††El Último Espíritu††

Arco 3: Un presente de pesadilla.

Saga: Holocausto.
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Capítulo 0: Amor Artificial.
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???: Qué eres tú...

???: Soy tu ama...

???: ¿Por qué, no me dejas tranquilo?...

???: Quiero a tu hijo, amor a tu hijo, deseo a tu hijo... Jajajaja...

???: ¿Hijo?... ¡¿De qué rayos hablas?!

???: Hablo del hijo que tendrás, en un par de años con tu hermana adoptiva...

???: ¡¿Kotori?!

???: Así es... Shido-kun...

Shido: Tú eres, quien manipuló a Tohka...

???: Sí, soy Sia, es claro que ella te ama, pero nunca haría nada por lastimarte; por eso, la hice mi marioneta, tú no debes interferir en mis planes...

???: ¿Qué eres tú?...

Sia: Soy quien más te amó, soy quien habría dado la vida por ti, quien te hubiera dado el hijo, que tendrás... ¡¡¡CON ESA ZORRA, A LA QUE LLAMAS "HERMANITA"!!!

Shido: ¿Te conozco?... Tu voz no, me es para nada familiar...

Sia: Me conoces mejor que a nadie... Tú eres, quien me salvó, eres quien me dio un hogar y un propósito, pero también... ¡¡¡ERES, UNA BASURA, ME ABANDONASTE NO UNA, SINO 2 VECES!!!

Shido: ¡Eso no es cierto!...

Sia: Piensa lo que quieras... Ese amor murió, este amor le pertenece a tu hijo, a mi amado Álex-kun... El hombre que más me odia...

Shido: ¿Quién eres?...

Sia: Solo diré, que mi nombre representa, mi verdadera identidad... Ya basta de charlas...

Shido: Mi cabeza, me duele mucho.

Sia: Es momento, que rompas otro corazón...

Sia: Marina Arusu... Serás mi espectro, serás mi nueva amante, solo debo quebrarte...
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En un laboratorio de las industrias DEM, un par de científicos, coordinados por Westcott y Ellen, observan una gran pantalla, la cual deja ver a una chica de 15 años; esta posee, un cabello negro muy largo, el cual se haya adornado con un moño blanco, su piel clara realza el dorado de sus ojos y ropa casual.

(Imagen simbólica).

Ellen: Funcionó Ike -dijo, viendo a la chica.

Issac: Buenas noches, Marina -expresó.

Marina: Buenas noches, padre -respondió.

Isacc: Seré directo... Tu misión será, tomar el control del Fraxinus y destruirlo, existe una sola amenaza... María Arusu, la IA que cuida su programa y rodó los sistemas -explicó, un poco serio.

María: ¿Solo por eso, me creaste? -preguntó, viéndolo con tristeza.

Isacc: Claro que no, hija... Yo necesito, que tú hagas esto por mí, porque ellos tienen en su poder, los datos que requiero, para darte un cuerpo físico... Si tienes éxito, finalmente los 3, seremos una familia... -respondió, dándole una gran sonrisa.

Marina: Así lo haré, padre -dijo, sonriendo y desapareciendo de la pantalla.

Ante estas palabras, Ellen se acercó un poco a Ike, pues le hacía mucha ilusión, lo que le prometió; una vez en el pasillo, este solo ve su móvil, mientras la rubia trata de tomarlo de la mano, en forma algo cariñosa.

Isaac: ¿Puedo ayudarte? -preguntó, un poco indiferente.

Ellen: Sobre lo que dijiste... -respondió, algo nerviosa, pero muy feliz.

Isaac: Hablas de esa tontería, tal parece que estás sorprendida por lo fácil que cayó; más, por el hecho, que fuera algo tan patético, no imaginaba la ingenuidad de esa "cosa" -dijo, sonriendo de forma fría.

Ellen: Ósea, que para ti formar una familia, es algo patético -expresó, con molestia.

Isaac: Para mí, solo importa el poder, lograr el control del sephira del primer espíritu, lo demás es desechable... Mientras me acerque a mis objetivos, haré lo necesario, cuando el proyecto "Arusu" cumpla su misión, elimina a ese "error"... Algo hice mal, no debía tener sentimientos; por suerte, logré sacarle gran provecho a eso, de otra forma, se retrasaría toda la operación -respondió, luego de dejar a Ellen, a sus espaldas.

