Capítulo 73: Caigo por ti

Soy mala dibujando, pero practicaré y practicaré porque quiero algún día mostrarles dibujos de los personajes.
Que vean como me los imagino en mi cabecita con ideas locas

Pd: Tengo demasiadas ganas de hacer memes de mis historias jajaja

💙~💙~💙~💙~💙~💙

Capítulo 73
"Caigo por ti"

💙~💙~💙~💙~💙~💙

Sarah Cooper

—¡¿Escuchaste eso?!

Me apoyo del hombro de Adelí, tratando de digerir el hecho de que la versión adolescente de nuestro capitán acaba de abandonarnos.

—N-Nos llamó idiotas—titubeo—. Y no en broma, sino como un insulto de verdad... Tengo muchas ganas de llorar.

—Sí, lo oí bien—dice Adelí entre dientes—. ¡Ese hijo de...!

—¡Wow, wow, espera Adelí!—Zack la detiene.

—¡Antes era un niño así que lo toleraba pero ya no!—grita ella, sacudiendose para liberarse del agarre de Zack—. ¡Oye tú mocoso!

Los chicos están tratando de retener a Adelí cuando escucho movimiento en la camioneta. Observo un par de pies, caminando en el asfalto hasta rodear el auto. Se trata de Elízabeth, quien nos pasa de largo y se dirige hacia James.

—¡Oye, ¿Y tú a donde crees que vas?!—grita Adelí.

—No, espera—la detengo.

Todos vemos a Elízabeth caminar detrás de James hasta alcanzarlo y tomarlo de la mano.

—¡Oye no me toq..!—James estaba a punto de tirar de su mano bruscamente cuando se volteó para mirarla—. Ah, eres tú...

—¿Qué crees que haces, James?

No sé que fue de James, pero todos los demás nos quedamos helados al escuchar el demandante tono de voz de Elízabeth.

Un par de segundos después, James mira en nuestra dirección, y automáticamente todos fingimos estar haciendo otra cosa.

Mientras que yo finjo que hay popó en el parabrisas, Zack y Kenna dramatizan tratando retener a Adelí con todas sus fuerzas mientras que Dalia y Monique están agachadas mirando debajo de la camioneta fingiendo buscar un gatito.

—¡Gatito, gatito!—canturrea Monique.

—¡Cuidado chicos, podrían pisar al gatito!—nos dice una muy preocupada Dalia.

Despues de mirarnos, él y Elízabeth continúan conversando.

—Me voy, estoy cansado y tengo hambre—se queja él, pero sólo un idiota no se daría cuenta de que su actitud es completamente diferente a la de antes.

—Podemos ir a comer algo todos juntos—le dice ella, todavía tomando su mano.

—Ellos me ponen incómodo, no nos quitan los ojos de encima—hace una mueca—. Son raros, me quiero ir.

Ellos te salvaron de las brujas.

—Se los agradeceré yendome, así dejo de ser una molestia.

—No digas tonterías, sólo obedece y vuelve al auto.

James se le queda mirando, su ceño fruncido al igual que sus labios. Su expresión no puede disimular nada, está en una batalla interna contra sí mismo, luchando por enfrentar cualquier cosa que no sea la intensa mirada de Elízabeth, pero a la vez, se siente incapaz de dejar de mirarla.

—Está... bien—dice entre dientes, encogiéndose de hombros—. Pero es sólo porque no quiero tener que caminar.

—Regresemos entonces—Elízabeth le dedica una sonrisa que hace que James retroceda un paso—. ¡Ah, y disculpate con ellos!

Ella se voltea y lo lleva a rastras por el terreno baldío hasta volver a donde estamos nosotros. Se quedan de pie, y Elízabeth empuja suavemente el hombro de James.

—Lo siento—suena molesto cuando habla, y el modo en que evita mirarnos a toda costa me hace sentir punzadas.

—Wow, esto es asombroso—dice Monique—. No puede resistirse a Elízabeth.

—Estas todo avergonzado—le sigue Zack, burlándose.

—¡No es verdad!—exclama James—. ¡Callense!

