Capítulo 66: El día en que inicia

Con este capítulo se marca el inicio de algo oscuro...
Algo que habita entre las Sombras...

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Capítulo 66
"El día en que inicia"

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Sarah Cooper:

Desde que era pequeña, en mi mente rondaban dibujos que mi imaginación infantil creaba por sí misma, con tal de darse una idea acerca de los extraños seres que describía mi atesorado libro: "R".

En ese entonces, se suponía que era sólo un cuento, algo que consideraba una reliquia familiar debido a que era el único recuerdo que me quedaba de mi hermana menor. 

Sí, se suponía que era sólo un cuento.

Vampiros, hechiceros, Vookers, brujas, sirenas... Eran las criaturas a las que yo ignoraba después de decidir que todas ellas eran falsas. Era incluso divertido, había mucha información y dibujos sobre todas ellas.

Excepto sobre una.

Todavía recuerdo la sensación de miedo y rechazo que sentí al leer la escasa información acerca de una peligrosa y mítica criatura llamada... "Sombra".

¿Qué es lo que hay que saber sobre las sombras?

Si me hicieran esa pregunta, creo que yo respondería:

Son peligrosas, terroríficas, reza a Dios porque nunca te topes con una.

—¿Por qué?

—No se sabe.

—¿Existen?

—¿Sí?

—¿Conoces a alguien que haya visto a una Sombra?

—No.

¿Y por qué crees que es así?

Probablemente, esa sería la conversación que James me daría si pudiera preguntarle algo.

¿Cuál es la criatura más peligrosa de todas?

El líder de mi clan respondió esa pregunta señalando al extraño que se había aparecido de la nada ante nosotros.

Una Sombra—dijo, pero hubo algo en esas dos simples palabras que me hizo temblar. No sé si fue por la manera en que lo dijo, fría y a la vez, como si en realidad no quisiera decirlo en voz alta, o si fue porque oírlo, transformó esa pesadilla infantil en algo completamente real.

Es curioso que al ser pequeño, todos los monstruos eran sólo pura fantasía que superaba con algún juego o un buen momento... Pero nada ni nadie puede quitarle los recuerdos y temores a una persona adulta cuando ve esos monstruos en carne propia.

¿Quién tendría más miedo, mi yo pequeña o mi yo de ahora?

—¿Una sombra? —murmura Tobías, mirando al sujeto con los ojos muy abiertos—. ¿Cómo?

—Tobías, abstente de preguntar lo que no es necesario—lo interrumpe James.

—¿Que no es necesario? —le grita—. ¡¿Qué demonios está pasando, James?!

James ni siquiera lo está mirando, sus ojos amarillos están fijos en el hombre envuelto en oscuridad.

—Tendremos una charla justo ahora—dijo James, y enseguida, una sonrisa apareció en el pálido rostro de aquel hombre, una sonrisa escalofriante que no dio ninguna buena señal—. Pero antes que nada espero que comprendas que debo tomar precauciones con mis chicos—se vuelve hacia nosotros—. Espero que entiendan.

—James...

—Sarah—me vuelve a interrumpir—. Primero irás tú...

Veo una sonrisa tranquila en su rostro, y con eso, siento un nudo en mi garganta que se convierte en un mero hueco.

¿Qué mierda?

Trato de hablarle de nuevo, sin embargo, no puedo emitir palabra alguna.

Él acaba de desintegrar mis cuerdas vocales.

—Luego los demás.

Enseguida de eso todos llevan sus manos a sus gargantas, atónitos y e imersos en este ambiente de confusión.

—Pero no puedo hacerle eso a Pryscilla, o va a ocasionar problemas—se vuelve hacia la rubia.

—¡No te atrevas a atacarme con tu poder de mierda, hijo de perra!—le gruñe ella, retrocediendo abrazada de su novio, que la mira preocupado.

—Tenemos que confiar en James esta vez—le dice Scord, tratando de convencerla.

—No entiendo nada de esto, es una mierda y quiero saber que pasa—replica.

—No puedes—espeta James—. Ninguno puede...—le echa una mirada a Tobías—. Bueno, tú tal vez puedas.

