Rous
"Siempre es levemente siniestro volver a los lugares que han sido testigos de un instante de perfección"
-Ernesto Sabato
—¡Cuando digo que nadie sale, es porque nadie debe salir de este lugar!—los gritos de Nathan retumbaban por toda la casa.
Lleva desde ayer con la misma discusión de siempre, pero es que somos muchos y ya la comida se estaba agotando.
Solo por eso mi hermano y cuñado se lanzaron el todo por el nada. Desde que comenzó este apocalipsis que nadie sabe todavía cómo comenzó nos hemos mantenido unidos y solo Nathan es el único que ha salido de la casa.
—¡Yo no sé cuál es tu maldito problema que salgamos a buscar comida!—le reclama John encarándolo.
Y ahí vienen los puños otra vez.
Tengo que levantarme de la silla a para la pelea al ver a Star a punto de llorar en el sofá. No sabemos que paso hace más de dos años, pero ya no es la misma. Todo el día llora y cuando no está llorando se está enfermando y eso nos tiene al borde del colapso a todo.
—¡Párenle ya!—me levanto a separarlo cuando veo el puño de John levantarse.—Ya estoy cansada del pan de cada día y si no se comportan los dos, Star no solo va morir de depresión sino que también la lunática de tu hermana de Lara va a terminar de matarnos a todos.
Era verdad. Todo se volvió más loco al pasar el año, primero Carly la hermana mayor de John se fugó con su novio en un desespero de amor como el de Romeo y Julieta desencadenando que su papá fuera a buscarla y lo atraparan. Eso volvió más loca a Lara y Cole es el único que me ayuda a sobrellevarla en los tratamientos.
—Solo fuimos a buscar comida, porque ya no estamos quedando corto.—habla Hero desde la cocina ayudando a la mamá de John a sentarla junto a Star. Esta dos mujer se la pasan en una sola lloradera y eso me tiene al borde de la locura.
—¿Dónde está Cole?—pregunto antes que Nathan vuelva a soltar el regaño otra vez. Todos comienza a verse la cara y nadie responde nada. Perfecto otro más que salió a escondida de Nathan.—Saben que, mejor cada quien que haga con su vida lo que le plazca, ya estoy cansada de esto.
—Si todo pusieran un poco de su parte estaríamos bien y no en una guerra nuclear entre todos.—contesta Nathan alejándose de nosotros.
Lo veo que se acerca a las cortinas de la ventanas y ahí se queda viendo a la nada como todo los días.
—No es nuestra culpa que el señor Hill lo hayan capturado y tú lo sabe muy bien.—le recuerdo antes de ayudar a Star a levantarse.
La idiota de Carly si pudo escapar pero su padre no, ella era la que debería ser torturada y no el señor Hill.
—No importa quien tenga la culpa de igual forma ella ya viene hacia acá y es lo que yo quería prevenir desde el principio.
Todos lo quedamos viendo como si hubiera perdido un tornillo, no sé cómo conocí a Nathan pero sé que fue por alguien. Ya que una noche desperté en la casa de los Hill y todo el mundo ya estaba hecho un desastre. Solo sabíamos que la bruja mala no podía tocar o pisar esta casa era como si nos protegiera.
Lo más raro era que al despertar una noche sabía que un recuerdo me falta y era de alguien muy especial, aunque mi cerebro se negaba a recordarla o recordarlo, lo sentía en mi corazón.
—Debemos irnos.—murmuro Nathan molesto sin apartar la vista de la ventana.
Me levante sin entender y me acerque a ver qué era lo que tanto el miraba o que lo molestaba. Ya a su lado solo pude ver a una chica de pelo negro vestida de negro observando la casa con cierto temor, su piel era blanca como la leche y su mirada mostraba miedo a pesar de la distancia se notaba como si supiera que estábamos aquí adentro y tenía miedo de entrar.
<<¿Cómo podía ella mirar la casa?>> Si todo el que pasaba no se daba cuenta.
—¿Sabe que estamos aquí?—le pregunte a Nathan asustada y él asintió.
