Parte 1

††El Último Espíritu††

Arco 1: Un futuro imposible.

Saga: Holocausto.
_____________________________________________

Capítulo 0: Crónicas, de un Sellador de Espíritus.
_____________________________________________

••

Luego del trauma emocional, de saber cómo fue "concebido" realmente, Shido regresa al centro de la gran pantalla; apenas se acerca, ya lo espera una peliazul, muy parecida a él, sin pensarlo, le da un cálido abrazo.

Mana: ¡Nii-sama! -gritó, lanzándose encima de Shido.

Shido: Mana... Se supone que eres mi tía, no crees que es raro... -respondió, cortando sus palabras, debido a un puñetazo en el pecho.

Mana: Yo te quiero llamar "Nii-sama"... Para nada es raro, es lindo... ¡¿Tienes problemas, con eso?! -preguntó, viéndolo con enojo.

Shido: Para nada... Pero, considero que eres un poco vieja, para... -respondió, de manera burlona, antes que una Mana enfurecida, lo embista y derribe al instante.

Mana: ¡Vieja tu esposa! -reclamó, pegándole de forma cómica, pero muy fuerte.

Luego de 10 minutos de paliza, aparece una Mana más relajada, pisando la cabeza de un peliazul noqueado; momentos después, otra vez se enciende la pantalla, haciendo que el par, centre su atención en esta.

★Fuera del limbo...

A la mañana siguiente, se puede ver a Mana en la cocina, preparando algunos Hot Cakes con miel, además de leche con chocolate; sin perder tiempo, coloca todo para el desayuno de los 3, apenas voltea ve a la feliz pareja.

Mio: Shin... No seas tan travieso -susurró, un poco sonrojada, mientras el peliazul la toma por la cintura.

Shin: Anoche, eso no te molestó -respondió, en forma seductora.

Mana: Oigan par de tórtolos, el desayuno ya está listo... -interrumpió, viendo a la pareja.

Sonrojándose, Mio y Shin terminan de bajar las escaleras, para después tomar asiento, al lado de Mana; quien los mira de forma muy divertida, mientras empiezan a degustar los alimentos y platicar de cosas casuales.

Shin: ¿Quieres probar? -preguntó, de forma dulce.

Mio: Claro que sí -respondió, sonriéndole de forma angélica.

Mana: Saben, que están comiendo lo mismo, ¿verdad? -preguntó, con cierta molestia, por causa de sus arrumacos.

Shin/Mio: ¿Perdón, dijiste algo?/Shin, dame otro trozo, por favor -respondieron, sin ver a Mana en absoluto.

Con una vena sobresaliendo de su frente, la peliazul, estruja su tenedor, por la molestia que le causan sus arrumacos; aunque, en el fondo, se siente muy feliz por su hermano y más, por su ahora cuñada peliplata.

Mana: Y díganme chicos, que tal durmieron anoche... Tórtolos -dijo, guiñándoles un ojo, mientras le da un trago a su vaso con leche.

Shin: Eto... -balbuceó, nervioso.

Mio: Dormimos 1 hora -respondió, con gran inocencia.

Mana: ¡Fuap!... ¡¿Qué?! -gritó, escupiendo la leche hacia la pared.

Mana: ¡¿Cuántas veces lo hicieron?! -añadió, con un claro sonrojo en las mejillas.

Shin: Mana, eso no se pregunta... -respondió, ladeando el rostro, muy avergonzado.

Mio: 9 veces... ¿Verdad Shin? -intervino, con voz seductora...

Shido: ¡¡¡MANA!!!... Dijiste, que ya no habría escenas como estás -exclamó, sonrojado.

Mana: ¿Tú te sientes así?... Imaginarte, como fue para mí, saber que mi Nii-sama y Mio, no durmieron... ¡Por estarlo haciendo! -expresó, bajando la mirada, por la vergüenza.

Shido: Es claro, que anoche fui concebido, no me queda la menor duda -respondió, mirando a sus padres con el rostro pálido.

Mana: Eso es, más que obvio -expresó, con un poco de sarcasmo...

Shin: ¡Mio! -replicó, muy sonrojado.

Mana: Bueno... ¿Y qué soy ahora? -preguntó.

Mio y Shin: Novios -respondieron, al mismo tiempo, viniéndose muy felices.

Ante esa respuesta, la peliazul se acerca a la peliplata, para abrazarla, cosa que hace con su hermano; con el correr de las semanas, el par de enamorados, salen a citas, eventos en el colegio o conviven con Mana.

Luego de terminar la preparatoria, Shin sale un día sin avisar de la casa, cosa que a Mana y Mio les preocupa; aunque el par, confía en el de forma absoluta, un día sin previo aviso la pareja sale de paseo al arcade.