—Pryscilla, sabes que James jamás nos lastimaría—sigue diciendole Scord, sosteniendo su rostro con ambas manos—. Debe tener una buena razón para esto.

—Pero...

—Pryscilla—James esboza una amable sonrisa—. Por favor, esto puede sonar como una orden de tu capitán, pero se trata más bien una súplica...—su sonrisa se tuerce—. Yo no quiero que nada malo le suceda a ninguno de ustedes.

¿Que nada malo nos suceda?

Está diciendo que si hablamos o preguntamos sobre algo, ¿Ese sujeto aterrador nos va a lastimar? Pero de ser así, James ha hecho pagar a todos los que nos han lastimado, sin embargo justo ahora él no parece nada dispuesto a enfrentarse al desconocido.

Esto es mucho más grave de lo que pude imaginar.

Pryscilla se le queda mirando a James por unos segundos, hasta que finalmente se apoya en el pecho de su novio, aferrándose a él.

—Está bien—murmura contra la tela de la camiseta de Scord.

James suspira, demasiado aliviado y se vuelve hacia Kenna.

—Necesito que por favor pongas un hechizo sobre Pryscilla que la haga dormir—le pide con suavidad —. No quiero arriesgarme a que pierda el control, ella podría atacar a nuestro...—mira de reojo al hombre—. Invitado.

Kenna en todo el rato no había dejado de mirar al sujeto sombrío con la cara en blanco, pero aún así parecío esforzarse en concentrarse y cumplir el pedido de James. Después de acariciar cuidadosamente la cabeza de Pryscilla, esta se deja caer somnolienta sobre los brazos de Scord, quien luego la carga cuando ella finalmente queda inconsciente.

—De acuerdo, ya estamos listos—dice James—. Elízabeth, ven a mi lado por favor.

Elízabeth había permanecido en silencio todo el rato, observando desde la entrada de la sala, con los brazos cruzados por debajo de su pecho. Ella le dedicó una mirada suspicaz al extraño y luego se colocó junto al original.

¿No tomarás las mismas precauciones con tu amada?

Hubo un sonido agudo y vibrante en mis oídos cuando lo oí hablar por primera vez, no pude gritar sin voz, pero definitivamente perdi fuerza en mis piernas. Fue peor que ser atacado por el don de Pryscilla, aunque solo dolió por unos segundos, cuando terminó de hablar pude notar lo grave y oscura que sonaba su voz. Ni siquiera pareció hablar, fue como si las palabras se hubieran escuchado dentro de mi cabeza.

—Elízabeth también está ligeramente involucrada en esto, aunque no puede entrometerse más, está bien si habla—contesta James, firme.

Tú has decidido tomar el riesgo—vuelve a hablar el hombre—. Sabes qué puedes decir y qué no puedes decir frente a tu clan.

Incluso nos conoce, ¿Quién es esta persona? ¿Siquiera puede clasificarse como humano?

—Escuchen bien lo que les diré ahora, porque no volveré a repetirlo en mucho tiempo—demanda James—. Las Sombras son reales, ahora mismo este hombre es una Sombra, y seguramente se preguntan por qué está aquí.

Sabía que intervendrías en cualquier momento y yo tendría que aparecer, eres un ser tan molestodice la Sombra.

—Lo que quisiste decir en realidad es que tú sabías que yo iba a descubrirlo.

La sonrisa del hombre se ensancha aún más, y tentáculos de sombras en la pared se alzan a nuestro alrededor, llenando las paredes de la sala.

—Verán, lo que pueden saber es que Las Sombras representan el equilibrio de todo lo existente—explica James—. Como por ejemplo, el equilibrio entre la mentira y la verdad, y sobre también... Entre la vida y la muerte.

«Las sombras tienen su propio mundo, el cual esta prohibido para los humanos y las demás criaturas. Alguien que no es parte del Mundo de las Sombras no puede saber nada, ni entrometerse en él o de lo contrario...sufrirá consecuencias inimaginables»

Cada palabra queda grabada en mi mente como si fuera el mismísimo testamento de James Black. Sus gestos y su tono al hablar demuestran que esto no es algo que tomarse a la ligera, esta es una de las pocas veces en que James Black parece desesperado en hacernos entender algo, como si quisiera inyectarnos sus palabras en nuestro sistema.

