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-Eun Ji, baje esa pistola por favor. –Dije de espaldas a ella aun abrazado de Yoongi.

-¿C-cómo...? ¡Esa cosa nos comerá a todos! –Exclamó ella haciendo que me molestara.

-Disculpe... pero nos gusta la sangre joven... -Comentó Yoongi haciendo que yo soltará unas cuantas carcajadas.

Yugyeom cubrió su boca aguantando la risa.

-¿Jimin? –Susurró mi madre acercándose nosotros lentamente.

Me separé de Yoongi que seguía con su forma natural y tomé la mano de mamá.

-Mamá... el es Yoongi... Yoongi... tú ya sabes quién es. –Dije observándolos a ambos.

-Hola Yoongi... -Murmuró Ah Young sin quitarle la mirada de encima.
Noté como estaba tiritando algo nerviosa. 

Yoongi... ¿podrías cambiar?

Yoongi me observó y asintió. Mi madre retrocedió sujetándome cuando la forma de él cambio. Unos segundos después estaba con su apariencia humana.

-Mucho gusto señorita Ah Young. –Saludó Yoongi haciendo una pequeña reverencia.

Volteé hacia el resto de las personas y les hice una seña para que se acercaran. Sungjae tomó la mano de Minah y fueron los primeros en acercarse un poco más, seguidos por el señor Yook y los dos del comité.

-Yoongi, necesito decirte lo que sucedió. –Solté rompiendo el silencio incómodo que se había formado.

Él percibió el nerviosismo de mi voz y no me quitó la mirada de encima por unos segundos.

-¿Negociaron la Tierra por una nave? –Interrogó Yoongi algo sorprendido.

-¿Ya lo sabías? –Dijo Eun Ji elevando la voz.

-Leí su mente. –El azabache me apuntó como si fuera algo obvio.

-¡Yoongi! ¡No debes leer mi mente así! –exclamé cruzándome de brazos al frente suyo.

-¿Por qué no? –Interrogó sin entender.

-Tengo mis secretos, es descortés. –Contesté levantando la mirada para verlo directo en los ojos.

-Disculpa. –Respondió Yoongi algo apenado.

-Tendremos que poner reglas si queremos que ésto funcione. –Mencioné sintiendo como alguien carraspeaba atrás nuestro.

-No quiero entrometerme en sus peleas de pareja, pero necesitamos hacer algo rápido si queremos vivir. –Recordó el Señor Yook haciendo que un rubor cubriera mis mejillas.

-Si, disculpen... -Murmuré volviendo mi vista a los demás. -¿Alguna idea, Yoongi?

-Déjame pensarlo. –Yoongi tocó su barbilla pensativo.

-Es muy guapo... -Susurró Minah en mi oído.

-Te escuché. –Susurró de la misma forma Sungjae, avergonzándonos a ambos.

-Es mío. –Dije a los dos apuntándolos.

Minah levantó las manos sonriendo. Miré a mamá que mordía su uña sin quitarme los ojos de encima. Caminé hacia ella y la abracé fuertemente.

-Discúlpame por ocultarte esto mamá... yo... no sabía como reaccionarias y jamás pensé que todo llegaría a este punto. –Dije sinceramente.

Ah Young no respondió, pero se apegó más a mi abrazándome aun más fuerte.

-Me alegra que él te haga feliz. –Respondió acariciando mi cabello.
Sonreí sintiendo como unas cuantas lágrimas caían por mis mejillas.

-¿Por qué lloras? ¿Te duele algo? –Yoongi nos observaba inquieto.

Negué sonriéndole.

Estoy bien...

Yoongi frunció el ceño.

¿Y por qué llorabas?

Me separé de mamá y golpeé despacio el hombro de Yoongi.

-Estaba feliz Yoongi, me emocioné. –Expliqué sonriendo.

-Tendrás que acostumbrarte a verlo así , es muy llorón. –Agregó Ah Young sonriendo tiernamente

-¡Mamá! –Exclamé avergonzado.

-No quiero que Jimin llore... -Yoongi negó moviendo su cabeza.

-¿Vieja? –Eun Ji tenía un tic en su ojo desde el comentario de Yoongi.

-¡Tengo un plan! –Exclamó Yugyeom levantando su mano como un niño.

-Bien muchacho, ¿Cuál es el plan?-Preguntó el señor Yook mirándolo.
Los demás tomamos atención para escuchar.

