Capitulo 9

Antes de hablar con ellos fui a darme una ducha, el agua y la sangre se mezclaba cayendo por el drenaje. Tuve que tener bastante cuidado para no mojar el yeso de mi mano. La marca de mi hombro no había desaparecido, pero ya no sentía ningún dolor; solo estaba ahí como un tatuaje.

Pensaba en porque había decidido dejarme ir esta vez... quizá estaba aburrido de mi comportamiento. Solté un suspiro y miré mis pies, el agua caía y de un momento a otro vi como esta se iba deteniendo. Cuando el agua se detuvo por completo estiré mis manos y logré mover las gotas de un lado a otro. Recordé las clases de anti gravedad que nos daba una maestra cuando tenía once años y sonreí.

-¿Estás bien, cariño? -Exclamó Ah Young afuera del baño.

Las gotas cayeron todas juntas al piso armando un alboroto.

-¡Jimin! -Chilló ella escuchando el ruido.

-E-estoy bien, mamá... ya salgo... -Murmuré cortando el agua rápidamente.

Que fue lo que sucedió...

Me vestí con ropa más cómoda y vende mi hombro para no armar algún alboroto por la marca. Cuando salí del baño me vi rodeado por todos que me miraban curiosos y expectantes. Rodé los ojos sonriendo y caminé hacia la mesa central donde me senté y tomé unas galletas.

-¿Y? -Preguntó Sungjae levantando una ceja.

-¿Y qué? -Dije ocultando una sonrisa.

-¡DINOS QUE PASÓ! -Chilló Minah golpeando mi cabeza.

-¡Auch! -Exclamé frotándome el cráneo.

-Debo admitir que yo también tengo curiosidad... -Dijo el señor Yook sentándose.

Pensé como contarles todo, pero unas imágenes en mi cabeza me asustaron. Fueron muchas imágenes en unos segundos. Asesinatos de personas, grupos inmensos de esas sombras, luchas entre ellos... etc.

-Esto... pues... am... -Balbuceé pensando. -Salí mientras ustedes dormían... me encontré con otra persona y estuvimos juntos hasta que él fue atacado por una de esas cosas y..-Alguien me interrumpió así que tuve que detener mi mentira. No estaba seguro de porque mentí, pero sentí que eso fue lo correcto.

-¿Esas cosas? ¿A qué te refieres con "esas cosas"? -Preguntó el señor Yook intrigado.

-Bueno... es que, no sé como explicarlo, pero hay unas cosas ahí afuera que nos atacan... -Dije moviendo mis manos intentando explicar bien.

-¡Extraterrestres! -Exclamó Sungjae emocionado.

-Algo así... -Sonreí- Pero no son verdes y con cabezas gigantes... son... como unos gigantes espectros negros con bocas enormes y unas garras aterradoras...

-¿Puedes dibujarlos, bebé? -Preguntó Ah Young entregándome una hoja de papel con un lápiz.

Muy tecnológico, mamá.

Comencé a trazar líneas, unas por aquí, otras por allá... una garra... dos garras, un cuerpo delgado y grande y el rostro...

Su rostro...
Su sonrisa...

Sacudí la cabeza, estaba atontado e hice una cara rápida muy diferente a él.

-Son algo así... -Susurré alejando el dibujo de mí.

-¡Se ve aterrador! -Chilló una mujer de atrás.

-Mierda... ¿Y son muy grandes? -Preguntó Sungjae sentándose al lado de su padre.

Flash Back

Yo intenté correr pero sus largos brazos me apresaron hacia una pared poniéndose en frente. Sus ojos blancos me examinaban minuciosamente causándome temor. Mierda, estaba demasiado cerca. Sus garras se deslizaban por mi mejilla suavemente como si de seda se tratase.

Fin Flash Back.

-Bastante... -Susurré sintiendo como mi corazón se aceleraba.

-Jimin, sigue con tu historia por favor. -Pidió Minah mirándome.

-Como decía... estaba con él hasta que unas de esas cosas nos atacaron y él no logro salvarse... yo tomé la mochila con provisiones y corrí lo más que pude hasta llegar al centro de clonación donde conseguí el aparato... -Dije intentando sonar lo más creíble posible.

-Eso explica la sangre y el clonador, pero ¿Por qué no entraste esa vez cuando dejaste las cosas afuera? -Preguntó el señor Yook mirándome intrigado.

¡Mierda!

-Ah eso... es que yo... escuché el grito de una persona pidiendo ayuda cerca así que fui a ver, pero cuando llegué su cuerpo estaba sin vida y tuve que mantenerme escondido hasta hoy porque la sangre atrae a esas cosas... -Dije en tono seguro.

El señor Yook soltó un silbido y me dió una palmada en la espalda.

-Fuiste muy valiente... -Comentó dedicándome una sonrisa. Le sonreí de vuelta con un nudo en mi garganta. Odiaba tener que mentir con algo tan importante como lo que había pasado.

-¡Mi niño, el más valiente! -Exclamó mi madre abrazándome.

