Capitulo 54: Tobías, el fiel pecador
Pregunta de Mystic_Writer05 💙Para Emmily ¿Qué eres realmente?💙
Emmily responde:
Así que los de ese clan Black no son los únicos que quieren saber sobre mí...Veo que están emocionados ¿Qué es lo que soy?, eso es sencillo...
*Inserte música dramática*
¡Soy la salvadora de los condenados, aquella que traerá la Nueva Era para las criaturas...Y la que destruirá al Clan Black y todo lo que han construído sus estúpidas esperanzas!
Ronner *Desde una esquina, susurra para él mismo*: Creo que se refería a qué clase de criatura eres.
~💙~💙~💙~💙~💙~💙~💙~
~💙~💙~💙~
~💙~💙~💙~💙~💙~💙~💙~
Alexander Pearson
La verdad es que, a pesar de todas las cosas que han recorrido mi camino, me siento seguro y en paz conmigo mismo al decir que no me he vuelto loco. Al menos, no actúo como tal, y cada vez que sé que estoy a punto de perder el control, me esfuerzo en que los inocentes no salgan lastimados, en vez de eso, trato de usar la locura que me brinda el descontrol para proteger a los que amo.
Sí, eso trato de hacer.
Pero...
Lo cierto es, que hay una persona que cree que estoy loco.
«Eres un demente, pero lo que te convitió en uno fue juntarte con personas que sí están dementes».
Adelí Mathews siendo hipócrita y sincera a la vez, dándome justo donde más me duele. Sus palabras siempre han sido como cachetadas que me hacen entrar en razón, como gritos furiosos obligándome a tener los pies bien puestos en la tierra. Sus "Consejos", son más bien insultos u ordenes que me denigran...pero con el propósito de hacerme sentir mejor. ¿Siquiera eso tiene sentido?
Definitivamente he perdido la cabeza...
Lo cierto es que no puedo negarlo de ninguna manera. Las personas a las que les he dado mi techo y con las que he decidido compartir el resto de mis días, son todos unos lunáticos. Incluso a Tobías se le podría llegar a considerar extraño, pero en otro sentido. La verdad es que siempre es muy lógico y piensa bastante antes de actuar, muchos dirían que me conviene tener a una persona como él a mi lado; sin saber que nos llevamos como perros y gatos, por supuesto. Lo cierto es que Tobías siempre es diferente, su comportamiento en diversas situaciones depende siempre de todo su entorno, además de que no es muy abierto con los demás, puede estar sintiendo fuertes emociones, pero sus ansias por ocultarlas lo superan, y por este motivo es que a veces no controla lo que dice, y termina sintiéndose como el idiota más grande.
A lo que he llegado es...Que aunque yo puedo saber lo que Tobías está pensando, pero me cuesta identificar el porqué. Creo que es algo que ni él mismo entiende. Sus intenciones en este momento por ejemplo, él de verdad está dispuesto a ayudarnos, y eso le causa un gran conflicto, no porque trate de evitarlo, sino porque aún no se acostumbra a esos nuevos sentimientos.
Los sentimientos lo mueven todo.
Las acciones, las palabras...Los motivos.
El motivo por el que yo considero a una bola de lunáticos como la cosa más preciada que tengo en la vida. Sin embargo, no me había puesto a pensar en que esos lunáticos sienten lo mismo que yo. Ahora mismo, una de ellos está demostrándomelo, incluso me sonríe, esa sonrisa que siempre aparecía en sus labios cada vez que me vencía en los entrenamientos.
—Ya veo...—continuó hablando la hermana de Sarah—. Entonces, ninguno de ustedes sabe en donde está esa entrada.
—Ya te lo dije—la mira Pryscilla, con cara de aburrimiento—. No sé en donde está esa entrada.
Mentirosa.
Enseguida de que vi esa sonrisa en Pryscilla, supe que significaba que algo no andaba bien. Pryscilla sí que conoce la ubicación de la entrada, y ni siendo el selecto más cabrón de todos podría entrar a su cabeza y leer lo que piensa, mucho menos distorsionar sus recuerdos. Eso es algo que sólo Carter Blake podía hacer, y costó décadas y sufrimiento de Pryscilla.
Entonces la única explicación lógica, y por la cual me siento algo estúpido al no haber pensado antes en la posibilidad, es que la Droga del Corazón, no tenga efecto en la mente de Pryscilla.
Luego de meditarlo, tiene mucho sentido que ella sea inmune, después de todo su mente está rota.
—Entiendo lo que dices...—sigue Emmily, pero su voz carece de emoción alguna. La chica orgullosa de sus ideales genocidas había desaparecido—. No hay forma de que Alexander o mi hermana hayan podido alterar tu mente.
