Capítulo 61: James, el vampiro más peligroso

Pregunta de Girl_Etsy 💙Para Adelí, ¿Alguna vez pensaste algo +18 con Alex?💙

Adelí responde: La verdadera pregunta aquí es... ¿Alguna vez dejé de pensarlo?

Sarah: ¡Oye, Adelí!

Adelí: Sólo bromeaba, es verdad que ahora ya no veo a Alex de esa forma, pero en el pasado... Bueno nadie puede culparme de tener mis fantasías, ¿Verdad? Además estoy segura de que no he sido la única. Pero Sarah puede hablarte de todo lo que yo me imaginaba, después de todo ella ha estado en mi mente...

Sarah: ¡Por supuesto que no diré nada de eso!

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Capítulo 61
"James, el vampiro más peligroso"

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Sarah Cooper

Por primera vez escucho mi voz, aunque había sido nada mas un jadeo inconsciente, pude notar el miedo que no se me permitía sentir en este momento, y sólo eso fue suficiente para comprender lo  realmente grave que era todo esto. Lo mucho que me hundía.

Matar a Kenna, ¿Yo?

Imposible.

Yo jamás sería capaz de hacer una cosa así, nunca pensaría siquiera en ponerle un dedo encima.

Pero entonces... ¿Por qué estoy levantando mi pie como si fuera a patear la estatua de hielo para hacerla trizas?

—¡YA BASTA!

A pesar de que Voodo me ordenó que no siguiera ninguna orden de ellos, oír la voz de Alex se sintió como una apuñalada en la espalda. Mi pie se quedó estático y enseguida senti la necesidad de mirarlo a los ojos.

—¿Ah?¿Por qué rayos te detienes, estúpida?—brama Voodo de mala gana.

—¡¿Por qué estás haciendo esto?!—grita Alex, cabizbajo—. ¡¿Cuál es el punto de torturar tanto la mente de una persona?!... ¡Sólo quieres verlas convertidas en lo que más temen!

—¿Torturar?—ladea la cabeza, pensativa—. Si apenas es el comienzo.

—Eres una...

—Todo lo que digas sobre mí es cierto, puedes insultarme lo mejor que puedas, nada que digas sobre mí va a sorprenderme—camina hacia nosotros—. Es cierto, adoro ver como las personas buenas y puras se rompen poco a poco hasta que no tienen otra opción mas que ceder a la locura... Perderse a sí mismos... ¡Es tan divertido!

—No me importan tus aficiones, Sarah no es algo para divertirte—gruñe—. ¡Las personas no son tus malditos titeres!

—Eso es verdad, es por eso que tengo el poder de convertirlas en ellos—sonríe—. Sarah es mi titere ahora, así que hará lo que yo le ordene, ¿Cierto, Sarah?

—¡Cierra el pico de una jodida vez!—interviene Adelí—. ¡Estoy harta de ti, maldita chiflada!

—Y me lo dice la niña mimada del alcalde—se ríe.

—¡Eres un maldito demonio!—le grita Monique a Voodo.

—¡Sarah no va a seguir tus estúpidas ordenes!—prosigue Adelí—. ¡Si Sarah alguna vez tiene que matar a alguien será a mí!

—¿Qué estás diciendo ahora?

—No dejaré que obligues a Sarah a dañarlos, en ese caso yo...—Adelí hace una pausa—. ¡En ese caso tendré que matarlos yo misma!

—Adelí—murmura Alex, anonadado.

—Y despues de hacerlo, entonces Sarah me matará a mí—los ojos verdes de Adelí dan con los míos—. ¿Te parece esa una mejor opción, Sarah?

Adelí, ¿Como puedes decir esas cosas tan aterradoras como si nada?

No...no es eso. Adelí no habla como si no sintiera nada, ahora mismo cada palabra que ha salido de su boca, la expresion en su rostro, todo indica que... Está sufriendo demasiado.

—¡No importa lo que la consentida del alcalde quiera, aquí las ordenes unicamente las doy yo!—interviene Voodo nuevamente, caminando con aires de grandeza.

Mis pies no responden por más que mi interior sepa que lo que debo hacer ahora mismo es alejarme de Kenna. Si importar lo que mi corazón siente en este momento, mi mente me obliga a hacer todos esos sentimientos a un lado.

Pero es que simplemente no puedo hacer algo como eso... Yo no quiero lastimar a Kenna...

Pero a pesar de lo que yo sienta, dentro de mí sé que si Voodo da la orden, entonces yo...

—No puedo hacerlo—murmuro, sintiendo la garganta seca.

Mi cabello me obstruye la vista cuando el viento empuja en nuestra dirección. Medio segundo después, al pie de los arboles y tapando cada vía de escape, hay decenas de condenados. Algunos de pie listos para atacar, otros aguardando entre las copas de los árboles o algunos en cuclillas en el suelo.

—¿Y ahora qué está sudediendo aquí?—dice Voodo, dando vueltas para mirar a cada uno de los condenados—. ¿De qué escuadrón son ustedes?

Dicho esto, uno de los condenados que acaban de llegar se acerca a Voodo y le hace una reverencia. Estos condenados lucen diferentes a cualquiera que haya visto en el Coliseo, aunque la mayoría de los condenados siempre usan colores oscuros, estos van vestidos completamente de negro, pero su ropa parece pesada, como un uniforme de combate.

—Mierda, son el escuadrón bajo el mando de Dorian, el escuadrón más fuerte de Emmily—dice Adelí a mis espaldas—. Todos en él son los monstruos más peligrosos que pudo encontrar en la Tierra de los Condenados.

Voodo da un paso hacia el chico que hizo la reverencia. Este lleva puesta una boina negra que deja expuestos varios mechones largos de cabello rojizo.

—¿Ustedes son el escuadrón de ese tal Dorian?—le pregunta Voodo, sonriente.

—Así es—replica el condenado—. Mi nombre es Riu, me presento...

—¿Y en donde está él? Ya que llegó hace poco no he tenido el placer de conocerlo—le corta—. El anterior capitán era una molestia, es bueno que haya sido asesinado por ese Vooker, Liar.

