Luna

"Mantén cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos"

-Marlon Brando.

La barriga me rugía pidiendo comida, llevaba cuatros días sin comer y sentía que ya no tenía fuerzas. El cuarto de limpieza donde me deje caer ayer cuando llegue era muy pequeño y estaba muy sucio, no pude más y caí desmayada en el suelo.

Me levanto con las pocas fuerzas que me queda porque ni para seguir huyendo me da más, necesito agua y comida rápido o moriré de desnutrición. Saco mi pasamontaña negro que tiene una peluca cosida para oculta un poco mi pelo y facción de la cara. La encontré hace poco y vi que el negro me sienta de maravilla, aun estando fea.

Me vuelvo a dejar caer en el piso cuando el mareo me gana y cierro los ojos con la intención de calmarme un poco. A los pocos segundos de estar ahí, mi radar presiente a los mismos humanos que sentí ayer cuando llegue. No hago ruido cuando veo sombras por la rajita de la puerta que caminan pasando de largo.

1, 2, 3.

Tres personas pasan sin hacer ruido como si también estuvieran huyendo.

—Debemos subir al refugio.—susurra una chica asustada, deteniéndose frente de la puerta del cuarto donde estoy.—Esto es una mala idea.

—Shh.—la manda a callar un chico que veo que se mueve incómodo y me acomodo bien el pasamontaña. Ya no quiero pelear sin entran.—No nos vamos sin la chica.

—Amigo a lo mejor la imaginaste.—habla otro también susurrando.—Era demasiado oscuro para verla, no creo que este aquí.

—No.—vuelve hablar el chico.—Era la misma chica con la que llevo días soñando, es ella.—su voz suena desesperado y esta vez sí me pongo alerta.—Necesita nuestra ayuda y la vi entrar, solo debe estar en alguna parte de este edificio.

—Finn yo creo que tu imaginación solo te juega una mala broma.—susurra de nuevo la chica.—Es mejor que volvamos a refugio, ella no está aquí y si esta debe ser un peligro, es la gemela de la reina y no creo que ella también sea buena. Los sueños a veces no juegan una mala broma.

Se hace un silencio por un momento y tengo miedo que abran la puerta y digan:

<<Te encontramos bruja>>

No puedo confiar en nadie aunque mi instinto me diga lo contrario, ya no sé quién es el bueno y quien es el malo.

—Subamos al cuarto piso debe estar arriba.—contentos al fin y solo vi la sombra moverse.

No me iba a arriesgar a salir si me estaban buscando y mucho menos iba a salir así de débil como estaba. Repaso el pequeño cuarto y solo vi escobas, botes grandes de basura, más utensilio de limpieza.

<<Perfecto, nada de agua aunque sea para beber.>>

Volví a cerrar los ojos y deje que el sueño me volviera a ganar con la intensión de que apagara mi cerebro por un momento de la comida o agua. Para cuando me desperté me dolían muchos los pies y era mediodía, salir cuidadosamente del pequeño cuarto y comencé a bajar con cuidado las escaleras. Ya comenzaba a creer que tenía ampolla pero eso no me molestaba, necesitaba comida y agua rápido.

Al pisar el asfalto y que los rayos de sol tocaran mi piel me dio un poco de tranquilidad. Camine como pude cruzando callejones tras callejones hasta llegar a la urbanización donde alguna vez vivir, sentí pocas personas en su casa pero de igual forma seguí mi camino hasta llegar a una. Abrí la puerta trasera de aquella casa y solo fui directo a la cocina, no había nada por ningún lado pero si pude encontrar algunas galletas viejas y botellas de agua mineral medio llenas. La casa de los worthy estaba hecha un desastre, nadie volvió a este lugar después del fin del mundo.

La poca comida que había aquí ya Nathan se la había llevado y me dio una gran tristeza al recordar como éramos felices todos en esta casa. Solo deje el llanto para después y agarre la botella de agua con las pocas galletas viejas y me senté en el sofá a comer. No me importaba si estaba vieja o dañada, porque uno con hambre no piensa y eso fue lo que hice en ese momento.

Lo poco que cayó en mi estómago me dio un poco de fuerza. Me quite la zapatillas, junto con la peluca y la chaqueta, me dolía todos los huesos, desde la punta de los pies hasta la cabeza. Solo necesitaba un baño y un buen descanso para seguir como si nada hubiese pasado.

