Natsumi
††El Último Espíritu††
Arco 2: Un pasado caótico.
Saga: Holocausto.
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Capítulo 0: Adorable brujita.
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Un día como cualquiera en la nave Flaxinus, casi todas las espíritus y las tres Wizards, se encuentran cuidando y jugando, con un pequeño de solo 10 meses de nacido... La pregunta sería, ¿qué podría salir mal?
???: Que lindo -dijeron, varias voces muy melosa, mirando a un pequeño bebé sentado en el piso.
???: Ven aquí Álex, ven con tu tía Mana -expresó, una chica peliazul, con cola de caballo.
Tomando entre sus brazos al pequeño con chupón, lo mese suavemente, cosa que le arrebata una sonrisa risueña; ante esto, otras tres chicas se lo quitan de las manos, para moverlo de un lado a otro, mientras le hacen cosquillas por su interacción.
???: Afirmación: Es un bebé adorable, tanto como su tía Yuzuru -dijo, con aires de orgullo.
???: Ven aquí, pedacito de cielo... ¿Verdad que quieres que te carge, tu Ídol favorita? -interrumpió, una chica pelilila, acunándolo en su enorme pecho.
???: ¡Que te pasa Miku!, vas a aplastarlo, acaso... ¿Quieres hacerlo un pervertido, como tú? -replicó sería, una chica rubia de ojos azules.
Miku: Claro que no, yo solo soy cariñosa con mi pequeño Darling, nada más -respondió, dejando ver una mirada lasiva.
???: Ven aquí angelito, ven con tu tía Artemisa, ¿quien es un buen chico?, ¿quien es un buen chico?... Tú lo eres, ¿verdad?, claro que sí... -expresó de forma boba, acercando y alejando al pequeño en el aire.
???: ¡No hagas eso!... No es un perro, en serio que a veces me avergüenzas, Artemisa -dijo una mujer de cabello rubio cenizo y ojos violeta.
Entrando en una batalla campal, por quién jugaría con el pequeño, todas se lo arrebatan, corren de un lado a otro, quitándoselo de las manos; sin embargo, desde uno de los laterales, una mujer de cabello albino, observa al bebé con un profundo resentimiento, como si su simple presencia la molestara.
Llegando a un punto acalorado, la espíritu de cabello corto/despeinado color platinado, baja al pequeño, para liberar sus manos y comenzar a jalar del cabello a dos de sus amigas; por su parte, en bebé, comienza a gatear, pasando justo delante de la albina, que solo chasquea la lengua, mientras gira la cabeza, mostrándose bastante indiferente a su presencia.
Aprovechando que nadie lo mira, se mete en uno de los ductos de ventilación, que no tiene rejilla, en eso, una de las chicas se da cuenta que algo falta, haciendo que todas paren la pelea; quedando en posiciones muy cómicas, unas jalando el cabello de otras, algunas con la pierna extendida, dando cabezazos e incluso tenemos una Artemisa mordiendo la trenza de Yuzuru...
Mana: ¡Oigan!, ¿donde dejaron a Álex? ... -replicó, la peliazul, viéndolas con enojo.
???: Tranquila chica, como siempre Nia salvando el día, el pequeño chico está justo... ¿Ahí?... Oigan, ¿a dónde se fue? -preguntó, la chica de cabello platinado, señalando a un lugar vacío.
Todas: ¡Álex! -gritaron asustadas, comenzando a buscarlo.
???: ¿Dónde estás pequeño?, ven con tu tía Muku -dijo, con lágrimas cómicas.
???: Esto es malo, si Kotori se entera, no volverá a permitir que lo cuidemos... -expresó angustiada, una chica chica pelinaranja.
Yuzuru: Negación: Olvida eso Kaguya, puede pasarle algo, debemos encontrarlo... -respondió, revisando detrás de una mesa.
Nia: Debo reconocerlo, es rápido para ser tan chiquito, desaparecer sin dejar rastro... -dijo Nia, buscando cerca de un rincón, mientas hace su clásica risa burlona.
Todas: ¡Nia!, ahora no es el momento de tus bromas -replicaron todas.
Artemisa: Ven Álex, ven... Se un buen chico... -dijo en cuclillas, dándose de palmadas en las piernas.
