Capítulo 16
-Asi que... ¿adónde vamos? -lo miré caminar delante de mí, guiándome hacia el estacionamiento del centro comercial, llevándonos a un Audi negro, mientras el sacaba un juego de llaves y abría la puerta del piloto, entrando y luego abriendo la puerta del copiloto, entré y lo miré -esto... ¿es tuyo? - pregunté sorprendida por el buen gusto de elección de autos que él conservaba.
Sonrió y acarició el mando del auto -¿de quién más podría ser?
Bufé -qué gracioso. No es tan genial, de todos modos.
-Hey, no ofendas a Tina -dijo haciendo pucheros y al verlo así de esa forma, mi corazón latía desbocado. Uno, nunca lo había visto de esa forma debido a que su semblante siempre era ceñudo y enojón y dos, me causaba gracia, haciéndome reír.
-¿Tina? en serio, Styles. Estás demente. Además de ser un chico misterioso y caliente le pone nombres tontos a su auto -me sorprendí por las palabras que habían salido de mi garganta y que flotaban en el aire dentro del auto. Cerré la boca rápidamente y sentí cómo mis mejillas se calentaban.
Harry en cambio, soltó una carcajada -¿es eso un cumplido?
Me crucé de brazos y lo miré, tratando de aligerar el ambiente pero él ya lo había hecho con su comentario suave, menos mal -no te acostumbres.
Alzó las manos y me miró por última vez -está bien, lo prometo.
Subí las rodillas a mi pecho y apoyé mi mentón en ellas, ganandome a un Harry alarmado, algo a lo que tampoco, además de sus pucheros no me acostumbraba.
-No subas las piernas en el asiento, Tina es muy frágil.
Lo miré, cómo si se hubiese vuelto loco, pero bajé las piernas lentamente aún mirándolo. Y luego se dispuso a arrancar el motor despidiéndonos de aquel lugar.
Un silencio incómodo nos inundaba y no encontraba el modo de acabarlo así que presione el botón del radio y una suave melodía nos embargaba, vi por el rabillo del ojo a Harry suspirar con alivio.
Me di cuenta de la canción que sonaba, de que esa canción me encantaba.
-Adoro esa canción -dijimos ambos al unísono. Nos miramos por un segundo, pero Harry rompió el contacto poniendo los ojos en la carretera. Me sorprendí por el hecho de que teníamos algo en común.
-Si, bueno. La canción es pegajosa y todo eso -trate de aligerar el ambiente, pero todo era tan incómodo. Sonrió y lo miré.
-Si, pero no es sólo eso. Es la melodía, el tono. El dj es genial.
-¿Alesso? él es... ¡es uno de los mejores dj's de todo el planeta! quiero decir, escucha, cómo la canción suena, esos bum-bum y el piano tocando con rapidez y las palmas chocando provocando un estruendo musical fantástico. Ésta canción, cool, es genial.
Sonrió y lo miré tímida de pronto -lo siento, yo...
Negó -¿por qué lo sientes?
Permanecí en silencio avergonzada y me acomode en el asiento, mirando por la ventanilla.
Luego de unos minutos estábamos en una pizzería del centro. Entramos al local y miré a Harry de forma desaprobatoria -en serio, Styles. Tu auto ocupa demasiado espacio en el aparcamiento.
-¿Y qué? ¿sabes lo que me costaría tan sólo un rasguño en esa belleza? exacto, no lo sabes.
-¿Te he dicho alguna vez lo desesperante que eres? -me crucé de brazos.
-Lo estás haciendo ahora. -iba a alegar algo en contra de eso pero una tercera persona nos interrumpió.
-¡Peque Stú! ¡qué jodido verte por aquí! - gritó un chico detrás del mostrador sonriendo hacia Harry.
Harry hizo una mueca hacia el apelativo que el chico le había nombrado. Y consideré que dicho apodo saldría a mí favor más tarde. -En serio, Eric. Ya no me tortures con ese apodo.
Eric sonrió -¿acaso no te gusta? mejor, así lo digo más seguido, Peque Stú -tomo una libreta y un lapicero.
