La caída de un símbolo

Mizuki no paraba de caminar de un lado para otro de la habitación, cosa que molestaba a su amiga.

-¡¿Quieres calmarte de una vez?!-cuestionó con voz contundente Kurohyô, que se levantó de su silla para cogerla de los hombros y obligarla a sentarse en la cama.

-Lo siento pero no puedo-respondió ella colocando las piernas en su pecho (no llevaba zapatillas así que no manchó nada).-Yo...hace unas semanas me encontré con ese chico. Con Katsuki Bakugou.

-¿De verdad?-cuestionó la delegada de clase.

Mizuki asintió.

-Le dije que con esa actitud no llegaría a ser un buen héroe.

-La verdad es que después de como actúo en el Festival de deportes, no me extraña que los villanos intenten convertirlo en uno de ellos.

-Ya...-susurró la peligris.

Kurohyô la observó con cuidado, luego alargó la mano y cogió el mando de la televisión.

-Venga, vamos a ver la rueda de prensa de Aizawa-sensei y Vlad-sensei.

Mizuki asintió apoyando la barbilla sobre sus rodillas. Habían quedado para ver la comparecencia de ambos profesores, pues eran los que habían estado presentes cuando había sucedido el ataque por parte de la Liga.

En un principio Mirio y ella querían verlo juntos, pero él había sido llamado repentinamente por Sir Nigtheye, por lo que al final no habían podido.

En consecuencia, ella recurrió a su mejor amiga Kurohyô, a lo que había aceptado sin dudarlo, solo que no se iba que mover de casa porque acababa de hacer su limpieza corporal.

Antes de que pudiera pensar en algo más, la rueda de prensa comenzó.

X

No hacia falta tener un don que pudiera ver el estado de la gente para saber que Mirio estaba distraído.

No paraba mirar al dibujo que estaba encuadrado en su mesa, la que le habían dado en la agencia. Era el que le había hecho Mizuki en el día que fueron a la playa.

Nighteye lo miraba de reojo.

-Si quieres puedes llamar a Fukui-propuso.

El rubio se giró sorprendido de sus palabras.

-¿Seguro?

-Claro-respondió volviendo a revisar los papeles que tenía delante.

Mirio estuvo observandolo un rato, pero poco después sacó su móvil y marcó el número de su novia.

La verdad es que a Nighteye le caía muy bien la muchacha. Aparte, siempre parecía alegrar a Mirio, tanto que muchas veces un simple mensaje por parte de ella lo animaba a seguir hacia delante. Y eso se notaba.

Aunque Nigtheye debía admitir que a pesar de haberle dicho a Mirio que tenía que rellenar unos papeles, no eran realmente necesarios. La intención del héroe era mantenerlo a salvo.

"-¿Vas a formar parte de del ataque?-cuestionó Nigtheye a Toshinori.

-Sí. Es mi estudiante, y All for One podría estar allí.

-No es solo eso, ¿verdad?-quiso saber su amigo.

El rubio mantuvo la mirada con el otro sabiendo que no podía mentirle. No más. Ya fue bastante duro que rompieran el contacto por su culpa.

-Izuku Midoriya. Deku-hizo una pausa antes de soltar la bomba.-Él quería ser un héroe. Yo le dije que alguien sin peculiaridad no podía ser un héroe. Al día siguiente que se lo dije, desapareció. Y debería-

-¿Haberle dado tu poder?-cuestionó de forma abrupta el otro héroe.

-Y si-

-Ni siquiera yo pude haber previsto eso. Si fuera así, no considero a Midoriya un buen sucesor. Debe ser alguien que se haya esforzado y que no se rinda al perseguir su sueño-respondió de forma contundente.-Ahora tenemos que hacernos cargo de lo que causan nuestras decisiones. El pasado no se puede cambiar, pero el futuro...tal vez pueda hacerlo-terminó con una pequeña sonrisa, mirando a su viejo amigo.-Ve a pelear contra ellos All Might. Yo llamaré a Mirio para que venga a la agencia y este a salvo. Me cae bastante bien el chico.

Toshinori se río.

-Sí. Ya lo he notado. De acuerdo, vamos a salvar al mundo."

X

Mizuki estaba hablando con Mirio mientras Kurohyô estaba viendo una película comiendo palomitas.

-Sí. La verdad es que estoy algo preocupada. Se han pasado bastante con Aizawa. ¿Qué tal tu en la agencia de Nigtheye?

A su lado, Kurohyô soltó un gruñido de enfado, aunque Mizuki no le dió mucha importancia.

-Ah, que bien. Nosotras estamos muy tranquilas aquí. Sí. Sí, eso espero.

De repente, su amiga la golpeó repetidas veces en el hombro.

-¡Auch!¿Qué te pasa?-quiso saber la peligris, pero Kurohyô no respondió, sino que siguió mirando la pantalla del televisor.

Al fijarse en ella, Mizuki vió a All Might peleando contra un hombre con una especie de máscara en su cara.

Un escalofrío recorrió su espalda, ignorando como Mirio la llamaba al otro lado del teléfono.

-Mirio, enciende la televisión.

Una mujer estaba atrapada entre los escombros, All Might se interpuso entre ella y el golpe del otro villano, revelando así su verdadera forma.

-No...-murmuró Kurohyô.

-No puede ser-habló la peligris.

La tensión y el miedo llenaron el ambiente.

Era una situación en la que todos deberían haberla dado por perdida, pero no, todo Japón gritó ánimos para su aún héroe número uno.

Y la luz ganó.

Cuando la reportera declaró que All for One no pudo moverse, Mizuki por fin sintió que podía respirar. Se giró para ver a su amiga, de cuyos ojos no paraban de salir lágrimas.

Ambas se miraron y con una gran sonrisa acuosa, se abrazaron con fuerza.

X

All Might notó como la cámara le apuntaba a él, así que él lo señaló y susurró:

-Ahora te toca a ti.

Todos lo interpretaron como un mensaje para los villanos, para que tuvieran cuidado, que podían acabar con ellos.

Pero Mirio lo sabía mejor. Ahora era su turno.

Las piernas cedieron y cayó al suelo de la agencia, sin poder apartar la mirada de la televisión.

Nigtheye se acercó al instante, preocupado por lo que le hubiera podido pasar.

Al notar su presencia, el rubio se giró para mirarlo.

-Sir...yo...yo no estoy listo-susurró con lágrimas en sus ojos.

Algo dentro del héroe se movió, acercándose a él para abrazarlo.

-Lo estás Mirio, lo estás.

El joven héroe se aferró a su maestro como si su vida dependiera de ello.

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