—James—lo reprende Elízabeth, haciendo que este guarde silencio a regañadientes.

—Deberíamos irnos—miro a Adelí, que sigue siendo sujetada por Zack y Monique, pero ahora está quieta, mirando a James con desconcierto.

Sí, ante nosotros está un James que le tira mierda a todo el que lo ve a los ojos pero al parecer le resulta imposible decirle "No" a Elízabeth.

—Bueno, si seguimos por la carretera llegaremos hasta esa ciudad—dice Dalia, señalando los rascacielos a lo lejos—. Que por cierto, ¿En donde estamos?

—¿Como que no saben en donde estamos?—pregunta James—. Ustedes son quienes nos han estado llevando por ahí.

—¡Por supuesto que sabemos en donde estamos!—exclamo.

Estamos en una ilusión hecha por Tsalia, tu malvada madre, eso es lo único que sabemos.

—Wow, eso es esperanzador—me dice Adelí después de haber leído mi mente.

—¡Solo entremos!

Todos hacen caso y finalmente Adelí y yo nos quedamos en la parte de en frente mientras que los demás se acomodan en la parte trasera, esta vez, manteniendo a James alejado de las puertas.

Mientras conduzco, Monique vuelve a acercarse a nosotras.

—Oigan, ¿Qué es lo que haremos?—pregunta—. James y Elízabeth tienen 16 años.

—Además, antes estabamos en la epoca medieval y ahora... ¿Es la actualidad? ¿Qué mierda está sucediendo?—le sigue Zack.

—Ellos no nos recuerdan todavia, tampoco parece que sean vampiros—digo.

—Lo son, pero es como si la ilusión lo bloqueara—empieza a explicar Kenna—. No recuerdan que son vampiros, así que actúan como humanos.

—¿Por qué no les decimos lo que ocurre?—dice Monique.

—¿Quieres decirle a ese puberto de ahí que es nuestro capitán?—habla Adelí—. Adelante, seguramente nos ordene apuñalarnos entre nosotros.

—Tal vez solo hagamos que se confundan más—dice Dalia—. ¿Qué tal si contarles lo que pasa sólo los pone en peligro? Si siguen creciendo así, en cualquier momento James obtendrá su poder y recuerden que él...—hace una pausa—. No siempre pudo controlarlo.

—¿Y si pierde nuestros corazones también?—murmura Zack temeroso—. ¿Y si solo los destruye?

—¿A tí por qué te preocupa eso?—Adelí frunce el ceño.

—Decirle ahora que su madre quiere matarlo a él, a su novia y a su clan, hará que enloquezca—habla Monique.

—Lo importante ahora es protegerlos y encontrar a Tsalia—les digo—. En cuanto lleguemos a esa ciudad les explicaremos que estamos en una ilusión de Tsalia... Podemos decirles eso, por ahora.

—Bueno... No es como que haya muchas opciones—concluye Monique.

*~*~*

Definitivamente esta no es una ciudad real, o tal vez se deba a que apenas he salido unas cuantas veces de Mellow. En esta ciudad creada por la ilusión, los rascacielos son coloridos y tremendamente altos, tanto que las nubes los atraviesan, las calles estan iluminadas por farolas con luces de colores, hay fuegos artificiales por doquier y las personas visten de forma extravagante.

A donde sea que conduzca hay música electrónica y comerciales exagerados reproduciéndose en pantallas enormes que cuelgan de helicopteros que vuelan en círculos entre los rascacielos.

—Wow—murmura Monique, asomándose por la ventanilla—. ¿Cómo encontraremos a Tsalia en un sitio así?

Y por algo las brujas son las mejores en encantamientos y videncia, ya que, apenas acaba su pregunta. En las pantallas aparece el rostro de Tsalia Morengei.

Freno de golpe, escuchando las quejas de James debido al golpe que recibe en su nuca.

—Esa maldita—murmura Adelí.

En la pantalla, Tsalia sonríe y posa cual modelo, dando vueltas con los brazos estirados mientras caen petalos sobre ella. Pero cuando vuelve a mirar hacia la camara, la imagen se sustituye por un nombre.