Harry gruñó en respuesta y solté una leve risa, Harry me miró, reparando en mí y mirándome extraño, cómo si hubiese olvidado el por qué de mí presencia allí, el chico, Eric también me miró de esa forma. Pero Harry me miró con comprensión.
-Autumn, Eric. Eric, Autumn-. Nos presentó.
Los ojos mieles se percataron en mí y sonrió -hola. Afortunada eres. Es la primera vez que el Peque Stú trae a una novia por aquí.
-Eric -Harry fruncio el ceño y sus labios dibujaron una fina línea. Miré a Eric algo escéptica. Por que eso quería decir que hubieron muchas chicas más en la vida de Harry, pero, ¿qué hacía yo cuestinandome eso? ¿acaso era yo ya la chica de Harry Styles? por supuesto que no, eso fue lo primero que me vino a la mente, aunque... me puse a pensar, recapitulando cada momento y escena con Harry, los besos y su descarado coqueteo... no, yo para nada era su chica, ni siquiera nos llevábamos del todo bien. O eso creía yo.
Eric hizo ademán con la mano, restando importancia -lo que sea. Ojalá Gemma viera esto.
De pronto, Harry se puso más serio que nunca, y me pregunté si Gemma era un tema a cuestionar en la vida de Harry, si era demasiado importante, o... algo había olvidado y no lo recordaba, por que ése nombre, Gemma, me sonaba desde antes...
-Ademas, tú nombre es algo peculiar -se refirió a mí y lo miré con algo de vergüenza, ya que, sí. Mi nombre era muy extraño y muy poco mencionado, muchas veces me encontré con la circunstancia de que personas lo decían mal, decían Tommy o Autón o cosas por el estilo, pero no lo sé, por qué las personas lo hacían, más por burla que por otra cosa. Cómo si fuese el bufón de un circo desastroso. -Me gusta, sólo que... ¿Como se dice?
Harry me miró con disculpa -ignoralo, es bien tonto a veces.
Le dije que no importaba y me dirigí a Eric-es Outom, más bien, de manera más suave. Pero lo pronuncian de esa forma -el sólo asintió. Mi nombre era algo complicado, y tiene cierto origen, es decir, el por qué mi madre me lo concedió.
Y así inicia:
En una tarde de otoño, mi madre, Anne y mi padre Tobías estaban sentados en Central Park, la brisa fría, dándoles a saber que el frío invierno se acercaba, y los árboles tan secos cómo las hojas que danzaban a su alrededor. Anne estaba embarazada de su primogénita y ambos estaban felizmente recién casados, hablaban de trivialidades, del clima, de política, de sus propias vidas que iniciaría con ellos mismos y el amor que se tenían. Tobías miraba el cielo y de pronto mi madre, le dijo con una sonrisa.
-¿Recuerdas cuándo nos conocimos? ¿y cuándo me pediste ser tu novia y esposa años después? Fue en otoño, y el mismo día que nos conocimos, ese mismo día pero meses después me pediste ser tu novia, y un año después ese mismo día ser tú esposa. Todos esos momentos especiales en otoño.
Papá la miró con una sonrisa en sus brillantes dientes y sus ojos azules mirándola con ternura. Asintió dándole la razón -si, es algo curioso, ¿no lo crees?
Lo abrazó -es especial. - miró al cielo azul, brillante y repleto de nubes tan blancas y puras. -se llamará Autumn.
-¿Que?
-Nuestra hija, se llamará Autumn. Por que será ese otoño que nos unió y ese otoño que encontrará el amor y la aventura más grande de todas. Será tan especial cómo el frío cálido antes de invierno, y será tan hermosa cómo el suave susurro del viento que nos azota con ternura en las tardes de sosiego.
Y a partir de entonces, soy Autumn Carlisle Heaven.
Sí, mi madre era soñadora al cien por ciento.
-Anda, es genial. -asenti -¿que van a ordenar?
Harry me miró -¿quieres darme el honor de ordenar la pizza más genial de todo el planeta? ya sabes, estás a tiempo...