—Hace casi mil años, yo prometí no volver a involucrarme con ustedes—dice James.

Lo hiciste...James Black.

—Pero entonces apareció Emmily—me mira por un segundo para luego volverse de nuevo hacia la Sombra—. Una criatura cuya especie es desconocida, que durante los últimos años estuvo arrastrando almas a un mundo que ella misma creo en el cual los vuelve inmortales—da un paso al frente—. Los vampiros somos producto de una mezcla genética de todas las criaturas existente, sé que la Sombra que le ayudó a Rupert Stinks a crearnos le dio apenas una minúscula parte de su poder...

«Es por eso que los vampiros no podemos morir y que vamos al infierno cuando morimos, todo por esa pequeñísima parte genética que tenemos de ustedes, pero es demasiado minúscula así que seguimos siendo completamente diferentes y ajenos a ustedes».

Jamás nos compares con criaturas inferiores como los vampiros.

—Es cierto, si hablamos de la cadena alimenticia ustedes están hasta la cima—James se encoge de hombros—. Pero eso no es lo que importa ahora, sabes que no me he Involucrado para esto.

Entonces ya te diste cuenta.

—Por supuesto, hay una mujer por ahí que amenaza a la humanidad entera, y que ha estado desviando a criaturas del infierno, destruyendo la ley natural... Y aquellos que se encargan de mantener el equilibrio entre todo lo existente No han hecho nada al respecto —ladea la cabeza—. Entonces comencé a cuestionarme por qué... Hasta que solo pude llegar a una conclusión—agacha la cabeza—. No pueden hacerlo.

Qué las Sombras... Las criaturas más poderosas de todas ¿No pueden enfrentarse a Emmily? ¿Es eso lo que James trata de decirnos?

—No es lo que estás pensando, Sarah—habla Elízabeth—. Es cierto que el poder de Emmily es grande y desconocido pero... No es que tenga arrinconadas a las Sombras o sea mas poderosa que ellas, para nada.

—Así que...—James da otro paso al frente—. ¿En dónde están las Sombras?

Todas las sombras han sido obligadas a ir a donde pertenecen—suelta una risa espectral—. Están en el infierno.

James no parece obtener alivio con esa respuesta, sino todo lo contrario.

—¿Qué? —parpadea, anonadado—. ¿Todas?

Los sacrificios y las almas de los condenados que regresan al plano terrenal necesitan de su equilibrio, así que en su lugar las Sombras hemos sido confinadas al inframundo.

—¿Todas ellas?

La Sombra asiente.

—Entonces todas las sombras estan encerradas en el infierno ahora mismo.

La única forma de salir es eliminando a quien rompe el equilibrio, es decir "Emmily Cooper".

—O sea que ustedes quedarán atrapadas ahí si no hallamos la forma de matar a Emmily—James suena desesperado.

—No es así, Monique—interviene Elízabeth de nuevo.

Mi prima tiene una ceja arqueada, y esta de brazos cruzados mirando a la Sombra con incredulidad.

—Monique piensa "¿No se supone que son las criaturas más peligrosas y poderosas de todas y están encerradas en el infierno por culpa de una chica con problemas familiares?" —dice Elízabeth, a lo que Monique asiente repetidas veces con la cabeza.

—No se equivoquen, chicos—brama James—. El hecho de que estén en el infierno no las perjudica en lo absoluto, las Sombras no necesitan nuestra ayuda, tampoco les importa estar ahí ahora mismo.

¿Qué quiere decir con eso? ¿Están encerradas, pero sigue sin ser un problema para ellas?