Creo que eso no duro por mucho tiempo ya que sentí que se activó el seguro de un arma que me la enterraba en la sien. No me moví, tenía miedo de abrir los ojos y que fuera Cristians o unos de la gente de Lux. Porque ni lo sentí cuando llego, sabía que era humano porque lo ligue con los otros que están escondidos en su casa.

—Nos tiene toda la mañana buscándote.—esa voz, era la misma del pasillo pero de igual forma no dejaba de apuntarme.

—Baja el arma si no quieres salir herido.—le contesto tranquilamente levantándome.

Me froto bien los ojos cuando mis ojos catan a una chica y los dos chicos que están frente de mí. Uno me apunta asustado mientras que él otro no deja de mirarme como si no creyera que fuera real, en todos mis años viviendo aquí nunca los había visto en la escuela o el pueblo. Pero sus rasgos físicos son un poco raros.

La chica es morena de esas que si estuviéramos años atrás fuera del apocalipsis se vería hermosa, solo que las ojeras, la ropa ancha negra y el rostro sucio dicen mucho de qué hablar. Mientras que el que me apunta es un rubio de ojos azul no muy forzudo igual de vestido como la chica diría que han sufrido mucho para sobrevivir. Y el que no deja de verme como si fuera un extraterrestre del otro mundo, es bonito de rasgos hermosos y ropa ajustada manchada de suciedad.

—Jamás creí que mis sueños fueran reales y mírate.—era el único que estaba feliz de todos.—Baja eso Theo que ella no es la mala.—regaño al que me seguía apuntando.

—No sabemos si es un truco.—negó él asustado y mi corta paciencia no estaba para ninguno de los tres.

—Si no bajas eso en tres segundo te lo juro que no quedaran ninguno vivo.—me agache con la intención que recoger mis zapatilla cuando lo vi bajar el arma.

—Pensé que mis sueños eran pesadillas, pero ya veo que no. Si tú eres real es porque ere...

—Nadie.—lo corte levantándome y acomodándome todo lo que lance en el suelo.—Yo no soy nadie y lo que están viendo es un simple espejismo.

—¡No nos joda con palabrería!—se alteró el tal Theo.—No salimos del refugio solo para ayudarte.

—Mala idea, porque yo no pedí ayuda de nadie y mucho menos le dije que me siguieran.

Yo no estaba para convivir con personas que buscaban ayuda, yo lo que estaba era buscando y planificando bien un plan para matar a Lux y así morir en paz.

La chica se me acerco asustada sentándose a mi lado, no hable en ningún momento solo recogí mis cosas y subí escalera arriba. No estaba para escuchar a nadie, si buscaban salvación que fueran a que Nathan. Pero conmigo lo único que iban a encontrar era muerte.

Entre a la habitación de Rous y Star, cuando las lágrimas comenzaron a descender por si solas al ver las fotos de ellas y sus padres. Me gustaría saber si están a salvo o murieron en donde sea que estaban. Porque lo único que si se es que el mundo ya no era igual, fui a tantos lugares y cada país o estado era peor que Treverlin. Brujas que buscaban no solo mi cabeza sino también de otros como yo o eso fue lo que escuche en los pocos refugio que encontré.

Escuche que hay una profecía cuando llegue hasta Rio, que un ángel (Todavía no sabe cuál es su destino) se revelara entre cielo y tierra, y nos liberara de esta maldición para siempre. Lo creí bobo y ridículo, porque uno: los ángeles no se pueden revelar con su creador y si lo hacen es echado a la tierra a vivir toda la vida. Son ángeles caído, demonio, condenado a pagar su deuda por toda la eternidad en la tierra... Y como un ángel puede cortar una maldición así.

No quise pregunta porque no lo vi como era, solo eran rumores y falsas esperanza.

Me encerré en el pequeño baño y fue cuando todo mi cuerpo se estremeció por la electricidad que emanaba cada visión.

Ya no estaba en aquel baño, me encontraba en un lugar aparte. Estaba descalza y caminaba como si fuera un robo a una sola dirección, no podía mover mi cabeza hacia los lados solo veía un camino de césped verde y cada vez que daba un paso el césped se moría bajo mis pies.

