Capítulo 67: El hijo perfecto

Hola Criaturass!
Acabo de hacerme una cuenta de Tiktok, en la que estaré subiendo frases o algunos adelantos de capítulos, ¿Qué les parece?❤
Pueden encontrarme como: bat_stilinski

Tendré siempre la misma foto de perfil que aquí en Wattpad:), y sólo he subido un video con una frase de la sinopsis de The Creatures, vayan a seguirme 💙

Pdt. ¿Se imaginan a los del Clan Black teniendo Tiktok? Jaja, me imagino la cuenta de Alex siendo 60% videos de él y el otro 40% de videos haciendole bromas a Tobías😁
¿Ustedes como se imaginan los tiktoks de cada personaje?

💙~💙~💙~💙~💙~💙

Capítulo 67
El hijo perfecto

💙~💙~💙~💙~💙~💙

Adelí Mathews

—Es que yo no sé si lo que pasa es que eres estúpida o sólo eres demasiado buena.

Nunca me he molestado en llevar la cuenta de las veces en que he dicho o pensado algo como eso, pero los rostros de las personas a las que se los dedico estan claramente grabados en mi rostro, y en su mayoría son... Casi todos los del clan más ridiculamente unido y... molestamente importante para mí.

Dejo salir un largo suspiro, sintiendo que me deshago encima la isla de la cocina.

—¿Estás segura de que te encuentras bien? —vuelve a preguntarme Kenna.

Horas despues de que ese sujeto Sombra se fuera, cuando ya no soportaba más estar entre el ambiente de funeral que envolvía a todos los habitantes de la casa, Kenna se ofreció a preparar la cena para ella y Tobías. Yo no tenía idea de que le gustara cocinar, pero cuando tomó la asartén y se le iluminaron los ojos al ver el interior del refrigerador, me sentí tranquila de que su humor mejorara por lo menos un poco.

—Kenna, nunca dejas de ser adorable —sonrío, mirandola fijamente—. Ya te dije que estoy bien, mis heridas ya sanaron y los efectos de la droga de Emmily están disminuyendo.

—¿Y cómo te das cuenta de que  los efectos están pasando?

—Mmm, bueno... Justo ahora siento ganas de matar a mi padre, Emmily me repugna y me rebelé contra todo lo que ella representa—ladeo la cabeza, pensativa—. En pocas palabras, nuevamente siento que el mundo es una mierda.

—¡Me alegro!—me sonríe.

Definitivamente, solo Kenna  respondería eso cuando yo he dicho algo tan turbio.

—Tan adorable—repito.

—Es sólo que estoy tan feliz de que estés aquí.

Tiene las mejillas sonrosadas, está exageradamente contenta, y yo no puedo evitar sentir satisfacción por eso. La observo moverse por la cocina mientras tararea una canción que no conozco, hasta que me da la espalda para encender la estufa y repentinamente se queda quieta.

—Tú... No volverás a irte, ¿Verdad?

—¿Qué dices?

Kenna se gira en mi dirección, y sus ojos ahora se ven vidriosos .

—Vas a quedarte con nosotros, ¿Cierto? —dice—. Si las cosas salen bien, vendrás a vivir aquí, no nos abandonarás otra vez... Por favor, no te vayas de nuevo, Adelí.

Me quedo en silencio por un momento, tratando de asimilar las palabras que nunca antes había escuchado.

Palabras que... no sabía que yo en verdad quería oír.

"Vas a quedarte con nosotros".

—No iré a ningún lado, Kenna—sonrío—. Así que disculpame, pero tendrás que lidiar conmigo por muucho tiempo.

Kenna aprieta sus labios con fuerza, para luego asentir firmemente con la cabeza y girarse hacia la estufa.

—Esa es una promesa, no vayas a olvidarla.

—Los vampiros no podemos olvidar cosas.

—Lo sé—espeta—. Estoy abusando de eso.

—Eso es bastante grosero de tu parte—digo sarcásticamente, sin poder reprimir otra sonrisa.