—El problema de que estén en el infierno no afecta a las Sombras, sino a todo el resto de seres vivos, criaturas y humanos—espeta James—. Verán... El poder oscuro de las sombras proviene del infierno, si una Sombra permanece en él, su poder aumentará pero sobre todo... Su oscuridad—levanta su puño—. Si tomas un globo y lo llenas con agua, pero jamás la detienes, este se llenará y estirará porque está hecho de un material flexible, pero cada vez tendrá más agua y llegará un punto en el que no resistirá y entonces... El globo va a explotar y derramar toda el agua contenida...

«Las Sombras ahora mismo están en el inframundo consumiendo toda esa oscuridad, y seguirán alimentándose de ella si no logramos detenerla. Todas las criaturas buenas morirán y en cambio las malvadas volverán a la vida, pero incluso si Emmily tiene éxito y logra su plan, con el paso del tiempo, cuando la oscuridad de las Sombras sea incontenible, estas saldrán al plano terrenal completamente fuera de control y acabarán con todo a su paso, llenarán todo el mundo de oscuridad y lo harán hasta que estén satisfechas. Luego de eso, las sombras seguirán viviendo como siempre lo han hecho, sin inmutarse de lo que le hayan hecho al mundo».

James lleva su puño a su boca, sumido en sus palabras.

—No sé si Emmily es consciente de esto, o si lo sabe y no le interesa, pero no importa qué tan poderosa sea, las Sombras acabarán con ella en un parpadeo—dice—. Todo, incluso su reinado del mal, estará perdido.

—Por eso, debemos detenerla a cualquier costo—dice Elízabeth—. Este es problema nuestro, nosotros sufriremos las consecuencias, como pueden darse cuenta al ver al hombre de aquí, a las Sombras no les interesa lo que nos suceda.

Pude confirmar sus palabras, al escuchar una risita espectral.

Después de todo, si la bondad muere y la maldad revive, que nosotros acabemos con todo de nuevo seguirá siendo una forma de mantener equilibrio.

—Es verdad, a pesar de todo, ustedes sólo están cumpliendo con su papel.

¿Cómo es que James puede decir eso tan tranquilo? No siente ni siquiera un poco de rencor hacia este sujeto. Es como si James entendiera a las sombras mejor que nadie.

Además, dijo que todas estaban en el infierno ahora, ¿Pero entonces cómo es que este hombre está aquí?

—No sé si eso pueda ser respondido—habla Elízabeth de pronto.

—¿Qué pasó? —inquiere James, tocandole el hombro suavemente.

—Sarah quiere saber cómo es posible que él esté aquí si se supone que las Sombras están encerradas.

—¿Podemos saber eso? —le pregunta James a la Sombra.

Es cierto, todas las Sombras sin excepción están en el infierno—dice—. Incluso yo, ahora mismo solo soy un espectro, algo intangible que se ha aparecido para esta charla, mi verdadera forma está ardiendo en las llamas de lo más profundo.

—Entonces la razón por la que estás en forma de espectro es...—dice James, mientras se vuelve hacia Tobías.

—¿Qué sucede? —le pregunta.

Sin responder esa pregunta, los ojos de James bajaron hasta enfocarse en el niño de 13 años en brazos de Tobías. Su pequeño hermano menor, al que James dejó inconsciente.

—¿Daniel?—inquiere Tobías, exasperado—. ¿De qué estás hablando? ¿¡A qué te refieres con que la razón por la que esa cosa está aquí es por Daniel!?

—Tobías...

—¡Dime qué está pasando ahora mismo! —las lágrimas comienzan a salir de sus ojos—. ¿Qué ocurre con Daniel? —jadea—. ¿Por qué lo dejaste inconsciente?

—De otra forma él no hubiese aparecido.

—¿Cómo?

—Ya te lo dije, es necesario que alguien esté involucrado con el Mundo de las Sombras para tener contacto con alguna.

—¡¿Y por qué hacerle eso a mi hermano te involucraría?! —brama.

—Porque si me metía con tu hermano, él definitivamente iba a aparecer para hacerme pagar por ello.

—Pero por qué...—puedo escuchar el corazón de Tobías latir con fuerza—. ¿Por qué esta cosa vendría si te metes con mi hermano? Tú dijiste...—solloza descontroladamente—. Dijiste que sólo aquellos que forman parte del Mundo de las Sombras pueden...