El olor a putrefacto invadió mis fosas nasales y ni para taparme la nariz puedo, solo caminaba a un solo lugar y a un solo destino. La piedra, me detuve frente a ella cuando vi alrededor miles de cadáveres alrededor que intentaron tocarla pero no pudieron, murieron en el intento.

De repente una luz muy brillante y fuerte broto sobre la piedra y sentí que me llamaba pero mis pies se negaban a dar un paso a ella. Solo me lleve las manos a los ojos porque el reflejo que emanaba me iba a dejar ciega con tanta inmensidad de luz.

—¡No por favor!—se escuchó el llanto de una niña que me obligo abrir los ojos al instantes.

—Tócala o la reina te come viva.—la amenazo Cristians.

Ese infeliz la llevaba arrastrada por los pelos, mientras que la pequeña lloraba para que la soltara. Yo sabía que no podía hacer nada, solo era un visión. La luz se apagó de la piedra cuando retrocedí, creo que fue lo peor porque Cristians se puso peor y termino arrojando a la niña a la piedra pero no pudo ni siquiera tocarla porque de repente la piedra mando una onda sobrenatural que la mato al instante y a mí me mando al suelo.

—¡¿A quién mierda quieres?!—le grito Cristians a la piedra furioso levantándose del suelo. La cabeza comenzaba a dolerme y él solo soltaba maldiciones.

—Cristians cálmate.—la voz de Lux sonó a mi lado y me asuste levantándome rápido.—Solo la elegida podrá acercarse.

Cristians negó furioso y la señalo con un dedo.

—¡Todo esto es tu culpa por no matar a Luna a tiempo y tener sus poderes!—se acercó furioso echando humo hacia ella.—Si no fueras estado hace dos años con juguetería y la fueras matado de una vez, ya estuviéramos a la próxima ángel en nuestra manos.

Lux se acercó a él con una sonrisa macabra y le planto un beso en los labios que le bajo los sumo de un momento a otro. Me lleve la mano a la boca. ¿Y si esto no era una visión? ¿Y ya la consiguieron? y solo están buscando la manera de tener la piedra en su mano. Miro a todos lados y solo veo cuerpo y más cuerpo de personas muertas. Tropiezo con un cadáver de una chica y casi me dan ganas de vomitar cuando veo las marcar azules en toda la cara, todos los tienen, tienen las mismas marcas.

—Solo llevamos dos días en esto, solo siguen trayendo a los encarcelado hasta que la elegida o elegido aparezca.—comienza a decir Lux.—Porque si nos ponemos a esperar a que Luna nos entregue la llave nunca vamos a terminar.

—¿En dónde estará en esto momento esa loca?—pregunta Cristians comenzando a repartir beso por el cuello de Lux.

—Escondiéndose como siempre, ya mis hombres volvieron a perder su rastro pero volverá a salir de sus escondite ya lo veras.

Me desplome en el suelo con el corazón a mil por segundo, no podía creer lo que había visto. Esa gente cada día estaba más loca y era eso porque secuestraban a las personas, la estaban utilizando como pruebas para acercarse a la piedra.... Dios, me dolía la cabeza y no podía respirar bien.

—¡¿Oye te encuentras bien?!—afuera tocaban la puerta y yo no estaba para esto.

—¡Solo déjenme en paz y lárguense!

—¡Solo quiero ayudarte, déjame ayudarte!

Sigo insistiendo que tuve que abrirle la puerta porque después iba a llamar la atención y no quería seguir huyendo. Él se dejó caer de rodillas frente a mí con una manzana en la mano y una botella de agua, estaba asustado sin apartar sus ojos de los míos.

—Come esto, está muy débil para estar batallando.

Era muy dulce y me trataba como si yo fuera alguien muy importante, pero lo aleje y solo acepte la manzana y la bebida.

—Mantente lejos de mi.—le advertí y él asintió sentándose al frente sin aparta sus ojos de mí.

—Jamás creí que eras real.

—Siempre existí, solo que nunca me hice de notar.

El silencio invadió el baño mientras yo solo fingía que él no estaba ahí y recargaba mis fuerzas para averiguar si mi visión era real o mentira lo que vi. No podía quedarme a esperar toda la vida esto.

—Me llamo Finn.

—Lindo nombre.—si pensó que le iba a decir cómo me llamaba estaba equivocado.

—¿Puedo saber cómo te llamas?