Todas: ¡Que no es un perro! -viendo, a la rubia con ojos mortales.
Cómo si las cosas no pudieran ponerse peor, la puerta del cuarto de Kotori se abre; develando a una mujer pelirroja con un biberón en las manos y a otra peliplata, con una manta afelpada.
Caminando hacia las demás chicas, la pelirroja va platicando con Reine, que lleva su clásico rostro ojeroso, pero un poco alegre; por su parte, las demás presentes palidecen, pues saben en lo que terminará esto.
Kotori: Muy bien, ya regresé, donde está mi angelito, es hora de que le dé su biberón -dijo, irradiando felicidad por el solo hecho de pensar en su hijo.
Reine: Ah... Chicas, ¿porque estaba tan nerviosas? -preguntó, con su clásica voz sería.
Todas: ... -sin emitir sonido alguno, se quedan justo en sus posiciones de búsqueda.
Kotori: Ya chicas, ¿qué pasa?, un momento... Chicas, díganme... ¿Dónde está Álex? -preguntó seria, mirando a cada una de ellas.
Nia: Kotori... ¿Nos creerías, si te dijeramos, que estamos jugando al escondite con el? -preguntó, con una sonrisa nerviosa...
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(Imagen verídica... Así estaba).
Kotori: ¡¿Que demonios?!, Cómo que Álex, se les perdió... Les pedí, que sólo lo cuidarán, por 3 minutos... ¡¡¡Tres miserables, minutos!!! -gritó furiosa, mientras que de su cuerpo, emana el fuego de Camael.
???: Tranquila, Kotori-san, te prometo que lo encontraremos -dijo una voz, dulce pero algo tímida.
Kotori: Yoshino... ¡¿Cómo quieres que me tranquilice?! -replicó afligida y con los ojos cristalizados.
Kotori: Mi Álex está perdido, quien sabe dónde... Podría pasarle algo, debe estar muy asustado... -añadió, siendo interrumpida por Kaguya.
Kaguya: O podría estar sonriéndonos, en este mismo momento -respondió, señalando hacia el frente.
Álex: Ja-ja-ja -sonrió, sentándose aún lado de la ventilación, mientras les aplaude y mira a todas las chicas.
Kotori: Álex, amor, quédate ahí... Se un buen niño, tu mami irá por ti, de inmediato -dijo, acercándose muy lentamente a su bebé.
Sin hacer caso a las súplicas de su madre, Álex saluda a todas de forma juguetona, antes de gatear hacia el orificio en la pared; ante esto, todas las chicas se quedan petrificadas por la escena, a excepción de Nia, quien también agita el brazo, sonriéndole.
Todas: ¡Álex! -gritaron asustadas, para luego salir corriendo hacia ese lugar, salvó por Nia, que sigue con el brazo extendido.
Kotori: ¡¿Qué estás haciendo?!, ven a ayudarnos -reclamó, jalándolo por el brazo.
Barriéndose, para llegar al agujero cuando antes, todas las chicas se asoman, buscando a Álex, quien está sentado en una esquina al fondo; con desesperación lo llaman, mientras estiran los brazos, en un intento por alcanzarlo y jalarlo de vuelta a ellas.
Álex: Ja-ja-ja -sonrió, aplaudiendo de nuevo, para luego comenzar a moverse hacia el oscuro túnel.
Mukuro: Álex-sama, regrese con tía Muku -dijo, metiéndose más al ducto.
Mukuro: Oigan, ayuden a Muku, se atoro -añadió, retorciéndose y pataleando por la desesperación.
Artemisa: Pon de tu parte, sino fuera por tu exceso de "encantos", no te abrías atorado... ¡Jala Ellen¡, esta muy atorada -expresó, jalándola por las piernas.
Ellen: ¡Eso hago! -exclamó, tirándose hacia atrás para hacer peso.
Mukuro: No es culpa de Muku, tener el pecho tan grande -respondió, aún retorciéndose.
Logrando liberarla, salen corriendo de un lado a otro, revisan en los respiraderos en busca del bebé, a lo que esté solo pasa gateando como si no le preocupada nada; saliendo y entrando de este, las chicas corren, se avientan, solo para chocar entre ellas o estrellarse en los muros o muebles.