—¿Alex entrando a mi mente? —suelta un bufido—. Antes se le cae el cabello del miedo.
—No estás mintiendo, y ellos tampoco pueden decirme lo que quiero—nos mira, su mirada vacía fija en Sarah—. Supongo que tendré que encontrarles algo en lo que ser útiles antes de morir, después de todo, los peones tienen que matar alguna pieza o ayudar a su reina de vez en cuando.
Emmily levanta su mano lentamente, y apunta a Sarah.
—Yo, Emmily Cooper—dice, antes de dirigir su mano hacia mí—. Zack Pearson—apunta a Adelí—. Robert Mathews—apunta ahora a Drew—. Atria Carusso.
Sigo su dedo índice con la mirada, que se mueve hacia mi hermana ahora.
—Alexander Pearson.
Y finalmente, apunta a Tobías.
—Y tú...—deja las palabras en el aire, luego, suelta un pesado suspiro—. Bueno, de alguna forma me las arreglaré para conseguir tu sacrificio.
—¿Qué ha sido eso? —le digo, molesto.
—Acabo de decirle a cada uno, el nombre de la persona por la que se sacrificarán dentro de tres días.
—¿Qué?—escucho a Sarah jadear.
—Entiendo...—Adelí ríe por lo bajo—. Quieres acelerar las cosas porque temes que podamos escapar.
—¿Temer? —se vuelve hacia ella—. Yo no lo llamaría así, tengo sus movimientos predichos y controlados, las piezas están perfectamente acomodadas en mi tablero y todo marcha justo como planee mi jugada—camina hacia ella—. Yo no tengo "miedo", Adelí, esto es sólo otro de mis movimientos ya planificados...Y el último hecho por ustedes.
—Pero debe haber una razón por la que hayas "planeado" nuestros sacrificios en tres días—dice de manera burlona—. Después de todo, en tres días también se abre el portal a tu asqueroso mundo de los condenados, y siempre hay almas tratando de venir a la superficie...¿Eso aún es algo que no logras controlar, cierto? —ladea la cabeza—. Yo ya aproveché el alboroto que siempre causa la abertura del portal para hacer que Zack escapara de la prisión, y estás preocupada de que intente hacer lo mismo esta vez.
—Tienes razón, pero sé que no lo harás—sonríe.
—¿Ah sí?
—Sí, porque no eres estúpida, y porque eres orgullosa—replica—. No harías lo mismo dos veces.
—Bueno, ya podremos averiguarlo en tres días—le dice, fingiendo inocencia.
—Tú no podrás hacerlo, porque para cuando ellos vayan a morir, tú ya serás una condenada más bajo el control de Robert—le dice.
Emmily se incorpora y se vuelve a su trono.
—Debe ser desesperante para ustedes, nos saber el motivo de mis acciones—se da la vuelta—. Pero todo lo que hago es para lograr el surgimiento de la nueva era...—sonríe—. Sin embargo, creo que lo más justo para ustedes es saber al menos por qué quiero sacrificarlos.
Frunzo el ceño.
—Tenías razón, hermana mía, lo cierto es que necesito los sacrificios para lograr mi propósito, sin embargo, esa no es la única razón por la que Robert, Tsalia, Atria y yo queremos que se sacrifiquen por nosotros.
—¿Hay algo además del poder?—inquiere.
—Sí—sonríe—. Porque una vez que complete mis sacrificios, y la nueva era comience, todos los condenados que volvieron a la vida...Bueno, mejor que lo descubran quienes sobrevivan para ese día—dice—. Desde ahora estarán en celdas separadas—demanda—. Les daré a las mejores amigas unos últimos días juntas antes de su eterna separación, así que colóquenlas a ambas en la celda especial, la más profunda de la prisión.
—Sí, mi salvadora—habla Rooner haciendo una reverencia.
Luego de eso, se acerca a Sarah para tomarla del brazo.
—¡Aleja tus manos de ella, imbécil!—le grito.
—Será mejor que no te muevas—oigo decir a Voodo, mostrándome el hilo con el que sujeta a Sarah—. O te prometo que la oirás gritar antes de irse.
Sarah me dedica una mirada tensa antes de levantarse y seguir a Rooner, que las toma a ambas de los brazos para llevárselas de aquí. Antes de eso, Sarah me mira de reojo, preocupada y con la impotencia de no poder hacer nada en esta situación.