—Ella siempre lo supo.
Fue lo único que dijo antes de asentí la cabeza y la chica se fue. No me aparte de la ventana, porque era raro que alguien como ella supiera que nosotros siempre estuvimos aquí. Solo escuchaba de lejos a Nathan mover cosas molesto y ayudar a la señora Hill y a Star, me di la media vuelva y todo paso muy rápido para ser verdad.
Todos estábamos afuera de la casa, mis hermanos, Lara, John, la señora Hill y Nathan. Todos se movían muy rápido, corríamos entre callejones sin salida como si estuviéramos dentro de un laberinto de edificios sucios y abandonados, sabía que faltaba alguien pero no sabía quién porque mi cerebro solo procesaba <<Pon a salvo a Star>>, solo me importaba ella que estaba muy delicada y más nadie en verdad. Sin darnos cuentas Nathan comenzó a desemperezarse mirando de un lado al otro.
—¡¿Adónde vamos?!—exigió Hero también asustado y cansado, no sabíamos cuánto tiempo estábamos corriendo pero lo estábamos. Se podía sentir en el aire que alguien nos perseguía y más si eran la gente de la bruja para secuéstranos.
Ya habíamos perdido a la Carly, el señor Hill y a mis padres, no quería perder a mas nadie por aquella chica que nos había visto.
Pero mi pregunta del año es: ¿Por qué salimos de la casa si ahí estábamos más a salvo?
Nathan paro frente de una puerta de madera antes de mirarnos molesto.
—¡Todo esto es su culpa, si no fueran salido ahorita no estuvieran buscando un lugar donde ponerlos a salvo!—señalo a John y Hero furioso y después su mirada se fue hacia arriba como si fuera detectado a alguien saltando edificio en edificio. No me pude contener y mire también arriba.
Arriba de una columna del edificio del frente más alto estaba una chica mirándonos, no podía decir si era de los malos pero solo señalo a la derecha y vi que Nathan asintió.
¿La conocía?
—Por aquí. —dijo antes de volver otra vez la huida.
Nos movíamos otra vez entre los callejones tratando de no hacer ruido hasta llegar a un edificio abandonado, Nathan llevaba a la señora Hill en brazos y Hero me ayudaba con Star.
—Está aquí.—murmuro Star un poco delirando cuando entramos al edificio oscuro.
—Si nos trae hacia aquí, enciende la bendita luz aunque sea que no veo nada. —murmuro Nathan molesto todavía caminando afrente como el líder que es.
Todos nos míranos confundido, porque Nathan no era de persona de delirar en cuanto esta ocasión.
—No te daré el gusto pesado, y sigue avanzando hasta el último piso.—la voz femenina me asusto tanto deteniéndome en el acto.
—¿Quién está ahí?—pregunte asustada, pero me mandaron a callar con un Shh fuerte.
—Solo camina Rous y deja las preguntas para después.—me regaño Nathan todavía captando la orden.
Es ese momento cuando te das cuentas que está a tiempo de huir y poner a tus dos único hermanos a salvo lejos de todos. Mi cerebro gritaba perfectamente que huyera de todos con Star y Hero, porque ellos dos eran mi única familia. Yo solo conocía a los Hill de lejos y eso porque mi hermana salía con John. Si salía, verbo pasado aunque todavía le siga llamando cuñado. Todo se derrumbó cuando Star se volvió loca de la noche a la mañana, siempre la tenía que mantenerla sedada gracias a Nathan.
Quise salir y buscar a mis padres pero ya era tarde, las noticias volaban muy rápido. Y para cuando nosotros estábamos a punto de ir a buscarlos las ultimas noticias que estaban todavía en vivo para explicar todo el desastre. Nos dimos cuenta que en la parte donde mis padres se estaban refugiando era la tierra se había comido la mayoría de la población. La noticia me devasto y más a mis hermanos, pero que se podía hacer, nada. Solo nos tocó sobrevivir.