Tsalia's Paradise
Bar and End Game

—Muy sutil—dice Adelí con evidente sarcasmo.

—Tsalia quiere que vayamos ahí—digo, repitiendo lo obvio.

—Entonces vayamos ahora...

Monique es interrumpida por James, quien la empuja ligeramente y se asoma entre nuestros asientos para mirarme.

—Oye, dijiste que nos llevarías a comer—me dice.

—¿C-Comer?—es verdad, dijo que tenía hambre, pero creí que tal vez era parte de su berrinche—. ¿Tienes...hambre?

Pero si tiene hambre eso significa...

—Eso es lo que quiero—James levanta su dedo para señalar.

Y señala en dirección a Kenna.

—¿Qué opinas, Elízabeth?—le pregunta James, inclinándose hacia atrás para mirarla.

Dejo de mirar el semáforo, y al igual que todos, fijo mis ojos sobre James Black. Kenna, la única mortal entre nosotros, ha estado todo el camino elegantemente sentada en su asiento, pero ahora está en completo silencio, solo se oyen los fuertes latidos de su corazón. Ella se ha quedado de piedra, mirando al vampiro frente a ella.

—Mmmm—Elízabeth se acerca hacia él, y mira en la misma dirección—. De acuerdo, me parece buena idea.

—¡¿Qué?!—grito—. Esperen, no pueden... ¡No!

—Kenna, a la cuenta de tres, los dejarás inconscientes—demanda Adelí.

—¿Pero por qué no podemos?—inquiere James—. Hasta hay una promoción.

—¿Una qué?—frunzo el ceño.

James pone los ojos en blanco y suelta un bufido, para luego, utilizar su dedo índice para darle golpecitos a la mejilla de Kenna, y hacerla inclinar delicadamente su cabeza un poco a la izquierda, dejandonos ver la ventanilla detrás de ella.

—Mira, si compras una pizza te llevas otra gratis—dice James—. Eso es lo que significa un "Dos por uno".

—Un dos por...—susurro.

Entonces pude verlo, a través de la ventanilla se puede observar en la pared del local de en frente, el anuncio de una pizza. Muestra la promoción con la imagen de una enorme pizza que chorrea queso derretido por las orillas, y debajo de esta, el nombre del lugar en donde dan la promoción: "Tsalia's Paradise".

—¡Ahhhhh!—decimos todos al unísono, aliviados por solo haber malinterpretado la situación.

Kenna lleva la mano a su pecho, suspirando aliviada.

—Oh por Dios—susurra—. Eso estuvo feo.

—¡De acuerdo, es una buena idea, vamos por Tsalia y de paso compramos una maldita pizza, ¿Por qué no?!—grita Adelí.

—Ella parece enojada—dice Elízabeth.

—Lo está, esta muy enojada—le sigue Monique.

Doy un respingo cuando James se acerca de nuevo y apoya su cabeza en mi asiento.

—¿Ya vamos a comer pizza?—me dice, mirandome.

—Wow—digo—. Tú sin duda hubieses sido popular en la preparatoria.

James pone los ojos en blanco, de nuevo, antes de alejarse.

Conduzco por la calle iluminada por luces y fuegos artificiales, siguiendo los señalamientos que convenientemente estan ubicados a mi alrededor y que dicen llevar hacia el bar al que vamos.

—¿Todos los lugares aquí tienen su nombre?—pregunta Monique de mala gana.

—Sí, mira los establecimientos, todos se llaman como ella—dice Dalia.

—¿Oigan, traen dinero para pagar la pizza?—habla Zack, tocándose los bolsillos de sus pantalones.

—¿No traen dinero?—James pone cara de pocos amigos—. ¿Y ustedes son los adultos?

De hecho, tú tienes más de 3000 años.

—Es verdad, como todos los muertos llevamos nuestra billetera encima...—le escupe Zack con sarcasmo.

—Vinimos a matar brujas, no creí que fuera a ocupar dinero—murmura Monique.

—Puedo tomar la billetera del jóven que está allá—dice Kenna, señalando a una de las personas de la calle.