—La otra Pearson se quedará bajo tu vigilancia junto con tu hermano—Emmily mira a Atria de reojo, mordaz—. Si causan problemas, tú pagarás el doble por ellos, y me aseguraré de que nunca jamás quieras volver a cometer algo estúpido en la eternidad.
—Lo entiendo, mi salvadora—Atria agacha la cabeza con respeto.
—¿Y qué pasará con el Vooker y Alexander Pearson?—le pregunta Voodo.
—Tú lo decidirás, estarán bajo tu vigilancia, puedes hacer lo que quieras con ellos, excepto matarlos, por supuesto.
—¡Oh, sí! —exclama con alegría—. ¡Tengo tantas actividades divertidas planeadas para nosotros tres! —levanta los brazos.
—Yo me iré ahora antes de que por mi humor vaya a destruir este piso de la prisión.
—¡Entendido, capitana!
—Encargate de llevar a esta mujer a su celda, y que no vuelva a ver la luz hasta el día de su sacrificio.
—De acuerdo, aunque me hubiera gustado poder incluirla en mi divertido juego—Voodo hace un puchero.
—¡No me hagas repetirte una orden dos veces Voodo, deja de comportarte como una chiflada y limítate a acatar una orden!—Emmily le lanza una mirada asesina, que Voodo recibe retrocediendo un paso.
—No era mi intención alterarte...—agacha la cabeza—. Entiendo, me aseguraré de que tenga vigilancia las 24 horas.
—¡Entonces deja de parlotear y hazlo!
Después de eso, creí que vería a Emmily al fin salir por la puerta, sin embargo, ésta sólo dio dos pasos para atravesar la pared y desaparecer, dejando atrás una niebla oscura que fue desapareciendo poco a poco, mezclándose con el aire del cuarto.
Voodo, se queda en silencio, en la misma posición de respeto y reverencia hacia Emmily hasta que pasan unos segundos. Después de eso, veo su brazo caer con desgana, y a ambos moverse de un lado a otros como dos cuerdas flojas.
—Ella se enfadó conmigo...—le oigo murmurar, pero ninguno de nosotros hace nada, sólo la observamos, esperando.
¿Después de todo, qué más podemos hacer a parte de esperar a que dicten nuestro destino?
Una punzada en la sien casi me hace caer al suelo, pero me resisto y trato de no hacer ningún movimiento que altere a Atria o a sus arañas, o que llame la atención de la lunática de Voodo.
¿Qué fue eso? Fue como si mi subconsciente se negara a aceptar mis acciones...Como si yo de verdad pudiera hacer algo más, sólo que...No tengo idea de qué es.
¿Qué...me pasa?
—La salvadora, está de mal humor...—Voodo se gira lentamente, pero sigue con la cabeza gacha y los brazos sueltos, como si fuera un títere sin ventrílocuo—. Se enojó conmigo...—veo como lentamente rompe los hilos con los que nos retiene a mi y a Sarah, pero sin soltar nuestros muñecos que aún lleva en la mano izquierda, y con su mano derecha ahora libre, toma algo dentro de su chaleco—. Y todo...—dice, colgando nuestros muñecos en su cinturón y sacando una nueva—. ¡Es tu culpa!
De un movimiento veloz, Voodo estrella la muñeca en su mano contra el posa brazos del trono, y con su otra mano, dirige una aguja hacia ella. Medio segundo después, Pryscilla cae de rodillas, cubriéndose el estómago con sus manos.
—¡Pryscilla! —grita Rihanna, levantándose para correr hacia ella, pero enseguida incontables arañas bajan tejiendo hilos para colocarse en sus narices y detenerla.
—¡Ry, recuerdalo!—me vuelvo hacia mi hermana.
—¡Lo sé!—refuta—. Pero...aun así...—hace una mueca, cerrando los ojos y suprimiendo su pesar.
Aprieto los dientes, sintiéndome igual o tal vez incluso peor que ella, y miro a Pryscilla, que cae de frente, jadeando incontrolablemente por el dolor de la aguja atravesada en su estómago.
—¡Espero que disfrutes de poder jugar conmigo a las muñecas, zorra!—le grita Voodo—. ¡Por tu culpa, la salvadora se enfadó!
Voodo saca la aguja de su cuerpo, pero sólo para tomar otras cuatro y enterrarlas en los brazos y piernas de la muñeca.
Pryscilla vuelve a gritar, temblando de recibir esos ataques a través de la muñeca.
—¡Basta, detente de una vez, maldita!—grita Rihanna.
—¡Ry! —le grito a su vez, suplicándole con la mirada que pare.
Pero es imposible impedir que sufra por ver a Pryscilla experimentar tal cosa, a pesar de que...
