Capítulo 4: La furia del ángel metalico.
Arco 1: Un futuro imposible.
Saga: Holocausto.
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En el campo de batalla, Origami y Yoshino luchaban frenéticamente contra una muy superior Sia Tohka, la cual, solo repele los ataques con su mano izquierda, sin la necesidad de utilizar su espada espectro; rayos de hielo, ráfagas de Metatrón, ataques combinados e incluso con el modo armadura Shiryon de la peliceleste, nada le hacen a la poderosa reina espectro.
Origami: ¡¡¡TOOHKKAAA!!! -gritó colérica, mientras golpeaba a puño limpio la coraza defensiva de su oponente.
Yoshino: ¡Ráfaga de Zdakiel! -exclamó, desatando un poderoso resplandor congelante.
Sia Tohka: Esto... ¿Es lo mejor que pueden hacer? -preguntó de forma arrogante, repeliendo el resplandor de Yoshino.
Ambas: ¿Qué eres? -preguntaron impactadas.
Sia Tohka: Yo soy... ¡¡¡La criatura, de su extinción!!! -exclamó alzando los brazos.
Con ese movimiento, cientos de sombras se manifestaron alrededor de las dos chicas, quienes se colocan en guardia preparándose para el combate; a punto de ser atacadas, un resplandor de fuego, viento, bombas explosivas parecidas a caricaturas, cuchillos de papel mágico y flores de cristal que se expanden en los espectros, para luego desintegrarlos, salvan a las dos chicas y despedazando a los espectros.
???: Megiddo/Haniel/Raziel/Michael -dijo el grupo de las espíritus, que se acaba de unir a la batalla.
Kaguya y Yuzuru: Hasta que al fin, decidieron unirse a la fiesta, ya nos estábamos aburriendo -expresaron, escupiendo un poco de sangre y limpiándose el rostro al mismo tiempo.
Kotori: Chicas... ¡Ataquemos! -gritó, apuntando a Camael hacia la reina espectro.
Todas: ¡Siiii! -exclamaron, blandiendo sus ángeles y lanzándose contra Sia Tohka.
Kotori, ataca desenfrenadamente sobre el espectro, quien solo se dimite a repeler los ataques con su mano libre, uniéndose a ella, una flecha de viento impacta la coraza de energía en su espalda, cosa que molesta a su ex amiga; utilizando a su ángel, repele a las 3 chicas, causándoles un corte en el pecho y brazos, provocando que tosan sangre.
Sia Tohka: ¿Es lo mejor que pueden hacer?... ¡Hagan la pelea, más amena! -gritó eufórica, haciendo brillar su vestido astral.
Perdida en su furia, Kotori comienza a acumular flamas en su vestimenta, reformando a Camael en Meggido; sus ojos antes tranquilos, se iluminan con un destello carmesí, además de matizar su rostro con una sonrisa sádica y repleta de sed de sangre.
(Amenización de esta parte †, hasta ††)
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Kotori: Te mataré, te mataré... ¡¡¡TE MATARE!!! -exclamó, disparando ráfagas continuas con Meggido.
Una tras otra, comienzan a hacer retroceder a Sia Tohka, quien solo se cubre con su ángel/espectro, cada vez más molesta por la insistencia de la pelirroja, hace explotar su coraza defensiva, para volver al suelo; sin previo aviso, da un golpe con el pie haciendo que un trono color oro/azabache surja de entre los escombros.
Sia Tohka: Es mi turno para atacarte, pequeña Kotori... ¡Umbra Daemonium! -expresó, despedazando el trono, para intentarlo a su espada.
Sin miramientos, se abalanza contra Kotori, quien sigue perdida en su sed de venganza, reformando a Camael el duelo da inicio; arremetidas, esquives y golpes violentes, desencadenan una tormenta de fuego y relámpagos, cosa que asusta a las espíritus que siguen luchando contra las demás sombras o los dos traidores.
Aprovechando una distracción, Sia Tohka, trata de patear el vientre de esta, pero por mero instinto antepone su pecho, para protegerse del impacto; escupiendo sangre, logra recobrar el sentido, solo para ver a sus amigas, siendo superadas, por los cientos de espectros que no dejan de atacarlas.
Kotori: Perdónenme chicas, por mi necedad, por mi egoísmo las puse en peligro -susurró, viéndolas con tristeza.
