Capítulo 3: La noche de los espectros.

Arco 1: Un futuro imposible.

Saga: Holocausto.
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Flashback de dos meses atrás...

Haruko: Pero Tonka, porque quieres casarte a las 7 PM, tu misma habías propuesto, que sería mejor al medio día -dijo, intrigada por el cambio tan repentino.

Tonka: Lo sé, pero se me hace más romántico, casarnos al anochecer, Haruko-san -respondió, sonriendo de oreja a oreja.

Shido: Oka-san, yo estoy de acuerdo con Tonka -expresó, acariciando la cabeza de su prometida.

Haruko: Si es lo que desean Shi-kun, yo los apoyaré -respondió, no muy convencida.

Fin de Flashback...

(Amenización de esta parte †, hasta ††)

El sol comenzaba a ocultarse, mientras un brillo púrpura iluminaba el altar y gran parte de la iglesia; ninguno de los presentes ajenos a los espíritus daba crédito a lo que estaba presenciando... El vestido astral inverso finalmente terminaba de acoplarse al cuerpo de la pelimorada, acompañada de su rey demonio "Nahemah".

Kotori: No puede ser... Eres, eres Tenka -dijo, desplegando su alabarda.

???: Te equivocas, no soy Tenka, ni siquiera Beast, como me llaman en mí otra línea temporal... Soy Itsuka Tohka, o al menos lo seré, hasta que esté pedazo de mierda que agoniza a mis pies, termine de morirse; mi parte inversa, se combinó conmigo, haciéndome el ser definitivo, el ser perfecto... Las partes fragmentadas, de mi personalidad, finalmente lograron ser una -respondió, chasqueando la lengua con enojo.

Después de recitar estás palabras, el cuerpo de Itsuka Tohka, vuelve a iluminarse, transformando su vestimenta astral, adoptando una forma similar al vestido de novia que se quemó; sin embargo, está versión es más sensual, con la parte del pecho, pierna derecha y brazo izquierdo más descubiertos, además de una espada combinada (Ángel/Rey Demonio).

???: Ya no soy un espíritu, ni un inverso, he logrado la perfección gracias a Sia, el ser que realmente me ama, no como este pedazo de basura, que me traicionó... Soy, ¡Sia Tohka! ¡La reina de los espectros! -exclamó feliz, desplegando una espada en cada una de sus manos, mientras se vanagloria así misma.

(Imagen simbólica).

Yoshino: Pero... ¡¡¡Qué rayos estás diciendo!!! -exclamó, haciéndose con su vestido astral, versión completa.

Esto sorprendió a todas las espíritus, pues revelaba el hecho, que Yoshino ya no amaba a Shido; por lo cual, sus poderes de espíritu, estaban a máxima potencia... Más aún, ella ha podido controlar sus emociones, sin la necesidad de estar sellada.

Origami: ¿Por qué?, si dices que te traicionó, para qué te casaste con Shido... ¡¡¡Para qué matarlo!!! -gritó furiosa, invocando su traje astral incompleto.

Sia Tohka: La respuesta es simple, ramera albina... Necesitaba su poder, quería su poder de sellador y todos los poderes de mis "ex hermanas espíritus", o casi todas, pues al parecer, Yoshino, también dejo de amar, a este ser patético -afirmó, con un tono de voz burlón y arrogante.

Yoshino: Te equivocas, lo amo, pero ya no como hombre, sino como mi mejor amigo, mi héroe, la persona que me salvó de mi soledad, mi pasado triste y me dio la fuerza para ser más segura de mi misma... Yo sí me enamoré de él en el pasado, pero al no corresponder a mi declaración, tome la decisión de rehacer mi vida, buscar mi felicidad y lo logré, ahora soy feliz al lado de mis amigas: Natsumi, Yuzuru, Kaguya, Kotori, Nia, Miku, Reine, Origami y hasta tú... -argumentó, apuntándole con el dedo.

Natsumi: Yoshino tiene razón, nos tenemos a nosotras mismas, nos hemos apoyado, crecido juntas, ahora hasta yo tengo a mí... -expresó, antes de ser interrumpida por un chico de su misma edad.

???: Eres un monstruo, no solo tú, sino todas tus amigas, ese chico en el altar, me dijiste que te salvó a ti y a todas... Pero, esa perra que está parada en frente... ¡Lo atravesó con esa espada, sin ningún miramiento!, Ella dice ser su hermana... Si es así, entonces tú, todas ustedes nos harán lo mismo, si llegamos a hacer, ¿algo que les moleste? -dijo aterrado.