En eso, Mio ve dentro una de las máquinas, un pequeño oso púrpura, con un moño, sin necesidad de preguntarle, Shin se acerca al juego e introduce una moneda; la peliplata observa atenta, cada movimiento que hace la grúa, hasta que aquel peluche, cae fuera de esta, sin pensarlo lo toma de inmediato.

Mio: ¡Gracias Shin!... Es muy lindo, aunque todavía no sé, cómo sabias que deseaba esté en específico -expresó, abrazando feliz a su pequeño oso.

(Imagen simbólica).

Shin: Solo me basto un segundo, para saber cuál querías; me alegra, que te haya gustado Mío -respondió, viéndola con cariño.

Ante esta respuesta, la peliplata lo abraza de forma afectuosa, cosa que corresponde Shin, quien disfruta del momento; sin embargo, la pareja, no se percata de alguien que los mira fijamente, desde una esquina.

(Imagen simbólica).

???: Ike, finalmente la encontré -dijo, con un poco de frialdad.

Auricular del sujeto: Perfecto, no pierdas de vista a esos 2 -respondió, alguien por este.

???: ¿Quieres que la atrapa? -preguntó.

Auricular del sujeto: Negativo, ese monstruo es muy poderosa, primero debemos atrapar a la hermana de ese chico, de esa forma nos la entregará... A menos, que le importe poco su vida y la de esa chica -respondió, con algo de sarcasmo.

???: Correcto, seguiré observando -dijo, para luego cortar la comunicación...

Shido: Esa es Ellen... Así que los encontraron, pero primero te secuestraron -expresó, lleno de rabia.

Mana: Sí, este fue mi último día de vida, pues apenas me atraparon, Westcott me asesino y dejo mi cuerpo en las instalaciones... Pues su plan, era matar a Shin, para que Mio, dejara de tener motivos para escapar o pelear, si es que llegaba el caos -respondió, triste...

De vuelta en la casa Takamiya, Mio y Shinji se preparaban para salir de nuevo; a lo que Mana estaba haciendo pucheros.

Mana: ¡Nii-sama!... Estoy feliz por ustedes 2, pero tiene más de un mes, que no pasamos ni un rato juntos -dijo, enojada.

Shin: Hermanita, sé que hemos pasado muy poco tiempo juntos, pero hoy es importante y quiero que sepas, que mañana, voy a estar contigo todo el día -respondió.

Mana: ¡Nii-sama! -gritó, dándole un abrazo.

(Imagen simbólica).

Luego del abrazo, la peliplata se une a ellos con un abrazo propio, para después agarrar la mano de Shin y salir de la casa; mientras, Mana corre a la puerta, mientras agita los 2 brazos, para despedirse de ellos.

Una vez sola en la casa, empieza a hacer los quehaceres domésticos, pero de la nada, un hombre con el cabello cenizo, aparece en la sala, acompañado por una mujer de cabello rubio pálido; aunque Mana, no es hostil por naturaleza, se hace con su espada de bambú y se coloca en guardia, cosa que le da mucha risa al desconocido, sin darle oportunidad a reaccionar, su acompañante la ataca.

(Imagen simbólica).

Mana: ¿Por qué, me atacas?... Yo, ni siquiera te conozco -dijo, repeliéndola con su espada.

???: No es nada personal, solo es trabajo, tú y tu hermano, son un estorbo; por eso, debo eliminarlos -respondió, sacando una espada láser, mientras habla por un celular negro.

(Imagen simbólica).

???: Aquí Adeptus 1... ¿Cómo va la misión, el chico y "Deus" siguen juntos? -preguntó.

???: Afirmativo Ellen, ahora mismo están en la playa; no hay nadie hay, será muy sencillo completar el objetivo del señor Westcott, yo espero sus órdenes -respondió, una voz muy profunda.

Ellen: Sigan vigilándolos, no tardaré mucho en matar a esta basura -dijo, terminando la llamada.

Mana: ¡Basura!... No te será... -replicó, muy enojada, antes de ser callada por la espada, la cual atraviesa su pecho.

Mana: Nii... Nii-sama... -balbuceó, antes que Ellen la arrojará al suelo como un muñeco.

Ellen: Que fácil... Espero que "Deus" sea más reto... Vámonos Ike... -expresó, sacudiendo la espada, para limpiar la sangre...

Shido: ¡¡¡ES UNA MALDITA!!!... Cómo es que pudo matarte con esa sangre fría... -exclamó, tratando de pegarle a Ellen.

