Parte 0

††El Último Espíritu††

Arco 1: Un futuro imposible.

Saga: Holocausto.
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Capítulo 0: Crónicas, de un Sellador de Espíritus.
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???: ¡Shido!... Mi amor, no te mueras...

???: Ya es inevitable, gracias por todo lo que hiciste por mí, por amarme, darme un hogar y en especial, por cuidarme...

???: Onii-Chan, yo te necesito mi amor...

Shido: No quisiera morir Kotori, pero la vida jamás ha sido justa, conmigo...

Kotori: Te amo Shido, siempre te he amado...

Shido: Y yo también te amo, desde el día que me besaste...

Kotori: Yo te amé, desde el día que llegaste a mi vida, de la mano de Oka-san...

Desvaneciéndose en brazos de Kotori, Shido ve su vida pasar, a través de sus ojos; con un poco de tristeza, se despide de este mundo.

(Imagen simbólica).

Shido: Ojalá, hubiera podido hacer una vida contigo, mi amor...

Kotori: Shido, ¡Shido!... ¡¡¡SHIDO!!!...

Lentamente, su corazón se detiene, aún con la tibieza en sus labios, por el roce de los de Kotori; Shido empieza a cerrar los ojos, con un sentimiento de tristeza, mientras que, 2 manos sombrías, intentan reclamarlo.

A punto de morir, una silueta difusa aparece en sus pensamientos, se trata de un chico de 17 años, con cabello pelirrojo, ojos marrones y una gabardina negra; apenas lo ve, camina hacia Shido, extendiéndole la mano, el joven lo jala hacia él, para luego envolverlo con su energía dorada, además de sonreírle.

(Imagen simbólica).

Shido: ¿Quién eres?

???: Tal vez, no pude salvar tu vida, pero no iba a dejar, que Sia reclamara tu alma.

Shido: ¿Sabes de Sia?

???: Claro que sí, papá... Soy Álex Itsuka...

Shido: Hijo, eres el pequeño que mi Kotori, lleva en su vientre... Así que, te llamo así...

Álex: Si papá, mamá y la otras espíritus, me cuidaron...

Shido: Hijo, no sé si tu madre te haya dicho, lo que hice, cuando estuve vivo...

Álex: Fue influjo de Sia, sé que no eras tú...

Shido: No sabes, como hubiera querido...

Álex: Lo sé, pero ahora debes ir con ella...

Shido: ¿Ella?

Álex: Solo te pido, que no seas muy violento con mi abuela... Ella, no tuvo la culpa, deseo que la escuches; bueno, debo irme Shido, no puede quedarme mucho... Aún necesito, ver a mamá, hasta pronto...

Shido: Espera hijo...

Antes que pudiera detenerlo, Álex se mete a un portal, creado por Michael; luego de esto, Shido aparece, en un lugar repleto de luz...
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★Limbo, entre el mundo espiritual y los campos de la eternidad...

Shido: ¿Dónde estoy? -sé preguntó, mirando todo el lugar.

???: Te estaba esperando... No sabes, lo feliz que me hace volver a verte -interrumpió, de forma educada, una peliplata.

(Imagen simbólica).

Shido: Mio... -dijo, con voz fría.

Mío: Mi cielo... -respondió, caminando hacia Shido, con una sonrisa dibujada en el rostro.

Una vez frente a él, una línea de lágrimas, se dibuja en sus mejillas, a punto de abrazarlo, Shido se aleja de ella; cosa que la entristece, pero sabe mejor que nadie, cuál es el origen de ese rechazo y sobre todo, resentimiento.

Mio: Shin -dijo, volviendo a acercársele.

Shido: ¡Eres, una maldita! -gritó, dándole un puñetazo en el estómago.

Resistiendo el golpe, Mio entrecierra los ojos debido al dolor, pero ni así se aleja; luego de esto, Shido la empuja y empieza a pegarle.

Shido: ¡Me abandonaste!... 3 años, estuve en ese maldito orfanato, sin memoria; solo una idea, rondaba en mi mente... ¡¡¡POR QUÉ, MI PROPIA MADRE ME ABANDONÓ!!! -exclamó furioso, mientras lanzaba puñetazos.