Natsumi: A... Amor, pero que estás diciendo, nada ha cambiado, soy la misma... Digo, nosotras... Yo, nunca... Te haré... -respondió tartamudeando y con lágrimas de dolor en los ojos.

???: ... ¿Daño?... Eso, es acaso, lo que quieres decirme, ¡¿Verdad!? -replicó, alejándose de ella.

???: Es cierto, si esa tipa mato a quien dijo amar, ¿qué les impedirá a las otras, hacerle lo mismo a las personas normales, como nosotros? -intervino el novio de Mukuro.

Muku, al escuchar palabras tan hirientes, se hace con su vestido astral incompleto; para luego tirar un brazalete, el cual tiene grabada la frase... "Te amaré por siempre".

Mukuro: Si eso es lo que piensas de mí, vete, ya no somos nada... Eres libre -dijo con voz quebrada y ocultándole el rostro.

Sin dudarlo, él junto al exnovio de Natsumi y el resto de las personas en la iglesia, salen corriendo del lugar; mientras una Sia Tohka, de lo más divertida, se carcajea por la escena.

Sia Tohka: Pero que patéticos y predecibles son los humanos, solo les basto ver está pequeña escena, para perderles la confianza... Unos segundos bastaron, para desquebrajar lo que forjaron en años -expresó, carcajeándose maniáticamente.

Todas: ¡Cállate! -gritaron, mientras invocaban sus vestidos astrales y ángeles incompletos.

Sia Tohka: Lástima que no podrán llegar muy lejos... "Nagnev a im, sortcepse, us anier sol amall" -recitó alzando ambas manos.

Apenas llegó la noche al mundo, un montón de grietas aparecen entre las nubes y el cielo, crujiendo, como si de un cristal rompiéndose se tratara; tras este suceso, innumerables sombras humanoides, emergen de los huecos dimensionales, ante el asombro de los espíritus y las pocas personas que siguen en el lugar.

††

Silencio, es todo lo que puede escucharse, al menos, hasta que es roto por los gritos de agonía de la gente que llenan todo el ambiente; nadie da crédito a lo que ocurre, nadie entiende nada, solo escuchan atentamente las súplicas por ayuda, clamando piedad o desgarradores y generalizados "no" que inundan todo Tengu...

???: Señora, señora responda por favor -dijo una voz, proveniente de un auricular en la oreja derecha de Reine.

Reine: Kozue, ¿qué pasa? -preguntó con su característico tono de voz desganado.

Kozue: Están apareciendo muchos espectros de las grietas, según el indicador de poder, algunos alcanzan el poder de "Ángel", "Princesa" e inclusive se llegan a igualar con la misma "Pesadilla" -respondió, muy alterada.

Reine: Lo sabemos, estamos viendo las grietas... -dijo, callándose de inmediato, a causa de una interrupción de su oficial.

Kozue: No señora, no me refiero a las grietas de Tengu, esto está pasando en todo el mundo... Hay reportes de seres fantasmales que han empezado a matar a las personas, sin razón o motivo aparente -respondió de nuevo, con voz angustiada.

Reine: No puede ser... -dijo impactada.

Reine: Tohka, ¡fue por eso, que elegiste la noche para tu matrimonio!... ¡Mírame y respóndeme! -reclamó, señalándola con el dedo.

Sia Tohka: Así es, bravo, lo descubriste... Necesitaba una puerta de acceso, pero a mis súbditos no les agrada la luz del día, tuve que esperar a la noche para poder abrir la puerta, que tú creaste Reine... O prefieres que te llame... ¿Mio? -Respondió con voz lasciva.

Nia: Eso no es posible, tu Reine, eres quien... quien, nos convirtió en... En... ¡Espíritus! -gritó furiosa, apuntándole con su versión de Raziel incompleta.

Kotori: Ahora no es momento, luego nos explicará todo... ¡Ahora, tenemos que salvar a Shido! -interrumpió, acercándose más al altar.

Todas: ¡Cierto! -gritaron, llenas de determinación.

A punto de atacar a quien fuera su amiga, todas las espíritus son derribadas por decenas de destellos provenientes de un par de puertas a los lados del altar; estos dejan inconsciente a casi todas las chicas, excepto por algunas, que lograron protegerse o consiguieron, ponerse a resguardo.

???: No permitiremos que lastimen a nuestra reina -dijo una voz masculina.

???: Itsuka-kun pagada lo que le hizo a su majestad y a mí también -añadió una voz femenina.