—Nuestro comandante vendrá enseguida, recibimos noticias de que James Black y su mano derecha Scord, podrían estar en la prisión, así que el comandante Dorian y el sub comandate fueron a patrullar el perímetro—le responde el condenado.

—¿Fueron a buscar a James? Esos dos no volverán—murmura Monique, riendo en voz baja.

—Ya veo, que responsable de su parte—habla Voodo demandante, alzando la voz para opacar la de Monique—. ¿Y qué es lo que quiere?

Riu se pone derecho nuevamente, mostrando una mirada azul completamente fría.

—Por ordenes del comandante Dorian, hemos de escoltar al clan Black y al líder del Clan de los Corredores ante Emmily Cooper ahora mismo.

—¿Eh?—el tono de voz de Voodo es irreconocible, da un paso adelante, totalmente indignada—. Repite ahora mismo lo que dijiste.

—Por ordenes del comandante Dorian, hemos de escoltar...

—¡Idiota! ¡Está loco si cree que va a robarme el mérito por esto!—le corta—. ¡Fui yo quien los capturó!

—Pero las ordenes del comandante Dorian...

—¡Tengo una mejor idea!—lo interrumpe otra vez—. ¡Una mucho mejor que las ideas que se le puedan ocurrir a ese cerebro de abono de tu comandante!—se inclina sobre él—. Ahora mismo ustedes me ayudarán a escoltar al Clan Black ante la salvadora, y yo me presentaré como la que los capturó antes de que lograran escapar.

—P-Pero...

El pelirrojo solo mueve su mano ligeramente hacia el frente, no parecía que fuera a atacarla, sino mas bien como un movimiento inconsciente producido por los nervios. Pero Voodo no lo percibió así.

Sin que Riu pueda terminar una oración, una aguja gigante emerge del suelo y le atraviesa la palma de su mano, deteniendose a varios metros en el aire. El pelirrojo sostiene su mano y grita descontroladamente, cayendo al suelo por el dolor mientras que por su parte, Voodo alza una mano para atrapar la aguja y apoyarla en el suelo como bastón.

—Parece que ese Dorian solo tiene a un montón de inútiles en su escuadrón—dice Voodo de mala gana, observando altivamente al pelirrojo—. Ahora, que otra escoria de un paso al frente, ya.

No sé si fue el miedo o la mera disciplina que debieron haber recibido, pero más de uno quien acató la orden de Voodo. Entre ellos intercambiaron una mirada hasta que sólo uno comenzó a avanzar hacia nosotros.

—Sarah, no los descongeles hasta que yo te diga—me ordena Voodo, con aires de grandeza.

—D-De acuerdo—suelto en un murmuro casi inaudible.

Maldita sea, este sentimiento de querer obedecer cualquier cosa que me pida... No lo soporto y tampoco sé cómo deshacerme de él.

El condenado que se separó de la multitud nos examina a cada uno de nosotros hasta que sus ojos dan con Pryscilla. Noto una pequeña pero perversa sonrisa en sus labios cuando se acerca a ella.

—¿Qué diablos planeas hacer?—le pregunta Pryscilla con una ceja levantada y una mueca en los labios.

—Voy a ponerte unas esposas encantadas que no podrás romper—le responde este, sonriendo mientras saca las esposas.

—¿Piensas esposarme con eso?—se ríe—. ¿Y tú como qué tan idiota estás?

El condenado no responde, y levanta las esposas, pero enseguida comienza a gritar, soltandolas y llevando sus manos hasta su cabeza.

—Ponme un maldito dedo encima y te asesino—gruñe Pryscilla entre dientes.

El condenado sigue gritando mientras Pryscilla sonríe.

—¡Vaya, vaya, vaya... Así que no me dejarán hacer las cosas con tranquilidad!—oigo decir a Voodo, suspirando mientras alza mi muñeca de trapo, captando la atención de todos, Pryscilla incluida.

Ahora es Voodo quien sonríe cuando saca una aguja de su bolsillo y la entierra en el muñeco, pero no puedo ver que más hace despues, ya que tengo que caer al suelo al sentir un terrible dolor en el estómago.

—¡Maldita!—oigo gritar a Pryscilla.

Trato con todas mis fuerzas de no gritar, de soportar el dolor, tratar de hacerles ver que no es tan grave como Voodo quiere que crean. Yo no quiero que ninguno de ellos se ponga en riesgo pensando en mí.

—¡Si se te ocurre aturdirme con tu poder haré que salgan agujas del suelo debajo de Sarah!—replica Voodo—. ¡Así que decide el modo en que haremos las cosas ahora!

El dolor en mi estomago se aminoriza segundos despues, y solo entonces levanto la mirada para ver a Pryscilla fulminando a Voodo con la mirada, a la vez que levanta las manos con lentitud.

No, Pryscilla...

El condenado que iba a esposarla anteriormente, ahora está tratando de incorporarse y alcanzar las esposas en el suelo, pero antes de eso dos condenados más se acercan y se colocan a ambos lados de Pryscilla, mientras otro mas se acerca y levanta las esposas por el otro.

Pryscilla mira mordaz a los tres condenados que la rodean, pero no se mueve ni un centímetro.

—Esto tampoco es tu culpa, Sarah. No puedes hacer nada, la dosis de Corazón no te deja hacerlo—dice, tomandome desprevenida—. Ya llegará el momento en que pueda arrancarle la cabeza a ese monstruo... Y presiento que está más cerca de lo que esperamos—en el instante en que dijo eso, sus ojos vieron hacia el cielo, aunque solo fue por un instante, ya que mis ojos se distrajeron con lo que ocurrió después.

En un segundo y traído con una corriente de aire y hojas secas, una nueva criatura se hizo presente entre nosotros, especificamente, entre Pryscilla y los tres condenados que estuvieron a punto de ponerle un dedo encima, y digo a punto, ya que los manos que tienen alzadas los dos a sus costados ahora están sujetadas por las muñecas, y quien las tiene retenidas es un chica al cual sólo logro verle la espalda.

Está vestido con ropa similar a la que traen los otros miembros del escuadrón, con guantes que no cubren sus dedos adornados con pequeñas cadenas plateadas.