Nia: Sino conociera al pequeño chico, diría que lo está haciendo a propósito, solo se está burlando de cada una de nosotras -expresó, sobándose los hombros a causa del golpe que se dió.
Mana: ¡Esto es tu culpa!, de no haber dejado a Álex en el suelo, nada de esto habría pasado -respondió, luchando por abrir un acceso en la pared.
Finalmente, cerrándole todas las vías, están por alcanzarlo, valiéndose de un palo de escoba, tratan de jalarlo; sin embargo, Álex se mueve de nuevo llegando a una reja floja en el piso, en la cuál empieza a retozar, por lo que está, comienza a tambalearse.
Kotori: Álex, amor, no te muevas bebé hermoso -dijo, con ojos súplicantes.
Nia: Perfecto, casi lo recuperamos... A menos que... Na... ¿Qué podría salir mal? -expresó, con su clásica risa burlona.
A punto de alcanzarlo, la reja bajo el pequeño cede, haciendo que Álex se caiga en el ducto; ante esto, todas las presentes palidecen, por el terror que les causa la escena.
Todas: ¡Nooooo! -gritaron, de forma cómica y completamente impactadas.
Nia: ... -enmudecida, solo observa a las demás, que voltean a verla con ojos asesinos.
Todas: Nia... ¡¿Por qué, tenías que decir eso!? -replicaron, para luego salir corriendo a las escaleras.
Kotori: María, ¿a dónde lleva ese ducto? -preguntó, corriendo a toda velocidad por el pasillo.
María: Según mis datos, este ducto lleva al cuarto de Natsumi -contestó, con voz cálida pero firme a través de las bocinas de la nave...
En otro lado de la nave, puede verse a una chica peliverde, mirando la foto de su ex novio, con lágrimas en los ojos, que humedecen el papel, ella termina haciéndola trizas; sin ánimos, solo se mueve alrededor de toda la habitación, como si quisiera huir de ahí, quedándose finalmente parada al centro de la misma.
???: Soy una ingenua, como pensé que él o alguien podría quererme, solo soy un monstruo... Mi propia madre me trató como basura, hice de todo para que me amara, le di dinero, trabaje a pesar de ser solo una niña y para que, sólo para que quisiera "venderme" al mejor postor, para pagar su... ¡Maldito vicio! -se dijo, con un profundo auto desprecio.
???: Hoy fueron a cuidar al hijo de Kotori y a nadie de ellas, se les ocurrió invitarme... Ni siquiera Yoshino, en verdad no vales nada Natsumi -dijo, con lágrimas en los ojos.
???: Solo quiero una señal, algo que me diga, que le importo a alguien o por lo menos que me notan... Pero, a quien engaño, eso jamás pasará, pues yo siempre seré basura, de hecho, ni basura, pues ella puede reciclarse en algo mejor, para reutilizarse -replicó nostálgica, con un par de lágrimas que le recorten las mejillas.
Tomando unas tijeras de uno de los cajones, vuelve a su cama, para dejar una pequeña nota, mirándolas por un par de minutos, está a punto de hacer algo irreparable; no obstante, arriba de su cabeza, se oye un estruendo que proviene de la rejilla de ventilación, la cuál se abre, dejando caer al pequeño sobre sus brazos, haciendo que arroje las tijeras al suelo, para atraparlo.
Mirándolo fijamente, este le sonríe y juega con una de sus coletas, lo que le provoca un poco de risa a Natsumi, quien lo empieza a mecer; pensativa, regresa su vista al piso donde yacen las tijeras, pero antes que ella pueda volver a tomarlas, el bebé la besa inocentemente en la mejilla.
Natsumi: Pedí una señal y el cielo me manda a un angelito como tú, no creo que sea la señal que... -dijo, antes de enmudecer.
Álex: Ja-ja-ja, fluuuf -balbuceó, con una sonrisa angelical, mientas veía a la peliverde.
Álex agarra otra vez su coleta, para acomodar su cabeza sobre ella y luego dormirse en su pecho; tan dulce acto, la hace reprocharse, por solo pensar en esa idea tan absurda, a lo que opta por patearlas lejos y volver a la cama para arrullar al bebé, mientas lo besa en la mejilla.
