-¿Me llamaste idiota? –Preguntó Yoongi mirándome directamente a los ojos.

Yo no sabía que responder, tenía tantas emociones juntas que sólo pude mirarlo y darle un beso. Al parecer lo había sorprendido porque no había reaccionado hasta que pasé mis brazos alrededor de su cuello y movió su boca junto a la mía. Mis manos parecían moverse por sí mismas jalando el cabello azabache de Yoongi y a éste parecía gustarle.

-Eres mío... -Susurró Yoongi cerca de mi oído a la vez que mordía con cuidado.

Flash Back

Su boca bajó rápidamente y enterró los afilados dientes en mi hombro dejándome sin aliento. (...)

-Mío... -Gruño sujetándome. (...)

Fin Flash Back 

-Si... lo soy... -Murmuré cerrando los ojos sintiendo sus dientes en mi.

-Alguien viene... -Dijo sentándose en la camilla.

Me levanté rápido pasando mis manos por mi cabello. ¿Quién venía? ¿Por qué estaba tan molesto? ¡No quería que nos interrumpieran! 

-Con permiso. –Dijo Hee Yeon  entrando con un tubo entre sus manos. 

Noté como Yoongi se tensaba y no apartaba la mirada de su madre.

-Hola señora Hee Yeon... -Saludé sonriéndole.

Ella me sonrió y caminó directamente a Yoongi. 

-¿Cómo estás, cariño? –Preguntó ella mirándolo.

-Mejor mamá... gracias por preguntar. –Respondió él lentamente.

Una sonrisa se escapó de mis labios. Muchos recuerdos vinieron a mi mente de las primeras veces que hablábamos, él parecía comunicarse con dificultad sin saber conectar bien las palabras y ahora... todos parecían hablar nuestro idioma con fluidez.

-Jimin –Dijo Yoongi sacándome de mis recuerdos. –Jimin.

-Ah... lo siento... estaba distraído. –Dije sacudiendo la cabeza.

-¿Puedes salir de la habitación por favor? –Preguntó mirándome.

¿Salir? ¿Por qué quería que saliera? Quizá solo... tiene que hablar con Hee Yeon.

-Está bien... volveré más tarde... -Respondí extrañado saliendo de la habitación.

La puerta se cerró y caminé pensativo de vuelta a la sala de comandos para saber cómo iba la búsqueda de tierra.

¡Mierda! ¡Qué imbécil era! 

Por qué no le pregunté a YoonGi su miedo al agua... ¡Ellos son acuáticos! No es posible que le tema al agua.
Golpeé mi frente sintiéndome un estúpido y entré a la habitación de comandos. 

-Hey rubio. –Dijo Hoseok saludándome.

-¿Noticias sobre tierra? –Interrogué acercándome a él.

-Noup, hasta ahora solo mar y más mar. –Soltó Hoseok mirando un panel.

-No te preocupes Jimin, encontraremos algo de Tierra para ustedes. –Aseguró Dahyun mirándome.

-Gracias Dahyun. –Le agradecí sonriendo.

Mientras tanto, en la habitación de Yoongi, él se negaba a alimentarse.

- Yoongi, debes comer ésto. –Repitió Hee Yeon perdiendo la poca paciencia que le quedaba.

- No lo aceptaré mamá... puedo comer otro tipo de cosas. –Yoongi se negó cruzándose de brazos.

-¡Yoongi! ¡Tu cuerpo necesita ésto! Por favor... por última vez... -Rogó Hee Yeon estirando el tubo cerca de Yoongi.

-De quién es ésto... -Murmuró el azabache tomando el tubo en sus manos.

-Es de la última caza, estaba guardado en las reservas de emergencia... no es humano... -Aseguró ella con una pequeña sonrisa.

Yoongi asintió más tranquilo y abrió el tubo dejando que el líquido espeso cayera en su boca. Unas cuantas gotas de sangre escaparon cayéndole por la barbilla.

-Con eso te sentirás mejor cariño... tu cuerpo no está acostumbrado a la falta de líquido. –Comentó Yoongi tomando el tubo vacío.

-No todo lo liquido es sangre... podríamos beber agua poco a poco... -Murmuró el azabache recostándose en la camilla nuevamente.

-Nosotros aun no estamos acostumbrados, Yoongi –Hee Yeon sonrió divertida. –Pero te prometo que no dañaremos a ningún humano.

Yoongi asintió y cerró los ojos para volver a descansar.

Horas después Jimin babeaba sobre uno de los paneles profundamente dormido.

- Jimin... oye... -Dijo una voz en mi oído.

-¡Listo listo listo! –Exclamé despertando rápido.

Taehyung rió y pasó su mano por mi cabello.

-Tenemos buenas noticias, localizamos tierra. –Informó Taehyung.

Me levanté de un salto y corrí al lado de Dahyun con el corazón latiendo muy fuerte.

-¡¿Es cierto?! –Interrogué desesperado por respuestas. 

-Si, en unos cuántos kilómetros llegaremos y podremos descender para que ustedes conozcan el lugar. –Respondió Dahyun divertida con mi reacción.

-¡ASOMBROSO! –Chillé dispuesto para ir con mamá. –¡Debo hablar con mamá!

Corrí fuera de la habitación por los largos pasillos de la nave en busca de mamá, pero no veía ningún cabello rojo a la vista. 

-¿Ma-... -Una mano se posicionó sobre mi boca y alguien me sujetó por detrás asustándome.

-Guarda silencio. –Me ordenó Sungjae en un susurró.

Yo asentí y nos quedamos quietos, no entendía el por qué hasta que el señor Yook pasó caminando junto a mi madre. Ambos reían y charlaban olvidando todo alrededor. 