—¡¿Otra vez robaremos?!—susurra Elízabeth.

—Es una ilusión, el dinero no es real, ni siquiera la pizza lo será—escupe Zack—. Probablemente todos aquí estén comiendo popó y ni siquiera se dan cuenta.

—¿Bueno y de qué sabor la van a querer?—habla Dalia, cambiando el tema—. ¿Les gusta la pizza con piña?

—¿Quieres iniciar una discusión ahora mismo sobre a quien le gusta que la pizza tenga piña?—habla Monique—. ¿No crees que debemos guardar nuestras fuerzas para pelear contra Tsalia?

—¿Entonces lo que están diciendo desde hace rato es verdad?—interviene James—. ¿Estamos en una ilusión de mi madre?

—Eso...—miro a los demás, que solo se encogen de hombros—. No es buena idea explicartelo todo ahora mismo, ya que solo se confundirían, pero sí... Estamos en una ilusión de Tsalia.

—Ustedes nos conocen, solo que no se acuerdan—explica Kenna—.
Elizabeth y tú son los más afectados, en realidad ninguno tiene 16 años, es como si solo sus cuerpos... y sus mentes, hubiesen regresado en el tiempo.

—Y al parecer sus edades cambian después de un rato—dice Adelí.

—La unica forma de acabar con esto es encontrar a Tsalia—concluyo—. Y por el momento es lo unico que conviene que sepan, ya que de todas formas Kenna asegura que irán recuperando sus recuerdos.

—Entiendo—dicen James y Elízabeth al unísono.

Es subiendo un puente con una estructura fluorescente que alcanzamos a ver el edificio al final de la ciudad, a la orilla del lago gigantesco. Dos torres unidas con luces de colores por detrás y fuegos artificiales que parecen no acabar nunca. La gente esta acumulada en la entrada, y tardo un par de minutos en estaciononarme en el único lugar disponible.

—Bien, bajemos.

James es el primero en levantarse, pero obedientemente no sale de la camioneta hasta que los demás bajan primero. Adelí y yo vamos detrás de ellos, quedandonos con James y Zack mientras que Dalia, Kenna y Monique van un poco más adelante con Elízabeth.

En eso, Zack se acerca demasiado a James, lo que hace que lo mire desconcertado.

—Oye, ¿Ella te gusta, cierto?—le pregunta Zack, sonriendo malevolamente.

James frunce el ceño.

—Hablo de Elízabeth—Zack se inlcina más cerca—. ¿Ella te gusta?

—¿Zack?—digo, incrédula.

—No se puede ser más idiota—suspira Adelí.

Pero Zack nos ignora.

—¿Quieres que te ayude?—le pregunta a James—. Escucha, no me preguntes por qué pero... Yo siento que ustedes dos están hechos el uno para el otro.

—¿Zack, qué estás haciendo?—inquiero.

James me mira, y luego vuelve a ponerle mala cara a Zack.

—Tengo una corazonada—Zack rodea a James de los hombros y lo acerca a él—. Yo los veo a Elízabeth y a ti en una relación... No me preguntes por qué, pero es algo que siento.

James no dice nada, ni siquiera muestra expresión alguna en su rostro.

—¿Puedo golpearte?—le pregunta.

—Sí puedes—responde Adelí.

—¡No, no puedes!—intervengo—. Zack, deja de molestarlo, ¿Quieres?

—Sólo trato de aconsejarle—se defiende—. ¿No ves que están destinados a estar juntos?

—Entonces deja que el destino se encargue de eso—le digo.

James lo empuja y se adelanta para caminar junto a Elízabeth.

—¿Tu plan es hacer que el James Adolescente te odie?—le pregunta Adelí, burlona.

Llegamos hasta la entrada del bar, en donde la gente está aglomerada, ansiando entrar al lugar. Pero apenas empezamos a pasar entre las personas, el hombre colocado como guardía nos hace un ademán para que nos acerquemos.

Es Zack quien, manteniendose alerta, se adelanta y habla con él.

—Hola...