Mirando desde la puerta, está Kotori, quien escucha un audio de lo que ella se decía, antes de que Álex aterrizará en sus brazos; acercándose lentamente, se para delante de Natsumi, quien aún continúa sin notar su presencia.
Natsumi: Que suerte que estuviera en mi habitación... -dijo, sin quitarle la vista de encima.
???: No fue suerte, Álex te estaba buscando, Natsumi -respondió la pelirroja, tocando su hombro.
Natsumi: Kotori -susurró, volteando a verla.
Kotori: A estás inútiles se les dio a la fuga... -respondió, señalando a la puerta.
Todas: ¡Oye! -replicaron ofendidas, tras la puerta.
Kotori: La verdad de esto, Álex vino a buscarte, pues fue el primero en notar tu ausencia, por eso se movió por los ductos, el puede sentir nuestro poder espiritual; ahora entiendo, porque el empezó a saltar sobre la rendija, sabía que estabas aquí y quiso venir a verte, pues tú le importas, te quiere mucho Natsumi -argumentó, sentándose a su lado, mientras toma su mano.
Natsumi: Kotori, yo... -respondió, con un sonrojo de vergüenza.
Kotori: Eres mi amiga, mi hermana, desde que murió Shido, me eh sentido igual que tú, pero este bebé, me da la fuerza para seguir... Shido jamás dejo de cuidarte, por eso Álex, apareció en el momento justo, para salvarte, es como su padre... ¿No crees? -expresó nostálgica, abrazándola con cariño.
Natsumi: Gracias a los tres, en verdad soy una tonta... Nunca estuve sola, ya que te tengo a ti, a este angelito y a ese montón de inútiles, que no escuchan tras la puerta... -respondió, dejando escapar una sonrisa.
Todas: ¡Oye! -replicaron, pateando la puerta.
Kotori: Toma, quiero que tú le des su biberón -dijo, guiñándole un ojo.
Sin decir nada más, coloca a Álex en una posición cómoda, para darle de comer; una vez que termina, este se vuelve a dormir sobre el pecho de Natsumi, la cuál sólo sonríe.
Kotori: Nat... -dijo, sujetando el papel que vio en la cama, para luego ser silenciada por la mano de Natsumi.
Natsumi: Te lo prometo, no volveré a intentar algo así, este angelito sera mi prioridad... El me salvó, ahora yo seré quien lo proteja, lo quiera, pero sobre todo lo haré tan feliz como el me hace, yo no haré lo que me hizo mi madre, lo amo tanto, como se que el, me ama a mi, Kotori -respondió, cargándolo y besándolo en las mejillas.
Kotori: Gracias, desde ahora quiero que me ayudes a cuidarlo, ya les perdí la confianza a "esas"... -expresó, con el celo fruncido, viendo a la puerta.
Todas: Perdón -dijeron tristes, tras la puerta.
Abandonando la habitación, Natsumi sale escoltada por Kotori, quien solo ignora al grupo de chicas destrozadas, por la culpa que sientes; en el camino, la peliverde, se queda mirando a Álex, mientas le sonríe cálidamente, apenas llegan a su cuna, lo acuesta en ella.
<Natsumi: Álex, tu me salvaste el día de hoy, quizás hayamos perdido a tu padre, pero te tenemos a ti; yo seré la mejor ma... No, tía, no tengo la mejor referencia materna para ser eso, pero si seré tu mejor amiga, seré quien vele tus sueños, te de seguridad, te de todo el amor que hay en mi corazón y en especial te proteja, pues no dejare que Tohka, ni nadie te lastime -pensó, sin dejar de verlo, mientas le acomoda la frazada, para que no tenga frío>.
Natsumi: Siempre estaré para ti, con una sonrisa, apoyo, y muchos mimos bebé lindo... "Haniel" -dijo, creando un oso de peluche color verde...
Natsumi: Jamás volveré a estar triste, pues tu serás mi motivación para ser, muy feliz... Álex -expresó, con un par de lágrimas de felicidad en sus ojos...
Fin del Capítulo.
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