Kenna se ríe mientras sigue sacando ingredientes del refrigerador.

—¿Oye sabes algo? Tobías me dijo que cuando él y Rihanna empezaron a juntarse más, él temía que le pusieras veneno a su comida—le digo.

En mi mente veo la imagen de un Tobías rechazando educadamente y con mucho miedo a Kenna, mientras que su mente lo aterra pensando en horribles escenarios a causa del desprecio que cree que Kenna siente hacia él.

—¡¿Qué él dijo qué?!—a Kenna se le cae la bolsa de pan al suelo—. ¡Ahora sé por qué siempre me decía que ya había comido en casa!—se agacha—. Bueno, supongo que no importa ya... ahora siempre come cuando yo cocino, e incluso alaba mis platillos.

Kenna simplemente se da la vuelta para seguir cocinando en silencio.

Ella debe estar dandole muchas vueltas al asunto de Tobías. A pesar de que en un inicio para ella Tobías era solo la causa de la muerte de Eric, y que desafió a la naturaleza con el fin de condenarlo a vivir toda su vida como una criatura, ellos dos han estado conviviendo durante meses, se han ayudado mutuamente y ahora incluso forman parte del mismo clan. Es evidente que Kenna está preocupada por él. Me pregunto si se abstendrá de hacer algo al respecto o si intentará ayudarlo a pesar de las advertencias de James. Digo, él incluso nos desintegró las cuerdas vocales.

Sé que siempre ha sido del tipo intenso pero... ¿Tan serio es lo que ocurre con el hermanito de Tobías? Es decir, ¿Qué cosa tan grave podría estar relacionada con un pequeño de 13 años?

No lo sé pero... mi instinto me dice que sólo me resigne a acatar las ordenes de James. Yo, quien siempre hace lo que se le da la gana, y se rebela a cualquier cosa que le moleste... Siento que en verdad debemos obedecer a James esta vez.

Y es justo por ese sentimiento, que sé que este asunto es algo grande. Así que si no podemos ayudar al pequeño Daniel... Lo menos que podemos hacer es apoyar moralmente y estar ahí para su hermano, ¿No es así?

Tobías... Me pregunto si él sabe lo mucho que Kenna y todos los demás se preocupan por él. Tal vez ni siquiera esté al tanto de que James ya lo considera parte del clan.  

Ruidos de pisadas acercandose a la cocina me hacen mirar de reojo hacia la puerta. Sabiendo quienes son las dos personas que estan a punto de cruzar, e imaginando el rostro de quien se asomará primero, tomo el tenedor a mi lado y lo lanzo en esa dirección.

—¡Wow!—Monique lo esquiva sin problemas, pero yo sonrío al ver la mitad del cubierto enterrado en la pared.

Monique, con mala cara, se vuelve hacia el tenedor y luego hacia mí.

—¡Tú en verdad nunca vas a cambiar!—gruñe, entrando a la cocina.

Yo le dedico un guiño, mientras Drew entra detrás de ella tocando el tenedor, para luego mirarme con los ojos muy abiertos.

Arqueo una ceja, observandolo.

Él mira varias veces el cubierto y luego a mí, como dudando o pensando en algo que no se si debo tratar de averiguar o no. De repente parece decidir... Lo que sea que está pensando y luego, saca el tenedor para acercarse a mí y entregarmelo.

—Toma—me dice.

Me quedo mirando el tenedor, anonadada, y luego a él.

Monique, que está recargada sobre una de las encimeras, rompe a reirse sin intenciones de ser educada, mientras que Drew frente a mí sigue extendiendome el cubierto, con sus ojos brillando intensamente.

—Gra...cias...—digo, desconcertada y... Por todos los cielos, ¿Qué rayos acaba de pasar?

Sin entender lo que hace este sujeto, tomo el tenedor y él solo se gira sonriente para luego caminar hacia la ventana.

Monique sigue riéndose, incluso mientras Kenna le pide que se mueva un poco diciendole que necesita más espacio para preparar la lasagna.