Negué y le permití ordenar por su cuenta. Aún no sabía el por qué estaba con él allí, y quería averiguarlo, en realidad, quería saber más de Harry, saber el por qué de todas las advertencias que me habían dado y que había ignorado por que no sabía que significaban.
Luego de despedirnos de Eric, salimos del local y nos subimos al capó de Tina comiendo nuestra pizza. La ciudad se alzaba frente a nosotros, los edificios que se veían a lo lejos parecían cajas rectangulares oscuras y grises, tan altas que privaba que toda luz cayera sobre el asfalto de las calles. El sol se estaba poniendo, indicando un cálido atardecer.
Di una mordida al tercer pedazo de pizza y miré a Harry quién aún comía la mitad de su segundo pedazo. Se veía tranquilo, concentrado en la comida que estaba masticando, saboreando su sabor, supuse.
-En serio, Styles. Eres bueno eligiendo pizzas -dije, viendo las pizzas que yacían en la caja. De jamón con triple queso y peperonni, además de un combo de churros. -me pregunto si eres bueno en algo más.
-Si crees que soy un idiota que no sirve ni para lavarse el trasero, estás equivocada.
Lo miré con una ceja alzada -¿oh, sí?
Tragó y sonrió -Hmm, sí.
-Entonces muestrame. -Me estaba arriesgando con mis propias palabras, lo sabía. Sabíamos exactamente a dónde estábamos yendo, justo ahí. Y se supone que no quiero ir ahí todavía. Pero quería tenerlo cerca de nuevo para saber si en realidad sentía algo por él o era sólo pura atracción de momento.
Se acercó a mí con una sonrisa y alejó la caja de pizza y me tomó suavemente de la cintura acercándome a su anatomía. Sentía su aliento caliente golpear mi rostro, pero luego mi boca lo aspiraba fuerte -hey, aún quiero esa pizza.
Relamio sus labios dulces y rosados y sonrió -hmm, te aseguro que querrás esto mucho más - susurró con aquella voz ronca que no había oído de él muy a menudo, y eran cosas cómo esa que me volvían loca.
Nuestros labios estaban a punto de dar colisión, pero una dulce canción sonó a nuestro alrededor y nos separamos rápidamente dándonos cuenta de que iríamos justo ahí.
Harry tomó su teléfono y contestó -si... ajá, no, eso no es posible. La transacción debe realizarse esta noche... Louis, estoy consciente de ello... lo sé, sí, iré lo más rápido posible. Ajá, no olvides que yo estoy a mando y tú eres el segundo, sólo si estoy fuera, nos vemos.
Y colgó.
-Creo que debería dejarte en la universidad. -dijo.
Se bajó del capó de un salto y luego me tomó de la cintura ayudándome a bajar, provocando que al bajar del capó nuestros cuerpos se acercasen mucho.
-Si, creo que es lo mejor.
Entramos a Tina y el arrancó el motor, alejándonos del local de pizza. El trayecto fue silencioso por lo que me dispuse a mirar por la ventanilla. Harry mostraba su entrecejo fruncido, no se veía muy calmado que digamos, más bien enojado.
¿Que lo había puesto así? ¿esa llamada era tan importante cómo para que él lo tomara tan en serio? ¿quien era Louis? ¿que era todo aquello de lo que él hablaba por teléfono? una serie de interrogantes manaban de mi cabeza, confundiéndome por completo.
Harry me dejó en la universidad y caminé por el campus hacia la facultad de Artes.
Estando ya en mi habitación, me tiré en la cama, analizando los acontecimientos ocurridos de ese día y supe que, tendría que averiguar muchas cosas. Y todas ellas, relacionadas con Harry.
PJ sabía algo que yo no, algo que sonaba importante, al igual que Zayn. Esos dos sabían quizás mucho o poco. Lo que fuese, me servía para saber sobre Harry y sobre lo que me había advertido PJ. Tenía que asegurarme de saber si él era peligroso o sólo era una simple máscara que portaba para mentir a los demás.
Pero nunca fue una simple máscara, apenas había descubierto el fondo de él, y tenía tantos secretos cómo mentiras plagados a sí mismo, tomó tiempo darme cuenta de quién era él en realidad, y cuando lo hice, ya era tarde.
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