Con las demás, pese a despedazar a cada espectro que se les pone en frente, aparecen dos más tomando su lugar; explosiones, cortes, ráfagas de aire, hielo y plasmar, pero nada parece dar efecto contra estos enemigos etéreos.
Sia Tohka, se abalanza contra Origami rebanando a la mitad a su ángel, para luego patearla en el pecho, haciéndole gritar de una forma desgarradora, Yoshino trata de ayudarla, pero es enviada contra el suelo a causa del ángel/espectro de la pelimorada; sin más oponentes que le obstruyan el paso, se lanza contra Kotori, quien apenas logra defenderse de los violentos ataques, perdiendo un brazo en el proceso, este se regenera gracias a Camael, aunque eso no le quita el dolor que siente por el corte.
Sia Tohka: Jajajajajaja, dónde quedó esa comandante orgullosa y altiva, no eres más que una zorra patética... Tú me quitaste a mi Shido, me arrebataste mi oportunidad de ser feliz, ahora lo perderás todos "niña adorable" -dijo con voz maniática.
Kotori: Si es verdad, que Shido te ama tanto como dices... ¿Por qué se acostó conmigo? -preguntó, sujetándose el pecho debido al dolor que la aqueja.
Sia Tohka: Porque tú te le ofreciste, tú siempre estuviste obsesionada con él... Simplemente, se dejó llevar por sus impulsos y se acostó con una basura como tú... Pero eso ya no importa, él pronto morirá, pagada con su miserable vida su infidelidad y tú, recibirás tu castigo, mataré a ese... ¡¡¡Infeliz bastardo que llevas en tu vientre!!! -reclamó blandiendo su espada hacia ella.
Sin más energía para pelear, Kotori se protege lo mejor posible con su alabarda; a la espera del impacto mirando su vientre suelta unas lágrimas de dolor y desesperación.
Kotori: Perdóname mi amor, no pude vengarte, pero al menos nos reuniremos en la eternidad, mi Onii-Chan, yo y nuestro hijo... Adiós, Shido -susurró, cerrando los ojos a la espera del espadazo fatal.
De la nada, tres rayos sobrevuelan el cielo nocturno, destrozando no solo a los espectros que atacaban a las espíritus, sino que repelen violentamente a la ex profesora y al ex comandantes; el rayo más grande, se coloca frente a Kotori, el cual detiene el impacto con una especie de escudo verde, el mismo que envuelve a una chica de cabello azul, acabada en cola de caballo y un lunar bajo el ojo izquierdo... Además de un formidable traje de cableado negro "Vánargandr", dotado de una espada láser en la mano izquierda y una mandíbula mecánica en su derecha.
(Imagen verídica, este justamente).
††
???: Vaya, jamás creí que ver a la comandante y remplazo falso de hermana menor, con una actitud tan derrotista -dijo la chica, con un tono ácido.
Kotori: Ma... Mana, pero, ¿qué haces aquí? -preguntó, escéptica.
Mana: Salvarlas, ¿no es obvio, cuñada? -respondió, mirándola con gentileza.
Kotori: Pero, la que se casó... -replicó, siendo silenciado por la mano de Mana.
Mana: Nii-sama está enamorado de ti, solo que está Infeliz le hizo algo, me arrepiento de no haber impedido la boda, pues ella nunca fue digna de él... Tú llevas en el vientre a mi sobrino y voy a protegerlos a ambos, por mi Nii-sama, quizás no pude salvarlo a él, pero protegeré a su hijo y a la mujer que ama... -argumentó, cambiando su mirada tranquila, por una llena de odio, dirigida a Sia Tohka.
Kotori: Mana... Gracias -respondió, tocando su hombro.
Mana: Vete ya, no arriesgues a mi sobrino, aunque Nii-sama no podrá salvarse, pueden hablar por última vez... Dile la verdad, no te quedes con nada Nee-sama, yo me encargaré de matar a esta perra, Artemisa y Ellen pueden encargarse de esos dos traidores -dijo, mirándola con dulzura, antes de regresar a su mirada penetrante y llena de odio.
???: Ara, Ara y que hay de mí, Mana-san... Yo también quiero vengar a mi amado, Shido-san -interrumpió una chica de coletas negras desiguales, un vestido astral gótico/loli color rojo brillante con negro y un par de pistolas antiguas.