Cuando ambos se alejaron, Sungjae me soltó y me observó serio.

-¿Sabes lo que eso significa? –Dijo mirándome. 

-Ellos... ¡Ellos están saliendo! –Exclamé emocionado. 

Por fin mamá volvería a estar feliz y que mejor que el señor Yook. 

-Eso significa que tengo un hermanito. –Dijo Sungjae burlón.

-No me refería a eso. –Solté cruzándome de brazos.

-Pero aun así... tengo un hermanito nuevo... -Sungjae subió y bajó sus cejas burlón.

Rodé los ojos y golpeé su hombro para comenzar a caminar con él ideando algunos planes para ayudar a nuestros padres. Había olvidado por completo lo de la tierra así que cuando la nave comenzó a descender me asusté bastante haciendo reír a Sungjae.

-Solo estamos bajando a tierra, Jimin. –Recordó él.

-Um... si... -Respondí bajando de su espalda.

-¡Chicos al fin los encuentro! –Exclamó Minah sonriente. –Estamos listos para salir a tierra.

Ambos nos observamos y seguimos rápidamente a Minah para ir a la compuerta principal donde la mayoría se amontonaba. Dahyun apretó unos de los botones y la puerta comenzó a descender. 

Un rayo de luz golpeó mis ojos y me hizo parpadear unos segundos antes de verlo claro. Ahí frente a mis ojos la arena estaba tranquila rodeada del mar. Sonreí sintiendo mi corazón en la garganta y corrí hacia afuera sintiendo el calor sobre mi piel.

-¡INCREÍBLE! –Gritó Minah corriendo por la playa seguida por Sungjae que la cuidaba a distancia.

Mi madre puso su brazo en mis hombros y me sonrió.

-Lo lograste, hijo... cambiaste nuestra realidad... -Dijo ella besándome la mejilla.

Yo asentí imaginando que podía chocar los cinco con papá y me saqué los zapatos para sentir la arena en mis pies. La sensación era increíble, pequeñas cosquillas en mi planta me hicieron reír y comencé a correr tras los chicos para recorrer el lugar. 

Las sombras no se quedaban atrás y salían de la nave para entrar en el agua, se veían muchos más felices que en la nave. Miré hacia atrás encontrándome lo que parecía ser un final completamente feliz.

Mi madre charlaba con el señor Yook mientras caminaban por la orilla del mar, las sombras nadaban y corrían *Para mi sorpresa* sobre el agua. Los demás y pocos humanos que quedábamos investigaban el lugar buscando todo tipo de cosas en la arena y agua.

Y él... estaba en la nave mirándome desde la compuerta, Yoongi sonreía con su forma humana. 

Levanté mi mano y le hice una señal para que se acercara, él asintió y a los pocos minutos caminaba sobre la arena mirándola.

-¿Qué tal la arena real? –Pregunté tomándole las manos.

-Extraña... pero estoy contigo... así que nada malo pasara. –Dijo mirándome.

Yo sonreí sintiendo mis mejillas arder y con mucha valentía acerqué mis labios y le robe un beso. Segundos después escuché algunos gritos y aplausos de parte de los demás.

-¡Al fin pude ver un beso entre ustedes dos! –Exclamó Sungjae con una mano en su cadera.

-CofCofPervertido... -Tosió Minah recibiendo un fuerte abrazo de su novio.

Ah Young nos sonrió y noté como su mano estaba junto a la del señor Yook. Estaba feliz por ellos... ambos habían perdido a las personas que amaban y ahora tenían una nueva oportunidad para ser felices. Cómo yo.

20 de Agosto 2340 

Me removí en mi cama algo incómodo y sentí un dolor en mi espalda baja. Solté un bostezo y estiré mi brazo para prender la luz. Cuando miré detrás de mi encontré el cuerpo de Yoongi descansando con su forma natural y muchos recuerdos de la noche anterior se hicieron presentes.

Mi rostro enrojeció y mi cuerpo se tensó a un punto que creí que iba a desmayarme.

Claro que no era nuestra primera vez, por supuesto que no... pero si lo era con su forma natural. 

Meses atrás, después de una pelea, no nos habíamos hablado el resto del día y estaba realmente triste pero muy molesto. ¿Por qué no podía ayudar? Sabía que él quería cuidarme, pero era tan sobreprotector.

La vida para todos había mejorado. Gracias a la ayuda de las sombras habíamos logrado construir grandes y cómodos hogares para vivir mientras que ellos sobrevivían dentro del mar. Para nuestra sorpresa, los animales, las nuevas especies de la Tierra no eran para nada agresivos, incluso se podía decir que la mayoría de ellos eran herbívoros. 

Estaba en la habitación de mi hogar tirado en mi cama con una almohada sobre mi cabeza como acostumbraba a ponerme en estados sentimentales molestos. 

Escuché unos golpecitos en la puerta pero no le di importancia, segundos después el peso de una orilla de la cama bajo considerablemente.

-¿Qué? –Murmuré sin levantar la cabeza.

-Discúlpame... -Dijo Yoongi tocando mi brazo. 

Yo me aparté y no respondí.

-Si quieres que me vaya a otro lugar lo haré... -Dijo tranquilo.

Yo no quería que él se fuera así que sujeté su mano sin mirarlo.

-¿Te puedo abrazar? –Preguntó haciendo que quisiera llorar.

Mordí mi labio y saque la almohada de mi cabeza. Odiaba discutir con él.
Sin que él lo esperara salté sobre él y lo besé apasionadamente. Quería sentir sus labios con los míos, quería sentirlo por primera vez. 
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