Capítulo 5: Una bella confesión, antes del adiós eterno...

Arco 1: Un futuro imposible.

Saga: Holocausto.
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Dentro de la iglesia, Miku utilizaba a "Gabriel", en un intento desesperado por sanar a Shido, pero lejos de surtir efecto, parecía hacerle más daño que bien, está interacción; entrando en desesperación, comienza a maldecir y golpear el sueño, por la frustración que le causa su inutilidad... A falta de ideas, le pone unos vendajes improvisados; para contener su herida lo mejor posible.

Miku: Darling... Resiste por favor, tienes mucho por qué vivir, yo, no, todas te seguimos amando... Pero entendemos que hayas elegido a "otra"... Lucha, por tu hijo, vas a ser padre -dijo, acariciando su rostro.

Shido: Ko... Kotori, necesito hablar con ella... Por favor, te pido que la busques -respondió débilmente.

A punto de irse, aparece la pelirroja, flotando aún en el aire, para luego aterrizar a pocos metros del duo; sin decir nada, Miku, solo le señala a Shido, dándole a entender que despertó y que desea hablar con ella, a lo que de inmediato se acerca.

Miku: Los dejaré solos, sé que no puedo hacer mucho, pero yo los protegeré, en caso de que algún ataque, venga hacia acá -dijo, con la mirada baja.

Kotori: Miku, ¿acaso tú? -preguntó, algo impresionada, al deducir la causa de su tristeza.

Miku: Él te eligió a ti Kotori, no desaproveches esta última oportunidad que tendrás... Se sincera, o podrías arrepentirte... -respondió, saliendo de la iglesia.

Una vez al lado de Shido, toma su mano, la cual está llena de sangre, a causa de sus heridas, que nuevamente se han abierto; pero en esta ocasión, no trata de cerrarlas, pues entiende, que si Miku no pudo hacer nada por él, quiere decir que ella no podrá hacerlo tampoco.

Shido: Kotori, yo, lo siento -dijo, con lágrimas en los ojos.

Kotori: Onii-Chan, no hables, no gastes tus fuerzas, cuando estés bien, ya tendremos mucho tiempo para poder hablar -respondió, con su tono de voz de imoto, pese a llevar sus listones negros.

Shido: Sé que no eres una tonta, sabes cómo terminará esto... Así que, déjame hablar, quiero decirte tanto y tengo tan poco tiempo ya -expresó, tomando sus manos.

Kotori: Está bien, Shido -respondió, mirándolo con ojos cristalizados.

Shido: Fui muy débil, cuando estuve encerrado en Paradise Lost, alguien entro en ese lugar, fue Tohka, al principio pensé que iba a rescatarme, pero cuando vi esos ojos sádicos y llenos de odio... Supe al instante, que no era la Tohka que conocíamos y llegué a amar, en su momento; para ustedes fueron días, pero para mí fueron meses interminables, ella usó un extraño poder de control mental, para hacer que la amara a ella, pues en ese tiempo ya estaba enamorado de una de ustedes... -argumentó, tosiendo sangre.

Kotori: ¡Shido! -gritó, angustiada.

Shido: Cuando salí de ahí, debieron notar que era otro, pero en realidad, jamás deje de ser un prisionero, en mi mente estaba siendo sometido por una conciencia oscura, se hace llamar "Sia", ella le lavo el cerebro a Tohka, se aprovechó de su inocencia; al menos eso creí, pues al parecer, si hay maldad en ella... Ya que esa entidad, no puede posesionarse de nadie, que no lo desee... Lo sé, porque no dejaba de torturarme, al no poder someterme a sus caprichos -respondió, tocando su cabello.

Kotori: Así que... ¡Ella se aprovechó, estos 3 años, te mantuvo cautivo, solo para qué la amarás! -reclamó, con ojos furiosos.

Shido: No sé si me amo, pero quería mi poder de sellador y el de todas, ustedes... Yo quise advertirle, pero cada vez que trataba, ella me lastimaba, haciéndome imposible hablar... Fui un, cobarde -respondió, lleno de dolor y frustración.

Kotori: No eres cobarde... -dijo con voz entrecortada.

Shido: Claro que lo soy, pues por evitar el dolor, me quedé callado, provocando todo esté caos y el sufrimiento para las demás, vi todo como simple espectador, su sufrieron, al menos, hasta el momento de ser atravesado con su espada... Pero al desecharme, ese control se fue, quiero aprovechar esto, para decirte la verdad, Kotori -respondió, tratando de sentarse.

Kotori: ... -permaneció en silencio, mientras le ayudaba.