Quedándose en silencio, Ellen golpea con el puño, la pared de acero, con lágrimas en los ojos, se lamenta en silencio; pues finalmente logró entender, algo que por años se resistió a aceptar y quería pensar, que era mentira.

Ellen: Eres un miserable Ike, por años, te he sido fiel, pero para ti, solo importa el poder, del primer espíritu, esa maldita obsesión, te ha cargado por años... Te ayudé, te apoyé en esta locura, pensando que finalmente, tú me corresponderías, pero se acabó... -dijo triste, antes de irse por el otro lado.

Ellen: Lleva a cabo tu plan demente, no voy a ayudarte más -añadió, con lágrimas sobre sus mejillas...

ESTÁN ATACANDO AL FRAXINUS

REINE, DONDE ESTÁN LOS BANDERSNATCH

NEGATIVO, ESTÁN ATACANDO A TODAS LAS COMPUTADORAS.

¡¿QUÉ?!

JEJEJE, COMO ESTÁN ESPÍRITUS, LAMENTO DECIRLES QUE MARÍA ESTÁ EN MI PODER, SI QUIEREN RECUPERARLA...

HABLA... ¡¡¡QUÉ QUIERES!!!

QUIERO A ITSUKA SHIDO, DE OTRA FORMA, ESTRELLARÉ ESTA NAVE EN TENGU... SOLO, TIENEN UNA HORA PARA DECIDIR.

LIBERA A MARÍA, YO IRÉ...

ONII-CHAN, NO TE DEJARÉ...

CREES QUE SOY IDIOTA... SI LA QUIERES DE VUELTA... ¡VEN POR ELLA!

Sin esperar a las demás, Shido corre hacia el cuarto de informática, donde se encuentran, varias cámaras de realidad virtual; luego de ponerse el casco, enciende el sistema, lo que provoca, que entre en un estado de coma.

Todas: ¡Shido! -gritaron, llenas de miedo.

(Imagen simbólica).

Miku: Debemos entrar -dijo, moviéndose al otro extremo de la habitación.

Kotori: No podemos, esa IA corrupta, borro los accesos... Shido, está solo en ese mundo, debemos creer en él.

Tohka: Shido... Al parecer, caíste demasiado fácil en la trampa de mi ama... -susurró, con malicia en su voz...

Dentro de ese mundo, se halla con una copia de Tengu, pero está se halla vacía y con todo completamente nuevo; sin opción, comienza a caminar por los alrededores, mientras está buscando a María o la IA corrupta.

Haciéndose de noche en un instante, aquella chica pelinegra, observa muy atenta, viendo desde una escalera; aunque, al principio se prepara para matarlo, algo dentro de ella lo impide, así que sigue observándolo.

(Imagen simbólica).

Marina: No puedo creerlo... Sabe que es una trampa, pero aun así vino por esa IA... Cómo puede ser tan ingenuo; aunque es lindo, que se preocupe por ella, que se sentirá, saberse amada por un chico... No, debo hacer, lo que mi padre me pidió -dijo, cargando su poder espiritual.

Shido: María... ¡¿Dónde estás?! -gritó, viendo a las escaleras.

Antes que la detectará, Marina desaparece y reaparece junto a un árbol, horas enteras se van como agua, mientras Marina disfruta de la búsqueda del peliazul; aunque, esta busca el momento para matarlo, algo dentro de su código binario se lo impide, luego de 4 horas de búsqueda, se manifiesta enfrente de este.

Marina: ¿Por qué, te importa?... Solo, es una aplicación, un montón de datos... -preguntó, adoptando su vestido astral.

(Imagen simbólica).

Shido: Porque es mi amiga y la quiere, solo por eso -respondió con firmeza.

Marina: Bien, te propongo un trato... Quiero, tener una cita contigo, pero no cualquiera, si me enamoras, la dejaré libre -expresó, llena de alegría.

Shido: Eso no fue el trato -respondió, serio.

Marina: El trato cambió -dijo, lanzándole un rayo lila.

Shido: No aceptó, no confío en ti -respondió, dándole la espalda.