—Lo siento, lo siento—se disculpa entre risas, luego suspira y mientras se recarga sobre sus rodillas, eleva la mirada hacia mí—. Oye Adelí, despues de que acabes de "Hablar", es tu turno de hacer guardia, Drew y tú pueden ir juntos.

—De acuerdo...—digo en tono cantado, bajando de un salto y saliendo enseguida de la cocina.

Escucho los pasos apresurados de Drew mientras trata de alcanzarme hasta que finalmente se coloca a mi lado para seguir caminando. Yo lo miro de reojo.

—¿Alguna vez lo has hecho?—le pregunto.

Drew abre los ojos como platos y se detiene por un segundo.

—¿H-Hacer qué?—tartamudea.

—Interrogar a alguien—señalo la puerta al final del pasillo, en donde está la habitación de huespedes, o como me agrada llamarla, "La celda de la loca de Voodo".

—Interrogar, bueno sí...—parpadea repetidas veces, como confundido.

¿Qué le sucede?

No conozco bien a este chico aun, lo ayudé a escapar de la prisión de Emmily sólo con la poca información que había conseguido sobre él, sabía que conocía a Alex y que era aliado de James, y eso me bastó para confiar en que recibirían el mensaje. Ahora, despues de todo por lo que hemos pasado, se podría decir que tal vez considero... creer que es digno de mi confianza.

Aun así, Alex me ha hablado un poco de él...

—Él solía coquetearle a Sarah todo el tiempo, no le importaba si estaba yo cerca, y adora hacerme enojar—fue lo que Alex me dijo, efectivamente, enojado—. Además, es un pervertido.

Pienso un poco en lo que le pregunte hace unos instantes y en su reacción tan extraña, entonces comprendo en lo mal que se pudieron interpretar mis palabras.

—Qué divertido—digo para mis adentros, sintiendo la mirada de Drew—. E interesante.

Generalmente yo siempre lo capto a la primera, pero en estos momentos, mi cabeza esta demasiado ocupada en las formas en las que torturaré a Voodo para que escupa toda la mierda que sabe sobre Emmily.

Al llegar, abro la puerta de golpe y extiendo los brazos, emocionada por recordarle a Voodo que ella es la única que no puede abrir la puerta encantada.

¡Good Morning, Bitch!—grito a todo pulmón

La expresión de Voodo es suficiente para llenar mi batería interna de felicidad, esa mirada de odio en sus ojos dorados y los gruñidos que nadie pudo descifrar debido a la cinta en su boca.

Ella está en serio furiosa, ¿Y cómo no iba a estarlo? Un idiota llamado Alex Pearson la atacó mentalmente y la controló para traicionar a su preciada Salvadora, y luego, el clan del sujeto que la mató en su vida pasada la secuestró.

Y gracias a que soy en verdad alguien confiable en este tipo de casos, me dejaron a cargo de nuestra invitada. Yo por supuesto me intereso por la comodidad de alguien cuando voy a interrogarlo, es por eso que está perfectamente atada al sillón más elegante que encontré en la casa, y utilicé cadenas impregnadas de luz de sol que la adorable Kenna hizo.

—Esto es tan divertido—digo entre risas, arrastrando una silla mientras doy zancadas largas hacia ella.

Drew camina lentamente detrás de mí, mirando todo a su alrededor.

Los ojos de Voodo me siguen todo el tiempo, mientras que yo la miro desde la altura, a la vez que giro mi silla y me siento recargando mis brazos sobre el respaldo.

—¿Me extrañaste?—digo, sonriendole.

Estiro mi mano lentamente y le arranco la cinta con fuerza.

—Perra...—escupe mientras toce.

—Yo lo digo mejor—ladeo la cabeza.

—¿Vienes a torturarme?¿Es una venganza por las torturas por las que pasabas cada día en tu asquerosa celda...?

No la dejo terminar su parloteo, cuando me di cuenta, mi puño ya había impactado en su mejilla.

