Ova 1: Recuerdos del vacío... Parte 5

Historia crossover vinculadas:

El Último Espíritu e Itsuka Legacy

Escucha a tu corazón.
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Sin poder procesar lo que la princesa de ojos morados acaba de decirle, Saito se aparta de ella casi por instinto; esto irrita demasiado a Henrrieta, quien lo persigue hasta colocarlo contra una de las paredes aledañas.

Henrrieta: ¡¿Por qué me rechazas...?! Yo seré la reina de todo Tristain, tendrás todo lo que desees Saito...

SOLO TE PIDO QUE ME AMES -gritó con algo de desesperación, para luego tratar de besar los labios del pelinegro.

Saito: Discúlpeme que le diga esto, pero voy a ser completamente sincero con usted:

Yo nunca podría enamorarme de ti, eres una persona muy egoísta e hipócrita; pudiste ser diferente conmigo...

PERO SIEMPRE PUDO MÁS TU POSICIÓN, YO QUISE ACERCARME A TI Y SER TU AMIGO; O AL MENOS, UN ALIADO -respondió enojado.

Henrrieta: Saito... -balbuceó.

Saito: Princesa... ¿Me podría decir que es de usted Hiraga Saito...? Esa pregunta se la hizo su capitana:

"Él no es nada, solo es el familiar de Louise y nada más..."

"Pero princesa, yo la he visto muy amable y afectuosa con él..."

"Se puede ser amable con una mascota y no denota afecto o algo más..."

"Entiendo, siendo así está bien... Pensé en la remota posibilidad que le gustaba o algo así su majestad..."

"Eso es imposible, yo soy la princesa de este reino, la heredera al trono; jamás me fijaría en un insignificante plebeyo..."

Eso fue lo que escuché de sus propios labios princesa Henrrieta, no niego que me llegaste a atraer; sin embargo, cada palabra que dijo aquel día mató esos sentimientos, puede que sea un plebeyo, pero tengo orgullo -expresó, mientras se aparta de ella.

Henrrieta: ¡Déjame explicarte! -replicó muy nerviosa y desesperada.

Saito: Yo amo a Tabitha -respondió de forma muy solemne.

Henrrieta: ¿Estás loco...? ¿Qué tiene ella que yo no...? ¡Soy más bella que...! -respondió de forma agresiva, antes que Saito de colocada justo delante de ella.

Saito: Un par de pechos, no dan más belleza princesa... Ella es noble, hermosa y quizá lo más importante:

ELLA ME HA APOYANDO DESDE QUE ESTOY AQUÍ...

Cierre la puerta cuando se vaya -argumentó, mientras se dirige a la puerta.

Henrrieta: Si te vas... Desterraré a esa infeliz de Tabitha, sé que en Galia ella no será bien recibida, su tío quiere matarla... -respondió, antes que una colérica Akane irrumpiera en la habitación.

(Imagen simbólica).

Akane: Saito... Necesito hablar con henrrieta un momento, espérame afuera -expresó algo sería.

Henrrieta: ¡Oye...! ¿Quién te dio el derecho a llamarme por mi nombre...? -replicó.

Akane: Podría llamarte de otra forma... Pero yo si soy una dama... -respondió, caminando hacia ella.

Una vez solas, Akane coloca su mano encima del mango de su katana; lo cual preocupa un poco a Henrrieta, quien ya se vistió.

Akane: Tú eres una niña caprichosa, cuando amas a un chico no importan las diferencias sociales ni nada; tú pudiste ser la mujer a la que Saito pudo amar, pero le diste la espada y lo dejaste a su suerte... Ahora que ya es un plebeyo reconocido lo quieres para ti; tú no eres digna de él, amenazarlo con exiliar a la mujer que ama, solo deja ver lo poco que tú vales, esta será mi única advertencia:

NO TE ATREVAS A LASTIMARLOS O TE JURO QUE TE DECAPITARÉ...

No te pido que los ayudes, pero tampoco los perjudiques...

Seguro ya hablaste con el director, ya debió decirte lo que pasó antes de tu llegada... Voy a dejar pasar esto, solo por esta vez -expresó con seriedad y algo de hostilidad.

Henrrieta: Pero a ti que te importa, Tabitha no es nada tuyo... ¿Qué ganas con interferir en este asunto? -preguntó, viéndola de una forma nerviosa.

Akane: Tabitha tiene un gran corazón, para mí es suficiente -respondió, dejando ver un rostro serio y una mirada Yandere.

Sin fuerza para responder, Henrrieta solo se marcha en silencio y con lágrimas sobre sus mejillas; afuera de la habitación, Saito ve un poco extrañado a la princesa quien oculta su mirada del pelinegro.

Saliendo como si nada, Akane se acerca con este para darle una palmada amigable en la espalda; luego de unas horas, la noche surge en la academia, dejando a un Saito exhausto durmiendo en su cama y a 3 chicas viéndolo.

Tabitha: Así que lo amenazó con eso -dijo de forma triste.

Marina: Esa ramera, voy a matarla -expresó, viendo con enojo a Akane.

Marina: ¿Por qué no la mataste? -preguntó.