—¡Atria, llévate a esta idiota y a tu hermano de una vez!—grita Voodo, enfurecida.
Atria no dice nada y sin mirar a Voodo o a Pryscilla, se dirige a la puerta, y a su vez, sus arañas comienzan a caminar por las paredes para rodear a Rihanna y Drew y obligarlos a caminar detrás de ella.
Rihanna le dirige una última mirada a Pryscilla, antes de obligarse a sí misma a seguir, hasta que al fin nos quedamos solos los cuatro; la loca de Voodo, la indomable Pryscilla, la mascota de mi hermana, y yo, un cabrón que en cualquier momento va a perder los estribos, y que para lástima de los que lo rodean, no se encuentra su novia, la única esperanza que tiene de no perder el control en una situación como esta.
¿Así que a esto se refería Adelí cuando dijo que todos estábamos jodidos?
A mi lado, Tobías se limita a fingir estar observando a Pryscilla, cuando lo cierto es que tampoco es algo que quiera ver, y en su lugar mantiene sus ojos fijos en la pared.
Voodo por su parte, continúa con sus constantes ataques hacia la muñeca de Pryscilla. Pasan los minutos de tortura, en los que ni yo ni Tobías decimos nada, y esperamos a que la escena se termine. Cosa que no pasa hasta 5 minutos de risas y gozo de Voodo después, en los que celebra satisfactoriamente sus actos de tortura hacia Pryscilla.
—¡Asqueroso clan Black, no son más que una bola de imbéciles a los que pronto olvidarán!—dice Voodo—. Y en su lugar, será de mí de quien hablen, ¡Voodo, la chica que se convirtió en su pesadilla, la que los torturó hasta que suplicaron porque los matara!—la chica estalla en risas.
Tobías y yo chocamos miradas, ambos desganados y...comenzando a sentir lástima por la pobre organizadora de eventos en el Coliseo.
Voodo continúa riendo con éxtasis, hasta que otra risa se oye por encima de la suya, y provoca que ésta se quede pasmada.
—¿Así que por eso te has demorado tanto en torturarme? —habla Pryscilla de una vez por todas—. ¿Estabas esperando a que te suplicara que pararas?
Voodo la mira confundida, preguntándose qué es lo que pasa y por qué no se ve afectada por todo el daño que le ha hecho.
—Así que este es el macabro poder de Voodo, uno de los perros de Emmily, la chica a la que todos le temen—escupe Pryscilla—. Definitivamente...Eres la persona más aburrida que he conocido...Tan patética.
—¿Qué estás diciendo?—la mira indignada.
—Tu poder es peligroso y da algo de miedo, lo admito, pero los poderes se usan para que funcionen, ¿Sabes? —se encoge de hombros, sonando aburrida.
—¿De qué mierda me estás hablando?—enfurecida, Voodo vuelve a levantar el muñeco, amenzando con enterrarle una aguja.
—¿En serio piensa seguir haciéndolo?...¿Es que no ha entendido?—dice Tobías, y en su voz puedo notar lo cansado que está.
—¿Entender?—Voodo parece alterada, ahora que ha comprendido que en efecto...Hay una cosa en la que no ha caído en cuenta.
—Eres patética al tratar de usar ese don tuyo en contra mía—refunfuña Pryscilla, sonando ofendida.
¿De verdad está molesta por que Voodo usó su don contra ella?
—¿De qué...? —Voodo mira la muñeca en su mano, asustada—. ¿De qué hablas?
—Veo que no sabes nada sobre mí...—suspira—. Bueno, la verdad es que yo tampoco sabía mucho sobre ti hasta hace un momento, y no es como que me importe mucho lo que descubrí...Ya te lo dije, eres aburrida.
—¿Aburrida? —grita indignada—. ¡Suficiente, toma esto!
Voodo vuelve a enterrar una aguja en el pecho de Pryscilla, devorándola con una mirada ansiosa de verla surfrir, sin embargo, Pryscilla ni se inmuta ante sus acciones.
—¿Qué?—murmura Voodo, desenterrando la aguja, para luego enterrarla en otro lugar nuevamente, pero a Pryscilla ni siquiera parece hacerle cosquillas—. ¿Qué pasa?
—Ya te lo dije, es inútil, no puedes usar tu poder conmigo—le dice Pryscilla—. Tu poder se basa en causarle daño físico a tu oponente a través de un muñeco hecho por ti. Básicamente lo que le haces al muñeco, lo sufre la persona. Y como somos vampiros, o nos matas enterrando una aguja en el pecho del muñeco, o nos causas dolor torturandolo...Pero...—la mira—. Yo no puedo sentir dolor.