Hay momentos en los que yo simplemente, no me puedo controlar. Desde que salí de ese lugar había recuperado mi calma y serenidad, es el sentimiento que me envuelve al estar rodeada de estas personas, escuchar las escandalosas voces de Monique y Rihanna habia dejado de ser molesto y ahora, solo me brindan la sensación de que me encuentro en un lugar seguro.

Yo sé que he cambiado, no... no es así, son mis intereses los que han cambiado, ahora yo sé qué es lo que debo proteger, aquello por lo que luchar, una razon para controlarme y no ceder ante nadie.

Pero a veces... Solo a veces, recuerdo que soy un monton de mitos y rumores acerca de la hija del gran Robert Mathews que está completamente desquiciada... y sin querer, los vuelvo realidad ante aquellos que representan una molestia para mí.

Voodo sigue con la cabeza agachada por el golpe que le di, y su cabello rubio se mueve cuando ella empieza a reír.

—Me gusta vengarme, pero debo establecer prioridades—le digo.

Bueno, debo admitir que aunque sigo trabajando en mi autocontrol, soy bastante prudente cuando quiero. Por ejemplo, yo de verdad quiero torturar a esta bruja, pero por ahora es más importante sacar toda la información necesaria de su mente.

Dicho esto, siento acercarse a la presencia de la única condenada que me agrada, y a su lado por supuesto, el causante de todas las desgracias de Voodo.

—A Elízabeth no le tomará mucho tiempo entrar a su mente, a pesar de que está llena de pecados y sufrimiento ajeno—habla James al entrar a la habitación.

—¡Pudrete!

—Voy a entrar—dice Elízabeth, colocandose a sus espaldas y cerrando los ojos.

Voodo pasea la mirada de James a mí y viceversa.

—Creí que Adelí Mathews era una rebelde solitaria que no seguía a nadie, y ahora eres un perro lamiendole los zapatos a James Black—me escupe.

—Lamer los zapatos como un perro es la situación que tienes con tu estúpida salvadora, además, la mayoría de los condenados siguen a Emmily porque no tienen otra opción—habla Elízabeth—. No lo compares con seguir a alguien fuerte que quiere usar su poder para proteger.

—Es verdad —le digo—. Para mí, la única figura de autoridad que existe es este tipo—señalo a James—. Pero eso no significa que vaya a ser obediente todo el tiempo.

—Me basta con tener tu lealtad—dice James.

Escucho como rechinan los dientes de Voodo al tratar de contener el enojo. Luego de eso, mira de reojo a Elízabeth.

—Si crees que sé cuál es la forma de matar a Emmily, entonces mejor deja de buscar—dice—. Ella no se lo dijo a nadie.

—Eso tiene sentido, pero por alguna razón no te creo—le responde con sarcasmo.

Voodo pone los ojos en blanco.

—Bueno, esto es importante...—murmura Elízabeth.

—¿Qué ocurre?—le pregunto.

—La Cueva del Vamperus, la que Monique abrió hace año y medio, actualmente esta protegida por Tsalia.

—¿Protegida?

—Tsalia y sus brujas han puesto una enorme muralla alrededor, por supuesto esta hechizada y toda la zona es rociada con antihumanos las 24 horas—sigue explicando—. No puedo saber lo que hay dentro de la muralla, al parecer Voodo nunca ha estado ahí.

—Por el antihumanos, entonces allí solo debe haber brujas—digo.

—Eso parece mucho esfuerzo de su parte—empieza a decir James—. Las cuevas de vamperus no pueden cerrarse y no tiene sentido intentar destruirlas ya que el vamperus seguirá saliendo, por lo que a Emmily no le quedó más opción que poner a la bruja más poderosa a vigilar la zona.

—¿Entonces podemos comprobar que nuestra teoría es cierta?—digo.

—Robert Mathews tiene una guarida con su antiguo ejercito de hechiceros condenados, aunque él sí tiene vampiros—continúa Elízabeth—. El escondite está del otro lado del bosque, y luce como la casa que tenían en la alcaldía.