—Esto me huele a mal.—murmuro Lara pasando por mi lado con una linterna en la mano. Su pelo rubio fue cambiado por un azul oscuro y le llegaba por los hombros. Todavía seguía siendo linda, pero su aura de loca psicópata le quitaba el encanto.
—Apoyo lo mismo.—le di una palmadita en el hombro y le señale la pared que tenía alado.—Alumbra ahí.
Ella lo hizo y las paredes que teníamos a los lados del pasillo estaban machadas con sangre y tenía algunos signos raros que no había visto en toda la vida.
—Por eso es que olía mal.— dice mientras que pasa la luz de la linterna siguiendo los signos raro hasta detenerse en una puerta al frente de nosotras.—Esta es la parte donde una de nosotras le entra la curiosidad y abre la puerta.
—Sí... y después quien sea que está del otro lado, mata a la que lo abrió.
La dos no podemos de dejar de ver la puerta. Es como si nos llamaras pero alguien nos impidiera tocarla. Sentí unos paso acercarse y Lara alumbro al frente asustada. No había nadie, los chicos no estaban. Solo estábamos nosotras dos sola en esos pasillos escuchando pasos que no veíamos.
—Rous. —murmuro ella asustada.
—¿Si?
—Es la primera vez que tengo miedo y no sé porque.
—Somos dos.—concuerdo con ella sin aparta la vista del frente. Todavía se escuchaban los pasos y eran muy fuertes. Pero ninguna de la dos se podía mover.
Fue ahí cuando lo escuchamos, la puerta que teníamos a nuestra derecha se abría poco a poco con ese chillido de pánico que nos colocó la piel de gallina en un solo segundo. No quería girarme y ver la puerta abierta. No podía, sentía que estaba viviendo una película de miedo en ese instante.
***
Luna
Para mí no fue nada fácil salir de ese bosque y plantarme frente de esa casa para avisarle a Nathan que ahí ya no estaban seguros. Solo me tomo tres minutos para encontrarle un lugar a salvo y volver con los otros chicos que no dejaban de revotar en mi cabeza por alguna razón del mundo.
—Finn no podemos pasar todo el día huyendo de un lugar a otro.—se quejó Theo caminando de un lado a otro frente de mí.
Seguíamos en la vieja casa de los worthy, solo regrese por una sola razón y era porque necesitaba pensar claramente. Necesitaba un plan y la chica que no dejaba de estar nerviosa y pálida al mismo tiempo. Me impedía avanzar por algo.
Theo y Finn seguían discutiendo yéndose a la cocina mientras que yo solo analizaba a la morena que temblaba en el asistiendo de alado. Sus manos subían siempre de la rodilla a su vientre y de su vientre al corazón. No quería tocarla, porque sabía algo que ella no y eso lo podía oler en el aire. Tanto así estaban mis poderes desarrollado que suspire cansada.
—Sabes, no soy como ella si es lo que piensa.—le hable por primera vez en todo el día.
—No es lo que pienso.—murmuro ella con la voz muy apagada.
—Pero es lo que parece.
El silencio reino por unos pocos momentos cuando volvió a quebrarse en llanto como un niño.
—Deja de llorar que es malo para tu salud.—la regañe ya fastidiada de tanto escuchar llantos por aquí y llantos por allá. Además su peste me tenía mal de estómago.
Me aparte de ella porque ya no podía más, ese olor a descomposición me tenía mal en todos los sentidos. Ella me miro un poco confundía pero trato de calmarse.
<<¡Bendita enfermedades sin curación! >>
Ya estaba comenzando a creer que era un ángel con mayor rango del cielo para saber cuándo una persona va a morir o no.
—Que sabes tú de mi.—dijo sin apartar su mirada del suelo todavía volviendo al patrón de las manos de la rodilla, al vientre y del vientre al pecho. Lo repetía cada segundo al mismo tiempo.
—Nada.
Ella iba a contestar cuando llego Theo entregándole unas pastillas con un vaso de agua.
—Son las ultimas que queda.—fue lo único que dijo antes que ella volviera a llorar.