—¿Q-Qué? —tartamudea—. ¿Cómo que...no puedes sentir dolor?
—No puedo—se encoge de hombros—. No siento dolor físico, hagas lo que hagas, no conseguirás que me duela, lo cierto es que antes ni siquiera estuve segura de en qué parte del cuerpo me enterrabas las agujas, así que tuve que gritar como si lo sintiera.
—¿Estuviste fingiendo?—dice incrédula.
—Ya te lo dije, tu poder es demasiado aburrido, sólo trataba de ponerle un poco de emoción, pero siento no poder ser la persona adecuada para eso—le dice—. De hecho, considerando que soy un vampiro, que Emmily te ordenó que no me mataras, y que no puedo sentir dolor alguno...Creo que en este momento...Yo soy tu peor contrincante, ¿No es así? —le dedica una sonrisa ladeada.
~*~*~*~
Voodo no dijo nada más después de que Pryscilla la humillara, supuse que no quería arriesgarse a hacer algo que pusiera todavía más en evidencia lo asustada que estaba. Para nada se esperaba que hubiese alguien inmune a su don, es decir, nadie cree que algún día se topará con alguien a quien no le afecte su poder, y que además se burle de eso.
—¿Crees que haya pensado en esto?—la voz de Tobías me saca de mis cavilaciones.
El cuarto es tan oscuro como siempre, y sólo por mi vista de vampiro es que puedo verlo sentado frente a mí.
—Estamos hablando de Pryscilla, además, no es su culpa, sabes que no controla sus emociones, y por eso, la mayoría de las veces no puede evitar hacer cabrear a alguien en los peores momentos.
—Lo sé, no estoy enfadado con ella, de hecho, me preocupa que vaya a estar encerrada y sola tanto tiempo.
—¿Te preocupas por uno de nosotros, en serio? Cada día me asustas más, ¿Qué es lo que has hecho con el imbécil roba novias?
—Como si hubieras creído en la posibilidad de que te robara a tu novia—se cruza de brazos, molesto.
—Tranquilo, en estas situaciones, lo mejor para Pryscilla es quedarse en donde no haya nadie que afecte sus emociones—le digo con calma—. Ahora que no está Scord, debe ser jodidamente difícil para ella actuar con normalidad.
Hace más de una hora que Voodo vino a botarnos aquí como dos sacos de basura, y ni siquiera valió la pena intentar preguntarle qué era lo que planeaba hacernos, pues esta habitación de penumbras ya nos es bastante familiar. Es la sala de espera para el Coliseo, lo que significa que en cualquier momento esa puerta se abrirá, y Tobías y yo tendremos que salir a pelear.
—Escucha Alex, Emmily fue bastante estricta con decir que no los mataran a ustedes, pero no dijo ningún sacrificio para mí, y no parecía considerar a mi hermano, así que puede que esa regla no aplique conmigo y que no le interese si muero o no—me dice—. Eres idiota, así que tengo que decirlo...
—¿Ahora de qué me hablas?
—Por ninguna razón, trates de poner mi vida por encima de la tuya—dice—. Si llega el momento, debes dejarme morir.
—¿Crees que arriesgaría mi vida por ti?
—No lo creo, estoy cien porciento seguro de que lo harías—pone cara de pocos amigos.
—Estás siendo descarado.
—No estoy jugando, Alex.
—Entiendo, entiendo—sacudo la mano en su dirección—. Pero olvidas que no conocemos a nuestros contrincantes, ¿Qué tal si debemos pelear contra nosotros mismos?
—Si es el caso, me suicidaré para que ganes—dice.
—¡Oye!
—Quiero que sepas que esto que estoy diciendo no es ninguna broma.
—¿Por qué lo haces entonces?
—Debes vivir, Alex—sonríe levemente—. Ry...Rihanna te necesita—se corrige enseguida—. Sarah te necesita, todos ellos...Te necesitan.
—¿Y qué hay de ti?, ¿Es que no valoras tu vida?
—Alex, por favor...—ríe secamente, recargando su cabeza en el pilar a su espalda—. No hay nadie que me necesite a mí.
—¿Qué me dices de tu hermano?, él es aún un niño.
—Daniel estará mejor sin mí—dice—. Lo único que he hecho en esta vida es arruinar cosas, nunca he conseguido nada bueno ni para mí ni para los demás, no tengo propósito...Y como ya te dije, no hay nadie que me necesite.
