Entrenamiento y estudio
Debido a que los exámenes estaban a la vuelta de la esquina, el director decidió que era hora de hacer un ejercicio en la parte práctica. Para ello decidió que unos cuantos alumnos harían de villanos mientras que el resto debía derrotarlos.
Los elegidos fueron los estudiantes más fuertes: Mirio, Tamaki, Nejire y Mizuki.
Aunque la gran mayoría solo encontró pegas a aquella combinación tan letal.
-Al menos que uno se venga a nuestro equipo-pidió Hiroshi, uno de los compañeros de la clase.
Su petición fue apoyada por todos, por eso Mizuki terminó uniéndose al grupo de héroes.
Lo primero que hicieron fue un plan infalible contra los "villanos". Sabían que los tres iban a separarse para cubrir más terreno, por lo que lo más lógico era ir atacandolos de uno en uno.
El primero en caer fue Tamaki, que a pesar de sus increíbles habilidades de lucha y su gran poder, era incapaz de pelear contra chicas que le decían cosas que lo avergonzaba.
La siguiente fue Nejire. Esta fue muy difícil y se necesitó a la gran mayoría de los estudiantes para lograr derrotarla. Pero, sorprendentemente, lo hicieron al final.
Solo quedaba una persona: Mirio Togata.
Algunos estudiantes pensaron que sería sencillo debido al escaso control que tenía sobre su peculiaridad.
Se equivocaban.
Mirio no se dejó sorprender por ellos y acabó con el grupo que había ido contra él. Mizuki había sido la única que aún no había caído al suelo.
-Vaya, vaya, vaya. Pero si no es otra que Sea Witch-comentó el rubio tomándose muy enserio el papel de villano.-He estado esperándote querida. No deberías hacer perder el tiempo a alguien como yo.
Mizuki se reiría en cualquier otra situación, ¡pero la actuación del hombre era demasiado buena!
-¿Ah, sí? Bueno, no deberías de enfadar a una heroína.
Acto seguido, se pusieron a pelear. Ambos lo hicieron muy bien, hasta que Mirio se hundió en el suelo. Como prevención, Mizuki utilizó su agua para saltar hacia atrás.
Mirio reapareció en el mismo lugar donde había estado ella hacía un par de segundos. Con el impulso añadido, había previsto hacia donde se movería ella, sorprendiendola.
Le lanzó una ráfaga de agua, que esquivó con su permeabilidad. Se acercaba rápidamente a ella, por lo que la obligó a lanzar un puñetazo con agua (el agua rodeaba la mano de esta) para causar más daño.
Mirio alzó el puño y esquivó el ataque de la otra, logrando alcanzar su objetivo.
Mizuki sintió el golpe en el estómago, haciéndola caer al suelo con una mano sobre la parte golpeada.
Aquello dolía mucho.
La sirena que anunciaba el fin del ejercicio se escuchó por todo el recinto de practica.
Todos los héroes habían sido derrotados.
-Para dejar a tu contrincante fuera de combate, la mejor forma es golpeando su estómago-recordó Mirio acercándose a ella, toda la actuación de villano había desaparecido.-Ese fue un buen consejo.
-Ay, dios. He creado a un monstruo-dijo Mizuki a duras penas, haciendo reír al otro.
-Venga, te llevo a donde Recovery girl-habló ayudandola a levantarse.
X
-Mirio se ha vuelto muy fuerte-comentó Yuu mientras salían por la puerta principal.-Es la primera vez que te ha derrotado.
-La pasantía le está yendo bien entonces-asintió Kana.-Antes le costaba mucho controlar su don y siempre le salía algo mal. Pero ahora lo hace a la perfección.
Mizuki escuchó aquello en silencio. Después de todas las veces que había faltado a clase, no era extraño que hubiera mejorado en muchos aspectos. El punto en el que más flaqueaba era el de su poder, cosa que había arreglado.
-¡Mizuki!-llamaron desde detrás.