Ante ellas, aparecen dos figuras familiares... Kyouhei Kannazuki, ex vice comandante del Fraxinus y Tamae Okamine, la profesora de Shido y algunas de las espíritus; volviendo a atacar a todas, unos escudos de hielo y partes de Metatrón bloquean los impactos.

Kaguya: ¡Que les pasa, por qué hacen esto! -gritó irritada.

Kotori: Kannazuki... ¡¿Qué significa esto!? -replicó alterada, mirándolo con furia.

Kannazuki: Siempre tratándome con la punta del pie, siempre rechazando mi amor, siempre prefiriendo a ese... ¡Infeliz huérfano! -reclamó, materializando una vestimenta de sombras.

Tamae: Él me prometió que se casaría conmigo, jugó con mis sentimientos, rompió su promesa... ¡Debe pagar por eso! -replicó haciéndose con un vestido sombra.

Kotori: Señorita Tamae, eso no fue su culpa... -respondió, con lágrimas en los ojos.

Tamae: Lo sé, Kyouhei-kun me dijo todo, como jugaron con mi corazón, con mis sentimientos... ¡Cómo pudieron hacerme eso!, no somos juguetes u objetos desechables... Maldita espíritu, tú también pagarás por eso Kotori-kun -gritó, atacando el cuerpo malherido de Shido.

Interponiendo en el trayecto de los rayos, Kotori lo protege con su cuerpo, antes de ser pateada por Sia Tohka; sin embargo, está distracción es aprovechada por las gemelas Yamai para ponerlo a salvo.

Sia Tohka: Jajajaja, llévenselo si lo desean, ya obtuve lo que quería -dijo, sonriendo de manera sombría.

Kaguya: Shido, ¿estás bien? -preguntó preocupada.

Yuzuru: Afirmación: No te dejaremos morir, resiste -añadió, acariciando su mejilla.

Shido: To... Tohka, por favor, detén esto... -dijo, tartamudeando.

Sia Tohka: ¡Cómo te atreves!, Me traicionaste con esta perra, a la cual llamas "hermanita"... ¡¡¡TE ACOSTASTE CON KOTORI!!!, yo los vi hace dos meses, juntos en la cama... ¡¡¡CUANDO NOSOTROS, NOS ENCONTRÁBAMOS, COMPROMETIDOS!!! -gritó a todo pulmón, lanzando un espadazo contra Kotori.

Kotori: ¡AAAAAHHHHH! -sollozó, tambaleándose por la fuerza del golpe.

Sia Tohka: Lo peor de todo, es que ese asqueroso acto, tuvo consecuencias... Pero yo me encargaré de ese maldito error -dijo fríamente.

Kotori: ¡¿Qué dijiste!?... ¡¡¡NO TE ATREVAS!!! -replicó, cubriéndose el vientre con su alabarda.

Sia Tohka, comienza un diabólico frenesí de cortes, uno tras otro, hasta finalmente mandar por los aires el ángel de la pelirroja; indefensa, solo se cubre con los brazos a la espera del impacto, pero ante ella aparece su madre protegiéndola con su cuerpo.

Kotori: ¡Mamá! -exclamó impactada.

El cuerpo empalado de Haruko, es levantado por arriba del hombro para luego comenzar a agitarlo como si se tratara de un muñeco; causando, que la mujer moribunda lance pequeños sollozos de dolor, mientras ve de reojo a su hija, regalándole una cálida sonrisa.

Haruko: Lo logré, si pude protegerlos, mi amor -dijo débilmente, antes de desmayarse.

Kotori: ¡Ya déjala!... Oka-san, no te ha hecho, nada -reclamó con voz suplicante.

Sia Tohka: Lo sé, pero este es tu castigo por arrebatarme mi felicidad... Maldita perra -respondió, arrojándole el cuerpo inerte de Haruko.

Jalándolo hasta ella, Kotori la abraza con delicadeza, mientras limpia la sangre de su boca con su vestido; antes que Sia Tohka vuelva a atacarla, es embestida por Yoshino quien va montada en Zdakiel/Yoshinon.

Una batalla campal se desata, Yoshino, junto a Origami salen volando por el techo destrozado, seguidas de cerca por la reina espíritu; por su parte, las gemelas Yamai hacen frente a Tamae y Kannazuki, dándoles espacio a sus amigas para que luchen.

En el piso de la iglesia, la pelirroja, observa a su amado desangrándose, por lo que usa sus flamas para cauterizar temporalmente su herida, dejándolo inconsciente; en eso, siente la delicada mano de su madre, quien se arrastra hasta ella, para abrazarla dulcemente, antes de caer rendida en sus brazos.