—Ese hombre siempre ha sido vanidoso—pongo los ojos en blanco—. Y no sabe seguir adelante, vive apegado al pasado.

—Tengo la ubicación—hace una mueca—. Pero Voodo dijo la verdad, Emmily no le reveló la forma de matar a los condenados.

—¡Es por que no la hay!—grita ella.

—Acabas de mentir, tu sí que crees que hay una forma de asesinar a un condenado—Elízabeth abre los ojos para mirarla—. Y eso te asusta.

—¿En serio quieren pelear contra Emmily?

Esta es la primera vez que escucho a Voodo hablar con... seriedad.

—No tenemos otra opción, no podemos permitir que Emmily acabe con...—Elízabeth hace una pausa—. Todo.

—¿Saben como matarla?

—No lo sabemos—me inclino hacia ella—. Pero lo vamos a descubrir.

—Y si llegaran a matarla...—traga saliva con dificultad—. ¿Qué pasaría con los condenados?

—Van a desaparecer, ¡Pufff!—exclamo.

Me río un poco de ella, es como si hasta ahora cayera en cuenta de que cayó en manos de su enemigo.

—No pueden matarla—las comisuras de sus labios tiemblan un poco, esto esta empezando a resultarle divertido otra vez—. Es imposible.

—¿Entonces sí te asusta morir?—inquiero—. Con esta ya sería la tercera vez que vives, ¿No estás siendo codiciosa?

—Y no es como si no lo merecieras—dice Elízabeth—. Te mereces cada muerte que pueda ocurrirte.

—La razón por la que te maté hace años—habla ahora James—. Fue porque te dedicabas a secuestrar criaturas y las obligabas a luchar entre si en un coliseo, entregandoles humanos como premios.

—Vidas inocentes arruinadas y masacradas—gruñe Elízabeth—. Eres un monstruo.

—Claro que lo soy—se ríe—. Todos lo somos...

La suave risa de Voodo vuelve a hacer eco en la habitación.

—Humanos y criaturas, eso no importa—sonríe—. Al final, este mundo está lleno de monstruos.

*~*~*

Salgo de la casa junto a Drew para tomar nuestro turno como guardias. Con él caminando detras de mí, siempre tomando una extraña distancia.

Lo miro de reojo. Él está mirando hacia todos lados, sacando las manos de los bolsillos de sus pantalones solo para tocar las flores de los arbustos. No me mira ni luce asustado, pero aun así, nunca acelera el paso ni se le ven intenciones de acercarse a mí. Parece más bien como que está siendo... ¿Educado?

—Extraño—murmuro.

—¿Viste algo?—me pregunta inquieto.

Desvío la mirada.

—El clima en Mellow Ville siempre es extraño—digo.

¿Por qué no se lo digo directamente? Bueno, este chico me resulta bastante... Complicado, quisiera descifrar su comportamiento y seguir viendo sus reacciones fuera de lugar.

Cruzo el extenso jardín y el sendero que guía hasta la entrada, y cuando llegamos al portón principal de la mansión, me subo al muro de un salto para mirar a los alrededores.

Drew sube después, y yo comienzo a caminar tranquilamente por encima del muro, como si este fuera una especie de cuerda floja.

—Los de tu clan... ¿Qué dijeron al ver que regresaste?—le pregunto, por alguna razon, este chico parece bastante hiperactivo.

—Bueno, ya que no es seguro que yo vaya con ellos cuando Emmily podría venir por mí en cualquier momento, sólo tuvimos una videollamada—me dice—. Gracias a James, han estado ocultos en una guarida que Kenna creó.

—Te preocupas mucho por ellos.

—Por supuesto, yo moriría por ellos... Pero no puedo hacerlo si mi muerte es la que los condena, ¿Cierto?—se rasca la nuca—. Aun así, no tienes idea de lo mucho que pensé en ellos, me alivia tanto saber que se encuentran bien—aprieta los labios—. Yo definitivamente pelearé al lado de James Black, y de todos ustedes.

—Hmmm—lo miro de reojo—. Es bueno saberlo.