El condenado que tiene en sus manos las esposas retrocede torpemente, deteniéndose cuando estuvo a punto de pisar la mano del condenado que fue aturdido por Pryscilla antes, quien al igual que los otros, miran anonadados al recién llegado.

Pero aunque yo solo estoy viendo su espalda ancha, sus brazos bien formados y su cabello negro ligeramente despeinado, no pude evitar sentir una extraña vibra familiar emanando de él. Además, supe enseguida que no era la única que sentia algo así, tal vez de hecho lo que sintieron los demás fue algo mas grande, eso debido a que Alex y los demás se encuentran mirando anonadados al sujeto que acaba de llegar.

El chico sostiene todavia las manos de los condenados, pero comienza a doblarlas hacia atrás, haciendo que estos hagan gestos de dolor.

—Veo que en este escuadrón no saben acatar ordenes—habló por primera vez, y su voz me ocasionó un escalofrío—. El capitán dijo que él mismo escoltaría al Clan Black ante la salvadora, ¿Qué parte de eso resulta dificil de entender?

Esa voz, yo conozco esa voz.

No podría confundirla jamás, ninguno de nosotros. Definitivamente es...

—¿Cómo se atreven a tratar de ponerles sus asquerosas manos encima a esta preciosa señorita?—continúa hablando mientras suelta a los condenados y estos se alejan para sobar sus muñecas ahora rotas—. ¿De verdad tú... ibas a esposarla?

Al preguntar eso, finalmente giró su cabeza ligeramente para mirar al rubio de las esposas, y entonces pude ver lo que ya sabía.

¡Scord!

Ese sujeto es Scord, eso o finalmente me he vuelto completamente loca, pero las miradas de confusión de los demás sólo confirman mis palabras. ¿Cómo es que Scord nos encontró y más importante, por qué parece que está haciéndose pasar por alguien del ejército de Emmily?

¿Esto es parte de algun plan de James?

—Oye tú—me dice, esbozando una sonrisa ladeada—. Descongelalos ahora mismo, ordenes del capitán.

La voz demandante de Scord y aquellas palabras me confundieron, pero solo enfoqué mis ojos en su sonrisa, lo único sincero en él ahora mismo.

—Sí—respondo enseguida, haciendo caso a su orden y desapareciendo el hielo de todos.

Me quedo observando a Kenna mientras el hielo desaparece de su cuerpo, como esta inhala aire de golpe.

—¡Eso fue espantoso!—exclama agitada, agachándose mientras trata de recobrarse—. ¡Tu poder es geniaaaal, Sarah!—dice estremeciéndose.

—Kenna, ¿Estás bien?—trato de acercarme a ella.

—¡¿Qué diablos es esto?!—interviene Voodo, alzando la voz—. ¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA IRRUMPIR AQUÍ?

En ese momento, Kenna se da cuenta de la presencia de Scord, y se queda solo mirandolo por unos segundos, para luego mirar hacia otra dirección con una mueca disimulada.

—¿Que quién soy?—dice Scord, mirando en mi dirección.

¡¿ACASO ESPERA QUE YO LE DE UN MALDITO NOMBRE!?

—Soy el subcomandante del escuadron de Dorian—dice, mintiendo con una jodida facilidad que asusta.

—¡Eso que acabas de decir es mentira!—brama el rubio de las esposas—. ¡Tú no eres el subcomandante Brass!

—Ah, no evidentemente yo no soy ese sujeto—replica Scord—. El subcomandante Brass murió.

—¡¿Qué!?—exclama, al mismo tiempo que otros de los condenados.

—¿El subcomandante está muerto?—escucho decir a uno de los condenados.

—Así es...—asiente Scord un par de veces con la cabeza—. Como sabrán, Brass ya había obtenido su sacrificio antes así que ya había vuelto a la vida.

Murmullos y quejas comienzan a hacer ruido entre los condenados presentes, quienes exigen una explicacion a lo que Scord ha dicho.

¿Pero qué mierda está haciendo Scord?

—Me encontré con el Comandante Dorian mientras patrullaba el bosque en busca de James Black, pero lamentablemente él ya había tenido un enfrentamiento con él—comienza a explicar—. El subcomandante Brass fue asesinado por James Black.

Bueno, al menos estoy segura de que eso último es verdad.

—Pero en vez de asesinarnos a nosotros también, James Black se fue—prosiguió Scord—. El comandante Dorian cree que estaba mas preocupado por encontrar a los miembros de su clan que enfrentarse a los condenados, así que me mandó aquí y me nombró su nuevo subcomandante temporal.

Y eso definitivamente es una mentira.

—¡¿Y en donde está el Comandante Dorian?!—grita Voodo—. Estoy harta de ese tipejo, que venga a dar la cara ahora para que pueda patearsela.

—Mi capitán está...—Scord alza la mirada—. Justo allí.

Y como si se tratase de una reacción en cadena, todos lo imitamos y pronto, nos encontramos mirando a la rama más gruesa del árbol junto al que están de pie, o más bien, al chico que está sentado sobre ella, con una pierna estirada y el brazo cómodamente recargado en la rodilla de la otra, su espalda apoyada sobre el tronco. Lleva un sombrero de color negro mal acomodado que le cubre los ojos, y una bufanda gris rodeándole el cuello hasta la punta de su nariz. La bufanda es exageradamente larga, tanto que ambos lados caen de la rama y se arrastrarían en el suelo sino fuera por la corriente de aire que las mueve.

—¡Oye tú, imbécil!—le grita Voodo—. ¡Dame ahora mismo a algunos de tus condenados para que pueda llevar a esta basura con La Salvadora!

El hombre suelta una risita espectral, que de alguna forma, logró hacer eco en el bosque, incluso me encontré mirando a mi alrededor un par de veces, como si se hubiese escuchado en todas direcciones.

—Eso no será necesario, nosotros nos encargaremos a partir de ahora—continuó hablando Scord, con una voz ronca.

No logro ver la cara del chico que esta sentado sobre la rama, puesto que la tapan el sombrero y la bufanda.

—¡¿Qué?!—exclama Voodo, indignada—. Ya veo... ¡Intentas que la salvadora te ascienda de puesto! ¡Estas tratando de quitarselo a Rooner!

—¿Es así?—dice Scord pensativo—. Puede ser, a mi capitán siempre se le ocurren las ideas más extrañas.

