Luz heroica y oscuridad maligna
-No te muevas mucho-reprochó Mizuki mientras retrataba a Mirio en el dibujo.
-Pero quiero verlo-se quejó este, aunque la chica solo se río y continuó con su trabajo.
Tras regresar de sus vacaciones con la clase, los que habían suspendido tenían que ir a las recuperaciones. Por otro lado, los que habían aprobado estaban oficialmente de vacaciones.
Mirio y Mizuki habían decidido ir a una cita los dos solos y aprovecharse de su nueva relación. Habían salido temprano para ir a desayunar juntos y luego pasear por el centro. Comieron en un restaurante de la zona y después decidieron dar un paseo hasta que llegaron a la playa.
Allí se sentaron tranquilamente y Mirio la pidió que le dibujara, lo que estaban haciendo ahora.
-Déjame verlo-volvió a repetir como un niño pequeño.
-Ya está-dijo la peligris girando su cuaderno.
En el dibujo se podía apreciar al chico sentado en la playa, con una sonrisa sincera en su rostro. Detrás de él estaba el mar, en cuyas aguas se reflejaba el sol.
-Todavía necesita un par de retoques, la verdad es que ha sido un sketch rápido-se disculpó la chica algo avergonzada.
-Es perfecto.
Mizuki levantó la cabeza al escuchar a su novio. Este al final dejó de mirar el dibujo y una sonrisa apareció en sus labios.
-Es perfecto. Te lo compro.
La chica se quedó un rato sin saber que decir, pero enseguida sus mejillas se tornaron rosadas antes de negar con sus manos.
-No, no, no. Te lo regalo.
-Es un hermoso trabajo. No quiero que me lo entregues así sin más-respondió humildemente.
-Me niego completamente.
-Entonces...-estuvo callado un poco antes de que la sonrisa reapareciera en su rostro.-¡Ya sé! Te invito a un sándwich. Los de "Beach Lunch Rush" son los mejores. ¿Cuál quieres que te traiga?
Mizuki estaba a punto de negarse de nuevo, pero el simple hecho de pensar en aquellos sabrosos sándwiches la hacía replantearselo.
No cabía duda, Mirio la conocía demasiado bien.
-Un sándwich de bacón y queso-pidió.
-De acuerdo. Voy a por ellos, ahora vuelvo-dijo.
-Yo mientras tanto le daré los últimos retoques-informó ella mirando el dibujo.
-Perfecto-Mirio le dió un beso en los labios antes de levantarse, dejando a una Mizuki algo más avergonzada, a lo que el chico se río.
Cuando se hubo alejado, la peligris dejó de mirarlo y se centró de nuevo en el dibujo, tratando de darle los últimos retoques.
El viento movió sus cortos cabellos, haciendo que levantará la cabeza y observara al mar en calma.
Las olas rompían con suavidad en la costa mientras el sol se ocultaba en el horizonte. Mizuki perdió la noción del tiempo, y no fue hasta que Mirio regresó que no apartó la mirada.
-Eh-dijo su novio sentándose a su lado. Tenía en su manos una bolsa en la que se encontraban sus sándwiches.-¿Estás bien?-cuestionó algo preocupado.
-Sí. Solo estaba pensando-dijo volviendo la mirada al horizonte.
-Mmm-fue su respuesta, pues no quería perturbar el ambiente.
-¿Sabes?-preguntó Mizuki después de un tiempo.-Con mi peculiaridad, siempre me he sentido muy unida al mar. Allí podía practicar siempre que quería. Es como si mi don fuera una parte de mi.
-Tu don es asombroso. Es muy fuerte y tienes un control absoluto sobre él-comentó Mirio con verdadera admiración.
-En tu caso, este curso has avanzado muchísimo. Estoy muy orgullosa de ti-susurró apoyando la cabeza en el hombro de este.-Te quiero mucho Mirio.
El rubio sintió como una suave sonrisa apareció en su rostro.
-Yo también te quiero Mizu.
X
Shigaraki no dejaba de rascarse el cuello. No estaba nervioso, no, quería destruir algo.
"All Might se está debilitando y ha vuelto a hablar con su antiguo compañero: Nighteye. Debe de haber elegido un sucesor"
All Might se estaba debilitando, podrían atacarlo, pero no. Su maestro pedía prudencia, que tenían que idear un plan para acabar por completo con la sociedad de héroes.
No entendía el por qué.
La Liga de Villanos iba teniendo cada vez más miembros. Podrían atacar si quisieran. En cambio, All for One decía que eran simples peones de usar y tirar, que en una batalla serían los primeros en caer.
Si eso era lo que le preocupaba, podrían simplemente llevar Nomus. Pero, de nuevo, su petición fue denegada. Eran seres especiales creados por el doctor, no quería desecharlos así como así. Lo único que hicieron fue crear uno capaz de enfrentarse a All Might.
El pequeño sonido de alguien silbando con alegría llegó a sus oídos. Lo hacia en bajo, como si fuera completamente ajeno de la frustración del otro.
Pero oh...no era así. Lo sabía muy bien.
A ese chico no se le escapaba ni una. Desde el momento en que apareció, su actitud cambió poco a poco hasta volverse en lo que hoy en día conocían los miembros de la Liga.
Shigaraki no podía negarlo, poco a poco le iba quitando el puesto como sucesor de All for One. Lo notaba cada día que pasaba, pues su maestro lo favorecía en gran medida.
Él fue quien pidió prudencia, que no podían atacar así como así a los héroes. Tenían que conseguir el lugar y el momento en el que las probabilidades estuvieran a su favor.
All for One decía que el chico tenía una habilidad única para analizar a las personas, sobre todo a los héroes. Se le podía ver apuntando cosas en su cuaderno, como lo estaba haciendo ahora en una de las mesas del bar.
Antes, cuando estaba harto de sus negativas sobre lanzar un ataque inminente, le preguntó si realmente quería destruir la sociedad de héroes o si solo estaba allí para detenerlos.
Pero su mirada se volvió oscura y le dijo con voz clara.
"No eres el único que quiere destruir a la sociedad. Pero mi deseo va mucho más allá. Quiero acabar con todos los héroes que existen en este mísero planeta"
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