Akane: No valía la pena... Además, no puedo andar matando a todos los que me caen mal, le advertí por supuesto -respondió.

Tabitha: Yo solo le traje desgracias, de no ser por mí; él tendría un por venir, un futuro de lo más brillante -manifestó triste.

Akane: Te acabo de decir que Saito te ama a ti, que te prefirió a ser pareja de esa ramera y tú me sales con esto -respondió, para luego inclinar su cabeza de forma adorable.

(Imagen simbólica).

Tabitha: Pero que pudo ver en mí, la verdad no tengo nada que a Saito... -balbuceó, llena de tristeza.

Akane: Un cuerpo bien proporcionado, no se compara con la belleza interior -respondió.

Tabitha: Eso lo dices porque eres por demás hermosa -replicó.

Dándole un abrazo, Akane la coloca frente a sus ojos para poder hablarle.

Akane: Cualquier hombre puede interesarse en una mujer físicamente bella; pero solo un hombre de verdad, verá su interior -expresó muy feliz.

Tabitha: Así que por eso te enamoraste de tu novio -respondió.

Akane: Koji es único, diferente de cualquier hombre; pues él se enamoró de mí, y no solo de mi exterior:

*Él me apoyó desde que nos conocimos.

*Me dio su amor incondicional.

*Me es fiel.

*Da lo mejor de sí, y se preocupa por mí.

*Es bondadoso, aun cuando la vida le dio un sin fin de dolor y sufrimiento.

*Pero lo mejor de todo, él se enamoró de mí cuando ni yo misma me sentía hermosa.

Koji vio en mí, lo que nadie -manifestó llena de felicidad.

Ante estas palabras, Tabitha se aproxima un poco a Saito, pero antes de tocar sus mejillas solo se aleja de él; lo cual desconcierta tanto a Akane, como a Marina, ya que lejos de sus inseguridades, parece ocultar algo más.

Tabitha: Yo solo le traeré desgracia -dijo más triste y llorando.

Marina: Deja de pensar eso, no porque estés con Saito, él fuera a morir -respondió.

YO NO SOY LO QUE PAREZCO, NI SIQUIERA ME LLAMO TABITHA...

HENRRIETA SABE QUIÉN SOY, POR ESO ME AMENAZÓ CON DESTERRARME.

SOY UNA PRINCESA SIN REINO, A LA CUAL LE ARREBATARON LA VIDA, SU FELICIDAD, TODO POR UN ESTÚPIDO TRONO -gritó con furia, para luego caerse al suelo.

Desencajadas por la revelación, Akane y su amiga se acercan para abrazar a Tabitha.

Akane: Lo sabemos -dijo.

Marina: Saito nos dijo todo -añadió.

Tabitha: ¿Cómo...? ¡¿Saito sabe que soy una princesa?! -preguntó confundida y enojada.

Akane: Tu tío, el rey de Galia vino hace unos días a ver a Saito; este le propuso que jugara con tus sentimientos y luego te matara... Fue por eso que se distanció de ti -respondió.

Tabitha: Joseph... No conforme con quitarme a mi madre, enloquecerla...

AHORA QUIERE DESPOJARME DE SAITO...

PERO... ¿ACASO...?

Con una clara duda dibujada en el rostro, un sentimiento de ira crece en Tabitha quien ya no está segura del amor del pelinegro.

Marina: Él lo mando al diablo -dijo de forma solemne, rompiendo así la duda de Tabitha.

Akane: Ese imbécil le ofreció todo lo que un plebeyo pudiera desea; pero, Saito se negó a traicionar tu confianza... En consecuencia, y como clara venganza tomó represalias sobre Tristain; en unos meses desatará una guerra indirecta, ya que no desea verse envuelto en este asunto -respondió.

Tabitha: Algo como lo de Albion -expresó.

Akane: Peor, pues él financiará a todos estos pueblos aliados... Tratará de asesinar a todas las posibles amenazas; partiendo del trono y su heredera, a los plebeyos con potencial de combate... Pensé que era un pobre loco, pero su estrategia es impecable; debo decir que él no quiere correr riesgos, sabe muy bien que mantenerte con vida es un error -argumentó con algo de tristeza.

Marina: Saito en un principio estaba furioso contigo, pues creyó que eras como Henrrieta y solo lo querías utilizar; pero eso cambió, al saber de tu madre, lo que esté infeliz le hizo para robarle el trono... Saito está al tanto del dolor que llevas a cuestas, así como de todas las pesadillas que tienes; él te admira mucho y siente un amor muy sincero por ti, Saito te quiere ayudar Tabitha... Pero al no ser nadie en esta sociedad, poco puede hacer -explicó.

Sintiendo una gran culpa, a causa de aquella idea que le pasó por la mente, Tabitha busca alejarse de Saito; sin embargo, Akane solo la toma por los hombros para evitarlo, además de regalarle una sonrisa sincera.

Akane: No tomes esta culpa como excusa, no lo dejes ir... Él te ama, y ambos merecen una segunda oportunidad para ser felices; ahora te dejaremos sola con Saito, lo que escojas te perseguirá por siempre -dijo feliz, mientras libera sus hombros.