—¿Y crees que así será para siempre?—le digo, ocasionando que me mire—. Tienes toda la eternidad por delante, pero es como si frente a ti sólo hubiera un espejo, uno que refleja todo tu pasado y que te impide ver el futuro—me dejo caer sobre el pilar detrás de mí—. Dices que te arrepientes y que intentas remediar tus pecados, pero todo este tiempo has caminado de espaldas—levanto la cabeza hacia él—. Puede que todavía no encuentres a alguien que te necesite...Pero... ¿Es que necesitas que te ayude a darte cuenta de que ya nadie te odia?
Lentamente, Tobías deja de abrazar sus piernas.
—No estoy seguro de que seamos amigos, pero al menos ya no somos enemigos, y se podría decir... Que confío en ti, al menos un poco—suspiro—. Y sí...es porque soy idiota.
Miro en otra dirección, pues ésta extraña conversación entre Tobías y yo me ha puesto a pensar en muchas otras cosas.
—Así que si piensas suicidarte para impedir que te salve, tendré que hipnotizarte justo ahora.
—¡¿Qué?! —grita exaltado.
—Tienes razón, no puedo morir aquí y dejar a mi familia...Yo juré que los protegería—le corto—. No quiero imaginar lo que pasaría si...—me quedo en silencio, inseguro de hablar de ello.
—Sigues pensando en lo que Atria te dijo—escucho decir a Tobías—. Temes tener que decidir entre Sarah y Rihanna.
—Rihanna es mi hermana. Desde que era un niño, he pensado en su bienestar, al igual que con Sarah desde que la conocí—digo—. Son las mujeres más importantes que tengo en mi vida...Y si algo le sucediera a alguna de ellas, yo...—no logro terminar de hablar.
—Alex...—oigo que murmura—. Si piensas mantenerme con vida, entonces hay algo que debo decirte antes...
Las puertas se abren de pronto, y el sol del Coliseo se apodera de la oscura habitación. Los gritos de la gente en las gradas y los abucheos se alzan por encima del tranquilo silencio que antes estaba.
—¡DAMAS Y CABALLEROS! —escucho gritar a la voz de Voodo.
Logro ubicarla esperando en su lugar, sentada en el trono del balcón, sosteniendo su aguja y hablando a través de los altavoces que rodean la arena, elevando los ánimos de los vitoreos.
—¡El día de hoy tenemos un evento especial!—grita animada—. ¡De un lado tenemos a Alexander Pearson y a Tobías Gregory! ¡Conmemorando sus futuros sacrificios, su aporte al plan de nuestra salvadora, y haciendo que la Nueva Era esté cada vez más cerca!
Aunque lo dudamos por un momento, tanto Tobías como yo nos ponemos de pie, y sin otra opción, nos adentramos en la arena.
—¡Este será un combate en equipos, en los que estos dos miembros del Clan Black tendrán que luchar para tomar una importante decisión!
Me quedo helado encima de la arena a mis pies.
¿Importante decisión?
Elevo la mirada, encontrándome con sus ojos dorados fijos en mí con malicia.
¿Qué está planeando ahora?
Pasa la lengua por sus labios antes de volver a hablar por el micrófono.
—¡Hace unos momentos hablé con nuestra salvadora para pedirle permiso de hacer este combate...Estos dos miembros del Clan Black se enfrentarán a Drades y Varson, ganadores de las rondas pasadas!—explica—. ¡Y con este combate se decidirá el primero de los sacrificios, el cual cometerá el mismo Alexander Pearson!
¿Qué?
De la entrada oscura al fondo, emergen dos siluetas fornidas que avanzan por la arena dando grandes zancadas. Dos hombres de mediana edad si hablamos de años humanos, pero desde la distancia puedo sentir la vibra de vampiro que ambos emanan.
Sus cabellos estan llenos de granos de arena y sus ropas manchadas y ensangrentadas. Sus dientes completamente afilados que muestran cuando sonríen abiertamente en nuestra dirección.
—¿Esos son Drades y Varson?—Tobías los mira incrédulo, aunque la pregunta fue más bien retórica. La respuesta es bastante evidente y sólo intenta asimilarla.
—El combate durará diez minutos, y las reglas son las siguientes...—Voodo aclara la garganta—. Drades luchará en nombre de Sarah Cooper, la novia de Alexander, y Varson peleará por su hermana Rihanna... Alexander con el apoyo de Tobías, deberá matar a al menos uno de sus contrincantes dentro del tiempo límite, y ¡Y si un contrincante sobrevive, la persona por la que lucha será sacrificada y asesinada por Alexander!
—¿Qué fue lo que dijiste?—doy un paso al frente.