Las palabras quedan en el aire sin ser dichas, y Tobías palidece.

—¿Ya lo has entendido? —dice James, apretando los labios.

Tobías no responde, sólo mira a la nada con ojos llorosos.

—Tu hermano es...

Suficiente —interviene la Sombra, interrumpiéndolo por primera vez—. No puedes decirlo en frente de estas personas.

A pesar de que no lo estoy mirando a los ojos, puedo sentir como si me mirara, y eso me da escalofríos.

—Ustedes las sombras, me deben un favor—dice James.

¿Así que después de mil años, quieres obtener ese favor?

—Quiero que le digan a Tobías Gregory acerca de su hermano—lo señala James—. Explicale la situación de Daniel.

¿Estás seguro de eso? No servirá de nada que lo sepa...

Es tu decisión, Tobías—lo mira James—. Aun cuando te diga todo, no podrás hacer nada al respecto, no hay manera de evitar nada ni de intervenir, conocer la verdad solo te hará sufrir y tendrás que aprender a vivir con la pena.

—¿S-Saber la verdad? —Tobías titubea, para luego bajar la mirada hacia el rostro dormido de Daniel—. ¿Dices que mi hermano menor está en problemas y que yo no podré hacer nada para ayudarlo?

—En verdad lo siento.

La expresión de James es... demasiado triste, compasiva y sus ojos miran a Tobías con pena, mientras este se aferra al cuerpo de su hermano pequeño.

—Sí quieres saber la verdad, pero después de que te la digan crees no poder soportar vivir con ello, puedo pedirle a Kenna que borre tu mente—prosigue James—. Pero no podrás volver a recuperar esos recuerdos porque ya no estarás involucrado en esta situación.

Un nudo aparece en mi garganta, incapaz de poder decirle algo a Tobías o tan siquiera estar a su lado. Sin embargo... James, Elízabeth y la Sombra lo miran expectantes, esperando a que Tobías tome la decisión que tal vez... Sea la más importante y peligrosa que alguna vez vaya a hacer.

—Está bien, no necesito olvidar nada, no quiero hacerlo—dice, mirando a su hermano—. Dejé a Daniel completamente solo, todo por mi egoísmo y mis problemas, y él estuvo preocupándose y llorando por mí todos estos meses—su voz tiembla, sus manos acarician el cabello de Daniel—. Así que aunque no pueda ayudarlo o involucrarme, quiero saberlo, quiero sufrir si él lo hace, no pienso dejarlo solo de nuevo, nunca más.

James se gira hacia la Sombra.

—De acuerdo, ya escuchaste su decisión—le dice—. Los llevaré a ti y a Tobías a la biblioteca ya que está insonorizada, los demás deben aguardar aquí.

Todos asentimos con la cabeza, aunque yo distraídamente, ya que no puedo dejar de mirar a Tobías, que abraza a su hermano sin poder dejar de llorar.

Me distraigo entonces, al ver a Rihanna mirándolos también, torciendo sus manos con preocupación.

Supongo, que ella ya había visto llorar a Tobías antes.

—Quiero preguntar otra cosa—dice James, dirigiéndose a la sombra—. ¿Cuánto tiempo lleva ese sujeto en el infierno?

La manera en que dijo "Ese sujeto" fue desconcertante, hizo una mueca de desagrado y las palabras salieron de su boca como si fueran puras groserías.

¿Quieres verlo? —preguntó la sombra, pero hubo un extraño sarcasmo en su voz fantasmagórica.

—Que se joda—replica James—. Pero no puedo fingir que no es un problema si ese tipo se queda mucho tiempo ahí encerrado.

—¿Te refieres a esa persona?—pregunta Elízabeth, haciendo énfasis.

¿De quién está hablando ahora? ¿Quién es "Esa persona"?

Si el señor James y su clan logran sacarnos del infierno, me aseguraré de que "Esa persona" sea la primera en salir, estará ansioso de verlo a usted.