Marina: No eres lo que esperaba, según mis datos, eres un suicida, haces todo por salvar a una espíritu... Pero eso me gusta -dijo, algo emocionada.

Mostrándole una pantalla, está revela a una María hipnotizada por una bella luna, todo el lugar está en un rojo carmesí; esto, alegra mucho a Shido, pues ver qué su amiga, está bien, le regresa la tranquilidad.

(Imagen simbólica).

Marina: Como vez, está bien... Por ahora, ya que puedo acabarla si lo deseo -dijo, viendo a Shido.

Shido: Aceptó... Por María -respondió, serio.

Marina: Eso, no era necesario decirlo... Yo te esperaré, en la fuente de Tengu, no tardes o María, lo pagará -expresó, desapareciendo...

Una hora después, aparece Shido delante de una chica pelinegra; la cual, está sentada en unas escaleras, al lado de la fuente.

(Imagen simbólica).

Marina: Llegas a tiempo, me gusta eso de ti, Shido -dijo, con nostalgia en su voz.

Shido: Bueno, comencemos -respondió, con algo de indiferencia.

Marina: Vamos -expresó, des materializando su vestido astral, por ropa más casual.

(Imagen simbólica).

Caminando por el parque, mientras Marina le da de comer a unos patos, uno de ellos la moja al tomar un trozo de pan; esto, la hace reír un poco, cosa que contagia a Shido, que también se ríe, sin dejar de ver a la chica.

Llegando al puesto de helados, ella pide a un encargado virtual un helado de fresa, lo cual imita Shido; compartiéndolos, ambos se ven a los ojos, mientras la chica se sonroja, luego de un rato, caminan por la plaza.

Marina: Así que a esto le llaman amor, no es tan malo... Sé que mi padre, me pidió matar a Shido, pero ya no quiero hacerlo... No, eso es imposible -susurró, viendo al peliazul, el cual la toma de la mano.

Aunque Shido, está disfrutando mucho de la cita, no dejaba de pensar en María, aquella quien le tendió la mano desde que empezó, a ser el sellador; aunque se encontraba bien, algo en su interior, le decía que la sacada de este lugar cuando antes, era como un alguna otra conciencias, estuviera dentro suyo.

(Imagen simbólica).

A medida que caía la noche, Marina estaba más enamorada de Shido, pues sus detalles y forma de ser, hicieron que sintiera, cosas nuevas y por demás agradables; viendo un par de columpios, la chica corre hasta este para mecerse, cosa que imita Shido, quien se sienta a su lado, viéndola fijamente.

(Imagen simbólica).

Marina: Si me ves así, harás que me sonroje Shido... Sé que te gusto, no lo niegues... -dijo, con un rostro pícaro, mientras se cambia de ropa nuevamente.

Shido: ¿Por qué, te cambias de ropa?... Sería, la cuarta vez, que lo haces -preguntó, viendo fijamente a la chica.

Marina: Ahora entiendo... Porque, cada una de las espíritus, se enamoró de ti; solamente, cuatro horas estuvimos juntos y ya tienes mi corazón... Liberaré a María, pero quiero que te quedes conmigo -respondió, mirando a la nada.

Shido: Ese, no fue el trato -expresó, enojado.

Marina: Shido, quédate conmigo... Aquí, tú podrás ser muy feliz -dijo, parándose de su columpio, para moverse hacia él.

Shido: No puedo, Marina... Tengo que salir del ciber mundo, donde tú nos atrapaste y María, viene conmigo -respondió, un poco serio, mientras ve materializarse el cuerpo de la peliblanca, entre sus brazos.

Marina: Cumplí mi promesa -expresó, algo nostálgica.

Antes que pudiera tomar a María, Marina se arroja sobre Shido; el cual, se ve confuso por la actitud cariñosa, de la pelinegra.

Marina: Pero Shido, en ese mundo, moriste tantas veces, de no ser por Camael... ¡¡¡Es un hecho, que habrías, fallecido!!!... Te lo pido, quédate conmigo, yo te... Yo... Te, amo... ¡¡¡TE AMO, SHIDO!!! -exclamó, muy desconsolada, tomándolo por el pecho, para luego besarlo.

En ese instante, su vestido astral empieza a desaparecer, quedándose desnuda y con un rubor en el rostro; sin embargo, Shido sigue indiferente su declaración, apartando de su lado a la sollozante chica.