Shido: Yo... Yo... Te amo, mi bella y adorable hermanita, pero no como mi, imoto, sino como mujer -dijo, con un tenue sonrojo en sus mejillas.

Kotori: Lo sabía... ¡Baka! -respondió, con una bella sonrisa dibujada.

Shido: La noche que pasamos juntos, no la olvide, la única vez que logré librarme del control de Sia, fue porque, quería estar contigo, darte mi amor, caricias, besos y abrazos... Es por eso, que fui a tu cuarto, no solo fue deseo carnal, quería demostrarte cuando significabas, para mí... Lo siento, fui egoísta, solo pensé en mí y esos efímeros momentos de felicidad, nunca considere el daño que... -dijo, siendo silenciado por un beso.

Kotori: Amé que fueras egoísta, pues por ese momento, fuiste mío, mi Onii-Chan, mi Shido, yo te deseaba tanto como tú a mí; aunque pase por mucho dolor después de ese día, lo volvería a vivir si con eso, hubiera podido estar otra vez contigo... Me enamoré perdidamente de ti, sé que somos hermanos adoptivos, pero eso jamás me impidió amarte como hombre; lo que más feliz me hace, es que de ese hermoso momento, entre nosotros, surgió algo igualmente hermoso, Shido, estoy esperando un hijo tuyo, vas a ser padre -respondió, sonrojada y llena de felicidad.

Shido: Ya lo sabía... -dijo, soltando unas lágrimas.

Kotori: ¿Qué?... Cuando lo supiste, dime... ¿Quién te lo dijo? -preguntó impactada.

Shido: Te escuché cuando volviste de Fraxinus, Reine te hizo unos análisis y estabas feliz, casi gritabas de alegría, pero luego te quedaste callada, pues te dijiste que yo estaba comprometido, que no podías decirme, aprovecharte de esto... Lo siento, si hubiera sido más fuerte, no un patético intento de hombre... -expresó, golpeando el suelo con el puño, para sacar su frustración.

Kotori: Claro que no, eres el hombre de mi vida, saber que si me amas, me hace muy feliz... No sabes cómo soñaba estar parada en ese altar, a tu lado y recibir nuestros votos, formar una familia, envejecer juntos mi amor, mi caballero -respondió, besándola tiernamente.

Ante esto y con gran esfuerzo, Shido la abraza cálidamente, para luego darse otro beso; el cual, les hace recordar a ambos, aquel momento en el que Kotori se volvió un espíritu, hace más de 8 años... El mismo, en donde ella se acercó a él, para besarlo, sellando sus poderes y salvándole la vida.

(Imagen simbólica).

Después de este bello momento, tanto Shido, como Kotori logran recordar el fragmento de algo, que había permanecido oculto en su memoria; no sobre lo que se dijeron ese día, sino de aquella extraña presencia que acompañaba a la recién creada, espíritu...

Kotori: Esa mujer, esa mujer era... -se dijo, apretando su pecho.

Shido: No era Mío, esa es, no... Es imposible... -expresó, estrujando los puños.

Ambos: Era Reine... -dijeron, viéndose mutuamente.

(Imagen simbólica).

???: Se equivocan, esa es Mío, al menos la parte perversa... Aquella que se autodenomina... Sia -dijo una voz monótona y sin emociones.

Ambos: Reine/Mío... ¿Qué haces aquí?, se supone... -preguntaron, inquietos por su presencia.

Reine: No hay nada que hacer, Sia Tohka es muy fuerte, las chicas están resistiendo apenas, tenemos que escapar, si no va a matarnos a... -respondió, siendo interrumpida por un gritó...

Kotori: ¡¡¡Cómo creerte!!!, quien eres o mejor dicho... ¿Qué eres?, tú fuiste la que planeo todo esto... ¡Responde de una maldita vez! -reclamó, abrazando a Shido, para protegerlo.

Shido: Reine es como yo y Tohka, una creación de Mío, lo sé... Porque al fin pude recordar esa parte, que estaba oculta en mi mente -dijo, con algo de nostalgia.

Reine: Shin... Perdóname... por favor, Shin... -respondió, con la voz triste.

Shido: No tengo nada que perdonarte, fuiste una víctima de Sia, de la misma Mío, ella solo te creo para tenerme vigilado, hasta el momento de su arribo... Por desgracia, no contempló que me enamoraría de Kotori, por eso se posesionó de Tohka, por eso estuvo torturándome por años, tratando de hacerme que la amara -dijo, con la voz entrecortada.