—¿Bromeas? —dice James, haciendo una mueca de asco—. Dile que ni se le ocurra venir aquí cuando acabemos con Emmily—se da la vuelta, dirigiéndose hacia la biblioteca—. Verle la cara a ese tipo sólo perturbaría toda mi paz mental.

*~*~*~*

Después de aquel momento que quedaría en mi mente para siempre, todos nos dirigimos hacia el comedor para esperar a que James y Tobías terminaran de hablar con la sombra. Todas nuestras voces habían vuelto por cortesía de James, aunque Kenna nos dijo que faltaban unos minutos para que Pryscilla despertara.

—Estoy preocupada por Tobías—digo, recargándome sobre la mesa de cristal—. Nunca esperé que algo estuviera sucediendo con su hermano, ni siquiera sé que está pasando, todo es solamente... Demasiado—revuelvo mi cabello—. ¿Qué pasa con Daniel?

—Bueno, amor ya oíste a James—Alex deja caer su cabeza sobre mi hombro—. No podemos saberlo, sólo Tobías y... No podrá hacer nada.

—También te preocupa, ¿Cierto?

—Para serte sincero, sí—dice—. Y es peor porque... Yo tampoco podré hacer nada para ayudar a Tobías a llevar esa carga.

Rihanna no había dejado de mirar en dirección a la biblioteca, sus dedos tamborileando sobre la mesa, mientras se muerde las uñas de su otra mano con nerviosismo.

—¿Alguien puede decirme la hora? —habla Monique, de pronto levantándose de la mesa.

—¿Qué ocurrió con tu teléfono? —le pregunto, ya que yo tampoco llevo mi teléfono conmigo para contestarle.

—Debe haberlo dejado caer por ahí, es estúpida—dice Adelí, cruzándose de brazos.

—Antes de perdernos en el laberinto, mientras peleaba con unos condenados se cayó de mi bolsillo—explica—. Pryscilla estaba cerca de mí en ese momento así que lo recogió pero en vez de regresármelo después, ella lo usó como arma contra un condenado.

—¿Usarlo como armar? ¿Cómo es que...?

—No me preguntes—se apresura a decir, con los ojos muy abiertos—. No quiero contestar—se cubre la boca.

Asiento, desconcertada.

—Faltan quince minutos para las seis—le dice Zack.

—Falta poco—se deja caer sobre el asiento—. Debo darle más sedantes a Isaac cuando despierte, los que le dieron en la clínica ya casi pierden su efecto, pero no puedo darle más hasta que se despierte.

—¿Y qué pasa con la lunática? —pregunta Adelí.

—Voodo también está inconsciente—dice Kenna.

—Hmmm—Adelí esboza una sonrisa traviesa—. Avísenme cuando despierte, quiero tener una charla con ella.

—¿La torturarás? —inquiero.

—Es un modo de decirlo.

Todos guardamos silencio cuando oímos que las puertas de la biblioteca se abren, y luego, las pisadas de James y Tobías aun con su hermano en brazos, se acercan a nosotros.

—Tobías...—no pude seguir hablando cuando vi su rostro.

Sus ojos están completamente enrojecidos, pero no parecen estar mirando nada, sus labios entre abiertos.

Él se ve aterrorizado.

Nunca lo había visto tan asustado, ni siquiera en la prisión de Emmily.

¿Qué fue lo que esa sombra le dijo? ¿Qué ocurre con Daniel Gregory?

—Tobías—Rihanna se levanta, y camina lentamente hacia él, pero cuando Tobías levanta la mirada hacia ella, esta se detiene en seco.

—Yo...—titubea—. Iré a recostar a Daniel—su voz va decayendo conforme salen las palabras.

—Te acompaño.

—No, yo...—Tobías se da la vuelta—. Creo que debo estar solo un momento, yo...—nos da la espalda—. Sólo...iré a recostar a Daniel.

No dice nada más y sólo se aleja en silencio, Rihanna se deja caer sobre una de las sillas, completamente desconsolada.

—Tobías necesita espacio ahora mismo, Rihanna—le explica James, que tampoco parece muy bien.

—Dejemoslo por ahora, Ry—le dice Alex—. Es un momento dificil para él.