Mana: ¡Cálmate!... Ya no puedes hacer nada, esto pasó y no pude defenderme... Tu padre y tu madre, se amaron verdaderamente; tenían todo para ser felices... Mejor, continúa viendo la pantalla -respondió, tocando su hombro...

En la playa, Mio corre de un lado a otro, cuál niña pequeña; esto, le arrebata una pequeña sonrisa a Shin, quién no dejaba de verla.

Mio: Vamos Shin, ven a jugar conmigo... Esta agua es, muy agradable -dijo, extendiéndole ambos brazos, mientras chapotea en el mar.

(Imagen simbólica).

Shin: Te ves, muy feliz amor, en verdad que te gustó la playa -respondió, caminando un poco hacia ella.

Mio: ¡Me encanta!... Es precioso, jamás creí, que hubiera un lugar así -dijo, abrazándolo cariñosamente.

Shin: Vamos mi princesa... Tenemos todo el día, para disfrutar de la playa... -respondió, tomando su mano, para dar un paseo.

(Imagen simbólica).

Cayendo la tarde, la pareja se detiene cerca de un acantilado, para poder contemplar el atardecer; tomados de la mano, Shin mira a su amada, quien no deja de admirar la bella escena, que tiene frente a sus ojos.

Shin: Mio, quiero preguntarte algo -dijo, un poco serio.

Mio: Claro Shin -respondió, volteando a ver a su amado.

Shin: Sé que tenemos poco tiempo, de estar juntos, pero si de algo estoy seguro es que te amo -expresó, sonrojándose mucho.

Mio: Shin, yo también te amo... Sabes, tengo que decirte algo -respondió, de forma dulce y con una mirada angelical.

Shin: Yo también, Mio -interrumpió.

Shin: Amor, sé que no tengo demasiado que ofrecerte, apenas comenzaré la universidad y Mana depende de mí; pero, lo poco que yo poseo te lo ofrezco a ti... Quiero preguntarte una cosa:

¿Quieres, casarte conmigo? -preguntó, antes de arrodillarse frente a Mio y mostrarle una pequeña caja con un anillo de compromiso.

(Imagen verídica, justo así era).

Impactada por sus palabras, Mio coloca sus manos encima de su boca, sonrojándose de forma intensa; sin responder aún, ella pone su mano cerca de anillo, lo cual entusiasma al peliazul, quien procede a tomarla.

Mio: Shin, claro que... -dijo, antes que cinco ráfagas de luz, atravesarán la espalda de su novio.

Impactada por lo que pasó, Mio solo mira a su amor cayendo en cámara lenta, manchas de sangre salpican su vestido y parte de sus mejillas; una vez en el suelo, el anillo rueda hacia ella, quedando exactamente a los pies de la peliplata, quien sigue sin reaccionar.

???: Perdón por interrumpirlos, pero yo soy un hombre muy impactante y necesito algo de ti "Deus"... -dijo, un pelicenizo parado en paralelo de Mio.

???: Vendrás con nosotros, quieras o no, así que no he resistas -interrumpió, una mujer con armadura plateada y una espada láser, con rastros de sangre.

(Imagen simbólica).

Mio: Esa sangre... ¿De quién es? -preguntó, con voz monótona.

???: Era de la hermana, de ese que tienes a tus pies -respondió, con voz arrogante.

Mio: ¿Por qué, me los quitaron? -preguntó, con voz sería y mirada mortal.

???: Porque eran un estorbo, tu destino era servirme, para poder reformar el mundo y devolvérselo a los Wizards... Tu poder, solo sirve para eso; ahora que ya no está "él", no hay nada que te retenga -respondió, con un tono sarcástico.

(Amenización de esta parte †, hasta ††)

Mio: Shin, Mana... ¡Tú me los quitaste, yo te mataré!... ¡¡¡TE ASESINARÉ!!! -exclamó, con furia, mientras invoca su vestidor astral.

(Imagen simbólica).

???: Ellen, encárgate -dijo, el pelicenizo, con tono neutro.

???: ¡No lastimarás a Ike! -gritó, volando en dirección del pelicenizo.

Mio: Ain Soph Aur... -susurró, creando una flor de cristal, la cual arroja contra Ellen.

(Imagen simbólica).

AAAAAAAGGGGGGHHHH

Incapaz de esquivar la flor, su armadura es destrozada igual que su brazo derecho y su pierna izquierda; cayendo abruptamente al suelo, Ellen se queda viendo a Ike, quien no demuestra, nada de preocupación por ella.

Ellen: Ike, ayúdame -dijo, tosiendo sangre.