Mio: Shin... Solo escúchame -respondió, muy triste, mientras esquiva los golpes.

Shido: ¡No quiero!... Haruko, fue más madre que tú, pese a sus ausencias -replicó, viendo con odio a la peliplata.

Mio: ¡¿Y cómo crees, que terminaste con esa familia?!... Yo me aseguré, que nadie más, te adoptará, ella era la madre ideal y su hija, la esposa ideal para ti -argumentó, sujetándolo para después abrazarlo.

Shido: ¿Qué? -preguntó, sonrojándose.

Mio: No sabes cómo lloré... Cuando tuvo que dejarte en las puertas de ese edificio, quería retractarme, pero estaba muriendo; además, ese par de monstruos, se encontraban cerca y tuve que alejarlas -respondió, besando en las mejillas y rostro.

Mio: Te amo Shido, tanto como amé a Shinji, tu padre... Quería estar siempre contigo, por la eternidad, pero el error que cometí, acabó por alcanzarme -añadió, viéndolo a los ojos.

Shido: No entiendo nada -respondió, triste y un poco resentido.

Mio: Viste a Álex... ¿Cierto? -preguntó.

Shido: Sí -respondió, de forma seca.

Mio: Te revelaré todo, solo dame un poco de tu tiempo, si luego de esto, no me perdonas, yo te dejaré ir a la eternidad... Deseo que tú, estés conmigo en el reino espiritual, al lado de tu padre y tu tía Mana; pero, esa debe ser decisión tuya -expresó, mirándolo con gran dulzura.

Shido: De acuerdo -respondió, alejándose de ella un poco.

Dicho esto, Mio empieza a caminar hacia un portal blanco; al ver esto, Shido corre hacia ella, pero esta lo detiene con su poder.

Mio: No te abandonaré... No pienso, volver a cometer ese mismo error; pero, debes ver lo que tanto deseas, para que tomes la decisión tú mismo... Tarda lo que necesites, yo estaré esperándote; sea cual sea, tu decisión... -dijo, desplegando una pantalla de luz enfrente de Shido.

Luego que se marchara, Shido se acerca a la pantalla, pensando en que hacer, finalmente se anima a tocarla; sin previo aviso, una luz plateada lo atrapa, atrayéndolo hacia dentro de una oscuridad, más grande que la noche.

★Fuera del limbo...

Shido: ¿Dónde estoy?... -sé preguntó, viendo a la nada oscura.

???: ¡Nii-sama!... Me podrías decir, ¿Por qué, hay una mujer semi desnuda en la casa?, no pensé que fueras un pervertido -replicó, una voz aguda, pero dulce.

???: Tranquila Mana, no es lo que piensas, la encontré sola, en medio de las ruinas, de ese terrible fenómeno, tal parece que es la única sobreviviente; estaba desnuda, desorientada y no podía abandonarla -respondió, un poco nervioso, un chico peliazul.

La chica solo voltea, para ver la escena entre hermanos; pero no emite ni una palabra, en medio, estaba Shido, viendo todo también.

(Imagen simbólica).

Shido: Esto es, ya lo había visto antes... Fue, cuando Mio y Shinji, se conocieron -expresó, antes de querer tocar a Mio.

Atravesándola cuál fantasma, Shido se aleja para ver mejor la escena; pues entiende que solo es una visión, del pasado de Mio...

Pasados los días, las semanas, Mio aprendió japonés y otros conocimientos, por medio de los libros; pero sobre, la ayuda de Shinji y su hermana, quienes le tomaron un gran afecto a la peliplata, así como ella.

Adoptando el nombre Takamiya, para poder guardar el secreto de su origen, Mio empezó a salir con Mana; para comenzar a aprender más del mundo, con la esperanza que ella se acordara de algo de su pasado.

Shido: ¿De quién es esta voz, qué me narra lo que pasa? -sé preguntó, viendo a la nada.

???: Hump... Vaya forma, de agradecerle a tu tía, la molestia de relatarte, el pasado de Mio Takamiya... Eres malo Shido -respondió, una voz femenina, bastante molesta.