Miro los tatuajes que se extienden por sus brazos, deben ser obra de alguna bruja o hechicero, al igual que los aretes y el piercing en su ceja.

—¿Desde cuando?—le pregunto.

—¿Cómo?

—Tus perforaciones—señalo mis orejas—. ¿Las tienes desde que eras un humano?

—Sí...—por alguna razon, parece apenado al responder—. Cuando mi hermana tenía quince años, ella... Quería hacerse un piercing pero mis padres... Eran muy reservados.

Hmm, ¿Así que tiene algo que ver con Atria? Me pregunto si fue mala idea preguntar...

Drew sigue vigilando mientras camina por detrás de mí, manteniendo su distancia, concentrado en sus palabras y en lo que sus ojos puedan captar.

—Ellos se negaron, así que ella intentó convencerlos de que le dieran permiso de hacerse el piercing cuando cumpliera los dieciocho años—sigue explicando—. Su reacción fue aún peor, la insultaron, diciendole que luciría como una criminal o una chica que había escapado de casa.

—Qué tontería—bramo.

—¿Verdad?—suelta una risita—. Ellos incluso la castigaron, le prohibieron salir de casa y ver a sus amigos.

—¿Todo ese escándalo por una perforación?

—Mis padres siempre la habían visto como una chica amable y obediente, con buenas notas y una asistencia perfecta—dice—. Así que mi hermana se sintió mal, no por que no le dieran permiso de hacerse la perforacion si no porque... Despues de haber sido la mejor hija que ellos pudieron tener, se sintieron decepcionados e incluso avergonzados por que ella trató de hacer algo que no se esperaban.

—¿Y tú qué hiciste entonces?—me vuelvo hacia él, caminando de espaldas.

—Bueno yo...—aprieta los labios—. En ese entonces yo estaba en la universidad y... era el mejor en mi generacion.

—Eras un chico estudioso—arqueo una ceja.

—Sí...—sonríe—. Pero también uno bastante impulsivo y fácil de provocar.

—Oh no.

—Despues de ver a mi hermana tan triste, y a mis padres comportandose como si los hubiera traicionado de la manera mas despreciable, yo no pude evitar enfadarme—dice—. Así que al día siguiente tuve mi primera inasistencia a clases y llegué a casa a las tres de la mañana, con tres tatuajes, un arete y un piercing en la ceja.

—Mierda, de verdad estás demente—lo miro anonadada.

—Los tatuajes se desvanecieron cuando me convertí en vampiro, así que le pagué a una bruja para que me hiciera unos nuevos—extiende sus brazos.

—Tu hermana y tú—me detengo—. En serio eran unidos.

Él justo ahora está mirandome directamente a los ojos, por primera vez en todo el rato, sin embargo, su mirada está totalmente perdida.

—Sí—dice, casi como si no estuviera consciente—. Lo eramos... yo siempre...traté de hacerla feliz.

Su mirada... A pesar de que se que su mente esta en otro lugar, tener ese par de ojos puestos sobre ti se siente... extraño.

—Después de lo que sucedió, al menos ahora sabes que a ella también le importas—miro en otra dirección—. Aunque de la manera incorrecta.

—Es por eso que no puedo traerla de vuelta, no dejaré que Emmily consiga que me sacrifique—continúa—. Pero...

Lo siento acercarse y eso me obliga a volver a mirarlo, y esta vez, sus ojos sí que estan concentrados en mí. Puedo ver mi reflejo en ambos, parecen serios y determinados.

Es raro que alguien me mire de esa manera.

—Hay una cosas que no he podido decir en voz alta—dice, dubitativo—. Tengo miedo de que me malinterpreten, o que crean que puedo traicionarlos... Pero yo jamas los traicionaré, lo juro por mi vida.

—¿Qué pasa?—inquiero—. Parece que eso que no has dicho en voz alta te estás haciendo bastante daño.

Y si es algo que me hace dudar de tu lealtad hacia nosotros, entonces cometiste el peor error de tu vida al decirmelo a mí.