—Ustedes son los invitados VIP, ¿Cierto?—le pregunta el guardia.

—Vaya, nunca he sido VIP en nada—dice Zack, pero enseguida recibe un golpe en el hombro de parte de Monique—. ¡Digo, sí!... Sómos nosotros.

—Excelente—el hombre asiente con la cabeza y se hace a un lado—. Pueden pasar, el espectáculo está a punto de comenzar.

—¿Espectáculo?—Monique suena temerosa—. No quiero ver ningún espectáculo hecho por Tsalia.

—¡Solo entra!

Adelí tira de ella y juntas se adentran al club.

En realidad el lugar es bastante amplio, y no es tan oscuro ni ruidoso como imaginé. Las luces cambian entre el morado y el rojo mientras que suena una música tranquila. Al final hay un escenario, en donde se ve a varias personas colocando instrumentos.

Siento a James acercarse a mí, y yo ya le estoy prestando atención antes de que tire de la orilla de mi blusa para llamarme.

—¿Qué ocurre?

—Quiero ir ahí—señala algo detrás mío.

Miro a lo que se refiere. Es una cabina fotográfica. No, luce como una pero en el techo muestra un cartel que dice "Tintes y Tatuajes".

—¡Oh, yo he visto muchas de esas!—exclama Monique—. Son cabinas para pintarte el cabello y hacerte tatuajes.

—¿Son mágicas?—pregunto.

Monique asiente.

—Entras y eliges el estilo de cabello que quieres, o el diseño del tatuaje y despues de unos segundos, ¡Sales y estás listo! Es para criaturas.

Woah, eso suena genial.

—Voy a ir—dice James.

—Espera, no sabemos si puede ser peligroso...

—Entonces iremos con él—Monique toma la mano de Zack y la de James para adentrarse a la cabina.

—P-Pero...

Soy un manojo de nervios andante cuando trato de caminar hacia ellos, pero me detengo con ma mano todavía estirada, mirando la cabina a la vez que trato de evitar que me entre el pánico.

—Por favor, les pido que no se enfaden con él.

Adelí, Kenna, Dalia y yo, nos volvemos hacia Elizabeth, que yace con la cabeza gacha, jugueteando con sus dedos.

—Él es alguien un poco... impulsivo, se deja llevar fácilmente por sus sentimientos y su madre bueno... Nunca ha sido un tema fácil de digerir para él..

Se siente extraño.

Lo que dice no suena como al James que conocemos, pero a la vez sí lo hace. Es cierto que James se mantiene implacable en cualquier situación, tranquilo, como si nada le inmutara, pero si realmente me pongo a pensar en ello... He de admitir que en cada decisión que toma, que en cada cosa que hace, se deja guiar por sus sentimientos.

Como al infiltrarse entre los soldados de Emmily para rescatarnos y rebelarle a su madre su engaño de mas de 3000 años. Todo eso fue porque estaba sumamente enfadado de lo que Emmily nos había hecho.

Hasta la fecha, James Black sigue siendo impulsivo, pero de una manera que sólo él puede ser.

Él es así, a la vez que calcula sus movimientos con inteligencia. Pone su corazón en cada uno, así como también utiliza su razonamiento.

—No te preocupes, conocemos a James, y lo que está pasando no es culpa de nadie—le digo.

Levanto mi mano derecha y le muestro el anillo en mi dedo anular.

—Sólo tenemos que esforzarnos y superarlo todos juntos—sonrío.

Escucho como la cortina de la cabina se abre después, y los ojos de Adelí se abren un poco más. Su reaccion es la misma que la de Elízabeth, y no solo ellas, sino que Dalia y Kenna se encuentran igual de asombradas por algo.

Confundida me vuelvo para ver de qué se trata, y por poco me tropiezo.

Monique y Zack han vuelto, y caminan hacia nosotros, pero no es a ellos a quienes ahora miro anonadada sino a James que va detrás de ellos.

Lo primero a lo que le presto atención es a su cabello, se lo ha alaciado y tiene las puntas moradas y verdes fluorescente, un arete en su oreja izquierda y lo que más me sorprende, es el tatuaje en su brazo derecho.