Haruko: Amor, ya no... Me queda... Tiempo, así que... Lo diré... -dijo tosiendo sangre.

Kotori: Mamá, no hables, guarda tus fuerzas -respondió con los ojos empapados por lágrimas.

Haruko: Voy a ser abuela... Cuando lo supe me sentí tan feliz, más porque es el hijo de mi Shi-kun... No sé que le hizo Tohka, pero sé, que él te ama... Por eso, estuvieron juntos y tienes a... Ese bello ser, creciendo dentro de ti -expresó débilmente, pero feliz.

Kotori: Porque me protegiste, yo podía... -respondió con la voz quebrada.

Haruko: Una madre siempre protegerá a sus hijos, incluso con su propia vida si es necesario... Ahora que serás madre, podrás comprender mejor estas palabras, cuida de mí... Nieto mi amor, ese pequeño debe... Vivir, por favor, no te rindas, pelea, defiende a tus amigas, al ser que amas y acaba con ese monstruo -dijo, jadeando y tosiendo por la falta de aire.

Kotori: Te lo prometo -respondió con gran convicción...

Miku: Aún lado -interrumpió, colocando ambas manos en el vientre de Haruko.

Habiéndose recuperado del impacto de los dos espectros, usa a "Gabriel", recita su canto sanador, el cual se enfoca en su herida con un brillo dorado; sin embargo, la herida no sana, de hecho comienza a sangrar cada vez más, devastando a la pelilila y la pelirroja.

Miku: No puedo, lo que sea que le hizo bloquea el poder de mi ángel... Sus heridas no pueden sanarse -dijo destrozada, dejándose caer sobre sus rodillas.

Kotori: ¡Tohka! -exclamó, apretando sus puños hasta hacerlos sangrar.

Sosteniéndolos suavemente, Haruko acercó el rostro de su hija, para poder verla a los ojos; ante tal acto, ella abandona todo resentimiento, para poder abrazar a su mamá.

Antes de poder decirse algo, una oleada de cientos de sobras surcan el cielo nocturno, dirigiéndose a las espíritus que combaten contra Sia Tohka, Tamae y Kannazuki; sabiendo que sus amigas peligran, Kotori invoca una vez más su ángel, pero es retenida por Haruko, una vez más.

Haruko: Sé que debes pelear, pero ten cuidado mi... Amor, tienes un pequeño ser al cual proteger y cuidarte también... Ojalá hubiera sabido de él antes, para poder mimarte y evitar que mi Shi-kun cometiera ese error.

Kotori: Perdóname mamá -respondió, balbuceando debido al llanto.

Haruko: Por favor, háblale de mí y de tu padre a nuestro... Nieto, dale un beso de mi parte cuando... Nazca, ahora me reuniré con mi Tatsuo y no te molestes en... Mentirme, sé que él ya no está en este mundo, mi pequeña, Koto-chan -dijo con lágrimas en los ojos.

Kotori: Yo le hablaré de ambos, lo prometo, de los mejores abuelos que pudo haber tenido, pero por favor no... -Respondió, destrozada.

Haruko: Te amo mi pequeña, Koto-chan, serás una madre extraordinaria... A... A... Adiós -susurró, besándola en la mejilla, antes de fallecer.

Miku: Oka-san, ¡Oka-san! -gritó desconsolada.

Kotori: Miku, cuida de mi Onii-Chan, tú no eres de combate, chicas, les pido que me ayuden, quiero acabar con esa maldita de Tohka... Fue mi amiga, pero ya no más, sé que les debo una... -dijo secándose las lágrimas, antes de callarse abruptamente.

Nia: No tienes que decir nada, lo sabíamos, ahora vayamos a ayudar a nuestras amigas, no, nuestras hermanas -dijo, mirándola dulcemente.

Todas: ¡Vamos! -exclamaron todas al mismo tiempo.

<Kotori: Gracias amigas, no, hermanas, porque eso son, esos somos... Hermanas -pensó sonriendo>.

Kotori: Vayamos por esa maldita de Tohka, ella nos arrebató mucho... ¡Vamos a regresarle el favor! -gritó, alzando su alabarda.

Sin perder tiempo, ella junto a las demás chicas salen volando hacia la batalla; apenas llegan con sus amigas, se colocan a su lado, solo para ser rodeadas al instante por cientos de espectros de todas las formas y tamaños posibles...

Continuara...

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