Mana: Perdón Kurumi, vamos a acabar con esta perra... ¿Feliz? -dijo en tono juguetón.
Kurumi: Mucho mejor Mana-san, vamos a matar a esa maldita... jijijijijiji -respondió, dejando ver un rostro demente, con ambos ojos rojo y dorado brillando a más no poder.
Ambas: Ve con Nii-sama/Shido-san, no pierdas está última oportunidad Kotori -expresaron ambas, volando hacia la reina espectro.
Kotori: Gracias a las dos -dijo, para luego volar hacia la iglesia destrozada.
En frente de Sia Tohka, ambas chicas la miran con furia, para luego colocarse a sus costados; sin perder tiempo, Mana desenvaina su espada láser, mientras que Kurumi invoca a su ángel proyector.
Kurumi: Zafkiel... Aleph -dijo suavemente, recargando su mosquete, lada luego dispararle a Mana.
Mana: Prepárate Tohka, esto es de parte de mi Nii-sama -expresó, dejando ver una mirada asesina.
(Amenización de esta parte †, hasta ††)
†
Moviéndose a una velocidad inhumana, Mana lacera el pecho de Sia Tohka, quien logra responderse con las flamas de Camael, pero antes que logré sanarse al 100%, es impactada por fuertes embestidas y golpes láser, haciendo que la pelimorada grite de dolor; uno tras otro, es recibido sin poder oponer algún tipo de resistencia, el espectro, se lamenta, mientas observa con un profundo resentimiento a la peliazul que no deja de atacar, apenas termina el efecto de Aleph, regresa a moverse normalmente.
Sia Tohka: Al fin se acabó... ¡Prepárate a morir, infeliz! -gritó, volando a toda velocidad hacia ella.
Kurumi: Zafkiel... Bet... -dijo, apuntándole a Sia Tohka.
Sia Tohka: ¡¿Qué?! -replicó, sorprendida por la acción.
Recibiendo el impacto, sus movimientos prácticamente se alentaron, llegando a parecer que iba en cámara lenta; en eso, Kurumi vuelve a invocar a Zafkiel, pero en esta ocasión, se apunta con el mosquete a ella misma en su cabeza, para sorpresa del espectro.
Kurumi: Zafkiel... Het... Jijiji, creo que es mi turno, para jugar contigo, Sia Tohka -expresó, de forma sádica, sin dejar de verla con esos ojos llenos de locura.
Decenas de clones comenzaron a materializarse, los mismos que rodearon a la reina espectro, antes que siquiera pudiera voltear a verlos, es abatida por miles de golpes y patadas, seguida también por ataques lacerantes de Mana, quien no para de gritar y atacar ferozmente; uno tras otro, comienzan a hacer sangran a su objetivo, quien no puede ni siquiera defenderse, destrozando sus extremidades, cortando su pecho, garganta e incluso llegando a decapitarla, simplemente el torso sin vida de esta, cae sobre el suelo.
Colocándose alrededor del cuerpo, Kurumi empieza a dispararle repetidas veces, seguida por Mana, quien lanza ráfagas láser de sus dedos, perforando los despojos de lo que aún vez fue una bella mujer; una vez que se ha detenido el bombardeo, ambas chicas comienzan a jadear, todavía furiosas, pero muy felices por lo que acaban de hacer.
Mana: Nii-sama, finalmente -dijo, soltando una lágrima.
Kurumi; Shido-san, al fin -dijo sonriendo sinceramente.
Ambas: ¡Fuiste vengado! -gritaron tristes, antes de ser silenciadas por un crujido, proveniente de los despojos que aprisionan al espectro.
???: ¿Ya se divirtieron?, espero que si, porque ahora es mi turno para jugar chicas -preguntó una voz, proveniente de los restos.
Envolviéndose en una gran flama azul, estos comienzan a reformarse, al grado de volver a la normalidad; sacudiéndose el vestido de forma burlona, se cruza de brazos y comienza a flotar hacia los clones y Mana.
Mana: Camael... Pero, ¿cómo?, se supone que mi láser, debería haber anulado esa habilidad -se preguntó, incrédula.
Kurumi: Esto es malo, yo peleé contra esa habilidad y simplemente no pude ganar, además, después del castigo que le propinamos, debería estar muy débil para usarlo -intervino, recordando su pelea con Kotori.