—Tienes la oportunidad de salvar a Sarah y a Rihanna, sólo tienes que elegir a quien de tus contrincantes matar primero...Pero si no alcanzas a matar al otro...entonces una de ellas será sacrificada—explica con más detalle—. Si vencen sólo a Drades, entonces Sarah se salvará, pero Rihanna morirá sacrificándose por tu hermano...Y si vencen sólo a Varson, será Rihanna quien se salve y Sarah será sacrificada—ríe—. ¿Me has entendido, o te lo explico de nuevo?
Las risas de Voodo se oyen por todos los altavoces, taladrando mis oídos.
—¿Q-Qué? —murmuro, cayendo de rodillas al suelo, sintiendo como todo se me viene encima.
No, esto no puede estar pasando, no ahora...No cuando no puedo pensar en alguna forma de escapar de esta situación.
¿Qué elija entre las vidas de Sarah y Rihanna? Es absurdo, claro que no lo haré...Acabaré con ambos contrincantes...Pero, si Voodo puso esa regla es porque está segura de que sólo me dará tiempo de matar a uno...¿Puedo arriesgarme e ir a por uno lo más rápido que pueda? ¿Y si no consigo matar al otro?
¿Sarah o Rihanna?
—Alex...—escucho decir a la voz de Tobías, pero esta se escucha lejana, y no me tomo el tiempo de encontrar la razón por la cual mi mente decide ignorarla.
—¡Dicho esto, el combate comienza ahora!—escucho gritar la otra voz, femenina y con una sentencia esparcida tras ella.
Oigo gritos a mi alrededor, demasiado ruido que me nubla la vista y me impide pensar con claridad. De hecho, he perdido el hilo de mis pensamientos, y ya ni siquiera sé en qué se supone que debería de estar pensando.
¿Sarah o Rihanna?
¿Y si el primero contra el que decido pelear resulta ser más fuerte que el otro y no consigo enfrentarlo a tiempo? ¿En ese caso, a quien escogeré atacar primero?
¿Y si los dos vienen a por mí al mismo tiempo? ¿A quién le doy prioridad?
—¡Alex, frente a ti!
Levanto la mirada a tiempo para recibir un puñetazo que me derriba y me hace comer arena del suelo. Toso con dificultad, y no me da tiempo ni de reaccionar cuando un brazo me levanta, mientras que una mano se enrosca en mi garganta.
—Voy a acabar contigo, rata del clan Black—gruñe el sujeto al que Voodo presentó como Varson.
¿Debo luchar contra él primero, así podré proteger a Rihanna?
Pero...si sólo logro vencer a este entonces Sarah...
Ni siquiera puedo terminar de pensar cuando me patea tan fuerte que escupo todo el aire en mis pulmones, y siento algo quebrarse dentro de mí. Caigo al suelo lejos de Varson, sin darme cuenta de que me había lanzado, sólo siento mi espalda adolorida cuando recibe el fuerte golpe.
—¡Alex! —de nuevo esa voz, la de un chico llamándome con desesperación. ¿Qué rayos pasa con él, qué no ve que estoy algo ocupado?
Tengo que...¿Decidir?
De verdad ¿Voy a hacerlo?, ¿Decidiré entre la vida de mi hermana y el amor de mi vida?
He oído acertijos sobre eso, preguntas que no tienen una respuesta correcta. ¿Es lo mismo en esta situación? Ninguna decisión que tome será la correcta si con ello pierdo a alguna de ellas.
¿Sarah o Rihanna?
—¡Alex, reacciona!
De nuevo esa voz es como una sacudida, alzo la cabeza y veo a una nueva figura frente a mí. Un hombre alto con los dientes sucios mostrándome una sonrisa llena de perversidad.
El sujeto levanta una lanza con la punta brillante. Es vamperus. Va a atacarme con ella, pero yo no estoy haciendo nada para detenerlo. La baja y la entierra en mi hombro, clavándola también en el suelo debajo de mí, y yo lo único que hago es gritar por el dolor.
Este es Drades, si lo venzo salvaré a Sarah...¿Debo hacerlo?
El sujeto saca otra lanza, y la levanta hacia mí, y yo sólo veo como se acerca...Va directo hacia mi ojo izquierdo, y luego...
Huelo sangre...
Hay sangre, mucha sangre. Salpicada en mi cara, a punto de haber entrado a mi boca, y en la sudadera del chico que está de pie frente a mí con una lanza atravesada en el estómago.
—Alex, imbécil—le escucho gruñir, y lo reconozco como el mismo sujeto que estuvo llamándome hace un rato.
—¿T-Tobías?—titubeo, sin entender una mierda de lo que acaba de pasar.
—Eres idiota, eres tan idiota—repite una y otra vez—. ¡Qué molesto!