¿Siempre?... O sea que intenta decirnos que el supuesto comandante Dorian, el sujeto que esta sentado sobre la rama en realidad es...

Escucho un pequeño suspiro por parte de Kenna a mi lado, y veo de reojo como cierra los ojos y agacha la cabeza, como si estuviera realmente avergonzada.

Sí, definitivamente es él.

—¡Ni creas que lo permitiré!—brama Voodo hacia el supuesto comandante—. La salvadora detesta a los insistentes, cuando se entere de tus actos tan desesperados por llamar su atención lo único que provocarás será que te reubique en el más bajo de los puestos—se cruza de brazos—. Puede que ahora te dediques a limpiar mi Coliseo.

—¿Tu Coliseo?—Adelí suelta una risa seca—. ¿Hablas del Coliseo que Sarah congeló?

—¿Coliseo?—murmura Scord—. Oh, ¿Hablas de esa enorme montaña de hielo que nos topamos al venir aqui, ese era tu Coliseo?

Voodo deja caer los brazos, y me dedica una mirada de odio.

—Todo es culpa suya—gruñe entre dientes—. ¡Ni creas que permitiré que te lleves todo el crédito! —grita Voodo, enfurecida—. ¡Estos chicos se burlaron de mí, seré yo quien les regrese el favor!

—¿Hmmm? Así que sólo lo haces para dejar de sentirte mal por haber sido utilizada por estos novatos—dice Scord, usando un tono de falsa inocencia—. A la salvadora no le va a gustar saber que por tu incapacidad de aceptar la ayuda del comandante, perdiste no solo a los sacrificios sino también a quienes se infiltraron en la prisión.

—¡Cierra la maldita boca!—estalla en gritos—. ¿Por qué rayos no has dejado de hablar desde que llegaste? ¿Y por qué parece como si hablaras por tu Comandante?—recrimina—. ¿Es que acaso James Black le cortó la lengua? ¿Eres tú quien habla por él?

—Así es, yo hablo él—replica Scord con descaro—. ¿Cierto, capitán?

El vampiro sentado en el árbol toma su sombrero y se levanta con elegancia mientras se lo coloca en la cabeza, da un paso fuera de la rama y cae sobre la nieve del pasto, haciendo que las orillas de la bufanda se eleven con la brisa.

—Vaya, vaya, vaya... Así que al fin pude encontrarme con "La Reina del Coliseo"—habla por primera vez—. Sé que te gusta encontrar criaturas a las que torturar para entretenerte pero temo decirte que estos chicos... Son míos.

La presencia que emana "Dorian", es una que yo desconozco debido a que no lo había visto jamás, mientras que para los condenados los mantiene tranquilos porque saben que su comandante está con ellos.

Pero ese no es el caso, y sólo nosotros los del Clan Black pudimos darnos cuenta desde el principio. Aunque se podría decir que Voodo también tenía sus sospechas, estas no se aclararon hasta que "Dorian", pasó junto a ella y con eso, la presencia del Comandante del ejército de condenados de Emmily se desvaneció de golpe, reemplazándose por una vibra que hizo temblar cada una de nuestras auras. Una presencia que se expandió a cada segundo, dándo escalofríos, que empeoraron conforme tu cuerpo asimilaba la oscuridad.

La auténtica vibra del sujeto que lleva una bufanda para cubrirse el rostro. Su verdadera identidad siendo revelada con descaro.

Aunque todos los condenados se paralizan del miedo, Voodo ataca sin pensarlo dos veces, lanzando decenas de agujas en dirección a su espalda, este movimiento hace que el sombrero se caiga, pero todas las agujas se desintegran al mismo tiempo, mientras el vampiro se detiene y la mira por encima de su hombro.

—Sigues haciendo cosas inútiles, ¿Qué la muerte no fue una suficiente lección para ti?

—¡Tú no eres el comandante Dorian! —gruñe Voodo.

—Obviamente no...—le responde, burlón.

—¡Sólo te hiciste pasar por él, maldito impostor! —la voz y los ojos enrojecidos de Voodo desprenden un odio que nunca antes había visto, lo señala con desesperación y furia—. ¡Tú, desgraciado! —le grita desquiciadamente—. ¡Eres James Black!

Y ante esto, el capitán del "Clan de los Monstruos", sonrió con una maldad que hace mucho tiempo no había mostrado.

—¡Tú eres James Black!

Aunque Voodo es la única que señala a nuestro capitán acusadoramente, la razón es porque ningún otro presente parece tener el valor para mover un dedo. Sólo se escuchan murmullos a nuestro alrededor, miradas temerosas y otras llenas de resentimiento.

"¿Es la leyenda James Black?"

"¿Ha venido a asesinarnos a todos?"

"Debemos retirarnos ahora mismo"

No importa cuanto traten de ocultarlo, no importa que su odio sea aún mayor... Absolutamente todos aquí le temen a James Black.

Nuestro capitán, ríe ante el acierto de la Reina del Coliseo, bajando su bufanda y peinándose el cabello con una mano.

—¡Sorpresa! —exclama, desbordando descaro—. ¿Qué tal lo hice?—aprieta la bufanda.

—Es la peor actuación que he visto en mi vida—le escupe Voodo.

—¡Pero si yo no he estado actuando! —levanta los brazos—. Desde un principio mi plan fue que me descubrieras—se vuelve hacia Scord—. ¡Oye Scord, ¿Tú también puedes ver su cara, cierto?!

—Sí—le responde, empujando al condenado de las esposas para alejarlo completamente de Pryscilla.

—¡Te dije que sería una buena idea!—exclama James.

Pryscilla mira a Scord embelesada, y este ni siquiera ha terminado de girarse completamente en su dirección cuando ella se lanza en sus brazos y entierra su cara en su pecho. Scord la rodea de la cintura, acariciando su cabello y oliéndolo con los ojos cerrados, disfrutando de su cercanía.

Te encontré—murmura Scord.