Kotori: Shido, ¿qué tienes? -preguntó asustada.

Shido: Estoy agonizando, me queda muy poco tiempo, ya -respondió, tocando sus mejillas.

A punto de desplomarse, es interceptado por Kotori, quien lo acoge en sus brazos, al hacer esto, puede escuchar el débil latir de su agonizante corazón; sabiendo que no le queda mucho, empieza a llorar por la impotencia que siente, al ver cómo su vida empieza a apagarse frente de sus ojos.

Shido: Kotori... Quiero ser egoísta... Una vez... Más... -dijo, cada vez más débil.

Kotori: Pídeme lo que sea -respondió sonriéndole forzadamente.

Shido: La boda con Tohka, no cuenta, estuve obligado... Cásate, conmigo, no quiero irme de este mundo... Sin ser, tú... Tu esposo... Mi amor -dijo con lágrimas en los ojos.

Kotori: Por supuesto que acepto... Mi Onii-Chan... Reine, sé que te dije cosas horribles y aún desconfío de ti, pero Shido confía aún en ti, eso basta, para que yo haga lo mismo... -expresó, un poco avergonzada.

Reine: Yo los casaré, Shin te ama y a diferencia de mí yo original (Mio) o ese alter ego psicópata (Sia), quiero la felicidad de ambos... Démonos prisa, pues ya no queda tiempo -dijo, con tono suave y sonriéndole a ambos.

Asistidos por Miku, quien no dejaba de ver la pelea en el cielo, pero de vez en cuando volteando para presenciar algo que le rompía el corazón... El par de enamorados, recibían una versión un poco sintética de la ceremonia; en eso, Shido saca de su bolsillo un anillo de compromiso, adornado con un rubí de fuego, cosa que alegro a la pelirroja, pues con verlo, comprendió que él sentía lo mismo por ella, desde hace ya 3 años.

(Amenización de esta parte †, hasta ††)

Shido: Antes de lo de Lost Paradise, te compré este anillo, iba a dártelo el día de tu cumpleaños... Pero luego paso, todo lo que ya sabes -dijo, con voz cansada.

Kotori: Mi... Mi amor, gracias... Esto me hace muy feliz -respondió, sonriéndole estilo imoto.

Reine: Itsuka Shido, aceptas a Itsuka Kotori, para amarla, respetarla y apoyarla, en salud y enfermedad, por todos los días de tu vida, hasta que la muerte los separe... -dijo viendo al peliazul.

Shido: Acepto -respondió, luchando por no desmayarse.

Reine: Itsuka Kotori, aceptas a Itsuka Shido, para amarla, respetarla y apoyarla, en salud y enfermedad, por todos los días de tu vida, hasta que la muerte los separe... -dijo viendo al peliazul.

Kotori: Acepto -respondió, luciendo ya su anillo de compromiso.

Antes que Reine o Shido, pudieran decir otra cosa, Kotori se quita una de sus cintas, para atarla en la muñeca de su ahora esposo; algo que hizo reír al peliazul, pues él sabe cuánto valora ese regalo que le hizo años atrás a su ahora esposa.

Reine: Ahora los declaro, marido y mujer... Puedes besar a la... -dijo, quedándose callada al instante.

Ambos se lanzan a los brazos del otro, para fundirse en un cálido beso, lleno de amor y pasión, algo que habían deseado desde la última vez que estuvieron juntos; apenas terminó, los dos se quedan viendo mutuamente, pero antes que Kotori pueda decir algo, es iluminada por un brillo dorado, el mismo que aparecía en los ojos de Shido cuando usaba su poder espiritual.

Kotori: Shido, ¿esto es?... -preguntó sorprendida.

Shido: El poder que me dio Mío, ese que Sia deseaba... Pero el cual logré conservar, te lo doy a ti mi amor, él pasará a nuestro hijo o hija, apenas nazca... Es lo único, que puedo hacer, para protegerlos -respondió, dejando escapar una sonrisa de satisfacción.

Kotori: Solo se llevó los poderes de las chicas, jamás dejaste de luchar, pese a estar sometido, nunca te rendiste mi amor -dijo, sintiéndose orgullosa de su ahora esposo.

Shido: Álex, si es niño, quiero que se llame Álex, si es niña... Quisiera que se llamará Haruko -expresó, cada vez más débil.

Kotori: Así será, mi amor -respondió sollozando.

Shido: Gracias... Por haberte dado tu amor, por haberme dado un hogar y sobre todo... Por dejarme conocer a las chicas, son mi... Familia y siempre las llevaré conmigo... Te amo mi Ko... Kotori... -dijo desvaneciéndose, en sus brazos.