Además, se le notan al menos dos años más de edad.

Sí... James acaba de regresar con 18 años de edad, un tatuaje, una perforación y el cabello teñido.

—¿Qué...?—trago saliva con dificultad—. ¡¿Qué?!

—¡¿Verdad que luce jodidamente genial?!—dice Monique, emocionada.

Es cierto, James ahora mismo luces mil veces más genial de lo que luce a diario.

—¡Wow, capitán!—exclama Kenna, tocando su cabello con sumo cuidado—. Se ve tan lindo.

—Te ves muy bien—Adelí se encoge de hombros.

—Sí—Elízabeth está anonadada, parpadeando repetidas veces—. T-te-te ves muy bien.

Zack le da un empujón a James.

—Ve por ella—le susurra.

James le lanza una mirada asesina.

—¿Por qué no mejor te vas a la...?

—¡Atención damas y caballeros!

Los altavoces resuenan por todo el club, y la atencion de todos los clientes se centra en el escenario, en donde un hombre vestido con un traje dorado sostiene el micrófono con una gran sonrisa.

—¡Ahora recibamos al entretenimiento de hoy, un gran aplauso!

Todos aplauden y vitorean mientras el hombre baja del escenario, y a él suben cinco chicas que se posicionan detrás de cada instrumento. Ninguna dice nada, sólo sonríen y empiezan a cantar.

La musica es alegre, pop electrónica que hace sonreir y bailar a todos a nuestro alrededor.

—¿Ya te fijaste en las personas?—dice Adelí a mi lado—. Son los habitantes del pueblo del que escapamos.

Ella tiene razón. Reconozco a algunas personas como los que atacaron a Dalia y los que me miraron como si fuera un extraterrestre. Lo que significa que en realidad no hemos ido a otro lugar, la ilusión se desarrolla en el mismo sitio, simplemente va cambiando de época, como si fuera una obra de teatro, y las personas aquí parte del elenco, atrapadas sin saber que actúan bajo el guión que Tsalia les hizo.

La canción acaba y todo el lugar se llena de aplausos enérgicos y gritos emocionados.

—¡Muchas gracias a todos!—dice la vocalista—. ¡Y sobre todo, a nuestros invitados VIP, por venir!—apunta en nuestra dirección—. ¡Demoslés un gran aplauso!

Todos hacen caso y se giran en nuestra dirección para aplaudir. Los aplausos continúan, lo que hace que poco a poco nos reunamos y miremos a nuestro alrededor alertas.

Parecen robots que solo nos miran y aplauden.

Esto está mal.

Paseo la mirada sobre cada persona, sus sonrisas de oreja a oreja, sus miradas vacías y sus movimientos mecánicos, hasta que varios de ellos dejan de aplaudir por un momento, y noto como introducen las manos dentro de su ropa, y luego, gotas de sangre comienzan a chorrear sus brazos.

Y a todos comienza a ocurrirles lo mismo.

—¡Sarah!

Escucho el grito de Monique al mismo tiempo en que comienzan a deslizarse gruesas ramas sobre las paredes.

La gente ha empezado a cortarse a sí misma con navajas o cuchillos escondidos entre su ropa. Son demasiados, pero las ramas que emergen del suelo y del techo alcanzan a detenerlos de hacerse heridas letales. Las armas caen al suelo y yo las congelo cubriendolo todo con una capa de hielo.

Escucho cada latido de cada persona, contandolos hasta estar segura de que todos siguen con vida.

Al menos nos hemos dado cuenta de que este lugar sí podemos usar nuestro poderes, mientras podamos proteger a las personas entonces...

—James...

Aquella voz fue la de Elízabeth, pero mis ojos fueron directo hacia el chico agazapado en el suelo.

James está temblando, mientras sujeta su cabeza con fuerza, como si quisiera romperla ahí mismo.

—¡James!—corro hacia él—. ¡¿James qué ocurre!?

—¡No te acerques!—sus ojos amarillos me devoran cuando alza la mirada.