Este se está convirtiendo en un hermoso reencuentro entre los miembros del Clan Black, sin embargo, como siempre los condenados intervienen en nuestras vidas y ahora los que nos rodean se colocan en posición de ataque. Dejo de mirar por un momento a la dulce pareja y miro a los tres condenados que se abren paso entre los otros, asesinando con la mirada a los recién llegados, y dominados por la furia, algunos se echan a correr hacia nosotros. Sin embargo, es Voodo quien los detiene desesperadamente.

—¡Paren, ¿Acaso están locos?!—grita con fuerza—. ¡Ninguno se mueva!

—¿Tratas de pensar en una forma de salir de esta situación?—James hace un puchero—. Es tan tierno de tu parte.

—¡No me vengas a joder! —habla otro de los condenados, adelantándose a Voodo —. ¡Importa una mierda quien sea, Emmily lo quiere como sacrificio, es la manera perfecta de hacerlo pagar por todo lo que nos hizo!

Veo a Voodo vacilar cuando el condenado comienza a correr hacia James, quien no se mueve de su lugar y solo levanta su mano lentamente, y cuando el condenado esta lo suficientemente cerca, James apenas toca su frente con su dedo índice y con eso... El chico estalla en polvo para luego desvanecerse.

Ante esto, los demás abren la boca horririzados, Voodo aprieta los dientes mientras que unos cuantos condenados comienzan a retroceder antes de echarse a correr hacia el bosque.

—¡Imbéciles!—les grita Voodo.

—Exactamente, son tan imbéciles como para creer que pueden escapar—dice James.

A continuación, este deja caer la cabeza hacia un lado y con eso, los condenados que tratan de huir por el bosque se desintegran a la vez, reduciendo a un total de 54 condenados rodeándonos ahora, inmóviles y con la mirada fija en James Black.

—Me pregunto cuanto tardarán en reaparecer, supongo que para la próxima tendré que desintegrarlos lentamente—habla—. ¿Crees que me he pasado un poco, Scord?

Este no se toma aquello como una pregunta y simplemente suelta un suspiro.

Escuchar hablar a James de esa manera, me recuerda a todas las historias que existen sobre él, aunque en su mayoria solo fueron utilizadas para alejar a todo ser vivo de él... Todas ellas tienen una verdad irrefutable:

Lo peligroso y poderoso que es James Black.

Puede que exista una historia que diga que acabó con 500 hechiceros en un segundo, no se sabe si es real o no... Pero puedes estar completamente seguro de que James de verdad tiene ma capacidad de hacer algo así.

—Y tú eres muy valiente, venir a la Prisión de la Salvadora cuando busca sacrificarte—grita Voodo—. ¡Voy a vengarme por lo que pasó hace siete años, maldita escoria!

—Alguien está furiosa conmigo—James hace un puchero, introduciendo las manos dentro de los bolsillos de su saco—. ¿Es porque te maté?

—¡Eres un imbécil, ¿Por qué tienes que preguntar?!—Voodo parece fuera de si, actua completamente diferente a cualquier otra ocasion que haya presenciado.

Voodo siempre esta mirando a los demas desde la altura, sus ojos siempre inclinados hacia abajo desde su balcón. Admirando los espectaculos que ella misma organiza, tirando de las cuerdas de los demas como si fueramos sus titeres.

Mientras que para Emmily, los más poderosos de su prision son sus peones, para Voodo todos somos marionetas a las que controlar a su antojo. De una forma u otra, ambas comparten cierto parecido en cuanto a sus ideales.

—Tengo que preguntar ya que luces bastante enojada, es decir al menos a un tercio de los que están aquí los maté yo también y ninguno está tan molesto como tú—James se detiene, encogiendose de hombros y suspirando mientras en sus labios se dibuja una sonrisa burlona.

A pesar de la evidente malicia en sus palabras, lo que ha dicho no es mas que la pura verdad. De entre los 54 condenados que nos rodean, la unica que mira de una forma diferente a James Black es la Reina del Coliseo. Mientras que todos los condenados parecen mas preocupados por guardar su distancia que por nuestro posible escape, los ojos dorados de Voodo son los que devoran al vampiro original con odio y resentimiento, a diferencia de los demas presentes que lucen aterrados.

Si, ellos le temen a James con cada parte de su ser. Vampiros, brujas, hechiceros o Vookers... No interesa que clase de criatura son, al final de cuentas todos lo ven como quien encabeza la cadena alimenticia, el vampiro más peligroso de todos, "El poderoso James Black".

Él ahora mismo actua descaradamente como un vampiro engreído, nunca antes había visto el ego de James tan inflado como hasta ahora, parece estar disfrutando toda las vibras de miedo que emanan hacia él. Por primera vez puedo verlo, satisfaciendose del miedo que sienten hacia él.

—Yo sólo vine a recuperar lo que es mío—continúa—. Me robaron a mis chicos, ¿Creíste que eso no me haría enfadar?

—Así que viniste porque estás enojado.

—En realidad, ya estaba muy enojado cuando encontré su prisión—comienza a explicar—. Pero entonces ese chico Dorian y su mano derecha se aparecieron para intentar atraparnos, así que decidi aprovechar la situación y lo raptamos para conseguir información—sonríe—. Nos dijo todo lo que les hicieron a los chicos aquí, nos dijo absolutamente todo lo que Emmily, Robert, Tsalia, Rooner, Atria y tú les hicieron.

—¿Y para qué hacerte pasar por el Comandante Dorian?

Antes de contestar, James vuelve a reirse.

—Es que creí que sería divertido ver tu cara cuando te dieras cuenta de que era yo—dice entre risas—. Y como siempre... yo tengo la razón.

Ningun condenado aparta la mirada de James Black, es como si, un interruptor de peligro se hubiese encendido en la cabezas de todos ahora mismo. Nadie se mueve, y el unico sonido que se escucha en el bosque es el sonido de las criaturas que deben respirar, y el de las pisadas de James.

—Ustedes los condenados sí que son una mierda, a todo esto ni siquiera me han preguntado por lo que sucedió con su comandante—dice James, molestio.

—¿De que sirve preguntar? Debiste dejarlo medio muerto en algun lugar, ¿No es así?

—En realidad lo desintegré y le resultó muy doloroso—sonríe de lado—. Pero conservé la ropa para esta pequeña broma.

—¿O sea que cuando reviva estará desnudo?—oigo decir a Monique, estupefacta.

