelo rápidamente.

Logrando maniobrar, consigue caer encima de un árbol, golpeándose violentamente en las ramas, acaba cayendo en el césped; aún consientes, se arrastra tratando de pararse, pese a tener, algunos huesos rotos.

Tonobachi: No... No puedo, morir... Todavía, no te he vengado... -dijo, mientras la sangre brota de sus heridas.

BOOOOOOOOOAAAAAAAAAMMMM

Interrumpiendo sus pensamientos, una gran explosión se cierne sobre Tengu, haciéndola volar en mil pedazos; una cúpula de energía se extiende rápidamente, seguida por varias ondas de choque, que rugen sin cesar.

Tonobachi: No puede ser, Tengu fue... Mi, mi familia... ¿Por qué? -sé preguntó, escupiendo sangre, antes de desfallecer.

Volando cerca del lugar, un ejército de seres sombríos, encabezados por una pelipúrpura de armadura llamativa, pasan muy cerca de una zona boscosa; aunque, esto no presenta mayor importancia, aquel humano que yace en el suelo, si se apodera de su atención, con el deseo de matarlo, una sombra se aleja.

???: Muere -dijo la sombra, sin mostrar nada de emoción en su voz.

???: Espera -intervino la pelipúrpura, con la mano posada en el hombre del espectro.

???: Pero mi Lady, es un humano... Ellos, no merecen misericordia -expresó, molesto.

???: No te parece peculiar... ¿Cómo fue que, él llegó hasta aquí?... Además, ese cristal en su mano... Un ser humano no puede, tomar un arma espectral; eso quiere decir, que él posee facultades para ser un espectro, creo que nos servirá -respondió, alejando mucho más a la sombra.

???: Cómo ordene -dijo, alejándose.

Revisando el cuerpo de Tonobachi, la chica se percata de sus lesiones, las cuales son un poco serías; al verlo así, entiende que sería imposible salvarlo, por lo que decide dejar, su cuerpo recostado en el suelo.

Tonobachi: To... Tohka... -balbuceó, con algo de dificultad, antes de agarrar su mano.

Tohka: No sé cómo, puedes estar consciente, tienes muchos huesos rotos, una hemorragia interna y tus órganos, están por colapsar, no eres ordinario... Pero, no puedo salvarte, eso ya es imposible -respondió, viéndolo con un poco de empatía.

Tonobachi: Maldita... Sea, finalmente no voy, a poder vengar a Mii... Al menos, tendremos la oportunidad de vernos nuevamente -dijo, con lágrimas en los ojos.

Tohka: Lo siento, pero eso será imposible, al ser asesinados por un espectro, los humanos pierden su alma... Mii está atrapada, dentro de aquel, que la asesinó -respondió, un poco fría y con la mirada muerta.

Tonobachi: No puede ser... Yo debo, matar a Tamae... -dijo, tosiendo sangre.

Tohka: Así que eso hizo... Por eso ahora, ella es un espectro... Es una malnacida, no pensé que mataría a sus amigas -respondió, viendo a sus espectros.

Tohka: Soldados... Quiero que maten, a cada humano que se encuentren -añadió, con una sonrisa sádica en el rostro.

Todos los espectros: ¡¡¡SI SU MAJESTAD, SIN MISERICORDIA!!! -exclamaron al unísono.

Volando a toda velocidad, el ejército pronto se pierde de vista, dejando solos a Tohka y a un agonizante Tonobachi; curando de forma parcial sus heridas, lo coloca en un árbol, al mismo tiempo, ella se sienta frente a él.

Tohka: Esto que hice es temporal, pues ya no tienes salvación... O por lo menos, como una criatura viva... Antes de ayudarte, te contaré todo, si luego de esto siento hostilidad de tu parte o no deseas mi ayuda, te mataré -dijo, con la mirada fría.

Tonobachi: Te escucho -respondió, sin nada de ánimo.

Relatándole prácticamente, desde que llegó a ese mundo, como sus apariciones, fueron responsables un par de terrenos espaciales, cuando conoció a Shido; esto último, intrigó al pelinegro, quien a veces le formulaba un par de preguntas, así también, para hacerle reclamos o discernir con la cabeza.

Tonobachi: Así que, por eso siempre estaba Shido contigo, como si te cuidara o algo así, pero no solo ella, pues todas las chicas a su lado, son espíritus... Ahora lo entiendo, por eso siempre estaba con ustedes; que idiota, incluso yo, pensé que las seducía -expresó, con vergüenza.

Tohka: Shido, salvó a cada una de las chicas, por eso lo queríamos, él no tenía obligación con nosotras -respondió triste.

Luego de esta pausa, prosigue con su relato, ahora abordando temas relacionados con el Fraxinus, la comandante Kotori, a la cual se refiere de forma despectiva; a lo largo, de la conversación, Tonobachi se queda pensando en todo lo que su amigo vivió, las veces que arriesgó su vida y sus ausencias.

Tonobachi: Shido, siempre fue un héroe, yo creyendo cosas erróneas, así como Mii, Ai y Mai, pese a todo el jamás dejo de proteger a todos, incluso a nosotros... Que idiota fui, no pensé, que llevara una carga tan pesada, tan terrible -dijo, con lágrimas en los ojos.