Shido: ¡¿Mana?! -preguntó, impactado.

Mana: ¿Conoces a otra?... Bueno, de hecho sí conoces a mi reencarnación, pero eso es otra historia... Ahora concéntrate -respondió, con un tono juguetón, mientras que una chica de cabello azul, aparece en su mente.

(Imagen simbólica).

???: ¡Mana-chan! -gritó alegre, una chica de cabello rojizo, con dos listones blancos.

(Imagen simbólica).

Shido: ¡¿KOTORI?! -preguntó, impactado.

Mana: ¡Pon atención!... Se parecen, pero son personas diferentes... -respondió, dándole un zape mental.

Mana: ¡Haruko!... ¿Cómo has estado, amiga mía? -preguntó, lanzándose sobre ella.

La otra chica la recibe muy feliz, cosa que la misma Mio no entiende bien, luego de su tan efusivo encuentro, las 3 se dirigen al parque, para que la peliazul y la pelirroja, se pongan a platicar; pasadas 2 horas, Mana le habla de Mio (omitiendo el detalle de su llegada), esto sorprende a Haruko, quién le da codazos en el pecho a su amiga, además de una sonrisa y una mirada, por demás pícara.

Haruko: Así que, al fin ya tienes "cuñada", es muy bella en verdad -dijo, viendo a Mio.

Mio: ¿Cuñada? -preguntó, muy confundida.

Mana: Bueno, aún no se le declara... Pero, de eso me encargo yo -respondió, colocando su mano en su pecho de forma orgullosa.

Haruko: Por cierto, para cuándo el novio; no te olvidaste de... -dijo, siento silenciada, por la mano de Mana.

Mana: Claro que no... Pero, no hay un chico, que me llame la atención... -respondió, muy sonrojada.

Haruko: Pues cómo va la cosa, es más seguro que termines soltera -expresó, sería.

Mana: ¿A sí?... Yo no he visto avances, con tu Tatsuo -respondió, viéndola fijamente.

Haruko: Bu... Bueno, va lento, pero a su vez ya somos más cercanos -respondió, con algo de rubor en sus mejillas.

(Imagen simbólica).

Mana: Ya pasaste de acosadora a amiga... En serio, eso sería un avance -dijo, de forma un poco burlona.

Haruko: No soy una acosadora... Yo soy, una chica enamorada, de un idiota ciego; que no se ha dado cuenta, del monumento de ángel, que tiene a su lado... -respondió, dejando ver una mirada de lo más cómica.

(Imagen simbólica).

Mana: "Claro"... Cómo sea, si no te das prisa, otra chica podría adelantarse -expresó, con una sonrisa sarcástica.

Haruko: No bromees conmigo... Nadie, se va a quedar con mi Tatsuo -respondió, con una mirada diabólica y un par de colmillos.

(Imagen simbólica).

Mana: Solo decía... Oye, ahí va Tatsuo... -dijo, señalando a un chico pelinegro, con gafas y uniforme de preparatoria.

Haruko: ¿Dónde? -preguntó, sonrojándose.

(Imagen simbólica).

Haruko: Debo irme -añadió, antes de salir a la persecución del chico.

Mio observa todo esto en silencio, aunque le provoca un leve sonrojo, esto es notado por Mana, quien la toma de las manos; ante esto, la peliplata, la mira feliz, mientras la abraza de forma amigable, para luego separarse.

Mio: Mana... ¿Qué, es el amor? -preguntó, un poco sonrojada.

Mana: Lo diré así... Es el sentimiento, que se siente, hacia una persona, con la cual deseas estar; compartir cosas y sobre todo, es quien te hace feliz, con su sola presencia, hace que se acelere tu corazón, con el solo toque de su mano... -respondió, viendo a Mio.

Mio: Entonces, yo estoy enamorada de Shin, él me hace sentir así y de hecho, otras cosas más especiales -expresó, sonrojándose más.

Mana: Eso es otra cosa, pero viene dentro en el paquete del amor... Descuida, te explicaré todo, pues ya te considero mi familia y Shin, también está enamorado de ti -respondió un poco sonrojada, para luego levantarse de la banca, donde estaban.