Pero aquello Alex no solo se lo dijo a su hermana sino también a sí mismo, lo supe al sentir como se aferraba a mi brazo.

—Desafortunadamente, no podemos hacer nada para ayudar—dice James—. Así que enfoquemonos en el problema que hay ahora y que debemos manejar.

Aunque James lo diga de esa manera, aunque esté en lo cierto, no es facil simplemente ignorarlo. Pero una vez mas, debemos confiar en James, y dejar que Tobías asimile... lo que sea que le dijeron.

—James tiene razón—dice Elízabeth—. Las criaturas y los humanos, sus familias corren peligro. Debemos encontrar la forma de asesinar a Emmily Cooper.

—¿Sabes algo que pueda lastimarla? —le pregunta Monique—. Algo que hayas visto en la Tierra de los Condenados, algo que pueda lastimarlos.

—No, pero estoy segura de que existe—dice—. Tenemos que averiguarlo rápido, puede que ni siquiera se trate de un objeto.

—¿A qué podría temerle Emmily Cooper?

Miedo. ¿Cuántas veces he visto a mi hermana asustada?

Cuando era pequeña, ella solía asustarse por casi todo, siempre corría a abrazar a mis padres o a llorar en mis brazos. Excepto con "R", ese libro fue la única cosa de la que no huía, se aferraba a él a pesar de que era la cosa que más le atemorizaba, y era así porque ella sabía que todas las criaturas eran reales.

Y yo no le creí.

—La Emmily que yo conocía ya no existe—digo—. Al principio yo quería aferrarme a ese recuerdo, a mi hermana pequeña pero... Si yo aún fuera humana y supiera que quiere ocasionar tanto dolor y destrucción, mi corazón no hubiera podido soportarlo.

—Tú y Adelí fueron las que más tuvieron contacto cara a cara con Emmily mientras estuvimos en la prisión—me dice Alex.

—Estuve meses bajo el control de corazón, así que mis recuerdos de ese tiempo son inútiles ahora—dice Adelí, pensativa.

¿Cuándo vi a Emmily asustada?

Mi mente hace un rápido recorrido por cada expresión que capté en su rostro, hasta llegar a ese preciso instante...

—¡Fue en ese momento! —digo, exaltada—. Emmily estaba asustada.

—¿Cuándo? —inquiere Elízabeth.

—Lo recuerdo también—dice Adelí—. Nunca la había visto poner esa cara hasta ese momento.

Cuando nos mandó a encerrar a Adelí y a mí, yo había atacado a Rooner porque se estaba metiendo con Adelí... Yo estaba tan enojada.

—¿Qué fue lo que la asustó? —pregunta James.

—Vamperus—digo enseguida, pero luego arqueo una ceja—. ¿Vamperus?

Enseguida me doy cuenta de lo estúpido que suena cuando lo digo en voz alta. Acaba de perder todo el sentido.

—Adelí y yo estábamos con ella en una especie de sala del trono, ahí había una mesa con cristales de vamperus—explico—. Pero Rooner empezó a decir cosas horrbles a Adelí así que yo perdi el control y lo ataqué, y eso provocó que los cristales de la mesa se cayeran.

—Todo estaba normal al principio, yo solo estaba viendo como Sarah ahorcaba a ese hijo de puta, pero él estaba como si nada—se queja Adelí.

—Yo estaba tan furiosa y desesperada, que tomé uno de los cristales de vamperus con mi mano.

—Eso debió ser doloroso—murmura Monique.

—Pero lo extraño, fue que en cuanto Rooner se dio cuenta de que yo planeaba atacarlo con el cristal de Vamperus, él se asustó.

—¿Se asustó de que lo atacaras con Vamperus? —inquiere Alex.

—¿Por qué la asustaría el vamperus? —pregunta Monique—. Hemos usado ya muchas armas con vamperus para matar a los condenados y todos reviven.

—Pero así fue, Rooner estaba definitivamente asustado—insisto—. Él incluso trató con todas sus fuerzas de detenerme, me sujetó las manos para que yo no le enterrara el cristal en su pecho.

