El señor Yook miró a los dos presentes y les pidió que tomarán asiento para recibir una mejor explicación. Todos los demás nos acercamos para oír lo que tenían que contar.

-Supongo que es complicado de explicar, ¿No? -Dijo el señor Yook con una ceja levantada burlándose de los dos.

Yugyeom enrojeció avergonzado y EunJi frunció el ceño a la vez que levantaba la mano y golpeaba fuertemente la mesa.

-Les daré la maldita explicación para que nos larguemos de aquí. -Gruñó la rubia entre dientes. -Hace algunos años desde que el comité se completó con el Coronel, muchas de nuestras reuniones buscaban estabilizarnos de alguna forma, pero no todos teníamos las mismas opiniones de cómo podíamos estabilizarnos.

-¿Otro planeta? -Murmuré mirándola. Ella me observó de vuelta y asintió.

-Las ideas de Yugyeom y mías estaban directamente relacionadas con un nuevo planeta y una nueva vida cómo la que alguna vez tuvieron nuestros ancestros. -Explicó Eun Ji moviendo su mano. -Lamentablemente no todos los del comité estaban de acuerdo. El General, la Sub teniente y el Comandante tenían una visión más autoritaria al igual que el capitán Lee Teuk, ellos cuatro querían mantener bajo cualquier circunstancia el control de todos los presentes en la nave, pero algunos de la nave eran más... ¿Cómo decirlo?...

-¿Astutos? -Comentó Sungjae interesado en la información.

-Astutos, esa es la palabra. Como aquel muchacho que se entrometió en las grabaciones. -Eun Ji volvió a mirarme y yo sonreí orgulloso. - Lee Teuk quería que todo aquel que fuera una amenaza fuera eliminado, no tuvimos más opción que aceptar para salvar nuestras vidas.

-Y por eso... perdimos cientos... -Agregó Yugyeom mirando sus manos perdido en sus recuerdos. Eun Ji soltó un suspiro y lo despeinó despacio.

-Muchos de los civiles murieron. Cuando todo parecía bajo control nos encontramos con la amenaza de otras especies más fuertes que las de nosotros, pero pudimos negociar siempre así que no fueron un problema mayor. Lamentablemente ocurrió el plan "Política" donde... bueno ustedes deben saberlo.

-Utilizar a unos cuantos en caso de que no pudieran contener a los de otra especie y usarlos de carnada. -Explicó el Señor Yook para sí mismo en voz alta.

-Exacto... creímos que podríamos escapar con algunos hacia el planeta porque éste ha sido habitable desde algunos años... pero jamás pudimos advertir lo que la mente torcida de Lee Teuk tramaría. Él negoció con algunos de la especie de las sombras y a cambio de una nave con tecnología avanzada, entregó el "poder" de la Tierra para que ellos pudieran habitarla. -Eun Ji se levantó y se sirvió un vaso de agua tratando de calmar los nervios que se habían hecho presente a través del relato.

-¡Esa serpiente asquerosa entregó nuestro planeta! -Exclamé agitando las manos molesto. Mi madre se acercó a mi lado y apretó mi hombro.

-Ellos escaparán esta noche hacía otro sistema donde puedan habitar algún planeta con las condiciones de la Tierra. -Soltó EunJi mirándonos.

-¿Cuál es el fin de escapar si sólo lo harían seis personas? ¿No les interesa la continuidad de la raza? -Interrogó el Señor Yook.

-Lee Teuk y los demás no están interesados en continuar la especie, ellos solo quieren huir y terminar los últimos años de su vida a salvos de cualquier represalia. -Respondió Yugyeom limpiando sus manos en su traje.

Ahora que lo veía, el Coronel era mucho menos imponente que en las pantallas, parecía muy nervioso y acomplejado con la situación. Lucía como un joven cualquiera.

-Políticos... ¿Qué se puede esperar de ellos? -Minah rodó los ojos con sus manos en la cadera.