—¿En serio eso es en lo que piensas, qué cosa tienes en la cabeza?—refuta Adelí en su dirección.

—Es evidente que "Compañerismo" no está entre el idioma que les enseña a hablar su querida "Salvadora", ahora me queda claro que solo les importa Emmily Cooper—prosigue James hacia Voodo.

—Es porque nosotros no somos estupidos como ustedes—escupe Voodo—. ¿Que comparten el dolor? ¿Que morirían para protegerse entre ustedes? ¡Me tienen harta con sus idioteces!—gruñe—. La "Lealtad" es solo una excusa para el fracaso, dar la vida argumentando que es por el bien de otros solo muestra tu debilidad. Después de todo, nosotros alguna vez fuimos humanos, y el humano es el ser mas egoista que existe.

—¿Morir por otros?—James la cabeza—. ¿Y yo cuando dije que estaba dispuesto a morir por alguno de mi clan?

Ante esto, Voodo se muestra sorprendida y afectada, como si las palabras de James hubiesen actuado como una bofetada que la había arrastrado de un pensamiento a otro.

Y es porque hasta ahora, Voodo demostró odiar a James, ella creía conocerlo y detestar todo de él, pero ahora él acaba de sorprenderla diciendo algo que no se esperaba.

—Yo no moriría por alguno de ellos—nos señala con un movimiento de su cabeza—. ¿Cómo diablos voy a protegerlos si simplemente muero en el intento?

—¿Qué?—tartamudea Voodo—. ¿A qué te refieres?

—Se supone que soy uno de los sacrificios de Emmily, eso fue lo que Zack me dijo, que planea sacrificarme para que Tsalia vuelva a la vida... Así que antes de venir aquí tomé una decisión—James se voltea y de un salto, sube a la gran rama de uno de los árboles que hay detrás de mí y los demás—. ¡Yo no voy a morir, ni por Tsalia ni por nadie más. Yo necesito estar vivo para destruir a todos aquellos que quieren lastimar a los de mi Clan!—las palabras de James resuenan con dureza y demanda—. ¡Esa será la forma en que yo proteja a mi clan, como su capitán, y si alguien trata de evitarlo entonces lo desapareceré de este plano!—ladea la cabeza, y pasa la lengua entre sus dientes—. Literalmente.

James se gira un poco hacia nosotros por un momento, y nos mira detenidamente a cada uno antes de volverse hacia los condenados.

—Ya me divertí un poco, así que ahora explicaré la situación actual...—dice, calmado—. Los miembros del clan Black ya no son prisioneros de este lugar, han sido rescatados.

—¿Lo dices en serio? —refuta Voodo—. ¿Has mirado cuantos condenados hay a su alrededor? ¿Crees que a esto se le llama escapar? ¡Ustedes están rodeados!

—¿Rodeados? Así que es así como lo ves—James mira hacia el cielo, pensativo—. En realidad, no estamos rodeados, sino que ustedes se han reunido alrededor de una gigantesca hoguera—se inclina sobre la rama—. Y si se acercan o tratan de atacar...—James mira de reojo a Adelí.

—Van a terminar envueltos en las llamas—termina la pelirroja, esbozando una sonrisa ladeada.

Instantaneamente los condenados retroceden con torpeza, chocando entre ellos y dirigiéndose miradas dudosas con ojos de miedo. Sólo Voodo se mantiene en su lugar, apretando los labios con fuerza.

Por su parte James se deja caer sobre su lugar, quedando sentado a la orilla de la rama con una pierna apoyada y la otra colgando.

—Les pido que aguarden un poco más chicos, nos iremos en un momento—nos dice James, dedicandonos una sonrisa—. Pero antes me gustaría hablar con Tsalia, ¿Dónde está esa mujer?

—¿No se supone que deberías querer alejarte de ella? —replica Voodo con molestia.

—No hay nada que ella pueda hacer ahora para lastimarme—apoya su brazo sobre su rodilla y luego su mentón sobre este mismo—. El día de hoy la victoria es para el clan Black, así que...—alza la barbilla—. ¡Alguno de ustedes, llame a Tsalia ahora mismo!

—¡¿Se supone que ahora nos das ordenes?! —de ser humana, estoy segura de que Voodo hubiese estado al borde del llanto, su voz desborda la impotencia que siente al no ser capaz de controlar la situación.

—¿No lo harán?—James deja salir un suspiro—. Entonces tendré que hacer algo para llamar su atención y decirle mi ubicación, ¿No es así?

—James está actuando como un niño justo ahora, ¿No lo creen? —habla Monique, recargando su mano en su cintura—. El incluso quiere hacerle un berrinche a su madre.

—Es porque está demasiado feliz de verlos—habla Scord—. Sólo que su manera de demostrarlo es torturando a sus enemigos.

—¡Ya lo tengo! —James se pone de pie de un salto.

James chasque sus dedos y con eso, todos los árboles, pasto, rocas o cualquier objeto a un radio de unos 100 metros se desvanece en un santiamén, dejando un enorme círculo desierto en el bosque, como si hubiese estallado una bomba en este lugar.

—Creo que con esto será suficiente —vuelve a dejarse caer—. Estoy realmente enfadado, ya que Tsalia fue quien secuestró a mis chicos en primer lugar, debe dar la cara ahora que me los llevo de regreso—suspira—. ¿De verdad, qué es lo que tengo que hacer para que entiendan que no deben tocar lo que es propiedad de otros?—mientras dice esto, James nos echa una mirada—. Tal vez unos anillos...

James está fuera de sí. Parece tranquilo y sereno ante los condenados, como si tuviese todo perfectamente calculado...pero ellos no saben lo que esto significa.

James ahora mismo está... Completamente cabreado.

—Pryscilla, sería bueno que eligieras el diseño—continúa hablando—. Quiero que sean plateados, y con una "B" grabada de color negro.

—Pero si tú ya estás diciendome el diseño—murmura ella.

—Puedes elegir el tipo de letra...

Antes de que James pueda seguir hablando airadamente, una figura aterriza sobre el terreno despejado.

—Al fin llega—dice James, dando un salto para bajarse de la rama del árbol—. ¡Es bueno que estes aquí para despedirte antes de que nos vayamos y para contestarme una pequeña pregunta!