Tobías gruñe con una voz grutural, y levanta una mano transformada en filosas garras con las que atraviesa al vampiro frente a él. Después de esto, Drades se encorva por el ataque recibido y suelta la lanza atravesada en Tobías, quien no pierde ni un instante y aprovechándose de eso, lo patea con fuerza consiguiendo alejarlo.
Un segundo después, Tobías se deja caer de rodillas al suelo, y con suma lentitud, saca la lanza de su cuerpo.
—¿Tobías qué es lo que haces?
—Escuchame, grandísimo imbécil, me cuesta demasiado hacerlo y sé que no es el momento pero...Hay algo que he tratado de decirte...¡Y QUE POR ALGUNA RAZÓN SIEMPRE PASA ALGUNA MIERDA QUE ME LO IMPIDE! —grita lleno de furia, arrojandole la lanza a Varson que trataba de caminar hacia nosotros.
—¿Qué...qué querías decirme?—tartamudeo, sorprendido por verlo tan enojado.
—¡Debes dejar de creer que existes para proteger a todos, ya deja de cargar con algo así, eres imbécil y no entiendes nada!—escupe.
—¿Me lo dices insultándome?
—¡Lo digo como se me da la gana! —me grita—. ¿Para qué crees que se forma un clan? ¡Es para protegerse entre ustedes! ¡Tú no eres el único que puede salvarlos, todos son fuertes y pueden defenderse, además, te defienden a ti, y si alguien llega a hacerles daño no será culpa tuya!
—Pero es por eso...que debo protegerlos...
—¡Que no imbécil, se trata de trabajo en equipo, ninguno está solo, y ninguno carga con algo solo!
Solo.
En ese instante, en mi mente aparece una imagen de la espalda de James Black, los brazos levantados a sus costados, imponente, amenazando a todos los que alguna vez han tratado de hacerle daño a su clan.
Zack, protegiendo a nuestra hermana y abrazando al amor de su vida. Monique y Sarah pensando en su tía y cuidándose la una a la otra.
«¿Para qué crees que se forma un clan? ¡Es para protegerse entre ustedes!»
—Pero aun así...—Tobías trata de levantarse del suelo, sujetandose el estómago—. Sé que eres terco y no podré hacerte entender tan fácil, así que...—hace una pausa.
—¿Así que qué?
—Ya no tienes que tener miedo de elegir entre las vidas de Rihanna y Sarah, tú sólo debes escoger a Sarah siempre, ¿De acuerdo?
—¿Qué?
—Porque yo elegiré a Rihanna—me corta.
Me quedo mudo, incapaz de comprender y creer lo que acabo de escuchar.
—De ahora en adelante, no tienes que preocuparte de proteger a Rihanna, porque yo la protegeré...Mientras que tú haces lo mismo con Sarah, ¿De acuerdo?
—¿Tobías...qué...?
—Sé que la he cagado bastante...Pero tienes razón, debo romper el espejo que he puesto frente a mí, y ver el inmenso futuro ante mis ojos—continúa—. Alex ya no tienes que preocuparte de tomar esa decisión, porque como hoy, si en algún momento sucede, yo salvaré a Rihanna, y así...Las salvaremos a las dos...Te prometo que nunca más existirá alguien como Zeidan que se atreva a hacerle daño, te prometo que de ahora en adelante, yo siempre estaré a su lado y que la protegeré...—frunce el ceño—. Y con esto también, te estoy prometiendo no morir.
Me quedo atónito, sin saber qué hacer ahora, sólo mirándolo y tragando saliva con dificultad al ver la seriedad en su rostro mientras hablaba. Él de verdad está dispuesto a cumplir lo que dijo, lo sé porque nunca antes había visto a Tobías Gregory de esta manera. En este instante, no estaba reprimiendo sus emociones, sino todo lo contrario, se las transmitía a todo aquel que lo estuviera oyendo.
Y así en menos de un minuto, Tobías Gregory acababa de tomar todo el odio formado durante años y lo había hecho un puño en su mano. Y detrás de eso, sólo pude recordar la para nada casual conversación que tuvimos hace unos momentos, y fue así como pude darme cuenta de algo muy importante...Algo que no había podido decirle, debido a que ni yo lo sabía.
Y eso era...
Continuará
* ~* ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *
Hola Criaturas! Hay doble publicación!
En este capitulo podemos ver una parte de Tobías que nunca se había visto. Y una promesa muy importante que le ha hecho a Alex.
Espero que les haya gustado, en un rato publicaré el siguiente capítulo en el cual disfrutarán de mucha acción y emoción❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top