Le devolví el abrazo y me quede ahí hablando con todos inventando mentiras para calmarlos. Los días pasaron y cada vez me sentía más nervioso, la ansiedad me estaba carcomiendo. Me acercaba a la puerta principal intentando oír algo, pero no lograba escuchar nada. Los demás notaron mi extraño comportamiento, pero lo tomaron como el miedo a volver a salir y lo pasaron por alto.

¿Estará bien?...

Esa pregunta aparecía cada día y me ponía los pelos de punta.

Una noche me fui a dormir más tarde de lo usual porque estaba demasiado nervioso. Cerca de las cuatro AM pude conciliar el sueño y tuve un sueño.

/Estaba corriendo por la arena mientras reía y miraba el mar acercándose a mí.

-¡Espérame! -Gritó corriendo atrás.

Me detuve enfrente del mar y volteé a verla. Llegó a mi lado algo cansada. Miré su cabello negro sedoso que se sacudía con el viento, su piel porcelana brillaba y sus ojos negros miraban el gran pedazo de agua.

-¿Entrarás al agua? -Preguntó mirándome. Yo asentí y metí mis piernas al agua.

-¿No vienes? -Pregunté sonriéndole.

Ella asintió emocionada y se metió al agua lento. Yo volteé y me hundí para nadar más profundo, cuando salí a la superficie noté que no estaba.

-¡Hey! -Exclamé buscándola con la mirada.

-¡Bu! -Gritó atrás de mí riendo divertida.

-Nunca... hagas eso... -Dije con el corazón saltando fuertemente.

Ella se hundió y yo la imité, los dos nos observamos bajo el agua y nos besamos. Fue un beso largo, lleno de pasión, el aire no tenía importancia en ese momento. Nos apegamos uno al otro y pude sentir su pequeño cuerpo junto al mío.

Te quiero...

Desperté tranquilo, todo seguía oscuro. Volteé mi cabeza y note que eran solo las 6 AM. Me cubrí por completo con las frazadas y respiré hondo.

Eran tan parecidos...

-No... era una chica... -Susurré para mí acurrucándome en posición fetal para poder volver a dormir.

Desperté cerca del medio día y me acerqué a los demás para poder almorzar algo. Tomé asiento con Sungjae y nos pusimos a hablar, en un momento volteé la cabeza y vi como Minah estaba cerca de un vaso que se encontraba a la orilla de la mesa. Una pulsada en mi mano hizo que estirara mi brazo y justo en ese instante Minah volteó el vaso sin querer y éste cayó en mi mano.

-¡Woa amigo!... esos reflejos... -Dijo Sungjae impresionado.

-Estas más atento desde que saliste ahí afuera. Creo que los demás también deberíamos salir para mejorar. -Comentó Minah bromeando.

-No quieres... créeme. -Murmuré dejando el vaso más al centro de la mesa.

Los dos se quedaron callados y se lanzaron miradas creyendo que yo no lo notaba. Sabía que desde que volví todos tenían su atención en mí. Se preguntaban como me había salvado, como logré volver solo con una muñeca fracturada. Otros jóvenes me miraban raro ya que mi actitud era más pacifica, más retraída y calculadora.

Los días siguieron pasando... medía semana, una semana, dos semanas, dos semanas y medias y ¡PAM! Estábamos todos cenando hasta que un fuerte sonido se escucho fuera de una de las puertas y nos quedamos en silencio. La mayoría se notaban asustados y nerviosos, yo no... mi piel se erizó y me puse de pie.

-¡Jimin! -Dijo Ah Young levantándose también.

Caminé sin ponerle atención y me acerqué a la puerta poniendo mi oído en ella. Unos pasos llamaron mi atención. Di un grito cuando un fuerte golpe hizo temblar la puerta.

-¡Aléjate de ahí Jimin! -Exclamó el señor Yook poniéndose de pie. Me alejé rápido de la puerta y sujeté el brazo de mamá.

-Es imposible... no debían encontrarnos... -Susurró una mujer sujetándose de un hombre.

-Tranquila... no son ellos... -Dije intentando calmarla.

-¿Cómo estás seguro? -Susurró otra mujer justo antes de que otro golpe se escuchara.

Todos guardamos silencio unos segundos y de pronto la voz de una mujer nos dejo sin palabras.

-¿Hola? ¡Hay alguien! -Exclamó la voz afuera. - ¡Quisiera descansar un poco!

Todos nos miramos y sentí una fuerte carga sobre mí.

-Ya voy... -Dije rodando los ojos.
Caminé tranquilo hasta la puerta y abrí conteniendo el aliento. Una mujer de estatura mediana con cabello negro, ojos oscuros y piel clara estaba parada con una sonrisa.

-¿Puedo entrar? -Preguntó sin quitarme la mirada.

-A-adelante... -Respondí haciéndome a un lado.

Usaba un vestido largo de color azul oscuro y el cabello le caía en una coleta baja. Cerré la puerta nuevamente y caminé tras ella esperando alguna palabra.

-Es un lindo lugar... -Murmuró sonriéndole a los demás.

-Em... ¿Cómo se llama? -Preguntó mi mamá sonriéndole un poco.

-Oh disculpen mis malos modales... mi nombre es Min HeeYeon. -Dijo ella volteándose a verme.

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