Las tres chicas se giraron para ver a Mirio corriendo hacia ellas, moviendo su brazo para llamar su atención.
-Mirio, ¿sucede algo?-cuestionó la peligris ignorando como Yuu la golpeaba con su codo.
Esa pregunta hizo que el chico levantara una ceja.
-No necesito una excusa para hablar contigo.
-¿Estás seguro?-preguntó en un tono de broma la otra, lo que causó que se riera nervioso.
-Bueno, iba a pedirte ayuda con matemáticas.
Mizuki suspiró, sonriendo suavemente mientras negaba con la cabeza. Tamaki estaba en las clases de repaso de Present Mic (el chico se ponía nervioso cuando hablaba en inglés) y Nejire había ido a su pasantía con Ryuku. Lo que solo la dejaba a ella para ayudarle.
-Está bien, te ayudaré.
Los ojos de Mirio brillaron más que antes tras la respuesta de esta.
-¡Muchísimas gracias!-agradeció con fuerza.
Poco después se despidieron de sus dos compañeras de clase, que la estaban dando unas miradas picaras.
Ahora ambos amigos de la infancia se encontraban en la habitación de Mirio. Mizuki le acababa de explicar unos ejercicios antes de que él mismo probara a hacerlos.
La peligris estaba haciendo otras cosas hasta que su atención se desvió a los brazos del otro. Estaban más definidos, dejando claro el entrenamiento que había recibido, aparte que estaban callosos a causa de las peleas mano a mano.
Pero lo que más resaltaba eran las cicatrices que tenía.
Antes no estaban, nunca se había hecho tanto daño como para que fueran permanentes.
Mirio sintió orgullo cuando terminó de hacer los ejercicios, se giró para hablar con Mizuki, encontrandola mirando sus brazos.
Se quedó callado al verla.
Esta alargó el brazo y acarició con cuidado uno de sus brazos, poniendo especial atención a las cicatrices.
Estuvieron en un silencio cómodo, sin sentir la necesidad de hablar. Aunque al final era inevitable.
-¿Cómo te las hiciste?-cuestionó Mizuki con una pequeña voz.
Mirio las miró por un momento antes de comenzar a hablar.
-Estabamos tratando con una situación de rehenes. Mi peculiaridad era muy útil en aquel momento, así que tomé la iniciativa siguiendo las órdenes de Sir-hizo una pausa antes de continuar.-Logré reducir a una gran parte de las personas que hicieron ese altercado, pero uno de ellos se libró y cogió a una mujer que estaba embarazada.
Mirio apretó las manos, sintiendo la impotencia de aquel entonces. Mizuki movió sus manos y cogió las suyas, dándole apoyo.
El estudiante le sonrió, agradeciendo su preocupación.
-Logré que la soltara, sin embargo, él utilizó su poder: látigos de fuego.
Ahora era el momento de que Mizuki se tensara, asustada por lo que había oído.
-Eh, eh, estoy bien, ¿vale?-habló Mirio tranquilizandola.-Se necesita mucho más que eso para derrotarme. Aparte que su don no era tan potente-dejó que el silencio llenara la habitación un momento antes de continuar.-Intentó atacar a la mujer, yo me puse delante. No iba a usar mi permeabilidad, así que levanté los brazos. Sus látigos no eran ni largos ni gruesos, así que solo me escocieron un poco y pude derrotar al villano. Todos los rehenes salieron ilesos y según las cartas que recibe Sir, la mujer ha dado a luz a un bebé sano.
-Eres su héroe, realmente eres increíble-declaró Mizuki.
-Pero ante todo soy tu héroe personal-respondió con sinceridad, guiñandola un ojo.
Las mejillas de la chica se tiñeron de un pequeño rojo, cosa que ocultó con una risa.
-Sí. Sí que lo eres. Ahora, vamos a ver que tal has hecho esos ejercicios.
Mirio asintió entregandola el cuaderno. Una gran parte estaban bien, pero otras tenían fallos muy tontos.
Algunas cosas nunca cambian.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top