Sia Tohka: Espero estén listas, porque les regresaré el doble, de lo que me hicieron... ¡¡¡Estúpidas!!! -gritó colérica, blandiendo su espada...
††
Retomando el combate, Sia Tohka, destroza a cuánto clon se interpone en su camino, uno tras otro, mientras busca a la verdadera, apareciendo frente a ella, Mana entabla un duelo a espada, el cual parece igualado, atacando, repeliendo, chocando entre sí, pero ninguna parece ceder ante la otra, mientras las clones se mantienen al margen de la pelea.
(Imagen simbólica).
Al otro extremo del campo de batalla, el choque de las armas llama la atención tanto de las Wizards que seguían luchando con los espectros/humanos, así como de las chicas que lidiaban con la tropa de espectros; nadie puede creer, que la hermana menor del peliazul, le esté dando pelea, a la autoproclamada reina de los espectros, pues no solo iguala.su velocidad, sino que llega a superarla.
Kaguya: Esos ojos, nunca la había visto así -dijo, viendo fijamente a Mana.
Yuzuru: Aclaración: Jamás se había comportado así, ella era incluso más fría que yo, en la batalla -añadió, sin dejar de ver la contienda.
Mukuro: Que esperaban, es la hermana de Nushi-sama, ella está en verdad... -expresó viéndola con lástima y tristeza.
Natsumi: Ella está furiosa, dolida y deseosa de vengarse, lo sé, porque yo sentí lo mismo cuando casi mato a mi madre por todo el daño que me causo antes de volverme espíritu -añadió, mirándola con empatía.
Nia: La hermana del chico, es muy poderosa, solo que jamás tuvo un motivo real para pelear al máximo de su capacidad; ella no solo quiere matarla, quiere causarle el mismo daño que le hizo y sinceramente, yo deseo que mate a Tohka... Sé que está mal, pero es lo que merece -manifestó, leyendo a Raziel.
Yoshino: Vamos Mana-san, acaba con ella, venga a Shido-san por nosotros, por favor -dijo Yoshino, colocando sus manos sobre su pecho.
Origami: Tohka... Por favor Mana, acaba con esa maldita, que me arrebato a mi Shido -murmuró entre dientes, mordiéndose el labio, hasta hacerlo sangrar.
Reine: Va a perder, Mana va a perder, la pelea -interrumpió, con su clásico rostro sin emociones.
Todas: ¡¿Qué dijiste?! -preguntaron impactadas.
Ellen: No digas estupideces, Mana se ha convertido en la Wizard más poderosa -replicó molesta.
Artemisa: Es cierto, mi amiga entrenó por tres años, es incluso más poderosa que yo... No puede perder, ella es la humana... -añadió, callándose abruptamente.
Reine: ¡Ese es el problema!, Mana es una humana, tiene limitaciones físicas, a diferencia de Tohka, su energía y fuerza son ilimitadas... Le está dando pelea, pero es cuestión de tiempo, la está desgastando, ¿no han notado que comienza a alentar sus movimientos? -explicó, señalándola con el dedo.
Todas/Artemisa y Ellen: No puede ser verdad... -dijeron destrozadas, al percatarse de la verdad.
Tamae/Kannazuki: Nuestra reina es invencible, prepárense a morir, asquerosas espíritus -expresaron ambos, carcajeándose de la aflicción de las presentes.
Sia Tohka: Llegó el momento de que mueras... ¡Guadaña espectral! -gritó, desatando un poderoso golpe contra Mana.
Mana: Ni lo pienses -respondió, desplegando su territorio.
Apenas choca contra el muro esférico, este explota dejando indefensa a la peliazul, su armadura se hace añicos, además de dejarle un corte en el pecho que expide mucha sangre; antes de recibir todo el impacto, es atajada por Kurumi, quien trata de alejarla del peligro, pero un segundo corte las alcanza, provocando una explosión muy violenta.
Todas las espíritus/Artemisa y Ellen: ¡Mana, Kurumi! -gritaron horrorizadas.
Sia Tohka: Jajajajajaja... Y ahí quedaron esas 2, ahora dígame... ¿Quién sigue? -preguntó con una sonrisa dibujada en el rostro, mientras un brillo rojo emana de sus ojos.
Continuara...
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