(Imagen simbólica).

Kotori: Shido... Onii-Chan... No quiero que te vayas... No... ¡No me dejes, mi amor!... ¡¡¡Shido!!! -gritó, haciendo eco en todo el lugar.

Reine: ... -solo, se mantuvo en silencio y con la mirada triste.

Inconsolable, Kotori llora sobre el cuerpo de su amado, el cual ha dejado este mundo con una sonrisa, pues a pesar del infierno que vivió, pudo ser feliz por efímeros momentos, al lado de la mujer a quien le perteneció su corazón y ahora poder; viniendo a su mente, todos los recuerdos que hizo con Shido, su noche juntos y sobre todo, el día que sus padres lo trajeron a la casa, ella sonríe sinceramente.

Kotori: Esta noche, te mentí mi amor, cuando me preguntaste desde cuándo me enamoré de ti... No me enamoré de ti, cuando te bese hace 8 años... Me enamoré de ti, desde que te vi, por primera vez de la mano de Oka-san, quizás solo era una niña, pero desde ese día, sabía que quería pasar, mi vida a tu lado... Ser tu esposa, mi amado, mi Onii-Chan -expresó con los ojos cristalizados.

Kotori: Perdóname, por hacerte pasar por tanto dolor, por haberte metido en mi trabajo, por haberte enviado a la muerte en más de una ocasión; sé que sonara egoísta, pero yo te quería solo para mí, me sentía tan celosa, cada vez que besabas a las chicas para sellarlas... Quería que tus besos, todo tu amor fuera para mí, no sabes cómo deseaba tener una vida pacífica, solos tú y yo, en nuestra casa y con nuestros hijos... Gracias, por darme tus últimos momentos, por ser mío una vez más, mi amado Shido -se dijo, colocando su cuerpo en el altar destruido.

††

Kotori: Kozue, transporta el cuerpo de Shido, mi madre y mi padre a la nave, por favor... También a Reine -dijo, soltándose el cabello.

Kozue: De inmediato... -respondió, comenzando a manipular el tablero de mando.

Reine: Kotori... -dijo, viéndola a los ojos.

Kotori: Shido siempre me dijo que le gustaba mi cabello suelto, desde ahora siempre lo tendré así, guárdame esto por favor -respondió, dándole su cinta restante.

Reine: ¿Qué vas a hacer? -preguntó, inquieta.

Kotori: Voy a salvar a mis hermanas, a mi familia... Y voy a... ¡Matar a esa infeliz! -respondió, haciéndose con su vestido astral y su alabarda.

A diferencia de la primera vez, el brillo de sus flamas se fusiona con el dorado del poder que emana de su cuerpo; haciendo que se vuelvan de un tono rojo más profundo, dejando ver una sonrisa, empieza a flotar en el aire, siendo detenida por Reine.

Reine: No te sacrifiques, recuerda la promesa que le hiciste... -dijo, sería.

Kotori: No moriré, tengo un hermoso motivo para vivir... Pero las chicas me necesitas, mi Onii-Chan habría hecho lo mismo... Prepara todo, para poder transportarnos en caso de emergencia y dile a Kozue, que se vayan de aquí, es seguro que quiera atacar la nave para evitar nuestra fuga -respondió, bañándose en flamas.

Sin más que decirse, ambas toman su camino; Reine es transportada a la nave y Kotori vuela hacia la batalla...

Sia Tohka: ¡¿Qué tengo que hacer para matarlas, malditas rameras!? -gritó furiosa, después de recibir una lluvia de balas y una cuchillada en la espalda.

Mana/Kurumi: No moriremos, hasta matarte -dijeron al mismo tiempo.

Sia Tohka: Reciban esto... ¡Guadaña espectro! -gritó de forma maniática.

???: ¡Fue suficiente! -exclamó una voz, repeliendo el ataque con gran facilidad.

Todas: ¿Kotori? -preguntaron todas, impactadas por la energía que emana de su cuerpo.

Kotori: Muy bien Tohka, es momento de qué... Comencemos con nuestra... Cita -dijo, con una sonrisa en el rostro, mientas lanzaba un corte lleno de llamas con Camael.

(Imagen simbólica).

Sia Tohka: No, ese poder... Ese poder es de... ¡Shido! -replicó colérica, al darse cuenta de lo que pasó.

Kotori: Te equivocas... Este poder fue, el regalo de despedida, de mí... De mí... ¡Esposo! -respondió, aumentando el poder de sus flamas...

Fin del Capítulo.
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