Mio: Otra cosa... ¿A qué promesa se refería, tu amiga? -preguntó.

Mana: Pues... Prometimos, que si yo tenía un hijo y ella una hija... Haríamos lo imposible, para qué se casarán -respondió, sonrojada.

Mio: ¿Hijo, de dónde vienen? -preguntó, algo confundida.

Mana: Bueno, eso también forma parte de lo que es el amor... Veamos, cuando un chico y una chica... Creo, que ya se hizo tarde; luego te lo explico Mio, mejor vámonos -respondió nerviosa, para luego tomar su mano y hacer que camine.

Mio: ¿Cómo se llamarán sus hijos? -preguntó una vez más, mientas es jalada por Mana.

Mana: Se llamará Shido y la hija de ella, será Kotori, vámonos -respondió, intentando que no vea su sonrojo.

Shido: Eres igual, que mi hermana -dijo, muy divertido por la escena.

Mana: Ríete ahora Shido, deja que llegue a la marca de los 2 meses; si quieres ver cómo te concibieron, este es el momento -respondió.

Shido: Eso ni ciencia tiene, Mio besó a Shinji, para crear un clon de él -expresó, indiferente y algo serio.

Mana: ¿Aún crees, que los bebés los traen las cigüeñas? -preguntó, de forma sarcástica.

Shido: ¿Qué, quieres decir? -preguntó, con un poco de temor en su voz.

Mana: Ya lo verás... Jejejeje -respondió, dando un chasquido con los dedos.

2 meses después, en la residencia Takamiya, Shinji, Mana y Mío, comienza a preparar las cosas, para irse a dormir; el joven, se mueve del baño a su habitación, sin percatarse que la peliazul y peliplata, lo miran fijamente.

Shinji: Buenas noches Mana, buenas noches Mío -dijo, apagando la luz en su habitación.

Mana: Buenas noches Nii-sama, muy buenas noches Mío -respondió, cerrando la puerta.

Mio: Buenas noches Shin y también para ti, Mana -expresó, cerrando la puerta.

Luego de 2 horas, el sonido de unas pisadas, rompe el silencio en la casa, avanzando a la habitación de Shinji, la dueña de estas, abre la puerta; lentamente, se para justo delante de la cama, viendo en silencio al peliazul, el cual duerme plácidamente, sin perder ni un segundo, se despoja de su pijama.

Mio: Shin... -susurró, antes de quitarse toda la ropa interior y meterse bajo las sábanas.

Quedando en gente del rostro de Shinji, ella lo mira con mucho amor, para después tocar su cabello y darle un beso inocente; pasados unos minutos, al ver qué no despierta, toma sus mejillas y lo besa en los labios.

Shido: ¡¿Qué, es esto?! -preguntó, impactado.

Mana: La verdad, de tu origen "Nii-sama", ya no estás, tan divertido... ¿Verdad? -preguntó, de forma traviesa.

Shinji: Mana, deja de jugar, recuerda que tú tienes clasificatoria de Kendo y yo, tengo un examen muy difícil -respondió, sin abrir los ojos.

Mio: Shin -dijo, con un rostro angelical.

Shinji: ¿Mío?... ¡¡¡ESTÁS DESNUDA!!! -gritó, tratando de salirse de la cama.

Mio: No te dejaré ir -respondió, agarrándolo por el brazo y colocándolo boca arriba en la cama.

Shinji: ¿Qué haces? -preguntó, sonrojado.

Mio: Quiero estar contigo, te amo Shin -dijo, muy sonrojada.

Shinji: ¡Mana!... Dime, que le has enseñado a Mío en mi ausencia -replicó, muy enojado.

Mana: Nada Nii-sama, ella solo me preguntó que era el amor y de dónde viene los bebés, Mio investigó el resto... -respondió, de forma inocente.

Al escuchar esto, Shinji intenta escapar de la habitación, pero Mio lo agarra más fuerte, lo que impide su fuga; en eso, unas lágrimas se asoman en sus mejillas, la cuales caen sobre los labios del peliazul, quien ve su tristeza.