Shido: En verdad eres ingenua... Yo, nunca podría amar a una "cosa", como tú... ¡¡¡Casi estrellas al Fraxinus, sobre Tengu y encima, no eres ni una espíritu!!!... Tan solo eres, un ser creado, por ese infeliz de Westcott -gritó, haciéndola aún lado, de una patada.

Marina: Shido, cof, cof... Sé, que cometí un error, pero a las demás chicas, les diste una oportunidad... ¡Por qué a mí no! ¿Qué tengo de diferente? -replicó, molesta y muy herida por sus palabras.

Shido: Solo eres un ser insignificantes, un programa de computadora, creado por DEM, nunca podría, amar a "algo" como tú, aléjate de mí -respondió, cargando a María.

Marina: ¡¿Por qué, a María si la amas, ella es como yo?! -preguntó herida.

Shido: Ella es mi amiga, el ser que me apoyó en Fraxinus, para sellar a todas las espíritus, ella tiene sentimiento, un corazón... A ella si la amo, tú solo eres un error, algo que jamás debió existir... adiós... -respondió, dándole la espalda.

Tratando de correr, Marina tropieza a causa de la debilidad generada, por la perdida de sus poderes; abatidas y traicionada, solloza de forma desconsolada, mientras azota los puños en el suelo.

Marina; Shido... ¡Shido, no te vayas, yo te amo!... No me dejes sola, en verdad puedo hacerte feliz... ¡¡¡SHIDO!!! -gritó, con la voz quebrada, mientras observa a su amado, ir al portal de salida.

Desde el laboratorio de DEM, Isaac observa todo lo ocurrido; sin pensarlo siquiera, usa un comando para aislar aquel mundo.

Apenas desaparece, un estallido, hace eco en todo el lugar, el mismo que deja en claro, el fin de ese mundo virtual, ahora está aislado de todo contacto externo, lo cual hace llorar mucho más a la chica; luego de varios días, semanas, meses e incluso años, la única en aquel oscuro lugar es Marina, quien sigue sentada en las escalinatas de un parque, en las cuales, pasa la mayor parte del tiempo.

Marina: Sé que volverás... Yo sé, que no me dejaras aquí; abandonada, sola y triste mi amor -se dijo, con la mirada vacía y repleta de locura.

???: Él no volverá -dijo, una voz fría.

Marina: ¿Quién dijo eso? -preguntó, un poco nerviosa.

???: Shido murió -respondió, tajante.

Marina: No es cierto, porque mientes de esa forma... ¡Responde! -replicó, muy abatida.

???: Él nunca se acordó de ti, él se casó con Kotori Itsuka... Jamás, pasaste por su mente, Marina -respondió, apareciendo enfrente a ella.

(Imagen simbólica).

Marina: Tohka... -dijo, incrédula.

Tohka: Él nunca mereció tu amor, ese infeliz tuvo lo que merecía... Yo te puedo liberar, de esta prisión, solo te pediré algo a cambio mi niña -respondió, muy amable.

Marina: Lo que sea... Solo sácame -dijo, muy emocionada.

Tohka: Quiero tu lealtad... Cuando, otras 2 espíritus se presenten ante mí, serás parte de mi ejército... Hasta entonces, haz lo que quieras -respondió, sonriéndole.

Marina: Pero, ¿cómo harás eso?, yo no tengo cuerpo físico -preguntó, un poco escéptica.

Tohka: ¡¿Aceptas mi trato?! -preguntó, una vez más.

Marina: ¡Acepto! -exclamó decidida.

Tohka: Dame la mano -expresó, muy alegre, extendiéndole su mano.

Apenas la toca, un brillo se posa sobre ella, haciendo que de un gritó de dolor, seguido de quejidos; luego de eso, ambas aparecen en un paraje estéril y desolado.

Marina: Gracias, gracias... En verdad, te lo agradezco -expresó, muy feliz.

Tohka: Solo, no te olvides de nuestro trato, hasta -respondió, elevándose por los aires.

Marina: Claro, que no lo haré, jijiji -sé dijo, liberando un brillo rojo de su pecho.

(Imagen simbólica).

Fin del Capítulo.
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