Sin más, Akane y Marina se retiran para así darles algo de tiempo a solas.

Ya en su habitación, Akane y Marina solo se dejan caer en la cama, exhaustas por todo lo que vivieron en este día; de pronto, algunas lágrimas brotan de los ojos de la peligris, lo cual es notado por su amiga.

Akane: ¿Qué pasa? -preguntó suavemente.

Marina: Es que, luego de escuchar todo esto yo me siento tan vacía, Shido nunca me amó y por años pensé que se había burlado de mi persona; causé mucho daño, lastimé a tantos por mi deseo de venganza, todavía no sé que te orilló a ayudarme, hasta el mismo Álex no confía en mí al 100% -respondió llorando.

Akane: Pequeña, no eres malvada y deja esa idea de lado, simplemente te utilizaron, eres una víctima; sé que amas a Shido, pero él no te vio con esos ojos, ahora posees una nueva oportunidad, aprovéchala -respondió, de un modo dulce.

Marina: Gracias Onee-sama -susurró mucho más animada, antes de quedarse dormida.

Viéndola con cariño, Akane acaricia con una gran ternura su cabeza.

Akane: Gracias hermanita, sé que sufriste en el pasado, pero yo cuídate de ti Marina; seré la hermana mayor que nunca tuviste -dijo a modo de promesa, para luego abrazarla.

Descansando tranquilamente, ambas chicas son iluminadas por la luz de las amantes del cielo, las cuales brillan en azul y rosa; por su parte, en habitación de Tabitha puede verse a una peliceleste en bata de dormir.

Esta solo pases de un lado a otro, pues al ver al chico que ama descansando plácidamente en su cama, no sabe si acercarse y dormir en sus brazos o solo seguirlo mirando; pese a su deseo de abrazarlo, Tabitha prefiere alejarse de este, a punto de salir de su habitación, un susurro irrumpe en sus pensamientos.

"Está en ti ser feliz, o solo ser víctima".

Tabitha: Akane... -dijo.

"Él te ama, y tú a él".

Tabitha: No es tan sencillo -respondió.

"Puedes escapar, dejárselo a Henrrieta o solo puedes acercarte a Saito y decirle todo lo que tu corazón desea compartir con él".

Tabitha: Tengo miedo, no quiero que le pase nada malo -respondió de nuevo.

"Es claro que no lo amas como dices".

Tabitha: ¡Eso no es cierto! -replicó.

"Entonces ve y dile lo que sientes".

Sin más pretextos, Tabitha se aproxima muy lentamente a dónde está Saito para darle un beso en los labios; esto hace que él despierte casi de inmediato, aunque se sorprende por lo que hizo, no se muestra nada incómodo.

(Imagen simbólica).

Saito: Tabitha... -dijo.

Tabitha: Te amo Saito, ya no lo pienso callar más -respondió, acomodándose a su lado.

En un movimiento, la peliceleste desabrocha los botones de su bata; sin embargo, Saito no lo permite y vuelve a abrochar cada uno.

Tabitha: Lo sabía, no te gusto -expresó muy triste.

Saito: Es lo opuesto Tabitha, te amo con todo mi corazón... Por eso, no quiero que nuestra primera vez juntos sea así, ahora tu madre y tu bienestar son lo único importante; yo soy un plebeyo, no tengo nada que ofrecerte mi amor, solo mi corazón y vida -argumentó.

Tabitha: A mí no me importa si no tienes un patrimonio, te amo a ti y a nadie más; deseo hacer esto, no me rechaces -respondió, muy desesperada y a la vez nerviosa.

Saito: Lo haremos, después que pedirle a tu madre su bendición -expresó feliz, mientras acaricia el rostro de la peliceleste.

Tabitha: Saito... -balbuceó.

Saito: Recuperaremos a tu madre Tabitha, y nada podrá evitarlo... -respondió, para luego besarla.

AAAAAAAGGGGGGHHHH

SAITO...

Un fulgor cobalto destella fuertemente en la mano de Saito; el cual graba nuevamente las runas en esta, dejando en Shock a la pareja.

(Imagen simbólica).

Tabitha: Pero si son las runas de Gandalf, no puede ser -dijo incrédula.

???: Claro que puede ser pequeña... Ahora tú eres la nueva maestra de mi compadre, eres una maga del vacío -intervino la espada a la espalda de ambos.

Saito: Pero... ¿Por qué no paso nada cuando Tabitha me beso? -preguntó.

Derf: Tú eres más que un Gandalf:

ERES UN CABALLERO DEL VACÍO...

Tienes más poder del que imaginas Saito, es por eso que tú debías aceptarla como ama y así formar el lazo compadre -explicó.

Saito: Ósea que soy tu fa... -expresó, antes de ser silenciado por un beso de Tabitha.

Tabitha: No lo digas, no eres más un familiar Saito, eres mi caballero y novio; desde ahora seremos maga y caballero... Te amo, y jamás te veré como un objeto desechable; yo voy a protegerte mi amor -manifestó feliz.

Sin nada más que decirse, ambos se quedan profundamente dormidos; pero no antes de darse su primer beso de pareja.

Continuará...

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