—No

—¿Por qué?

—Porque si eres un chico que te la pasar soñando conmigo deberías saber cómo me llamo.

—Solo tengo sueños donde apareces tu rostro, junto a dos chicas más pero nunca veo el rostro de ellas porque permanecen de espalda. Siempre veo el tuyo junto a una luna.

Espero que esas dos chicas no sean Rous y Star. Me llevo la mano a la cabeza cuando el dolor vuelve como un latigazo.

—¿Eres igual que ella?—me pregunta abajando la voz y niego.

—Solo soy una simple mortal que huye para que no la maten.

—¿Cómo si son hermana? Ella tiene poderes y puede....

—Esa bruja no es mi hermana—lo corto ya molestándome.—Solo se encargó de condenarme a una cadena perpetua para que ella tenga un cuerpo donde vivir.

—Creí que tenían los mismos poderes y tu podías vencerla.—se acerca acortando el espacio, pero me niego a seguir hablando de esa loca.

—Huí porque quiso matarme para tener mi cuerpo y así poder ser humana, pero no le salió bien el plan porque termine escapándome gracias a un amigo.—miento levantándome del suelo y saliendo de baño.

Solo quiero descansar y recargar la energía necesaria para averiguar si mi visión era cierta o no. Iba bajando las escaleras apresurada cuando vi a la morena todavía sentada en el sofá pero esta vez no está asustada si no que lloraba. El otro chico estaba de rodilla frente de ella para calmarla y yo solo fingí que no estaban ahí y salí por donde entre.

Con un solo movimiento de mis poderes llegue al lago y me deje caer en la arena, necesitaba esto enserio. Necesitaba un plan y una forma de cómo no hacerme daño. Sabía que tenía que dejar mis poderes aparte pero esto lo necesitaba si Lux había conseguido la piedra y ¿con ayuda de quién?

El agua del lago estaba calmada y a mí alrededor no se sentí nadie por igual me quite la ropa, dejándome en ropa interior y comencé a nadar lo más lejos de la orilla. Necesitaba esto, llevaba días sin bañarme y dormir pero lo necesitaba aunque fuera para calmarme un poco. Ya llevaba un buen rato descansando en la orilla del lago que sentía que mis fuerzas estaban regresando por si sola sin ayuda de nadie, mi color de piel ahora lo podía notar bien sin toda esa mugre encima y decir si me quería ver en un espejo para ver si cargaba unas ojeras del asco, pues no. Sabía que estaban ahí porque no dormía mucho y sabía que iban a desaparecer por si solas.

Me acomode la peluca y me dirigir al bosque cuando ya el sol se había escondido, solo podía notar a lo lejos algunos gritos y llantos de personas. Ya me estaba sintiendo como si estuviera en el infierno. Cada vez que avanzaba con sutileza los gritos de dolor se intensificaba a igual que se veía antorchas encendida a los lejos que se movía con una pequeña luz flagelante.

—¡Calla!—grito alguien y pude escuchar el golpe de una cachetada.

No podía acercarme más porque había muchas gentes de Lux rodeando el lugar pero si pude notar a Cristians y a Lux parado como estatua mirando a un solo lugar dándome la espalda. De repente su gente comenzaron hacer un círculo alrededor de ellos que me alerto para retroceder con cuidado sin llamar la atención.

Esta gente estaba loca.

Con cuidado busque otro lugar donde pudiera notar bien lo que hacía hasta que el olor a putrefacto invadió mis fosas nasales haciendo vomitar en el acto al ver lo que ya mis ojos lo habían previsto. Estaban comenzando a lanzar a las personas a la piedra pero de donde yo estaba solo lo veía lejos de la piedra como a quince o más metro de ellas. Ni Cristians, ni Lux se acercaban, mandaban a otros. Me limpie la boca retrocediendo cuando previne que otra oleada de vomito se aproximaba.

Me prepare lista para salir huyendo de ahí cuando la voz de Lux me detuvo al voltearse y posar sus ojos en una sola persona que se mantenía oculta de todos. Hasta de mí que ni siquiera pude ver si era hombre o mujer.

—Búsquenla en su vieja casa, si regreso al pueblo fue por algo.—Le ordeno y solo vi que asintieron pero después no vi más porque fue como un bendito rayo que desapareció en un abrir y cerrar de ojos del lugar.