Tohka: Pero Shido... ¡¡¡También, era un gran mentiroso!!! -reclamó, apretando los puños.

Tohka: Yo lo amaba... ¡Pero él prefirió, a esa maldita de Kotori!... Era mi amiga, pero ella se acostó con Shido -añadió, mordiendo sus labios, por la frustración.

Posteriormente, le hablo de lo que hizo con Shido en la boda, que ella es ahora, la reina de los espectros y sobre todo, que sirve a la espectro del origen, llamada Sia, pero sobre todo, el pacto hecho entre Tamae y ella; con asombro, Tonobachi la mira escéptico, más que con miedo, la ve empático, por el dolor generado a raíz de la traición de Shido, pero más, por conocer el deseo de venganza.

Tohka: Ahora, ya lo sabes todo, eres libre de juzgarme... Pero, tienes que decidir -expresó sería, mientras toca su hombro.

Tonobachi: Cof, cof... Otra vez, me volvió la hemorragia -respondió, limpiándose con su manga la sangre.

(Amenización de esta parte †, hasta ††)

†

Tohka: Te dije que era temporal, tu muerte se acerca... Lo que te propongo es simple, sé uno de mis espectros, mi mano derecha, yo a cambio te salvaré -dijo, sosteniendo en su mano una esfera púrpura.

(Imagen simbólica).

Tonobachi: ¿Qué es eso? -preguntó, un poco asustado.

Tohka: Es mi energía espectral, si tocas está esfera, te convertirás en un espectro... Pero, debo prevenirte, vas a experimentar el peor dolor que puedas imaginarte; pues, estarás muriendo y luego de esto, renacerás en una forma etérea -respondió, acercándose a él.

Tonobachi: ¿Por qué, me ayudas? -preguntó, una vez más.

Tohka: No tengo amigos, no tengo familia y no quiero estar sola... Quiero un amigo, aun si no es de corazón; pero deseo, que tú seas ese amigo, Tonobachi... Te prometo, que voy a ayudarte a vengarte de Tamae; aunque, lo único que te quiero pedir a cambio, no seas tan imprudente, yo te diré en qué momento podrás tomar tu venganza -argumentó, muy seria y algo preocupada.

Tonobachi: ¡Acepto! -gritó, tomando con las 2 manos la esfera.

HIIIIIIIAAAAAAAGGGGGHHH

Tohka: ¡¡¡TONOBACHI!!! -exclamó, tratando de alejar la esfera.

Pese a sus esfuerzos, la energía espectral, se fusiona con su cuerpo, el crujir de todos sus huesos le hiela la sangre a Tonobachi, quien no deja de quejarse; lentamente, su carne es consumida en un mar de llamas azules, para luego, ser remplazada por una energía muy oscura, toma forma de gabardina.

Tohka: ¡Resiste! -gritó, impotente.

Tonobachi: No me rendiré... No me importa, este dolor, si eso se necesita para vengarme de Tamae, vengar a mi bella, Do-Re-Mii... Yo, lo lograré... ¡¡¡CUESTE LO QUE CUESTE, VOY A CONSEGUIRLO!!! -exclamó, lleno de coraje y gran determinación.

AAAAAAAGGGGGGHHHH

Pasados 2 minutos, la transformación se ha completado, Tonobachi ahora está formado por sombras y luz, posee una gabardina en color blanco/azabache; su cuerpo y cabello, ahora son sombras, mezcladas por una luz muy brillante, en su mano izquierda, tiene una katana, hecha con el cristal espectro.

(Imagen simbólica).

Tohka: Increíble... Sabía que tú tenías, gran potencial para convertirte en espectro, que gusto me da, que lo lograras Tonobachi, mi caballero espectro -dijo, dándole una gran sonrisa.

Tonobachi: Seiba... Tonobachi, ha dejado de existir... Soy Seiba: El Caballero Espectro, mi bella dama -respondió, haciéndole una muy gran reverencia.

Tohka: Amiga, quiero ser tu amiga Seiba, yo te prometo, ayudarte a vengarte esa maldita de Tamae -dijo, abrazándolo.

Luego de esto, ambos salen volando hacia el amanecer que está arribando, a lo que fuera una vez Tengu; aunque, Tohka va de lo más feliz, Seiba deja ver un rostro complicado y una lágrima de luz en su mejilla.

Seiba: Mi amor, no sé cuánto me tomé, pero te vengaré... Este collar que me regalaste, va a ser mi impulso; lo llevaré, hasta el día que recupere tu alma y podamos reunirnos, una vez más, en la eternidad... -dijo, colocándose el collar sobre su cuello.

Seiba: Tohka, algo me dice... Que no quisiste, matar a Shido, esa tal Sia debió manipularte de alguna forma; tú me ayudaste, ahora soy yo quien te salvará... Mi dama, mejor dicho, mi amiga -añadió, viendo de reojo a la chica pelipúrpura, quien sigue volando, hacia una gran montaña, en el horizonte.

††

Fin del Capítulo.
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