Su cabello flota y debajo de mí, el suelo se estrella por sí solo. A mi alrededor se forma un agujero que comienza a sumirse cada vez más, hasta que tengo que sujetarme de la orilla para poder subir de nuevo a la acera.

—¡Alejate de mí!—vuelve a gritar James.

Las luces parpadean, los focos se rompen y los trozos de cristal caen como lluvia encima de nosotros, se entremezclan con los demás escombros hasta que vuelven a subir y formar de nuevo focos que alumbran el lugar. Pero entre ellos, se forman piezas de cemento que luego viajan hacia todas dirección.

Corro para esquivarlas, pero no dejo de correr hacia James.

—¡Detente, por favor!

Mi corazón recibe aquello como una orden, pero además de eso, es el suelo que se alza debajo de nuestros pies, lo que nos obliga a dejar de correr. Me aferro a las orillas, viendo a James a dos metros por debajo de mí.

—¡No puedo controlarlo!—grita—.  ¡No se acerquen o los lastimaré!

La presencia de James se siente por completo como la de un vampiro, lo que quiere decir que para él, ha avanzado el tiempo de nuevo y ahora tiene 19 años.

La edad en la que se convirtió en vampiro.

La edad en la que adquirió el poder más peligroso que existe.

Y la edad en la que no tenía idea de cómo controlarlo.

—No se acerquen—solloza, aferrando sus manos a su cabeza—. No se acerquen, no quiero lastimarlos, no quiero lastimar a nadie más, por favor...

El pilar de cemento tiembla debajo de mí, se deshace de pronto, y yo nuevamente caigo al cielo.

—James...

Todo el suelo sigue vibrando, los escombros saltan y las paredes lucen como si en cualquier momento fueran a desmoronarse.

James no tiene control sobre su poder, ahora mismo no recuerda como utilizarlo y lo único que cree que puede hacer con él es...

Destruir.

—Por favor, por favor, no quiero lastimarlos...

Comienzo colocando mi mano sobre el suelo, y poco a poco, una capa de hielo se desprende de ella, escarchando el suelo lentamente, cubriendo las paredes y finalmente todo el callejón.

En ese instante, los sollozos de James se oyen entrecortados, y poco a poco, levanta la mirada. Aunque sus ojos siguen amarillos, yo me levanto cuidadosamente, y doy un paso hacia él.

—¡No!—grita, y el hielo en el suelo a mi espalda se rompe, pero yo vuelvo a congelarlo.

Las personas a nuestro alrededor comienzan a flotar, Elízabeth y Dalia se encargan de mantenerlas alejadas de las paredes y el suelo inestable.

—¡Alejense!

Debajo de nosotros, el suelo se desintegra y se acumula alrededor de nuestras piernas, adheriendolas al suelo. Pero yo sigo tratando de congelarlo a pesar de que rompa el hielo, a la vez que Adelí crea una llama sobre él que lo hace gritar, Monique crea una jaula de espinas mientras que Zack utiliza su electricidad para atacarlo también.

Elízabeth eleva una mano y con ello el tubo en la pista se desprende, luego se dirige hacia James, pero se detiene a poco más de un metro de él. Éste levanta su mano y desde donde estoy puedo notar como el tubo tiembla y poco a poco se mueve en dirección contraria.

Está desintegrandolo y volviendolo a integrar a una velocidad tan alta que pareciera que lo está moviendo con su mente.

James y Elízabeth se enfrascan en una batalla por ver quien logra sobrepasar el poder del otro y tomar el control del tubo mientras que el fuego arrasa con el cuerpo de James y yo aprovecho para lanzar estacas hacia el desde todas direcciones, pero estas también se detienen, y James poco a poco las mueve como lo hace con el tubo. Las enredaderas tambien intentan agarrarlo, la electricidad busca alcanzarlo, pero los ojos de James están más brillantes que nunca.

James grita y una onda se desprende de él, acabando con nuestros ataques y desmoronando poco a poco todo el lugar. Levanto pilares de hielo para detener los escombros y evitar que caigan sobre alguna persona, al mismo tiempo que Dalia y Elízabeth se concentran en moverlas a todas.