Mio: ¿No me amas? -preguntó, triste.

Shinji: No es eso... Una cosa es el amor y otra es deseo... Me refiero, a lo que quieres hacer conmigo; no somos novios, no sería correcto y jamás me aprovecharía de tu inocencia, yo sí te amo, por eso no quiero, hacerlo contigo Mio... Tú aún no sabes... -respondió, antes de ser silenciado con un beso.

Mio: Si lo sé, tú me haces muy feliz, cada vez que tocas mis manos, mi rostro me siento de lo más nerviosa... Pero me gusta, deseo estar contigo y no te estás aprovechando, estoy yo aquí por libre decisión -expresó, sonrojada.

Shinji: Mana... ¿Estás de acuerdo? -preguntó serio, pero sonriéndole a Mio.

Mana: Claro que sí... Después de todo, ayude a mi futura cuñada, para este momento; eso sí, tienes que hacerte responsable... Quede o no, embaraza -respondió, desde su cuarto.

Shinji: ¿Por qué, quedaría embarazada?, yo tengo unos... ¡¿Dónde están?! -replicó, muy molesto, al ver qué en su cajón ya no están un par de preservativos.

Shinji: ¡Mana! ¿Qué hiciste, con los 2 sobres de preservativos?... Me dieron, el día de las pláticas de planificación familiar -preguntó, viendo al muro.

Mana: Nii-sama... No arruinarás, la primera vez de Mio -respondió, solemne.

Mana: Bueno, que se diviertan... Me pondré mis tapones de oídos, buenas noches... -dijo, de forma pícara.

Dejando literalmente solos a la pareja, tanto Shinji, como Mio se miran a los ojos, a punto de hablar, la peliplata se aparta, tratando de levantarse; en eso, el peliazul la toma por la espalda y la atrae hacia él, quedando arriba de ella, cosa que le agrada demasiado a ella, ya que se sonroja y lo besa suavemente.

Shinji: Mio, yo sí te amo... Pero, ¿en verdad, estás segura? -preguntó, viéndola a los ojos.

Mio: Te amo, quiero hacer esto... -respondió, abriendo los brazos.

Sin pensarlo más, Shinji la besa dulcemente, a lo que ella responde, acariciando parte de su espalda y cabello; por su parte, él toca su rostro y piernas, lo que la hace suspirar, por el roce de sus dedos, en su tersa piel.

Shinji: Mio, te amo, te amo mucho -dijo, con voz agitada.

Mio: Yo te amo también, Shin -respondió, de lo más exitada, mientras le quita la playera.

Acariciando su entrepierna, Mio siente algo bajo su pantalón de dormir, lejos de querer detenerse, se sonroja aún más; terminando de desvestirse, los 2 amantes se miran a los ojos, sonrojados y suspirando.

Shinji toma la iniciativa, acariciando la piel de Mio, empezando en su vientre y luego ir subiendo hasta sus pechos; esto, le arranca un lar de gemidos a la peliplata, quien besa con lujuria a su amado, sin dejar de tocarlo.

Teniendo sus sentidos, en su punto máximo, Shinji recuesta a Mio, viéndola de principio a fin; mientras tanto, la peliplata abre sus 2 brazos, invitándolo a recostarse, encima de ella, lo cual, el peliazul hace lentamente...

Shido: ¡Basta, no quiero ver esto! -gritó, muy sonrojado.

Mana: ¿Qué pasó?... Hace rato, estabas de lo más divertido Shido, jajajaja -respondió, con voz lasciva.

Mana: Y aún falta, lo mejor -añadió, viéndolo de forma pícara.

Shido: Perdón, ya no volveré a burlarme... Te lo prometo -respondió, sonrojando hasta las orejas.

Mana: Tú le quitas lo divertido a la vida, está bien "princeso"... Tómate un descanso; luego seguiremos con el resto... -dijo, chasqueando los dedos.

Mana: Aprovéchalo, vas a necesitar todas las fuerzas, para lo que viene -susurró, viendo al peliazul con algo de tristeza.

Continuará...

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