—Sé que la guerra contra el ejercito de Emmily es inevitable, pero yo no creo poder ser capaz de...—rechina los dientes—. No creo ser capaz...—cierra los ojos—. No puedo matar a Atria.

Ah, así que era eso.

Los ojos de Drew se abren de par en par en cuanto lo dice, mientras respira agitadamente.

—Bueno eso... creo que ya todos lo sabíamos—le digo.

—¿En verdad?—chilla.

—Sí, es que... no es extraño que pienses eso, despues de todo ella sigue siendo tu hermana pequeña, ¿No es así?

—Pero entonces, tu padre...

—¡A ese hombre ni siquiera se le pude considerar humano, es un monstruo¡—rio secamente, cruzandome de brazos—. ¡Mira, él no tiene alma y carece de sentimientos!

—E-Entiendo...

—Pero tu hermana y tú se querían, así que es comprensible que te sientas de esa manera.

Además, si tú no puedes matarla simplemente seré yo quien acabe con ella...

—Es que yo...—él agacha la mirada—. Atria tiene razón.

Lo miro, expectante.

—Yo no quiero... En serio no quiero...—sus labios tiemblan mientras habla—. No quiero verla morir de nuevo—suelta—. No podría soportarlo, por favor yo... desde que supe que ella habia regresado no tienes idea de cuantas veces le he pedido a Dios no verla morir otra vez, no me interesa si está de mi lado o el de Emmily, no quiero ver esa imagen de nuevo.

No digo nada. Solo observo su batalla interna y personal, como talla sus ojos para asegurarse de que no salga ninguna lágrima.

—Entiendo—murmuro—. Ya entiendo.

Drew no dice nada, pero tampoco vuelve a mostrarse vulnerable, o al menos, se nota que intenta no hacerlo. En realidad luce como si con el mas minimo empujon fuera a caerse del muro.

Es admirable que a pesar de todo siga tratando de mantenerse fuerte.

—¿Sabes algo? Aunque odie a mi padre y no este dispuesta a sacrificarme por él—empiezo a decir—. En realidad si hay una persona por la que quisiera sacrificarme.

—Te refieres a...

Ambos dejamos de caminar de golpe, y nos quedamos inmóviles.

—Drew.

—Lo sé, también los siento.

Así que despues de todo, si vino a atacarnos de frente.

—Sarah, Alex, Dalia y Elízabeth están leyendonos la mente justo ahora así que ya estan todos alerta.

—¿Regresamos a la mansión?

—Sí...

Ocurrió de la nada.

En un instante, el bosque que estaba en calma y sin amenaza alguna de pronto se colmó de todas esas abrumadoras presencias de condenados. Como si hubiesen salido de la nada, algo que debe ser obra de Emmily o alguna maldita bruja de su bando.

—Estos sujetos deben ser una distracción, Emmily irá directo a Sarah y los demás, así que no podemos dejar que estos pasen.

—Entonces...

—Tú regresa y ayudalos, yo me quedaré aquí.

—¡¿Qué estas diciendo? No voy a dejarte sola!

—¿Hmm?

Pisadas rápidas, condenados corriendo por el bosque, rodeando todo el terreno de la mansión. Cuento cada repulsiva presencia en mi cabeza y cuando dejo de mirar a Drew, la mirada de uno de los condenados se estanca en mí.

—¿Sólo doscientos? ¿Acaso Emmily se quedó sin personal?

Después de que digo esto, todo el terreno del bosque que los condenados pisan se cubre de mis llamas. Ardientes y brillantes llamas de fuego que envuelven a todos los condenados, sin quemar un solo centímetro de la naturaleza y convirtiendo en cenizas los cuerpos de quienes la pisan.

Sonrío mientras tanto, viendo el bosque iluminado en rojo por mi fuego.

—Drew.

Este pega un brinco cuando me vuelvo hacia él.

—¿S-Sí?—titubea, asustado.

—Puedo encargarme, ve a ayudar a los demás—le digo.

—Yo...