—¡Me largo, ese olor a descomposición ya me tiene alta!—me queje subiendo la escaleras.
Yo no sé porque yo era así. Si más bien yo ante era puro amor y felicidad, me encantaba ayudar a las personas y brindarle un poco de felicidad. Pero ahora... solo me queda apartar a las personas y no brindarle mi ayuda, ya que mi visiones eran demasiado frecuente para mi gusto y solo provocaba que mi corazón se rompiera una y otra vez cuando veía las personas morir.
Intente muchas veces cambia el destino de esa personas, pero ya no se podía. Porque cuando tu muerte ya está escrito en ese libro no puedes tachar el día, ni la hora y lugar de tu descenso. Sé que soy egoísta por dejar morir a muchas gente y más esa chica que está sufriendo de Sida y no podré hacer nada. Porque soy muy egoísta para salvarla de su muerte.
Ni siquiera la conozco muy bien y por el olor que emana su cuerpo diría que no fue muy buena antes que todo esto pasara.
Alejo eso pensamiento de mi memoria y me detengo frente aquella puerta que una vez entre como loca a derribarla antes que Lux hiciera una locura con mi ex. Creí que mis sentimientos por él ya se habían esfumado, que ya no sentía más amor. Pero no... cuando lo vi y escuche, mi corazón volvió a palpita como la primera vez que supe que estaba enamorada de él.
<<Cuanto te extraño mi catire.>>
Abro la puerta de su habitación y entro a oscura cerrando la puerta. Solo un pequeño rayo de luz que emana desde la cortina semi abierta daba para saber dónde caminar. Camine con el corazón en la mano y me agache recogiendo la pequeña caja de zapato que escondí aquella noche después de borrarle la memoria a todos.
—Y pensé que ya no estaba.—murmure destapando la caja.
Ahí mismo había metido todos mis dibujos y recuerdos con todos. Una parte de mí no quería cargar con ellos y solo por eso los reunir todo en un solo lugar escondiéndolo en la habitación de él. el chico que puso mi mundo de cabeza, el que por las noches me desvelaba sin ningún motivo, las veces que quise decirle que lo amaba cuando lo veía con otra pero las palabras siempre quedaban ahí estancada en mi garganta sin saber que algún día nosotros íbamos hacer algo.
Y solo duro poco y no pude disfrutarlo como me hubiera gustado. Con las lágrimas en los ojos saco su dibujo el mismo que pinte en mi clase de dibujo y cierro los ojos solo pensando en él. Recordándolo cada bendito beso, sus caricias, sus chistes y todo lo que se reflejaba con él.
Ahí con los ojos cerrados lo vi, todo pasaba muy rápido a través de mis ojos y solo lo podía ver a él sentado en el suelo ayudando a Star.
Oh Star ¿qué te ha pasado?
Este es otro de mis bellos poderes, puedo espiar bajo las sombras sin ser detectada por nadie, soy como un ángel que vive solo en la sombras.
—Vamos Star tienes que comer algo.—insistió él agotado, pero ella negó mirándome.
¿Acaso ella sabía que yo estaba ahí? No creo.
No sé qué fue lo que le paso, pero sí sé que no está bien y lo peor del caso es que no puedo hacer nada porque no sé qué tiene.
—Debería ir a buscar a Rous y Lara, ya han tardado mucho.—dijo él mirando a alguien que estaba parado en la puerta.
Esto de estar en el plano paralelo no me gustaba mucho, porque solo podía ver al que yo quisiera. Solo di un paso hacia él con las lágrimas en los ojos, se veía tan lindo y más hermoso. Tenía el pelo un poco largo y tenía músculos. Quise tocarlo pero sentía la mirada de Star sobre mí como si pudiera verme. Y eso me dio un escalofrió al verla sonreí macabramente.
Di un paso hacia atrás y rompí la conexión.
Señor perdóname, pero que mierda fue todo eso. Su vibra no fue nada normal y para nada lo vi en su mirada, no eran los mismos ojos que yo alguna vez vi antes de irme.
¿Quién era ella?
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