—¡Niño insensato, deja de decir tonterías frente a tu madre!—brama Tsalia, realmente furiosa, mientras un círculo de fuego morado se forma a su alrededor y estalla con un onda que nos traspasa a todos.

Puedo sentir como el ambiente cambia drásticamente a mi alrededor, esta sensación de inutilidad y frío solo pueden significar una cosa. Ha hecho el hechizo para esparcir antihumanos.

—¡Ahora que no puedes utilizar tu molesto don, por fin voy a matarte!—grita Tsalia, levantando sus manos mientras crea una enorme espada que luego lanza hacia James.

Este da un paso al frente y con su mano la detiene, enterrándola en el suelo. Aunque James no hace ningun gesto, puedo ver brillar el antihumanos rociado en toda la espada.

—¡James detente, te harás daño! —le digo.

—Está bien, Sarah no te preocupes por mí—me dice—. Esa mujer no va a poder matarme, no ha podido hacerlo después de tres mil años, ¿No es así?

Aunque la reacción que se esperaba después de eso era una de enojo o desesperación, la sonrisa que mostró Tsalia a continuación no era de nada parecido, sino todo lo contrario, ella parecía extrañamente satisfecha.

—¿En serio, cuanto tiempo más planeas seguir con esta fantasía tuya? Este juego estúpido es agotador—le dice, soltando una risita caótica—. Jugando a ser el líder respetable, protegiendo a los que te importan... ¡Sólo te estás engañando a ti mismo y lo sabes!

—La única que me agota eres tú, "Madre".

—No importa cuanto lo intentes, no importa que consigas "Seguidores"—hace comillas con sus dedos—. Al final siempre serás el temible y poderoso James Black, el vampiro más peligroso de todos, el monstruo despiadado al que todos quieren lejos—da un paso al frente—. Te has creído demasiado cuando te convirtieron en líder de los vampiros, ¿Acaso creíste que tenían otra opción?

Los ojos de James ahora han perdido todo su brillo y estan fijos en la bruja con un gesto de seriedad aterradora.

—La única razón por la que te siguen es porque te temen, y eso jamás cambiará—brama—. Las personas que te odian solo aumentaran y tú seguirás destruyéndolos porque es lo único que sabes hacer... Destruir, desintegrar, desvanecer...—levanta los brazos—. Al final te quedarás solo, y eso jamás lo cambiarás.

—¡Eso no es...! —las palabras se quedan atoradas en mi garganta cuando quiero gritarlas, aunque sin darme cuenta, yo ya estoy junto a James —. ¡Eso...!

"Eso no es verdad" Eso es por lo que ahora estoy luchando desesperadamente en decir. Sin embargo, la dosis de Corazón aún en mi sistema me lo impide. Miro a James a mi lado, desesperada y asustada por verlo perder el control, este me mira también, con sus ojos ligeramente un poco más abiertos de lo normal... como si estuviera sorprendido.

Sus labios entre abiertos, murmurando mi nombre.

—James no...—jadeo, apretando los dientes con fuerza—. No la...

"Por favor no la escuches". De nuevo no puedo decirlo, no puedo transmitirle a James lo que siento... Mis palabras, lo que pienso acerca de él como nuestro líder y guía... No pueden alcanzarlo.

—James eso no es...—intento de nuevo, fallando terriblemente y solo consiguiendo que mi voz salga como un sollozo.

—¡Eso no es verdad! —oigo decir una voz a mis espaldas.

Lentamente me giro, encontrándome con Dalia respirando agitadamente, pero su mirada es una de determinación y seriedad.

—No escuches a esa mujer, James—continúa hablando, caminando para colocarse junto a James—. Nada de lo que dice es cierto, tú no eres como ella dice, "El monstruo" de James Black al que todos temen, es solo algo que ella misma inventó para poder vengarse de ti, porque no pudo vencerte con sus propias manos, se propuso a torturarte y destruirte, hizo que todo el mundo te odiara y te temiera para dejarte completamente solo—Dalia se gira hacia Tsalia, que la mira con los ojos abiertos de par en par—. ¡Pero ahora se ha dado cuenta de que no funcionó, porque lograste lo que ella menos quería! ¡Todos te han reconocido como su líder y ahora te siguen... Y sobre todo...! —abre los brazos—. ¡Tú no estás solo!

James parpadea, atónito por las palabras de Dalia Wesley.

—Sé que esto es lo que Sarah quería que escucharas—prosigue—. Y sé que ella está conforme ahora mismo con que yo lo diga porque es como todos nosotros pensamos, James eres nuestro líder, nuestra familia...Y aun si llega el día en que todo el mundo vuelva a ponerse en tu contra, nosotros seguiremos a tu lado hasta el final—le dice—. ¡El único monstruo aquí es Tsalia Morengei!—la señala—. ¡Alguien que como no pudo asesinar a su hijo para recibir más poder, y que después de eso no logró matarlo, se propuso a hacer que todos lo odiaran, a que viviera sus días en la soledad!—demanda—. ¡Pero debes saber, Tsalia Morengei, que todos tus intentos fueron inútiles, porque aunque James estuvo solo por miles de años ahora tiene una familia, y esos somos nosotros! —grita—. ¡Aunque tu objetivo era que el mundo le diera la espalda y estuviese indefenso... Nosotros estamos aquí para cubrirle su espalda!

—Dalia...—murmura James.

—Siempre nos proteges James, siempre tienes que ser el genial y asombroso vampiro Original pero...—lo sostiene de los hombros—. Es nuestro turno de protegerte.

—Esto sí que es increíble—habla Adelí, colocándose a mi lado—. Me has sorprendido Dalia, ahora voy a considerar tenerte aunque sea un poco de respeto.

—¿Dijiste "Considerar"? —murmura Dalia—. ¿"Poco"?

—¡Sin duda Dalia es tan hermosa persona por dentro como lo es por fuera! —exclama Monique, que junto a Zack y Rihanna se posiciona frente a James como nosotras.

—Oigan chicos..

—¿Vas a decirnos que somos unos idiotas?—oigo decir a Alex con dificultad, que camina lentamente aun afectado por el poder de Atria—. Ya sabemos que lo somos, nadie que no sea idiota sería parte de un clan tan aterrador como el tuyo.