-Como ya saben... los demás del comité junto al capitán huirán esta noche en la nave prometida por las sombras. –Yugyeom carraspeó su garganta. –Con el apoyo de Yoongi, podríamos formar una junta con la que podríamos negociar con los superiores de él. 

-¿Negociar? ¿No es algo muy peligroso? –Comentó una mujer.

-Negociar... -Murmuró Yoongi haciendo que todos volteáramos hacia él. – No creo que eso funcione, ellos no deben estar informados del trato formado y seguramente pronto habrá una rebelión para derrocarlos del poder... 

-Entonces el enemigo que creíamos tener no son más que sombras esperando para atacar y tomar el poder... -Dije jugando con mis manos.

-El enemigo de nuestro enemigo... es nuestro amigo. –Murmuró Sungjae chasqueando la lengua. – ¿No lo ven? Es más que simple.

-A que te refieres cariño. –Interrogó Minah observándolo.

-Debemos hablar con los superiores de las sombras e informarles lo que está por suceder, si ellos se ponen de nuestro lado seremos capaces de derrotar a ese grupo y terminar con el plan de Lee Teuk y los demás, ya que se verán contra la espada y la pared. –Explicó Sungjae impresionando a todos.

-Ese es mi chico. –Dijo el señor Yook pasando su brazo por sus hombros.
Sungjae sonrió y nos observó.

-Me parece bien... pero... ¿cómo llegaremos con los superiores de él? Esas cosas ya deben estar en camino. –Interrumpió Eun Ji mordiéndose una uña inquieta.

-Nosotros nos guiamos por el calor corporal y el olor de la sangre que los humanos tienen, si cada uno de ustedes se saca una pequeña cantidad de sangre y es esparcida en otro lugar de la nave seremos capaces de confundirlos y tomar esa oportunidad para huir. –Propuso Yoongi pensativo. –Jimin y yo podemos bajar sus temperaturas temporalmente mientras el plan está en marcha.

-No tenemos más oportunidades... es arriesgarse o morir. –Dijo un hombre suspirando.

-Debemos empezar ahora. –Minah caminó al armario de medicina y comenzó a sacar algunas jeringas.

-Yo te ayudo. –Eun Ji se acercó y tomó las jeringas comenzando a armarlas para empezar con el plan.

-¿Cómo puedo bajar la temperatura de sus cuerpos? –Pregunté hacia Yoongi.

-Yo te ayudaré... -Yoongi sonrió poniendo un mechón de mi cabello tras mi oreja.

-Debo cortarme el cabello... -Dije sonriéndole de vuelta.

-No... me gusta así. –Soltó el azabache bajando la yema de sus dedos por mi mejilla.

-Ejem... -Ah young carraspeó la garganta ocultando una sonrisa. -¿Darás algo de sangre Jimin?

-¡Oh, si...si! –Me alejé de Yoongi avergonzado y acompañé a mi madre donde los demás.

La sangre de cada uno estaba siendo puesta en un gran recipiente como la primera parte del plan.

-Las agujas siguen asustándome... -Susurré hacia Minah cuando fue mi turno.

-Oh tranquilo, solo será un pequeño dolor, nada que no puedas aguantar. –Mencionó Minah cambiando la jeringa.

Observé la aguja y levanté las manos.

-Wow, wow, wow... ¿No hay una más pequeña? –Pregunté espantado por su tamaño.

-¡No seas llorón! ¡Solo será un minuto! –Exclamó Minah sujetando mi brazo.

-¡Ya no quiero! –Chillé a punto de ponerme de pie, pero unas manos me obligaron a seguir sentado. Miré hacia mi izquierda y pude ver cómo Yoongi me sonreía.

-Vamos, tú puedes. –Dijo alentándome.

-Pero es que y... -No logré completar la frase cuando sentí algo frío enterrarse en mi piel. Volteé rápidamente y vi cómo la sangre comenzaba a salir llenando la jeringa. Estaba a punto de soltar un chillido cuando unos labios se pegaron a los míos.

Aprovechando la distracción que Yoongi había hecho, Minah pudo terminar su trabajo y yo seguía pasmado por lo que había sucedido.

Yoongi se separó de mí lentamente lamiendo mis labios.

-Disculpa... creí que ibas a gritar y... bueno... -Soltó Yoongi esperando mi reacción.

-¡ERES IDIOTA! –Grité golpeándole el pecho.

-Hombres... -Murmuró Minah rodando los ojos para continuar con otra persona.

-¿Qué hice mal? –Preguntó Yoongi sin entender tocando su pecho.