Ike: Ayudarte... ¿Para qué?, ya dejaste de ser útil -respondió de forma fría, mientras unos hombres con armadura, se paran delante de este, buscando protegerlo.

Caminando hacia el lado opuesto, el hombre se va en un helicóptero, abandonando a sus subordinados y a la rubia, quien solloza con amargura, por lo que hizo este; una vez que acabó con todos sus agresores, Mio empieza a acercarse hasta Ellen, quien la observa en silencio, a la espera de su muerte.

Ellen: ¿Qué esperas?... ¡Mátame, mi vida ya no me importa nada! -grito, con amargura.

Mio: Morirás igual, te estás desangrando, no pienso facilitártelo, ahora ya sabes cómo me sentí yo, cunado mataron a mi Shin; la única diferencia, es que él, si me amó... -respondió, agarrando el anillo, para colocárselo en uno de sus dedos.

Dejando a Ellen tirada, Mio se aproxima con su amor caído, para luego cargarlo, al estilo nupcial; desapareciendo de la playa, llega a la casa Takamiya, solo para encontrar a una Mana muerta y sobre un charco de sangre.

Colocando ambos cuerpos juntos, Mio les da un beso a cada uno, Mana en la mejilla y un cálido beso, en los fríos labios de Shin; luego de esto, los 2 son envueltos por una nube de luz blanca, desapareciendo al instante.

Mio: Shin, mi respuesta era sí... Mi amor, ya no pude decírtelo, vas a ser padre; Mana, no te preocupes, él se llamará Shido, como ibas a llamar a mi primer sobrino... Gracias, a los 2, por ser mi familia -sé dijo, desapareciendo tras un portal...

Shido: Los mató... Solo porque le estorbaban, es un infeliz -dijo, con la voz quebrada.

Mana: Sigue viendo -respondió, con voz fría.

En un gran edificio corporativo, un sinfín de estallidos siembran el caos, en la entrada, se manifiesta una peliplata, quien despedaza a una tropa completa de soldados; quienes, se quedan viendo entre sí, antes de ser volados en pedazos, por unas flores de cristal, luego de esto, aparece un batallón de robot.

(Imagen simbólica).

Mio: Ain Soph Aur -dijo, destruyendo a toda la horda de máquinas.

Ya en la oficina de Ike, este despliega un tipo de energía oscura; mientras, extiende ambos brazos, dejando ver una sonrisa tétrica.

(Imagen simbólica).

Ike: Te esperaba, primer espíritu... Ahora, tú me perteneces.

Apenas termina de decir esto, Mio entra a la oficina, lanzándole una bola de energía, esta choca con la peliplata; sin embargo, después del impacto, ella aparece ilesa y en extremo furiosa, lo cual asusta al hombre.

Ike: No puede ser, se supone que este poder, drena la energía espiritual -dijo, alejándose un poco de Mio.

Mio: Así que te vendiste a esos monstruos, es por eso... ¡Por eso, mataste a mi Shin, por ese maldito poder! -exclamó, agarrándolo por el cuello.

Sin pensarlo 2 veces, le arranca un brazo, en respuesta, el pelicenizo grita de dolor, por la extremidad perdida; luego de esto, crea una flor de cristal, a punto de incrustarla dentro de su pecho, Mio destroza sus piernas.

Ike: No creí, que fueras tan sádica... Eres un monstruo, justo como yo -dijo, con una voz llena de locura.

Mio: Te equivocas... Yo soy peor que tú, pero fue por Shin que cambie, él me aceptó como soy, me dio su amor, compañía e incluso, me hizo parte de su familia... Ese libro no te dijo esto, un espíritu puro es muy agresivo, pues odiamos a los humanos; pero, aún más a los que se hacen llamar, Wizards -respondió, de forma fría.

Ike: Aunque me mates... Abran más Wizard, que vengan por ti; nunca serás feliz, eres un monstruo, el cual no merece serlo -expresó, riéndose de forma desquiciada.

Ike: Somos muchos, aunque los busques, no podrás encontrarlos -añadió.

Mio: Entonces... Acabaré con todos los seres vivos, de este miserable planeta -respondió, con una mirada muerta.

Ike: ¡¿Qué dijiste?! -preguntó, antes que una luz blanca lo cubriera.

Mio: Ain -susurró, desatando una explosión que se expande alrededor del mundo...

(Imagen simbólica).

Shido: ¿Qué broma es está?... Esto, no fue lo que pasó hace 37 años -expresó, incrédulo.

Mana: No Shido... Esto es lo que pasó ese día, Mio Takamiya, exterminó a la raza humana, además de los seres vivos.

Shido: No puede ser... -balbuceó, con los ojos cristalizados...

††

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top