-Ahora que ustedes están aquí, ¿Eso quiere decir que ustedes defraudaron a los demás? -Preguntó una mujer intentando asimilar todo.

-Sí, nos fuimos sabiendo que quizá no regresaríamos para salvarnos... pero teníamos que advertirles lo que sucedería. -Dijo Yugyeom poniéndose de pie.

-¿Y cuál es el plan? -Dije cruzándome de brazos.

-¿El plan? Sencillo, joderle la puta fiesta a los demás del comité y tomar esa nave sea como sea. -Escupió EunJi con una sonrisa, la cual imité.

-Bien bien su idea de salvar al resto de la humanidad me parece conmovedor... pero creo que olvidaron el pequeño detalle de las bestias esas... Si salimos de aquí sin precauciones nos acabarán en menos de un segundo. -Recordó Sungjae haciendo que algunos murmuráran.

Parpadeé un segundo y mi mano se elevó sola a la vez que exclamaba.

-¡Yo puedo ayudarlos! -Dije emocionado.

-Cariño... se que tu sobreviviste unos días ahí afuera pero recuerda que ahora sería una cantidad mayor de personas y... -Ah Young me miraba frotándose los brazos, ella no quería desanimarme.

-Puedo pedirle ayuda a Yoongi. -Mordí mi labio nervioso. Al fin podría contarle todo a mamá.

-¡Quién diablos es Yoongi! -Exclamó Ah Young pegándole al piso con su pie izquierdo como una niña.

-Un amigo... de por ahí... -Murmuré ruborizándome.

-¿Amigo? -Minah levantó una ceja burlona.

-Creo que no es momento para hablar de las preferencias sexuales del chico. -EunJi se acercó a pasos largos hacia mí. -¿Cuál es tu solución muchacho?

-Puedo comunicarme con él para que nos ayude... esperen un segundo... -Me alejé unos dos metros y puse mis manos en mi cabeza para intentar hablar con él.

-¡Y a éste que le pasa, está loco! -Exclamó un varón de los que quedaban.

¿Me escuchas?

Pasaron unos segundos hasta que oí su voz.

¿Estás bien? ¿Te sucedió algo?

Sonreí con los ojos cerrados.

Estoy bien... surgió un problema.

Otros cuantos segundos de nuevo.

¿Cuál es el problema? Estaré en unos minutos ahí y te irás conmigo.

Mordí mi labio y abrí un poco un ojo encontrándome con miradas extrañadas.

Apresúrate, cambio de planes.

Separé las manos de mi cabeza y me acerqué de nuevo a los demás.

-Estará aquí en unos minutos más y le explicaré el nuevo plan. -Dije sentándome. Esa conversación me había dejado algo mareado.

-¿Tenían un plan antes? -Preguntó mi madre observándome. Sentí un escalofrió... ¿Cómo le diría que pude irme sin nadie? Era mejor dejarlo como un secreto.

-No entendí nada de lo que sucedió... -El Señor Yook me miró y pude leer sus pensamientos. Él no me creía, pensaba que estaba loco.

-Señor Yook, yo sé que usted y la mayoría de aquí cree que estoy loco, pero no es así. -Los observé bastante serio. -Tuve... por así decirlo... una conexión con una de esa sombras ya que él me traspasó unos cuantos poderes con esta mordida que tengo aquí.

Bajé la manga de mi traje dejando a la vista todo mi hombro, la extraña marca de los dientes que jamás desapareció.

-¿Poderes?... Aja... -EunJi extrañada mirando la mordida.

Fruncí el ceño y levanté mi mano haciendo que el agua de su vaso saliera disparada hacia su rostro.

-No es lo único que puedo hacer... tengo buenos reflejos... -Me levanté y saque una de las armas lanzándosela a Minah. -Minah, dispárame por favor.

-¡No voy a hacer eso! -Exclamó ella sorprendida.