—Eso es demasiado sospechoso como para ignorarlo —dice Drew.

—Y lo que hizo Emmily después definitivamente elimina cualquier duda de si estaba asustado o no, porque ella usó sus poderes para alejarme de Rooner—continúo—. Y mientras nos sacaron de la sala, pude verlo en su rostro—espeto—. Ella estaba completamente asustada.

—Es verdad, parecía aterrada—me apoya Adelí.

—Eso podría explicar por qué parecía tan desesperada en descubrir la ubicación de la segunda entrada—digo—. Ella no planea usar ese vamperus, tal vez planea destruirlo.

—Si el vamperus realmente es la clave para deshacerse de los condenados, entonces Emmily definitivamente querría desaparecer todo rastro de él—dice Adelí—. Es una perra.

—¿Pero si el vamperus los lastima, por qué las armas con vamperus no los mata? —dice Zack.

—Ellos no le temen a las armas que tienen vamperus, pero Rooner se asustó cuando lo amenazaste con un cristal de vamperus—dice Alex, pensativo—. Tal vez es eso, el vamperus en su estado puro, sin la manipulación de ningún hechicero.

—Es dañino para los vampiros, y puede que si es usado como arma en su estado puro, como un cristal recién extraído de la cueva, sea letal para los condenados—dice James.

—¿Pero como lo comprobamos? —pregunta Dalia.

—Bueno, tenemos el perfecto sujeto de prueba durmiendo en la habitación de huéspedes—dice Adelí—. Opino que vayamos con Voodo y le enterremos un cristal de vamperus para ver qué pasa, aún si revive, seguirá siendo divertido poder matarla—se encoge de hombros.

—No tenemos vamperus puro aquí porque nos lastima y porque solo los hechiceros pueden sacarlo de la cueva—le digo—. No sabemos si Emmily esta espiándonos ahora mismo, tal vez espera a que vayamos a la cueva para averiguar su ubicación.

—Eso también se me ocurrió pero mis ganas de matar a Voodo me dieron la fuerza para ignorarlo—se excusa Adelí.

—No podemos tomar ese riesgo, tenemos que hallar la forma de ir a la cueva y traer el vamperus suficiente para probar la teoría y matar a Emmily de una vez—dice Scord.

Miro a James de reojo, emana una vibra sombría, sus ojos parecen cansados, sin prestarle atención a nada en lo absoluto. No puedo imaginar qué es lo que tuvo que oír de esa sombra como para que incluso él esté en este estado.

—Chicos—interrumpe, acabando con el ambiente de iscusión que comenzaba a formarse—. Hay algo más que deben saber, la sombra me dijo algo más sobre Emmily.

Al principio, Elízabeth sólo frunce el ceño, pero después, adopta un semblante de entendimiento.

—Ya veo, admito que ya me lo esperaba—dice, sonriendo, pero su sonrisa no denota ningún sentimiento que parezca agradable.

James fija sus ojos en ella, y estos se ponen vidriosos.

—¿Qué fue lo que te dijo? —pregunto.

—Si matamos a Emmily antes de que pasen los tres días despues de completar el ritual, eso acabará con la Tierra de los Condenados—empieza a decir—. Y todos los condenados desaparecerán.

Aunque eso deberían ser buenas noticias, rápidamente entendí la parte en la que dejaban de serlo.

—Todos los condenados... Eso significa que...—murmuro—. Si vencemos a Emmily entonces... ¿Zack y Elízabeth también van a desaparecer?

Continuará...

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Seguramente ahora tienes muchas preguntas... Preguntas como
¿Qué son en realidad las Sombras?
¿Que tiene eso que ver con Daniel Gregory?
¿Por qué nadie puede involucrarse?

¿Qué ocurre con Daniel?

Bueno, eso es algo que el Clan Black no puede saber. Eso es otra historia, o mejor dicho... otro Libro.

Un libro acerca de la historia de Daniel, y su trágico e inevitable destino... Abrumado por las criaturas más peligrosas de todas.

¿Estan listos para conocer el lado oscuro de The Creatures?

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