Juro que si se niega otra vez, lo arrojaré a las llamas.

Sé que puedes con todos ellos—dice, desesperado—. Pero aún así, no quiero dejarte aquí sola.

Bueno, yo se lo adverti. No lo dije en voz alta pero, fue una advertencia mental.

Me acerco a él y de un empujón, Drew cae de espaldas hacia el fuego. Lo miro caer lentamente, sus ojos abriendose de par en par al igual que su boca, a la vez que una de sus manos se extiende hacia mí, tratando de alcanzarme, pero yo no muevo ni un músculo.

Y cuando las llamas están por tocar su espalda, extingo el fuego en un radio de un metro, lo que le da el espacio suficiente para que él caiga sobre la nieve.

—¡Tú!—grita, con la respiración agitada.

Sí, eso lo asustó jodidamente.

—No me gusta que me lleven la contraria, nunca doy ordenes sólo porque sí, siempre tienen un objetivo.

—¡Adelí!—exclama.

—Ahora tal vez creas que soy peligrosa, no lo voy a negar, solo ten cuidado cuando converses conmigo, eso es todo...

—¡No, Adelí, mira detras de ti!—grita de nuevo.

Rapidamente, me giro sobre mi eje para saber a lo que se refiere.

—Vaya, por qué no me sorprende—digo.

Translucida pero con los colores brillando y cambiando por la luz del día, se puede notar un domo que cubre la mansión entera de los Pearson. Nada más y nada menos que una maldita barrera mágica hecha por alguna bruja u hechicero.

Ah...Ja, Ja...—empiezo a reirme, tocando mi estomago—. A Emmily le fascina...¡Provocarme y hacerme enfadar!—grito con fuerza.

—¡Adelí!—Drew aterriza de nuevo sobre el muro, colocándose a mi lado—. No podemos entrar, además...

Miro de reojo hacia mi fuego, notando como se debilita poco a poco.

—Ya rociaron antihumanos, sucios cobardes—me dejo caer, sentandome sobre el muro—. Lo hacen para detener a toda costa el don de James.

—¿Crees que Emmily le teme al don de James?

—Hmmm—ladeo la cabeza.

El fuego se esta extinguiendo y mis manos se sienten vacías, es esta sensación horrible y de desolación que me invade cada vez que soy incapaz de utilizar mi poder.

—Bien, aceptaré tu ayuda para luchar contra los condenados, sólo porque son molestos—digo.

—¡Esta bien!

Me vuelvo hacia los condenados, viendo que algunos pocos han logrado cruzar el bosque. Emmily ella... en serio vendrá, ella quiere que Sarah se sacrifique por ella o... que alguien que ella aprecia muera.

"Yo no quiero verla morir de nuevo" La expresión de Drew en cuanto dijo aquello, estaba llena de dolor.

Es lo que Emmily hace, causa dolor y destruye lo que eres.

Ella me destruyó a mí y ahora quiere destruirlos a ellos, y a todo el mundo de paso.

"¿Por qué Emmily?" cuando Sarah dijo eso... tambien estaba sufriendo.

Ella tampoco ha dicho nada, no ha dicho si es capaz o no de matar a Emmily.

¿Emmily seguira destruyendolo todo hasta que Sarah tenga que acabar con su hermana?

¿Y eso en qué convertira a Sarah? Ella quedará destrozada, jamas se lo perdonará.

—Emmily Cooper—digo, firmemente—. Yo en serio... Juro que voy a acabar contigo.

Continuará...

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¿Alguien aquí shipea a Drew con Adelí?

Este capítulo iba a ser mas largo pero tuve que dividirlo en dos debido a que terminé hacuendolo de más de 9000 palabras 🤭

Les deseo que tengan una excelente semana y si gustan, siganme en mis redes, a partir de estos dias empezaré a estar mas activa en ellas, sobre todo en tiktok:)

Recuerden que por ahora solo tengo de redes sociales:

Instagram: Bat_Stilinski
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Tiktok: bat_stilinski

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Capítulo 68:
"El último sacrificio"

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