El camión que llevaba a Chisaki había volcado y el héroe que lo custodiaba había quedado calcinado. El hombre tenía las manos atadas, por lo que tampoco podía hacer uso de su don. Pero en el momento que Shigaraki se le acercó con una sonrisa burlesca, sabía que aquello no iba a terminar bien.

-Entonces...¿pensaste que serías el "siguiente jefe supremo"?-cuestionó.

-¿Viniste para matarme?-respondió con otra pregunta sin mucho interés.

-Nop. En realida, pensé en algo que odiarías más-comentó quitándose una de sus manos de la cara.-Te detesto. Te detesto porque eres arrogante.

Overhaul estaba prestandole toda la atención, por lo que se sorprendió cuando Mr. Compres comprimio en una canica su brazo izquierdo.

-Yo también-comentó este mostrando su brazo biónico, el cual Overhaul había arrebatado.

Desvió la mirada encontrándose con que Deku estaba detrás del grupo cogiendo el estuche de balas, tanto las que arrebataban la peculiaridad como las que lo devolvían. Recordaba al chico.

La primera vez que lo vió fue cuando Twice lo llevó a su guarida, donde tuvo un enfrentamiento contra la Liga de Villanos. Él fue el único que se quedó en su sitio, sin importarle la batalla, solo quedándose en la oscuridad. Y eso era peligroso.

A diferencia de Shigaraki, él tenía los dotes suficientes para ser el líder, pero fue el otro niñato quien dijo ser el sucesor de All for One.

Sin embargo, el mafioso lo sabía mejor. Era Deku el que, si no tenía cuidado, controlaría todo.

-Sabes Overhaul,-le trajo a la realidad la voz de Shigaraki,-si vas por el rumbo de borrar los dones de los demás, entonces, ¿no crees que no deberías estar dependiendo de tu peculiaridad en sí?-cuestionó utilizando su poder en su otra mano.

Inconscientemente, Overhaul intentó alejarse, pero estaba atado.

-Ups, si no cortamos eso, tu cuerpo entero será reducido a polvo-se burló el otro villano sacando un cuchillo para cortar el brazo.-¡Ahora eres el inepto e indefenso "hombre sin peculiaridad"!¡Dedicaste toda tu vida en crearlo!¡Y ahora es todo mío! No puedes mover ni un dedo...¡porque ya no tienes ninguno!¡Todo lo que puedes hacer es quedarte ahí mirando lleno de envidia por el resto de tu vida!¡Buena suerte con eso!

Aquellas palabras hicieron que Overhaul soltara un aullido de dolor. Deku lo miró por el hombro antes de girarse y entrar en el camión que habían venido.

"Tu eres diferente a Shigaraki y el resto. Sabes lo que haces y cómo hacerlo. Únete a mi."

Las palabras que Chisaki le había dicho en privado volvieron a su cabeza. Pero a Deku no le interesaba algo tan vulgar como aquello. No.

Él tenía grandes planes.

X

Cuando Mirio se despertó, lo hizo lentamente, sintiendo el cuerpo dolorido.

-Eh, con cuidado-escuchó la voz de Nighteye a su lado cuando intentó incorporarse en la cama.

Al notar mejor su entorno, se dio cuenta de que estaba en la camilla de un hospital con Sir Nigtheye, All Might y Recovery girl en la misma habitación.

-Haz caso a tu mentor chico-mencionó la mujer anciana.-Tuviste mucha suerte de que usaste el One for All 100% estando bajo los efectos de Chrono, sino todos tus huesos se habrían roto.

-¿Y Eri?¿Se encuentra bien?-preguntó ignorando su bienestar.

-Ella está bien-respondió All Might.-Tiene algo de fiebre y está inconsciente. La están manteniendo en aislamiento por si se volviera a descontrolar su poder.

Mirio asintió, sintiéndose más tranquilo al saber que ella estaba a salvo. Hasta que recordó los últimos momentos de la batalla.

-¿Y Mizuki?

Un silencio se hizo en la habitación, como si ninguno quisiera responder a esa pregunta.

-Están haciéndola pruebas, así que ella se quedara un día más en el hospital-habló al fin Nighteye.

Fue como si algo tirara del corazón de Mirio, llevándolo hacia abajo.

-¿Dónde está?

X

-Debería haber podido hacer algo más-dijo un Fatgum lagrimoso vestido con una bata de hospital totalmente delgado.

-No ibas a lograr nada-intentó tranquilizar la peligris con una pequeña sonrisa, aunque no se sentía real. Pero al menos podía calmar al héroe de aquella manera, que se había escapado de su cama cuando había escuchado la noticia.-¿Qué tal están Tamaki y Kirishima?

-Ambos están con huesos rotos. Tamaki se enfrentó él solito a tres sinvergüenzas que seguían a Chisaki. Kirishima y yo nos quedamos atrapados junto a un tipo que adoraba pelear. Él me protegió-recordó con orgullo.-Ha crecido mucho desde que entró en la agencia.

-Eres un buen mentor Fatgum. No es de extrañar.

Entonces, alguien golpeó la puerta.

-Adelante-llamó Mizuki.-Mirio-susurró al verle entrar.

Fatgum no tardó tiempo despidiéndose para que ambos pudieran hablar a solas. El rubio se acercó a la cama donde su novia estaba.

-¿Estás bien?-quiso saber la peligris al verlo sentarse en una silla delante de ella.

-Estoy muy bien. ¿Qué tal estás tu?-preguntó en cambio el chico, cogiendo las manos de la otra.

-Estoy...bien-respondió sin poder evitar que tartamudeara su voz, como si estuviera insegura de sus propias palabras.

-Yo...yo...-susurró Mirio con lágrimas empezando a llenarse en sus ojos.-Si yo no...

-Eh-llamó Mizuki levantándole la barbilla para que la mirara a los ojos.-Tu no tienes la culpa de nada. ¿De acuerdo?-preguntó quitándole las lágrimas.

Solo cuando asintió, lo acercó a ella y le abrazó, acariciando su rubia cabellera.

Al anochecer, volvió a la Yūei mientras que Mizuki se quedaba un día más en el hospital. Había intentando que lo dejaran estar con ella, pero se lo habían negado.

La peligris no pudo conciliar el sueño, moviéndose cada dos por tres en su camilla. Al final se incorporó, quedándose sentada en la cama.

Allí encontró con su mirada el vaso de agua que la habían dejado sobre la mesa.

Alzó el brazo, cerrando los ojos. Al abrirlos, vió como el agua seguía en su misma posición.

Pequeñas lágrimas comenzaron a caer de manera inconsciente sobre sus mejillas. Llegaron los sollozos, y Mizuki no pudo evitar sentir que aquel dolor en el pecho acabaría con ella.