—¿Eso se supone que es un cumplido?—Tobías se acerca a Alex por su espalda cuando este se tambalea, y lo ayuda sujetándolo y pasando su brazo por encima de sus hombros—. Para empezar no nos compares contigo, es obvio que tu estupidez va más allá que la de cualquier ser humano.

—La mascota ha dicho algo con sentido—se burla Adelí.

—Yo a ustedes les debo más que mi vida—habla ahora Drew—. Así que la usaré para protegerlos.

—¡James es el mejor amigo de mi Scord! —Pryscilla se coloca frente a James también—. "Scord, James y Elízabeth", esos son los nombres de mis más grandes héroes, quienes me salvaron hace mucho tiempo... ¡Y yo estoy dispuesta a derribar a cualquiera que intente ponerle una mano encima a mi capitán!

Scord rara vez demuestra un sentimiento diferente a la seriedad, pero justo ahora, nos mira a todos aturdido y con sus ojos brillando de sorpresa. Pero solo con un toque de su amada, este parece tratar de regresar de su trance y se deja llevar por su mano para pararse también frente a James, mirándolo anonadado.

—Esto es...—Scord aprieta los labios y agacha la cabeza, como si estuviese conteniendo las lágrimas—. Si Elízabeth estuviera viendo esto, ella estaría más feliz que nunca... Muchas gracias, chicos.

Ahora todos miramos a Scord, sorprendidos por su cambio de actitud.

Pero de entre todas las diferentes expresiones que hay en cada uno de los presentes, la que parece más afectada no es la de nadie más que Tsalia Morengei. Sus ojos multicolor tiemblan llorosos, al igual que sus labios apretados con impotencia. Sus puños y piernas tiemblan tanto que podría derrumbarse en cualquier momento o echarse a gritar.

Porque Tsalia Morengei acaba de presenciar algo por lo que se había atormentado en impedir por mas de tres mil años.

—Elízabeth sin importar en donde este su alma descansando ahora, puede estar tranquila...Por que al fin pasó lo que nosotros siempre buscamos—continúa hablando Scord, su voz temblorosa—. Un lugar en el que James es reconocido, rodeado de personas que quieren protegerlo... Muchas gracias chicos, por existir.

—Scord—murmuro.

Él ya no parece ser capaz de seguir hablando sin derramar lagrimas, puedo notarlo por la manera en que aferra su puño a su chaqueta y como sostiene con fuerza la mano de Pryscilla, quien lo abraza cariñosamente.

—Scord tiene razón—habla James finalmente—. Jamás creí que vería algo como esto... Yo no me lo permitía... Pero ahora los tengo a ustedes.

Una sonrisa, pequeña pero con un significado que me brindó un golpe cálido en mi pecho, aparece en los labios de nuestro líder.

—Y Scord y Pryscilla se fueron al frente con ustedes a pesar de que saben que no es necesario—continúa diciendo.

—¿Qué dices? —habla Monique—. El vampiro original creído ha vuelto.

—En realidad...—murmura Scord a la vez que James se abre paso para colocarse frente a nosotros—. Lo que dice James es cierto, aunque quisiéramos, no es necesario que lo protejamos o arriesguemos nuestras vidas por él.

—Las cosas no cambian entre ustedes—brama Tsalia, enfurecida—. Desde el inicio has sobreestimado a ese estúpido malcriado.

—¿Sobreestimarme?—habla James, tocando con sus dedos el mango de la espada enterrada en el suelo—. Dudo que Scord haga algo como eso ya que me conoce mejor que nadie, Scord jamás diría algo de mí que no es cierto.

A pesar de que las palabras estan fuertemente dirigidas hacia Tsalia, los ojos de James están fijos en la espada. Lentamente, su mano se coloca alrededor del mango y sin demostrar algun tipo de molestia, la saca fácilmente y la levanta.

—¡James, ¿Qué estás haciendo?! —habla Dalia, preocupada—. ¡Eso tiene vamperus, te estás lastimando!

—Tsalia me ha hecho cosas más dolorosas que esto, desde que era un niño pequeño hasta ahora—dice James, sin mirar otra cosa, y luego señala a Tsalia con la punta de la espada—. Tú te has unido a Emmily Cooper sólo para poder enterrarme esto en el pecho, ¿Cierto?

—¡No preguntes cosas que son evidentes!—replica furiosa.

—Bien...—James habla sereno—. Entonces por primera vez, seré un hijo obediente, ¿Qué te parece eso?

—¿De qué estás hablando?—Tsalia de pronto se muestra algo asustada por las palabras de su hijo, palabras que tampoco logro entender.

—¿James, en qué estás pensando? —inquiero.

No sé por qué, tengo un mal presentimiento de esto. Lo que esta haciendo James esta comenzando a preocuparme.

—James, ¿Estás seguro de esto? —dice Scord.

¿Qué diablos estás pasando?

—Claro que estoy seguro, ya es hora de ser claros, ¿No lo crees, Mejor Amigo?

—¿Qué estás tramando, malnacido? —espeta Tsalia.

—Ya te lo dije, voy a obedecerte y...—lentamente, James voltea la espada, haciendo que la punta queda encima de su pecho—. Voy a cumplir lo que viniste a hacer.

—¡JAMES!

Pero los gritos no lo detienen.

Por su cuenta y sin que nadie logre alcanzarlo, James Black sostiene la espada con fuerza y la entierra en su propio pecho hasta que el metal brillante atraviesa su espalda.

Continuará...

_________________________

Bueno, tal vez algunos de ustedes estén alarmados por él final de este capítulo jeje pero sólo puedo decirles que el capítulo de la próxima semana será... INTENSOOO

Preparense para lo que se viene en Dark Souls chicos, la segunda parte del libro está a muy pocos capítulos y entonces viene la tercera y última parte que será algo corta.

Este tercer libro está siendo más largo de lo que planee pero es que han pasado taaantas cosas, ¿Cuál ha sido su parte o momento favorito hasta ahora?

Los quiero muchooo, hasta el siguiente capítulo:

Capítulo 62:
"La venganza de James Black"

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