-Minah por favor hazlo... -Rogué haciendo un puchero.

Ella levantó el arma a la vez que escuchaba algunas negaciones de las otras personas y el sonido del arma se hizo presente.

Respiré profundo y todo a mi alrededor se hizo tan lento que parecía no moverse. Estiré mi mano y sujete las balas teniéndolas en mis manos. Para cuando solté el aire mi madre se acercó corriendo a mi desesperada.

-¡Jimin, santo cielo! -Exclamó ella tocando mi torso en busca de alguna herida.

-Minah... -Dije mirándola para lanzarle despacio las tres balas que había disparado.

-Eso... imposible... -Sungjae observó la mano de Minah sin creerlo.
Pasaron unos segundos antes de que alguien dijera una palabra.

-Impresionante. -Soltó el señor Yook sonriendo, aunque en el fondo yo sabía que seguía sorprendido por lo sucedido.

-¿Hay algo más que puedas hacer? -Preguntó Ah Young sujetando mi rostro.

-Puedo leer mentes. -Respondí como pude, divertido.

-Eso no lo creo. -EunJi se cruzó de brazos negándose a creer lo último.

-Que alguno de ustedes piense en algo y lo diré. -La desafié caminando hacia ella con el ceño fruncido.

Este mocoso...* Pensó ella nerviosa.

Sonreí y repetí en voz alta. -Este mocoso...

EunJi abrió los ojos impresionada.

-¡En que estoy pesando! -Exclamó Sungjae.

Lo observé intentando leer su mente. Pude visualizar como una mujer bastante guapa cocinaba mientras Sungjae y su padre esperaban sentados en la mesa charlando. Ella se acercó con unos platos de sopa con vapor saliendo, pero por un descuido tropezó haciendo que uno de los platos cayera en la pierna izquierda del señor Yook quemándolo, dejándole una marca.

-Estás recordando cuando tu madre derramó una sopa hirviendo en la pierna izquierda de tu padre. -Respondí divertido al recordar la cara de espanto del señor Yook al sentir la sopa hirviendo.

-¡Sungjae! -Exclamó el señor Yook dándole un golpe en la cabeza.

-¡Lo siento! ¡No puedo olvidar tu rostro de pánico de esa vez! -Sungjae rió sobándose la cabeza.

-Suponiendo que todo lo que dices sea verdad... ¿Cómo se supone que "Yoongi" nos ayudará? Si él es una de esas cosas... ¿No es malo? -Preguntó Yugyeom algo desconfiado pero asustado.

-Yoongi no es malo... es... todo lo contrario... -Sonreí subiendo mi manga.

-Espero que así sea... -Murmuró Minah recordando cuando di la descripción física de ellos.

-No te preocupes, Minah, pueden cambiar de forma... -Expliqué recordándolo.

-Entonces ese sería un problema... ¿Qué tal si uno de ellos se hace pasar por humano? -Interrogó el Señor Yook poniendo nervioso a los demás.

-No se preocupe por eso, los humanos tenemos una temperatura corporal mucho más elevada que la de ellos que es casi inexistente...

-Vaya... mi muchacho es un experto en extraterrestres... -Ah Young me abrazó fuertemente avergonzándome.

-¡Mamá! -Exclamé sintiendo mis mejillas arder.

-Preferimos el término... Sombras... -Dijo esa voz ronca detrás de todos.

-Yoongi... -Susurré volteándome para encontrarlo en su forma natural.
Pude sentir el miedo que emanaban los demás, esos pensamientos... querían usar sus armas contra él.

-Jimin... -Él dio un salto hacia mi haciendo que los demás soltaran chillidos asustados y yo reí devolviéndole el abrazo.

-Te extrañé.... -Susurró en mi oído.

-Y yo a ti... -Respondí cerrando los ojos. Por primera vez en muchas semanas volvía a sentirme seguro.