Las paredes se vuelven polvo y quedamos al exterior, pero el bar no es lo único. Los edificios de la ciudad y el puente, parecen demoronarse de a poco, vibrando y separándose en partes.

Busco a James con la mirada hasta que logro encontrarlo. En el suelo de rodillas sobre el escenario, su cuerpo temblando y sus manos llenas de sangre sostieniendo a uno de los humanos, que toce débilmente por la perdida de sangre.

—James...

Éste sujeta al chico con más fuerza, sus colmillos expuestos, y sus ojos clavados sobre su garganta.

—Te dije... que tenía... hambre.

Me quedo paralizada, recordando sus palabras. Recordando como creímos que había señalado a Kenna. Entendiendo que después de todo... él tal vez sí hablaba de beber la sangre de ella.

Él... sí hablaba de comerse a Kenna.

—James, tranquilizate.

—¡Alejate, o te haré daño!

Niego con la cabeza.

—No lo harás—trago saliva con dificultad—. Sólo quiero ayudarte, sólo eso.

—No puedes—sus manos tiran del chico—. ¡Nadie puede ayudarme! ¡Soy un maldito monstruo! ¡Solo voy a matarte!—grita—. ¡Los mataré a todos!

—No eres un monstruo—le digo—. Y sé que tampoco quieres hacerme daño.

—¡Sí lo haré!

—No importa—espeto—. No importa lo que pase, sé que... Sé que no quieres lastimarme.

Sus ojos no dejan de soltar lágrimas, sus labios temblorosos y sus mejillas rojas por tanto llorar.

—Soy un monstruo—solloza—. Yo me convertí en esto para matar a mi madre.

—No, James—habla Monique esta vez—. Lo hiciste para detener todo lo malo que ella hacía, tú salvaste incontables vidas.

—Pero al final resulté ser mucho peor que ella—solloza—. ¡Todavía puedo escuchar los gritos de todas esas personas!

Dejo de caminar.

—¡Yo no quise hacerles daño!—grita—. ¡Pero no pude detenerme! ¡No sé como detenerne!

Tira de su cabello con fuerza, pataleando y derramando lágrimas.

—¡Ya no quiero hacerlo!...¡Ya no quiero seguir lastimando personas!

Puedo sentir el poder de James haciendolo todo vibrar, incluso mi cuerpo. Mis dedos cosquillean y comienzan a doler, como si su poder estuviese afectandome también.

En cualquier segundo yo podría ser desintegrada.

—James—dije, poniendome de nuevo de pie—. James.

Si intento salvar al chico, es muy probable que James me desintegre por accidente. Si lo hace entonces...

Miro a Adelí a mis espaldas.

—No te atrevas, Sarah—dice—. Pensaremos en otra solución.

—No hay tiempo—trago con dificultad—. No hay tiempo.

Me sorprendí al darme cuenta de que en menos de un segundo, los ojos de todos ya están puestos sobre mí y no sobre James.

Y enseguida entendí por qué.

Todos ellos piensan lo mismo que Adelí, y todos ellos... Están aterrados por la respuesta que le di.

No hay tiempo.

—Nadie se mueva, ¿Entendido?—les digo, antes de volverme de nuevo hacia James, cuyos ojos brillan más que nunca.

Esta es la primera vez, que nosotros somos victimas de la faceta asesina de su poder...

La primera vez que para nosotros, su poder sólo representa destrucción... y muerte.

Continuará...

__ __ __ __ __ __

Hola Criaturas!

Originalmente el capítulo 73 y 74 eran uno solo pero hubiese sido exageradamente largooo.

Además, es mucha intensidad para un solo capítulo...

Subí un tiktok hace rato jaja, y estoy pensando seriamente en hacer memes de la historia, ¿Qué opinan?

Pueden seguirme en mis redes sociales:

Tiktok: bat_stilinski
Instagram: Bat_Stilinski
Twitter: IsBat_Stilinski

Siguiente
Capítulo 74:
"Porque soy tu madre"

Que publicaré mañanaaa😁💙

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top